lunes, 9 de noviembre de 2009

Reestructucturación militar en Europa



La visita de tres días del vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden a los países de Europa centro-oriental, Polonia, Rumanía y República Checa, puede definirse como un indudable éxito diplomático. Este encuentro tenía como objetivo principal alentar a los europeos de las intenciones norteamericanas de mantener la armadura defensiva que, a partir del final de la Segunda Guerra mundial, protege a Europa de las amenazas externas.El vicepresidente ha contado con un completo apoyo de los representantes de los tres gobiernos en la participación del nuevo escudo antimisiles que estará basado en el sistema naval Aegis/SM-3 Standard Missile. Por otra parte, parece que existan diversas problemáticas relacionadas con la efectiva puesta a punto del escudo, que han permanecido latentes durante los cortos diálogos bilaterales, pudiendo contribuir, a corto plazo, a donar el impulso necesario para la realización de un verdadero Ejército Europeo. De hecho, el Eurocorps representa, actualmente, su expresión más próxima.

El objetivo del viaje: promover el nuevo escudo misilístico
Como ya muchos analistas han tenido la oportunidad de revelar, la visista de Joe Biden a Polonia, Rumania y República Checa, si bien ha tratado una gran gama de temas (entre los cuales, las relaciones comerciales bilaterales y la salida económica), ha ofrecido principalmente, garantias a los respectivos gobiernos sobre la fiabilidad de los Estados Unidos ha garantizar la seguridad de los confines de Europa centro-oriental de las amenazas provenientes del exterior. Algunos sucesos recientes han tenido lugar en el panorama político internacional, entre los cuales, la decisión por parte de la administración de Barack Obama, a abandonar el originario proyecto sobre el escudo misilístico GMD, Ground based Missile Defence, propuesto por George W. Bush. Esta decisión ha sido anunciada por medio de un comunicado de prensa el pasado 17 de septiembre con el ambiguo título, “Us Cancels Central European missile defense deployment”. Parece que en virtud del “nuevo curso” que intenta mejorar las relaciones políticas con la Federación Rusa, se ha debilitado la posición estratégica de los Estados Unidos en el contexto europeo.Con relación ha esta cuestión, como ya se ha podido observar desde hace tiempo, Obama ha propuesto un nuevo BMD, Balistic Missile Defense, que ha sido programado inicialmente sobre un sistema flexible sea-based ya operativo (que debe ser ultimado en el 2011), que utiliza como componente antimisil principal el SM3 Standard Missile. Éste se prestaría a realizar un hipotético ataque de misiles a corto alcance efectuado por parte de una potencia extranjera y directo a Europa. La sucesiva implementación del escudo debería continuar con otros tres pasos, los cuales se focalizan en el despliegue, sobre las unidades navales americanas, de diversas variantes del misil (que se prevé será dotado también de operatividad terrestre). Además en el 2020, debería estar en grado, gracias al desarrollo de la versión Block IIB, de neutralizar una amenaza portada por un ICBM, un misil balístico intercontinental.Preparar un escudo defensivo que utiliza exclusivamente los SM-3, podría sin embargo, resultar arriesgado por diversos motivos. El primero está conectado al número de naves necesarias para garantizar la eficiencia del sistema. Diversos cargos militares americanos están en desacuerdo en este punto. Algunas fuentes militares, como el exdirector de la MDA, la Missile Defense Agency, Gen. Henry Obering, han calculado que el número oportuno de naves sería de 40 (actualmente el número se fija en 18), que resulta ser inferior a lo requerido más recientemente por el vicealmirante y vicedirector de las operaciones navales Barry Mccullough, que estiman en 90 el total de las exigencias reales. El segundo motivo mantiene una consideración de naturaleza técnica. El misil SM-3 está en grado de alcanzar a un misil balístico que está llegando al Midcourse fase (tanto en fase ascendente como en fase descendente) cuando todavía numerosos factores pueden intervenir para poner en peligro el impacto. Se refiere al problema de la discriminación, es decir, al reconocimiento entre la prueba real y otros materiales como chaffs o flares que utilizados en el ámbito de la guerra electrónica, acompañan normalmente, un ataque de misiles balísticos, prestándose a neutralizar las defensas de los adversarios. Desde este punto de vista, el SM-3 (así como el GMD), no resuelve el problema, el programa que debería haber eliminado la cuestión ya mencionada, el Multiple Kill Vehicle, ha sido anulada por el budget por la defensa del 2010, con un ahorro de aproximadamente 1,4 mil millones de dólares. Para llegar a entender la carencia mencionada, es necesario recordar como los Estados Unidos, han anunciado la conclusión realizada con Polonia de un acuerdo de máxima, que prevé la instalación de una bateria de misiles Patriot PAC-3 que, teniendo la posibilidad de interceptar misiles balísticos en la fase final, pueden ser considerados como el mejor sistema antimisiles del teatro actualmente en el mercado. Sin embargo, es preciso recordar que el radio de los PAC-3, que no superan los 20 km, estarían en grado de cubrir una pequeña parte del territorio polaco.Delineado el cuadro general, las reacciones por la visita de Biden, han sido favorables. El primer ministro Donald Tusk ha afirmado que “la nueva configuración del escudo es mucho más interesante y necesaria, y que Polonia está preparada para participar en la medida de lo posible”. Traian Basescu, presidente de Rumanía, a pesar de que no haya personalmente comentado nada al respecto, Biden ha agradecido su apoyo en el nuevo escudo antimisil y por la operación “altamente profesional” de los 1000 soldados rumenos desplegados en Afganistán. Por su parte, Jan Fischer, primer ministro de la República Checa, ha remarcado, durante la conferencia de prensa del viernes 23 de octubre, la disponibilidad del propio país a participar en el nuevo proyecto como miembro de la OTAN. Ha comentado también el hecho de que el escudo defensivo estará operativo y actuará bajo su protección.En realidad, el descontento es general tanto en el interior de las cumbres militares como dentro de las compañías gubernativas que no han seguramente, estimado oportuna la decisión del gobierno americano de comunicar al presidente ruso Medvedev (al inicio del mes de septiembre) la intención de abandonar el GMD, dando relevancia a Polonia, Rumania y República Checa ante un hecho ya cumplido. Dejando a un lado la implementación del escudo antimisil, se puede afirmar que la administración actual está desarrollando una política americana de ampliación de la OTAN hacia oriente por el mismo camino con el que fue creada en un principio, por el presidente Bill Clinton. Incluso, parece que el proceso se ha acelerado recientemente. El fenómeno que parece evidente es que la OTAN esté actuando en un proceso que muchos analistas no han dudado en definir como un auténtico acercamiento a Rusia, con la intención de penetrar también en algunos países exsoviéticos como Ucrania y Georgia en detrimento del proceso de ampliación y consolidación de las instituciones

Tiempo ideal para acelerar el proceso hacia un verdadero Ejército Europeo.
La primera cuestión que se presenta concierne a la efectiva oportunidad de desplegar un escudo misilístico americano que defienda a los países europeos de una reconsiderada amenaza iraní. Sobre este punto es necesario considerar el potencial nuclear británico y francés ya que se presentan la capacidad de constituir un válido disuasivo en grado de defender a Europa de las amenazas externas. Así, el artículo 28A que modifica el Tratado de la UE (introducido por el artículo 1 punto 49 del Tratado de Lisboa) inserta la ya conocida “cláusula de solidaridad”, según la cual los estados miembros de la UE “están obligados a prestar ayuda y asistencia con todos los medios con los que cuente, en conformidad al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas” a cada uno de los estados miembros que sufra una agresión armada en su territorio.Así, se debe subrayar, visto que los Estados Unidos tienen como prioridad fundamental la búsqueda de ciertos acuerdos políticos con la Federación Rusa (nuevas sanciones al régimen iraní, cuestión de Corea del Norte), que los gobiernos de los países europeos deberían finalmente llevar a cabo una política de seguridad y defensa que pueda contemplar la institución de un Ejército Europeo que complemente la actividad diplomática dirigida a la conducción de una política extranjera. Vistas las competencias globales actuales, ésta necesitaria de un acercamiento europeo común. Desde este punto de vista, se encuentran enfrentados por una política estadounidense enigmática aunque a su vez, claramente hostil. Es bastante reciente la noticia de que los Estados Unidos estén a punto de enviar a 6 oficiales, de los cuales uno cubrirá el cargo de Asistente del Jefe del Estado Mayor -División de Apoyo ACOS G9-, en el cuartel general de Estrasburgo , sede del Eurocorps, el cuerpo militar multinacional creado en 1992, que permanece estable y bajo la dirección dependiente de la UE después de la aprobación del Parlamento Europeo, en una resolución sucedida el 5 de junio de 2008. Más allá del resurgimiento de antiguas polémicas (como la subdivisión de las competencias propuestas por Madeleine Albright), es relevante del retraso militar europeo, el hecho de que un país extraeuropeo logre enviar 6 oficiales mientras que países europeos como Italia y Rumanía, que recientemente han entrado a formar parte de la estructura militar, contribuyan respectivamente con 2 oficiales.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario