jueves, 5 de noviembre de 2009

Progresos africanos

El acuerdo para una organización regional por parte de algunas naciones, depende de consideraciones económicas, políticas, culturales y de seguridad. Los países que pertenecen a la región de África austral, desde hace tiempo, han tomado un camino que les lleva a una integración que abraza todos los ámbitos destacados, el cual se ha concretizado en la institución de varios organismos sectoriales con el fin de acelerar las fases de desarrollo, donde todos sus miembros alcancen algún beneficio. Actualmente, sin embargo, existe una gran parte de la integración que aún no se ha realizado a causa de factores congénitos que afligen la región, así como, una deuda externa elevada, la competición económica por la conquista de los mercados extranjeros y una falta de interdependencia económica. El aspecto de seguridad común es el único campo en el que se pueden observar resultados concretos, gracias también a los estímulos provenientes de la Unión Áfricana.

Integración política
El proceso de integración política de la región austral, comenzó en el período de la descolonización, cuando en los años 60-70 se ensancharon y después, se consolidaron los procesos de independencia y el autogobierno. La formación de entidades sopraestatales se forman en el inmediato decenio sucesivo, organizaciones como la Southern African Development Coordination Conference y el grupo de los Frontline States, el cual fue el punto de salida para el desarrollo de el más importante organismo sopranacional de África meridional: Southern African Development Community (SADC). Iniciada en agosto de 1992, la institución cuenta con 15 miembros. Entre ellos, Madagascar ha formado parte de la SADC hasta los primeros meses de 2009, cuando fue sospechoso del golpe de estado de marzo de 2009. El objetivo principal de la SADC es la integración regional en numerosos factores, partiendo del ámbito económico hasta llegar al social y al militar. Bajo el punto de vista político, el área se encuentra todavía caracterizada por una extrema desigualdad. Actualmente, se pasa de régimenes autoritarios a sistemas democráticos completos, aún cuando se encuentran en fase de reforzamiento, con algunos ejemplos de régimen al límite de la democracia como el caso de Zimbabue. Las democracias de la región todavía son relativamente jóvenes e inestables, si bien las élites políticas inician a entrever la estrecha relación entre el desarrollo y las instituciones democráticas. La integración política en la SADC se ha traducido, en estos años, en el punto de apoyo de algunas normativas comunes y en la constitución de organismos regionales dirigidos al desarrollo de varios sectores públicos. Entre ellos, el Comité Integrado por los Ministros representa el vértice político de la SADC, que trámite una planificación estratégica de acción, que redacta anualmente, actúa a nivel nacional con proyectos dedicados al desarrollo de áreas particulares. El instrumento del cual se sirve el Comité es la directiva, que a menudo se rebela ineficaz a causa de la gran corrupción que desola las naciones del área. Las problemáticas que en mayor medida, afecta actualmente, a la integración política son: la rivalidad nacional, a menudo estimulada por la concurrencia económica hacia los mercados extranjeros ; la alianza de un sentido de identidad común, como el concepto de panafricanismo, probablemente debido a la heterogeneidad de los sistemas políticos en la región o bien a la adhesión de prácticas y principios democráticos. Aún falta una política que de paso a una sobriedad estatal, a un organismo sopranacional que prevea reglas vinculantes y que sancione además, la posibilidad de intervención en los negocios internos estatales.

Integración militar
Respecto al sector de seguridad, la inestabilidad permanece en la República Democrática del Congo, donde más de la mitad del territorio no está sujeto a la auroridad del estado. Una misión de paz, proveniente de las Naciones Unidas, se encuentra todavía presente en el país, debido a que no se considera aún un área pacífica. Durante la crisis congoleña, la SADC ha desarrollado el papel de institución de mediación pero, a causa de los grandes contrastes entre sus miembros y de formaciones diplomáticas orientadas hacia posiciones opuestas, no ha conseguido abastecer plataformas de negociación definitivas. El otro foco de destabilización atañe a Zimbabue, donde la crisis económica unida siempre a la contrariedad de la población hacia el régimen dictatorial, provoca precarias condiciones políticas al país.Desde 1993, internamente en la SADC se activó el Órgano de Política de Defensa y Seguridad (OPDSC), un régimen de seguridad colectivo cuyas funciones incluyen la prevención y la resolución de los conflictos. Dentro de este órgano, además, encuentra espacio un notable componente de policia que lucha contra el crimen fronterizo. El OPDSC está formado por un directivo de tres presidentes, que coordinan los Ministerios de Defensa, la Seguridad Pública, los Negocios Extranjeros y la Seguridad Estatal. La legitimidad de la operación de esta estructura, se basa sobre el Pacto de Mutua Defensa, datado en 2003 y actualmente, ratificado por 13 de los 15 estados interesados. Hasta hoy, se han efectuado diversos ejercicios comunes sobre el campo de batalla con base voluntaria, los cuales todavía señalan escasez de adiestramiento y de equipamiento de las tropas, a causa esencialmente, de financiamientos insuficientes y lagunas en la formación militar. La fuerza aún dista mucho de considerarse preparada para un despliegue operativo.Esta arquitectura militar, está en riesgo de convertirse rápidamente en obsoleta a causa de la gran importancia dedicada al proyecto de una brigada regional inserta en el African Standby Force (ASF), programa continental orientado a la preparación de una fuerza africana en grado de desarrollar autónomamente y en poco tiempo operaciones para la paz (peacekeeping). La brigada austral del ASF, formada por aproximadamente 7.000 soldados provenientes da los comandos militares de los Estados miembros de la SADC, ha dirigido con éxito, en septiembre de 2009, el primer ejercicio de intervención en el área, demuestra un considerable grado de operatividad. La conformidad de la estructura, está previsto para junio de 2010, aunque ciertos aspectos están aún por culminar en el sector logístico. El área, a nivel africano, presenta elevados standard de integración en el complejo militar, un fenómeno similar al que se desarrolla en la ladera de África Occidental.

Integración económica
A nivel económico, la región está interesada en el aspecto de una producción de riqueza interna. A pesar de que en el contiene, cerca de un cuarto de la población total es africana, el PIB de sus miembros representa un tercio del globalmente producido por el continente. Por lo que es un territorio económicamente dinámico, a pesar de la fuerte disparidad de riqueza en el interior, solo Sudáfrica, con un PIB de 492 mil millones de dólares al año, contribuye por sí solo al 60% del producto interior bruto de la región. La economía general todavía se encuentra afectada por una extrema dependencia en el sector primario, en especial con las exportaciones de productos agrícolas y minerales. La mayor parte de los estados que forman parte de la región, además, se encuentran actualmente, oprimidos por el peso de la deuda externa, como consecuencia de fuertes líneas de crédito contratadas al inicio de los años 90 a las mayores economías occidentales. Las cuales son imposibles nivelar a causa del gran fenómeno de la corrupción y del progresivo deterioro de las regiones de intercambio. El comercio intraregional, está decididamente, limitado, representa un escaso 20% sobre el total de import/export de la macroárea. En términos de integración económica, el 2008 ha visto en el lanzamiento de un área de libre intercambio en el interior de la SADC, una posibilidad de alcanzar la unión de aduanas en el 2010. El desarrollo de tal proyecto incluye la creación de tarifas aduaneras comunes hacia el exterior, estipulación de standard comunes sobre las mercancias y otros incentivos de comercio. Si bien, el Fondo Monetario Internacional recibió positivamente la iniciativa, numerosas contradicciones se suceden en el interior de los países miembros del programa. Estos, de hecho, conciben de un modo diferente los aranceles aduaneros. Mientras que para Sudáfrica, pueden ser considerados instrumentos de política comercial, para Malaui, son vistos como una fuente consistente de entradas, a las cuales, difícilmente, podrá renunciar. Además, recientes disidencias internas han creado fuertes dudas sobre el proceso de integración económica, así las protestas de Sudáfrica en relación a las inversiones internas de la SADC, las cuales terminan inevitablemente, en los países menos desarrollados del área, se traducen como un financiamiento a fondo perdido para Sudáfrica. Otro problema grave reside en los conflictos de intereses entre las numerosas organizaciones económicas, a las cuales algunos estados sudafricanos están aliados, por ejemplo, la East African Community, la Economic Community of Central African States, la Southern African Customs Union. La vinculación a numerosas entidades con el mismo fin, de hecho, además de generar duplicaciones evitables, a menudo pone en conflicto a entidades regionalmente distitntas pero con miembros en común, favoreciendo a veces, la elección errónea y la superposición en la toma de decisiones.

La región presenta una mediocre situación de integración económica debido a los numerosos puntos interrogativos que aún permanecen abiertos. Con respecto al aspecto polítco, en cambio, aún dista del consolidamiento de una identidad regional, sobre todo a causa de la adhesión a múltiples entidades sopraestatales que a menudo, trascienden los confines de la SADC. A pesar de la firma de innumerables protocolos y tratados, no se ha alcanzado los lazos con una real política comunitaria, probablemente a causa de la falta de realización hasta el momento, de un mercado común. El subdesarrollo y la debilidad administrativa ralentizan el proceso de integración, con frecuencia, obstaculizado voluntariamente por los principales implicados. En general, la región se distingue por la integración militar y por la seguridad, área que se encuentra en una posición muy avanzada respecto a las otras realidades africanas. Una mayor apertura en la integración podrá ser realizada a corto plazo, solo gracias a cambios radicales en la política y en la economía de los principales implicados. Un primer paso que sería útil realizar sería el de diversificar las economías agrícolas que generen una interdependencia regional, dirigida a promover una política de cooperación en vez de una de competencia. Otro paso necesario para una verdadera integración, se encuentra en el consolidamiento democrático de los sistemas estatales de África austral, que por el momento se considera lejos de ser realizado.

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