sábado, 28 de noviembre de 2009

La energía en el mundo

La difusión de un borrador no oficial del informe World Energy Outlook 2009 de la AIE habían revelado una serie de datos relativos a la producción, consumo y demanda de gas en Europa, los cuales han causado diversas preocupaciones entre los mayores productores europeos de combustibile fósil, entre los que se encuentra Christophe de Margerie, Director ejecutivo de Total. Ahora que el informe oficial ha sido publicado, se han confirmado los datos contenidos en el informe preliminar, los cuales probablemente incidirán en las próximas negociaciones previstas en la cumbre del próximo mes de diciembre en Copenhague. Desde un punto de vista general, se puede afirmar que la concienciación sobre la necesidad de poner en marcha medidas destinadas a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero a la atmósfera se encuentra ya muy difundida también en el interior de las mayores compañías productoras de combustible fósil. Sin embargo, desde un punto de vista más específico, el informe de AIE 2009 contribuye a delimitar los puntos de intervención y las medidas necesarias que se deberán poner en marcha para alcanzar los objetivos del “Escenario 450”, entre los que la mejora de la eficacia energética sigue siendo la política más importante. Todavía quedan algunas dudas avanzadas por algunas organizaciones intergubernamentales como la AOSIS y por algunos científicos que no consideran suficientes los esfuerzos puestos en marcha con dificultad.

Análisis del informe World Energy Outlook 2009 de la AIE
Los informes de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), los World Energy Outlook (WEO), constituyen las previsiones a medio-largo plazo sobre el transcurso futuro del mercado energético mundial, ofreciendo los avances a nivel regional y en base a diferentes sectores que prevén la constitución de dos escenarios alternativos. El informe del 2009 no se aleja demasiado de lo anteriormente dicho y asume como variable discriminante la introducción de políticas de protección medioambiental destinadas a afrontar el problema principal que surgió en este aspecto y al que se intentará dar una solución durante la próxima cumbre que tendrá lugar del 7 al 18 de diciembre en Copenhague, promovida en el ámbito de la Convención sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNFCC) y con respecto al problema del calentamiento global.

Volviendo al informe WEO 2009, se puede apuntar cómo en el primer escenario, denominado “Escenario de Referencia”, se han analizado las previsiones futuras del mercado energético en el caso de que los gobiernos mundiales no introduzcan políticas destinadas a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero a la atmósfera, situación que podría llevar a largo plazo, a una concentración atmosférica de gas de efecto invernadero de más de 1000 ppm, y a un incremento medio de 6 grados centígrados de la temperatura global, de lo que derivarían consecuencias irreparables para el ecosistema terrestre. El segundo escenario, denominado “Escenario 450”, que es considerado por la AIE como una especie de salvavidas para preservar el medio ambiente de las consecuencias derivadas del peligro del cambio climático, debidas en gran medida a las crecientes emisiones de CO2 responsables del aumento de la temperatura, prevé para el 2030 la reducción de emisiones de gas invernadero hasta unos niveles que no sobrepasen las 450 ppm, de modo que se contenga el aumento medio de la temperatura global a 2 grados centígrados.

Un análisis político preliminar nos lleva a considerar que, según se deduce del informe WEO 2009 de la AIE, a pesar de constituir sólo una de las posibles configuraciones entre las diversas propuestas sobre las que se intenterá llegar a un acuerdo en la próxima cumbre de Copenhague, podría dar garantías tanto a los productores tradicionales como a los ecologistas.

Limitándonos a analizar las implicaciones de los países europeos, la COP-15 de Copenhague prevé, a pesar de que aún no se sepa si se tratará de una mera declaración de intenciones o, por el contrario, se logrará llegar a acuerdo vinculante de que los países de la UE reduzcan antes del 2020 las emisiones de gas de efecto invernadero de un mínimo del 20% a un máximo del 30% (en el caso que los países firmen el documento) con respecto los niveles de 1990, año de referencia para los parámetros fijados por el vigente Protocolo de Kioto que finalizará en el 2012. Recientemente, el Comisario europeo para el Medio Ambiente, Stavros Dimas, ha afirmado que Europa debería dar un “buen ejemplo” al respecto, llevando a cabo una reducción del 30% de sus emisiones, declarando como objetivo principal la contención de 2 grados del aumento de la temperatura.

En lo que se refiere a las exigencias de los productores, en el interior del “Escenario 450”, si por un lado se prevé que antes del 2030 el consumo de gas caiga un 17% con respecto al “Escenario de Referencia”, por el otro, se cree que será superior al 17% con respecto al consumo registrado en el 2007, suponiendo alrededor de 3.500.000 millones de metros cúbicos y constituyendo la mayor garantía para los productores tradicionales en cuanto al papel predominante del gas en el interior de la futura situación del mercado energético (cuota que se registrará en torno al 24%), tras el petróleo, cuya cuota girará en torno al 35% del mercado.

Por lo tanto, las recientes declaraciones de los directivos y representantes industriales, los cuales han recordado a los políticos que no deben acudir a Copenhague poniendo sobre la mesa exclusivamente cuestiones medioambientales e insistiendo en la correlación con el otro problema grave, el aprovisionamiento energético, parecen no considerar de manera adecuada la urgencia con la que se deberían adoptar las nuevas políticas de ámbito medioambiental. De todos modos, es necesario destacar que el acceso energético seguirá siendo un problema a corto y largo plazo, con 1.300 millones de personas que en el 2030 todavía se verán privadas de acceso a la electricidad (de las cuales más de 698 millones se encuentran en el África sub-sahariana). Este último dato de refiere al “Escenario de Referencia” y es probable que sea mayor en el seno del “Escenario 450”, donde, de todos modos, parace haberse especificado que, con una inversión anual de 35.000 millones de dólares, que debería efecturarse antes del 2030, se podría garantizar el acceso universal a la energía.

Conclusiones: el “Escenario 450” ofrece una hoja de ruta para alcanzar los objetivos prefijados
El principal problema relacionado con la implementación del “Escenario 450” es de naturaleza política. Si por una parte se han subrayado las dudas manifestadas por los productores tradicionales, por la otra, organizaciones internacionales intergubernamentales como AOSIS, representante de 42 Estados, se han expresado de manera desfavorable a lo formalizado en el informe WEO 2009, juzgando las conclusiones del “Escenario 450” como demasiado permisivas y avanzando un plan alternativo que prevé una reducción cuantitativa de gas más drástica, que impida sobrepasar el incremento de 1,5 grados.

Más dudas han sido planteadas en el pasado reciente por parte de diversos climatólogos que igualmente catalogan los objetivos previstos por el “Escenario 450” como insatisfactorios. Es necesario mencionar las declaraciones de Stefan Rhmstorf, climatólogo alemán y coautor del 4º informe estimativo del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el cual ha relevado que el incremento de 0,7 grados de la temperatura, ha causado un notable impacto medioambiental en el transcurso de los últimos años, significando la mayor crítica implícita a un informe que contempla el aumento de 2 grados de la temperatura.

Por lo que concierne a la línea de acción para implementar el “Escenario 450”, hay que recordar que el conjunto de informes WEO 2009 prevé en el interior del “Escenario de Referencia” que la cantidad de las emisiones de CO2 llegará en el 2020 a 34,5 Gt, 3,6 Gt más respecto a la cuota de emisiones del “Escenario 450”, que en esta fecha alcanzará su vértice, llegando a 30,9 Gt para después iniciar una progresiva curva descendente. Paralograr este primer objetivo, serán necesarias inversiones basadas en el programa decenal 2010-2020 por cerca de 2.600 mil millones de dólares de los cuales más de 2/3 serán medidas destinadas a mejorar la eficiencia energética, principalmente en su uso final.

El cambio en la disminución de las emisiones de CO2 se registrará a partir del 2020, cuando gracias al programa de inversiones 2021-2030, que llegará a los 9.361 mil millones de dólares será posible obtener una bajada posterior de las emisiones de CO2 de 4,5 Gt y de llevarlas a la cuota final de 26,4 Gt, disminuyendo un 2,4 Gt, con respecto a la cuota de 28,8 Gt, registrada en 2007, y de 13,8 Gt con respecto a la cuota que se registraría en el mismo período en el “Escenario de Referencia”. En este periodo, es necesario subrayar como el alcance de las cuotas de emisiones programadas se alcanzará gracias al empleo de fuentes de energía renovables que permitirán la reducción de 2,7 Gt de emisiones de CO2, nuclear 1,3 Gt y CCS, Carbon Caoture and Storage, proceso que utilizado en el ámbito de la combustión del carbón que permitirá reducir las emisiones un 1,4 Gt.

En el interior del WEO 2009, hay que evidenciar un último factor que quizás genere las mayores preocupaciones para los productores tradicionales y por lo tanto, el futuro exceso de oferta de gas debido esencialmente al aumento de la producción de gas no convencional (gas shale), que gracias a las avanzadas tecnologías disponibles actualmente en Estados Unidos, influye significativamente sobre la importación mundial de GNL, gas natural licuado. De todos modos, si este último factor se demuestra idóneo para desequilibrar en el mercado energético, sería tal vez oportuno predisponer unas políticas medioambientales de apoyo a los productores antes de impedir la realización de políticas medioambientales en interés común.

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