martes, 3 de noviembre de 2009

Esta semana ...

Sudán: presupuestos de paz y de guerra; Honduras: la intervención de los EEUU resuelve la crisis institucional; Afganistán: Karzai de nuevo presidente después del retiro de Abdullah; ISAF: meses difíciles para las tropas occidentales;Turquía: mejoran las relaciones con Iraq del norte curdo. Un incentivo para resolver las controversias regionales.

Sudán: presupuestos de paz y de guerra
El presidente de la región semiautónoma del Sur Sudán, Salva Kiir, ha invitado públicamente, a la población a votar por la independencia en el referéndum del 2011. Esta prematura alusión al voto, si bien se debe esperar, se inserta en un escenario que tiende cada vez más a la inestabilidad a pesar de la reciente apertura al diálogo por parte de la administración estadounidense.El acuerdo de paz del 2005, sostenido por la diplomacia internacional, si bien ha llevado al cese una larga guerra civil, contiene presupuestos por los que en el país africano estalla un nuevo conflicto interno. Las rivalidades de identidad entre el Norte Sudán y el Sur Sudán se saldan con los grandes intereses económico-comerciales ligados a la extracción del petróleo. El control de los pozos por parte de Khartoum, o bien por parte de Juba, está determinando un creciente encuentro entre las dos formaciones político-administrativos que gobiernan el Norte, donde se han establecido las instalaciones de refinación, y en el Sur, donde se han localizado gran parte de los yacimientos. La fuerzas centrífugas se han reforzado a la vista de las elecciones generales en el mes de abril de 2010 y tras el terremoto diplomático internacional cebado por la acusación de criminales de guerra y en contra de la humanidad dirigida por el Tribunal Penal Internacional al presidente sudanés Omar al-Bashir. La debilidad de este último ha provocado que las pretensiones independentistas por parte del gobierno del Sur Sudán, se reabrieran, a pesar de que en el acuerdo de 2005, los líderes de las dos regiones administrativas se han esforzado en mantener la unidad nacional. La reciente noticia, que la secretaria del estado americano, Hillary Clinton, ha anunciado sobre la implantación de una nueva política, new policy, en el Sudán, basada en un acercamiento diplomático, más colaborativo y de ayuda para un cambio en la lucha contra el terrorismo, de la mano de las autoridades de Khartoum y para poner fin a la violencia en Darfur, pone bajo presión al líder de Bashir e, indirectamente, también al presidente Kiir.La intervención de Washington, que ha renovado las sanciones económicas en Sudán, contextualmente a la presentación de la nueva línea diplomática, podría representar un elemento de distensión dirigido a alcanzar los objetivos político-militares y humanitarios todavía incumplidos. Sin embargo, la política estadounidense debería actuar para alcanzar los mismo objetivos incluso sobre la autoridad de Juba, que manifiestan una fuerte propensión a la fragmentación por parte de Khartoum, paulatinamente, a la empresa presidencial que está subordinado al pressing internacional.

Honduras: la intervención de los EEUU resuelve la crisis institucional
Después de cuatro meses de negociaciones y acuerdos sin éxito alguno, a un mes exacto, de las elecciones presidenciales, se ha encontrado una solución a la crisis institucional en Honduras, originada por la deposición del presidente legítimo, Manuel Zelaya, y por su sustitución con el presidente del congreso, Roberto Micheletti. La pasada semana, la iniciativa diplomática de los Estados Unidos, ha sido determinante para solucionar esta cuestión.Después también, que la última llegada de las negociaciones en el seno de la OEA (Organización de los Estados Americanos) fracasara, la administración Obama ha decidido probar con una iniciativa diplomática conducida por Thomas Shannon, delegado saliente (que será muy pronto sustituido por Arturo Valenzuela) de la Casa Blanca para las relaciones hemisféricas. La intervención ha provocado la disidencia entre los dos contendientes a la presidencia, obteniendo una solución de compromiso aprobado por ambas delegaciones. El acuerdo consta de doce puntos y prevé la formación de un gobierno de unidad nacional que permanece en el cargo hasta la formación del nuevo ejecutivo, previsto para el mes de enero. En particular, se prevé una retroactividad de los poderes del ejecutivo del 28 de junio, día en el que tuvo lugar el golpe de estado. Además, no se convocará ninguna Asamblea Constituyente (contrariamente a los proyectos de Zelaya) y será el Congreso quien tenga el poder de votar para la reintegración de Zelaya a sus funciones hasta el final del mandato (mientras Micheletti quería que a pronunciarse fuese la Corte Suprema). Así, se formará una comisión independiente “de verdad” que indague sobre todos los hechos sucedidos antes y después del episodio del 28 de junio y los Estados Unidos han garantizado que reconocerán el resultado de las elecciones programadas para el 29 de noviembre.La solución a la crisis puede ser vista desde dos puntos de vista. El primero, se encuentra en el interior y coincide con un parcial éxito de Micheletti, que ha conseguido impedir a Zelaya poner en práctica el proyecto de reforma constitucional que le habría permitido ser reelegido. Por otra parte, sin embargo, Zelaya ha obtenido el reconocimiento de la legitimidad de su rol. El segundo punto de vista, se debe enfocar a través de un nivel regional, y está representado por el éxito del acercamiento diplomático de los EEUU, marcado por la mediación entre las partes involucradas. En particular, Washington ha contado con la mejor y más radical de las impostaciones de Venezuela, también porque los candidatos favoritos a la victoria final ( ya sea Porfirio Lobo del Partido Nacional como el liberal Elvin Santos) son hostiles a formar una alianza con Hugo Chávez.

Afganistán: Karzai de nuevo presidente después del retiro de Abdullah
Hamid Karzai es de nuevo el presidente de Afganistán. Lo ha declarado la comisión electoral afgana, el día después de la retirada del otro candidato del balotaje presidencial Abdullah Abdullah. La decisión de Abdullah ha sido anunciada en una conferencia de prensa desarrollada el domingo 1 de noviembre, delante de muchos de sus defensores. Abdullah, después de anunciar su retiro, les ha alentado de no organizar protestas de plaza ni de boicotear el segundo escrutinio, dejando abierta la puerta a una eventual colaboración con el presidente. El ex ministro de asuntos exteriores afgano ha declarado estar dispuesto a permitir esta elección, en contra de su voluntad, tras el rechazo de Karzai, a aceptar unas mínimas condiciones, establecidas con el fin de poder garantizar una mayor legitimidad en el desarrollo del balotaje, respecto a las elecciones del 20 de agosto. Tales condiciones prevén el distanciamiento del presidente de la comisión electoral, Azizullah Ludin, fiel defensor de Karzai y de otros ministros. Además, Abdullah, tras analizar el posible resultado del escrutinio, ha considerado imposible su victoria, debido a la falta de garantías en el correcto desarrollo de las votaciones, con una alta probabilidad de fraude en el primer turno, en el que se han contado más de un millón de votos no válidos. La comisión electoral, inicialmente, ha decidido continuar con el balotaje según la ley afgana, a pesar de la presencia de un solo candidato. Al contrario, muchos representantes de los gobiernos occidentales y el jefe de las Naciones Unidas en Afganistán, Kai Eide, pedían la anulación del turno de balotaje ya que se preveía un alto riesgo de atentados. En cambio, en la jornada del 2 de noviembre, se ha sabido la declaración de anulación del balotaje y de la victoria de Karzai, candidato que obtuvo el mayor número de votos en el primer turno y único candidato en el segundo. A pesar del respeto de las leyes electorales, permanecen fuertes dudas sobre la legitimidad del nuevo gobierno.

ISAF: meses difíciles para las tropas occidentales
La reciente decisión del candidato presidencial Abdullah Abdullah de retirarse del balotaje, originariamente previsto para el próximo 7 de noviembre, y la sucesiva confirmación de Hamid Karzai a la presidencia, tomada por decisión de la Comisión Electoral Independiente, podría parcialmente, contribuir a serenar el clima de inseguridad que actualmente, azota a la misión ISAF, Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, ya desde 2001 en Afgnaistán.Los últimos meses han sido uno de los más duros para las tropas de la coalición, se han experimentado a partir del mes de julio de 2009, una dramática escalada tanto en el número de atentados y ataques recibidos, como en el número de víctimas mensuales, sustancialmente duplicadas respecto a la media de los meses precedentes. Así, el transcurso del pasado mes de octubre ha sido particularmente funesto, se señalan 75 muertos entre las filas de los países miembros de la coalición. Ha despertado particular impresión, tres recientes sucesos ocurridos el 26, el 27 y el 28 de octubre. En el primero, dos helicópteros se han precipitado aparentemente, por una colisión accidental causando la muerte de 7 militares americanos y 3 civiles. En el segundo, múltiples ataques producidos por medio del IED, Artefacto explosivo Improvisado, en el sur de Afganistán, han provocado la pérdida de 8 soldados americanos y 1 militar afgano. Mientras que en el último, ocurrido el 28 de octubre en Kabul, si bien no han estado implicados militares del contingente, 6 funcionarios han perdido la vida en el más sanguinario atentado sucedido contra las Naciones Unidas en Afganistán desde el 2001. Dada la permanente situación de inestabilidad, se desearía la intervención de un nuevo esfuerzo por parte de los miembros de la coalición, centrada en reforzar el número del contingente que actualmente cuenta con más de 67.000 soldados dispersos por las cuatro áreas del comando regional y en el distrito de Kabul. Las recientes noticias provenientes del gobierno de los Estados Unidos, dan a entender que muy pronto, se enviarán 40.000 soldados, si bien recientemente, el General Stanley McChrystal, ha explicado a la prensa que su despliegue no podrá completarse de manera rápida.

Turquía: mejoran las relaciones con Iraq del Norte curdo. Un incentivo para resolver las controversias regionales.
El pasado fin de semana, el ministro de asuntos exteriores turco, Ahmet Davutoglu, se encontraba en visita oficial en la Provincia Autónoma Curda del Norte de Iraq. Davutolgu ha mantenido un diálogo con Massoud Barzani, líder de los Curdos iraquíes, en el cual se ha planteado el deseo de que las relaciones entre Turquía y Norte-Iraq puedan mejorar considerablemente. El viaje de Davutoglu, entre otras cosas, es el primero que realiza un ministro de asuntos exteriores de Turquía, a Iraq septentrional, en el cual el estado turco sospecha que encuentren refugio los guerrilleros curdos del PKK, desde casi treinta años en lucha continua con el gobierno de Ankara, trámite acciones de terrorismo y atentados en la zona fronteriza entre Iraq y Turquía, en el sureste turco. Turquía ha abierto un consulado en la ciudad de Mosul y ha anunciado que pronto abrirá otro en Arbil, capital de la provincia curda iraquí.La visita de Davutoglu resulta muy importante, considerando el hecho de que solo hace dos años que Turquía se encontraba al borde de un verdadero conflicto armado con los Curdos iraquíes, siendo amenazada con una invasión de las tropas de tierra tras un sanguinario atentado que provocó la muerte de 12 militares turcos en las fronteras. Ankara, desde entonces, ha acusado al Gobierno Regional Curdo (KRG) del Iraq septentrional, de ser cómplice del PKK, ordenando varios raid aéreos a territorio iraquí (en una escalada que ha puesto en riesgo incluso, las relaciones entre Turquía y los Estados Unidos). Además, el nuevo acercamiento entre los Curdos iraquíes y la República de Turquía llega en un momento crucial para las relaciones entre el estado turco y la propia comunidad curda. Esta misma semana, Ankara ha iniciado un road map que permitirá poner fin a los encuentros con el PKK, trámite reformas que reconozcan mayores derechos a la minoría curda en Turquía. En prospectiva, las relaciones más estrechas entre Barzani y Turquía podrán ser prácticas, más allá de la lucha al PKK por parte de Ankara, para mejorar las relaciones entre Turquía y el gobierno central de Bagdad. Desde esta perspectiva, Ankara tendría la responsabilidad de reconstruir la escena creada entre Bagdad y Siria, desde el momento que Iraq ha cortado las relaciones diplomáticas con Damasco, acusando al vecino árabe de formar parte de los atentados que se han producido en Iraq, a la víspera de las elecciones el próximo mes de enero. La mejoría de las relaciones con Iraq septentrional, podría ayudar a superar las tensiones existentes entre las controversias meridionales, a una posición de renovada credibilidad e imparcialidad. A largo plazo, seguramente, el comportamiento de Ankara con respecto a Norte-Iraq, determinará las relaciones de Turquía con todo el resto del país.
 

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