martes, 10 de noviembre de 2009

Elecciones en Bolivia

El actual presidente Evo Morales, que en 2005 obtuvo una clara victoria, parece haber perdido apoyos, sobre todo en las regiones orientales más ricas del país andino. Aquí, la población, ha acusado duramente de populista a Morales, por las medidas previstas por la nueva Constitución que estaría limitando el crecimiento del país. Desde el punto de vista económico, en cambio, parece que la crisis internacional haya tocado marginalmente Bolivia, que continúa siendo uno de los países más pobres de la región.

La investidura de Evo Morales en 2005: un éxito popular cargado de responsabilidad
Las elecciones en La Paz, capital de Bolivia, el 18 de diciembre de 2005, sancionaron el claro éxito del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que se hizo con el 53,7% de los votos. La victoria se logró en el primer turno, algo nunca sucedido en la historia democrática de Bolivia, en un clima de caos político,testimoniado por la sucesión de tres presidentes en menos de tres años, desde 2002 al 2005 (respectivamente Mesa, De Lozada y Quiroga). La figura del actual presidente boliviano, representante sindical de los cocaleros bolivianos representó un punto de inflexión para el país latinoamericano.La actividad política de Morales comenzó a mediados de los años 90, fundando su propio partido, el MAS. Ello, por repulsa hacia los principios neoliberales, creció y se reforzó a través de marcadas bases nacionalistas que tienen un papel central en las medidas políticas y económicas del actual presidente. Las elecciones presidenciales de 2002 se revelaron un banco de pruebas a la altura para el MAS, que en aquella circunstancia obtuvo el 20,95% de los votos, colocándose no demasiado distante del 22,45% de Mesa, nuevo presidente de Bolivia, que estaría en el cargo apenas 20 meses. Pero el hecho más significativo fue que el MAS, ya como segundo partido nacional, estaba conquistando progresivamente, la población (Bolivia tiene un 60% de población indígena), preanunciando el triunfo electoral de diciembre de 2005.

La Venezuela de Chávez como modelo guía: los acuerdos regionales
La subida al poder de Evo Morales, fue la condición por la cual fue posible instaurar una sólida alianza entre Bolivia y la Venezuela de Chávez. Los puntos de contacto entre los dos líderes son numerosísimos y sobre ellos han logrado asociarse en diferentes frentes. Sobre todo en el campo energético: Bolivia es el segundo productor regional de gas natural, mientras Venezuela está en la cima regional y en los primeros puestos por exportación de petróleo. Muy recurrentes son, por ejemplo, los acuerdos entre Petróleos de Venezuela (PDVSA) y los Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), las mayores empresas petrolíferas de los dos países, que se traducen en acuerdos interestatales (el último el 27 de agosto de este año), considerado el hecho que ambas son propiedades estatales. El acuerdo de cooperación energética firmado por Chávez y Morales el 23 de enero de 2006 reforzó el proceso de nacionalización de los recursos naturales y de reactivación de la industria del petróleo boliviano.El 29 de abril del mismo año, Bolivia se unió al ALBA, un proyecto de cooperación política, social y económica entre los países de América Latina y el Caribe, suscrito entre Venezuela y Cuba en diciembre de 2004.El pasado julio se firmó, por 300 millones de dólares, un acuerdo para proyectos de carreteras en Bolivia y para instalar en el país andino plantas para la producción de leche, de maíz y de plástico.Tales acuerdos son extremadamente importantes. Se va desde la cooperación energética a la política y económica, hasta las infraestructuras. La mayor parte de los acuerdos estipulados por Venezuela son todavía bilaterales, o al máximo trilaterales, y se insertan, probablemente, en una estrategia seguida por Chávez, que teme compartir excesivamente el poder ejercido hasta el momento en la región. Parecería precesamente esta la estrategia actual para no comprometer su liderazgo en la región en sectores nteresantes, en primer lugar la energía. Bolivia, reconocida la superioridad de Venezuela en ámbito energético ha conseguido ventaja en estos acuerdos que aportan, gracias a la nacionalización, ingentes entradas en las arcas del Estado. Los dos países parecen infravalorar los riesgos derivantes.La inestabilidad derivada de una superexplotación de las materias primas, por motivos monetarios (los fenómenos hiperinflacionistaas que generan y que comprometen las actividades de los bancos centrales), pero también de naturaleza geopolítica o geoestratégica no parece preocupar Venezuela y Bolivia. Un Estado puede sobrevivir a tales problemas si adopta una estrategia de semiclausura nacional hacia el libre mercado, o bien una política de nacionalización de recursos, aunque las consecuencias pueden ser muy costosas.

Bolivia ante la crisis: los resultados del gobierno Morales
Entre el 2007 y el 2009 (para este año se trata de una estimación) las tasas de crecimiento del PIB han sido respectivamente del 4,6%, 6,1% y 2,8%. Se trata , según las fuentes elaboradas por el FMI, de datos de crecimientos reales, es decir, de la tasa media nominal al neto de la tasa de inflación media del periodo. En síntesis, Bolivia ha crecido durante la crisis. Una primera justificación implica la inflación. Si se observan los datos relativos a la inflación (siempre extraídas del FMI) en el 2008, el año de mayor crecimiento, se registrño un 14%, un dato muy lejano de la media de los últimos 20 años. Sin embargo, el dato no es excesivo en términos relativos, si se considera que en países como Venezuela cada año tiene entre el 20 y el 30% de tasa de inflación anual. En segundo lugar, la baja integración con el exterior ha permitido a Bolivia amortiguar el impacto de la crisis, también porque el mercado financiero, prácticamente inexistente, no ha estado implicado en la crisis sistémica global. La tendencia positiva de los últimos años es, por tanto, fruto casi exclusivo de las inversiones del Estado (y no solamente nacionales, término que podría comprender incluso cualquier derivante de las empresas multinacionales en el país) que, tras la nacionalización de YPBF en 2006 (pasando del 18 al 82% de propiedad pública), ha producido tales cifras. Para medir el grado de bienestar de un país es necesario examinas otros indicadores no puramente económicos. Una de las promesas de Morales fue la de reinvertir lo proveniente que el Estado habría deivado desde el mercado de materias primas en el welfare. Según el CIA World Factbook, el 60% de la población vive todavñia bajo el umbal de la pobreza, prácticamente como en 2006. El aumento del PIB per cápita, se ha dado de forma desigual, favoreciendo las clases medias-altas. El índice e Gini se sitúa en 0,6 (1 indica perfecta desigualdad), uno de los niveles más alto de la región, denotando una fuerte disparidad en la distribución de la riqueza. El mercado de trabajo es todavía muy rígido, siempre más informal que en los países de alrededor. Además, según la clasificación UNDP del 2008, Bolivia ocupa el lugar 117 en el IDH, la pobación malnutrida es el 23%, el acceso al agua potable no está garantizada al 15% de la población, la mortalidad infantil está por debajo de los 5 años en un 65 por mil, y el acceso a los servicios sanitarios está asegurado al 46% de la población: es evidemte que el camino es todavía largo.

El contexto electoral
El clima que envuelve las elecciones presidenciales del próximo 6 de diciembre es favorable a Morales, a pesar que Bolivia está atravesan una nueva fase de inestabilidad política. Los últimos sondeos revelan que el 57% de los bolivianos está satisfecho de la gestión. Bolivia,sin embargo, presenta una profunda fractura interna, provocada por la rebelión de las provincias autónomas de mayoría blanca surorientales, en las cuales se concentran la mayor parte de los recursos económicos, donde Morales es más bien impopular. Las acusaciones son de populismo económico y político. Político por su posición demasiado directa con las masas, más dirigido a recoger apoyos que a mostrar los auténticos problemas del país. Económico porque la nueva constitución pone el máximo de la propiedad privada en 5000 hectáreas y extiende el control del gobierno sobre más sectores económicos. Las fuerzas de oposición aparecen muy fragmentadas. Podemos (Poder Democrático de Unidad Nacional), UN (Unidad Nacional) y MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), los mayores partidos antagonistas, además de divergencias entre ellos, acusan la falta de un líder. Considerando que los indígenas constituyen el 66% de la población es difícil su éxito.
 
Posibles escenarios futuros
Tras cuatro años de presidencia, en el caso de una muy probable reelección de Morales, es posible trazar un cuadro de los posibles escenarios futuros sobre el desarrollo económico del país. No está claro como el consinstente surplus fiscal, ligado a os beneficios del as materias primas (entre le 5 y el 6% del PIB en 2008) podrá ser acompañado de inversiones eficaces en lo social, en las instrucción y en el mercado de trabajo, los indicadores más incisivos para el desarrollo,más que los propulsores de la lucha contra la pobreza. La tendencia común parece ser la de privilegias una economía más cerrada que abierta y, si bien estamos en un contexto de redefinición de las reglas de la economías y las finanzas internacionales, la política de las nacionalizaciones no parece bastante eficaz para cambiar las condiciones de vida del país.
 

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