lunes, 1 de marzo de 2010

Las claves del éxito económico polaco

En el 2009, Polonia ha sido el único país de la Unión Europea a registrar tasas de crecimiento positivas. Las razones de este inesperado y sorprendente resultado las podemos encontrar, no solo en factores económicos y políticos, sino también como resultado de la mentalidad y la ética que nos presenta el ciudadano polaco.

Los números protagonistas del fenómeno polaco
Inmerso en un contexto regional, fuertemente afectado por la recesión, la desocupación y por la deuda pública, con una inflacción de tendencia negativa, Polonia se vislumbra, se hace hueco entre el resto de países por haber atravesado la crisis sin frenar su crecimiento. Los resultados de la economía polaca son tan asombrosos que muchos la definen actualmente como el «nuevo tigre europeo», o la «isla verde del crecimiento en el mar rojo de la recesión». En 2009, Polonia ha registrado una tasa de crecimiento del 1,2%, ocupando el puesto dieciocho de las economías más grande del mundo (la sexta de la Unión Europea), llegando hasta el punto en el que, según el Presidente Lech KaczyÅ„ski, deberían «convertirse en miembro del G20». Polonia también ha escalado 16 posiciones en la clasificación de los países más atractivos según las inversiones que presentan: sexta posición, tras China, EEUU, India, Brasil y Alemania; delante de Canada, Gran Bretaña y Australia. El PIB percápita, en relación con la media de la UE, ha pasado del 50% al 56%. La depreciación de la moneda nacional, el Zloty (1 zloty=0,2452€), ha proporcionado un notable aumento de poder de adquisición mientras que los bancos no se han visto resentidos por el crack financiero mundial.

Las peculiaridades del mercado polaco
Según expertos, estos resultados han sido debido, en gran parte, a la “suerte”, ligada a la particular importancia del mercado interno, el desarrollo del cual hubiera permitido centrarse en el aumento de la demanda de divisa extranjera, evitando así que las bancas tomaran -como ha sucedido en otros países de Europa del este- la desastrosa política de los préstamos. Además, Polonia hubiera disfrutado indirectamente de las medidas de estímulo prometidas por el vecino alemán. Según otros expertos, en cambio, existirían otros muchos factores a tener en consideración si se quisiera llegar a comprender el fenómeno polaco sin tener que reducir el hecho a una simple cuestión de “fortuna”. En primer lugar, el fenómeno demográfico. Con 38 millones de habitantes, Polonia es un verdadero y gran gigante de Europa central, incomparable con Rumanía, que también cuenta con importantes 22 millones de habitantes. El desarrollo estratégico del mercado interno permite, después de que recibiera toda nuestra atención, una menor dependencia de sus vecinos por la exportación (39% del PIB, que además ha aumentado gracias sobre todo, a la depreciación del zloty), así como por el éxito y por las decisiones de los otros mercados. Incluso la incidencia del mercado del automóvil sobre el PIB es inferior que en otros lugares. La economía polaca, más caracterizada por la industria que por la financia, se apoya en las grandes empresas extranjeras pero también, encuentra apoyo en un sólido tejido de pequeñas y medianas empresas, manteniéndose alejados de tener que endeudarse, y dirigidos principalmente hacia el mercado interno. El 68% de estas no han recurrido al crédito. Además, las familias polacas se encuentran entre las menos endeudadas de Europa, mientras que su tasa de ahorro permanece entre las más bajas del continente, a pesar de un reciente aumento, que ha llevado a la comisión europea a pedirle a Polonia la necesidad de reducirlo, desde el 6,3% a un 3% (relación Déficit/PIB). El gobierno ya ha tomado una serie de medidas para alcanzar este resultado, sobre todo en miras del ingreso del euro, pospuesto al 2015. La desocupación permanece elevada, aunque haya disminuido ligeramente en los últimos doce meses. A diferencia de sus homólogos europeos, los emprendedores polacos no han registrado relevantes despidos. Todos estos datos, utilizados para explicar la ausente recesión polaca, no convencen, sin embargo, a quien ha sido el primero a comprometerse para afrontar la crisis en Polonia: el ministro de finanzas polaco, prof. Jacek Rostowski. Bajo su punto de vista, ninguno de estos factores ha sido decisivo; por ejemplo, sostiene que los incentivos alemanes al sector automobilístico no se pudieron realizar ya que si así hubiera sido, deberían haberse presentado los mismos efectos también en los otros países vecinos. Lo mismo vale para la depreciación del zloty. En República Checa y en Suiza, las respectivas divisas han sufrido un parecido transcurso, además, sus exportaciones han disminuido fuertemente y el PIB ha recibido una fuerte contracción. Por último, ni siquiera la importancia del mercado interno parece representar el secreto del éxito polaco. Según Rotowski, la cuota de mercado interno es mucho más pequeña que la de los cinco países más grandes de la Unión Europea.

Las razones del éxito

Pero, ahora, ¿cuál es la explicación que se debe dar a la performance polaca? Según el Ministro de finanzas, “estaría determinada por tres grupos de factores: sociales, institucionales y económicos. […] La flexibilidad de los emprendedores polacos y la calma manifestada por los consumidores han sido particularmente importantes. Factores institucionales también de gran impotancia […]. En veinte años hemos construido un sistema político y económico sólido como pocos lo han conseguido”. Se trata en gran parte de elementos de largo periodo.Partiendo de los institucionales, el gobierno polaco, conservador, ha tenido, seguramente, un papel fundamental. Afrontando de frente, algunos viejos problemas del país prometiendo una serie de grandes reformas: pensiones, infraestructuras (autoestradas, y todo lo que será construido en ocasión de los campeonatos europeos de fútbol en 2012, donde también participa Ucrania), burocracia (con una notable reducción de las prácticas que regulan el diálogo ciudadano-estado, reducidas a una única pregunta, un único documento, llamado oswiadczenia), mercado inmobiliario (una ley ha liberalizado este sector, consintiendo entre otras cosas, la estipulación de contratos de alquiler de corto periodo, para aumentar la mobilidad interna y reducir así, el elevado nivel de emigración). Además, el ejecutivo tendría, según Rostowski, el mérito de convertirlos hechos como difusión del pánico. “Nuestra respuesta se basa en la confianza de los principios del libre mercado. Y esto explica porqué en algunos casos hemos decidido no intervenir, mientras en otros casos, hemos actuado con velocidad y con decisión”; por ejemplo, promoviendo un conjunto de medidas dirigidas a sostener empresas en dificultad y a dejar más flexible el mercado de trabajo, aumentando así los fondos destinadas a la formación de los dependientes. A diferencia de los gobierno de los países de Europa del este, en Polonia no se han realizado grandes operaciones de estímulo de cara a los pequeños sectores y a las pequeñas empresas, ni mucho menos, a los programas de rescate. “Y esto porque creíamos que los emprendedores polacos serían capaces de abarcar la crisis, sin necesidad de interventos. Y nuestros diagnósticos se han mostrado correctos”, ha declarado el Ministro de finanzas. Ni siquiera el sector bancario ha hecho excepción en este sentido. Un factor importante ha sido el comportamiento de los ciudadanos, que han respondido positivamente a las “dolorosas” medidas tomadas por el gobierno. Por ejemplo, la reforma de las pensiones que ha aumentado la edad pensionable no ha llevado al desencuentro social, pero ha recivido un vasto sustento de la opinión pública, consciente de la importancia de tal política, para reducir los gastos del estado. Los polacos han mostrado una sorprendente capacidad de adaptación a la presencia de una difícil circunstancia como lo es la crisis. Estos están “abituados a actuar por sí mismos, con coraje”. Casi todos han sufrido hambre, y por lo tanto, están preparados a sobrevivir en condiciones hostiles. “No se puede contar con nadie, en particular con el estado. Este espíritu es nuestro capital principal, y es el porqué de iniciar inmediatamente ciertos cambiamientos en el régimen”.

Después de haber reunido esta serie de resultados positivos, nuevos desafíos se sitúan ante Polonia. Recientemente, la comisión europea ha pedido a la ex República soviética reducir su deuda pública, la cual permanece, con todo, completamente inferior a la media de la EU. Esta es, por lo tanto, la prioridad del gobierno de Varsavia, junto a su voluntad de explotar la gran ocasión de los europeos de fútbol del 2012, en modo de dotarse de nuevas infraestructuras, para las que Bruselas ha asignado 67,5 mil millones de euros para el 2013.Son muchas las razones del optimismo polaco de cara al futuro. Un gobierno astuto, respetuoso y experto en situaciones de crisis (no se debe olvidar que Polonia ya conoció un momento difícil en el bienio 1990-1991), una economía fuerte dotada de números importantes y con una ciudadanía pragmática y dotada de sorprendente espíritu de sacrificio y conformidad. Tales elementos parecen ser el secreto de la subida de este nuevo gigante potencial europeo.

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1 comentario:

  1. Hola.
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    Por supuesto que todo lo que obtengamos de aquí será debidamente linkeado puesto que se merecen el crédito.
    De todas formas, gracias :)

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