martes, 16 de marzo de 2010

Prospectivas electorales brasileñas

A ocho meses de las elecciones, el candidato que se presenta como favorito para reemplazar a Lula de la presidencia del Brasil es José Serra del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Según los últimos sondeos, éste tiene el 36% de los votos, en cambio, Dilma Rousseff del partido actualmente en el gobierno, el Partido de los Trabajadores (PT) cuenta con un 25%, parece que en los últimos meses, haya recuperado terreno. La evolución de la situación dependerá de la capacidad de la candidata del PT de aprovechar la popularidad de Lula entre los ciudadanos brasileños y de demostrar su voluntad de continuar su proyecto. Después de siete años de gobierno y a pesar de la crisis económica, Lula cuenta con el apoyo de más del 70% de los brasileños.

Los candidatos
Los resultados del último sondeo realizado entre el 6 y el 9 de febrero por Ibope, un instituto de estadística brasileño, revela que el candidato del partido de la oposición José Serra, actual gobernador del estado de São Paulo, ocupa aún el puesto de favorito, con el 36% de los votos, respecto al 25% de la Rousseff (PT), al 11% de Ciro Gomes (Partido Socialista Brasileño, PSB) y al 8% de Marina Silva (Partido Verde, PV). Al preguntar sobre la preferencia entre los dos principales candidatos, el 47% de los ciudadanos brasileños se ha decantado por Serra, y el 33% por Rousseff, aunque, a pesar de estos resultados, en los últimos meses, Rousseff, parece haber ganado consensos. Según resultados de estos sondeos realizados en diciembre, mientras los resultados de Serra (38%), Gomes (13%) y Silva (6%) han variado pocos puntos percentuales, el número de Rousseff ha mejorado de manera relevante, pasando de un 17% en diciembre a un 25% en febrero. Afiliada al PT desde 2001, Ministra de Energía y desde 2005, ministra de la Casa Civil. En el caso de que viniera elegida, Rousseff representaría la voluntad de continuidad de los ciudadanos brasileños. A pesar de que el programa para el periodo de gobierno 2011-2014, que será propuesto en campaña electoral, no se haya aún presentado, no existen dudas de que mantiene las principales iniciativas del gobierno Lula. Así, a pesar de que no se espera que se produzcan cambios radicales aunque fuese elegido un candidato de derecha como el caso de Serra (debemos recordar que el origen de las políticas económicas de Lula presentaban ciertas herencias del gobierno precedente de Fernando Henrique Cardoso, de centro-derecha) existen algunas diferencias entre los dos candidatos principales.Desde el punto de vista económico, el rol de las empresas estatales constituyen un aspecto fundamental. Rousseff, bajo la sombra de Lula, está a favor de la necesidad de una mayor implicación por parte del estado, viendo en esto una posibilidad para disminuir la presencia de empresas privadas en sectores claves como el de los recursos naturales como el gas y el petróleo o el bancario. Actualmente, en el parlamento se discute una nueva ley, propuesta por el gobierno, con la cual se aumentaría el control de la estatal Petrobras en los yacimientos recientemente descubiertos en la bahía de Santos, al sur de Río de Janeiro. La ley que, si fuera aprobada, disminuiría la posibilidad de participación e inversiones extranjeras. Bajo esta perspectiva, Serra presenta una actitud más cautelosa, tomando como pretesto el hecho acaecido en 2008, en el que Serra ofrecía sustento a la venta de una baca estatal de São Paulo, Nossa Caixa, al Banco do Brasil. Un candidato como este último, de centro-derecha, podría preferir una reducción del aparato estatal dirigido al mantenimiento de la estabilidad fiscal y a la promoción de un mayor crecimiento del PIB. En las próximas semanas, cuando los dos candidatos a la cabeza, elijan a sus consejeros económicos, será el momento en el que se podrá tener una idea más clara de la dirección que decidirán tomar.También desde el punto de vista de la política extranjera, el nombramiento de los consejeros ayudará a dar las indicaciones sobre las intenciones de los candidatos. Dilma Rousseff podría mantener la orientación de Lula, que en los últimos años, ha sabido jugar un papel importante en la promoción de sus relaciones con los países en vía de desarrollo, sosteniendo incluso la presencia en los foros internacionales, y las buenas relaciones con los países más desarrollados. Serra, por otra parte, podría provocar que ciertos estados, como Venezuela y Bolivia, se alejen, conscientes de que ya actualmente, las relaciones no son óptimas. Una alternativa, a los dos candidatos ya citados, está representada por Ciro Gomes del Partido Socialista Brasileño. En algunas recientes declaraciones, ha afirmado el deseo de proponerse como una tercera vía, otra posibilidad factible y ha criticado la popularidad que existe solo entre dos candidatos. Reconociendo el mérito de Lula, en el haber sabido realizar importantes reformas para el país, sostiene que estos resultados hayan sido posibles gracias a la voluntad del mismo presidente, que se ha presentado en contra, incluso a las opiniones del PT. Por esta razón, el mensaje lanzado a los ciudadanos brasileños centra su atención en que, mientras Dilma Rousseff representaría la continuidad, él, en cambio, podría mejorar el proyecto de Lula. Tendremos que esperar al mes de abril para poder observar una evolución en la situación, ya que será el momento en el que los candidatos que quieran presentarse a las elecciones, deberán renunciar al cargo que ocupan actualmente.

Apoyo del gobierno a Dilma Rousseff
A pesar de que Dilma Rousseff nunca haya declarado oficialmente, hasta hace pocos días, su candidatura a la presidencia para el PT, no han faltado ocasiones en las que, tanto los representantes del partido, como el mismo Lula, le hayan expresado su apoyo. El anuncio oficial ha sido dado el sabado 20 de febrero, al término del IV congreso del Partido de los Trabajadores, primer acto oficial de la precampaña electoral. Después de siete años, el gobierno aún cuenta con un 70% de aprobación entre los ciudadanos brasileños, por esta razón, la popularidad de Lula se sitúa como el principal hecho donde apoyarse para patrocinar a Rousseff, así como, para garantizar la reelección. A comienzos del mes de enero, se estranó una película sobre sus primeros 35 años de vida, Lula, o filho do Brasil (Lula, el hijo de Brasil), este hecho ha sido representado por la oposición como una maniobra del gobierno para aumentar su consenso, sobre todo entre los más pobres, y para consolidar el “mito de Lula”, el obrero que consiguió gracias a sus capacidades alcanzar la presidencia. Conforme la opinión de la oposición, la idea de estrenar la película a comienzos de año electoral, tenía como objetivo el explotar el icono Lula para la candidatura de Rousseff (sentada al lado del prisidente en el estreno). La respuesta ha apoyado la idea de que solo se trataba de la historia de un hombre (la película acaba antes de su elección) y no de sus méritos políticos.Lula ha declarado, en numerosas ocasiones, su deseo de dar a conocer los méritos de las personas que han colaborado en las reformas y en el crecimiento del país. Así también, ha declarado su deseo, con el fin de promover la candidatura de Rousseff, de inaugurar el mayor número de obras posibles antes de abril, momento en el que Rousseff deberá abandonar su cargo en el gobierno. El objetivo es el de compartir los méritos y mostrar el rol que tomará en el desarrollo del país. A esto se suma el conocimiento, por parte del PT de la necesidad de una victoria absoluta, solo una mayoría sólida en el Parlamento podrá conferirle una libertad de maniobra para llevar hacia delante las reformas. Bajo esta línea, el anuncio de querer candidar como gobernadores solo 12 representantes del PT (en 2006 eran 18, en 2002, 24) dejando a otros partidos de la coalisión del gobierno, la libertad de elegir a sus propios candidatos, a los que el PT garantizará su apoyo personal. El objetivo es el de obtener la presidencia y, al mismo tiempo, crear una buena coalisión para el futuro.Otro hecho que podrá influenciar el voto de los ciudadanos brasileños es la actividad que elegirá Lula para promover un posterior aumento en el gasto público en 2010 para optar, entre otras cosas, a un aumento del salario mínimo. En diciembre, a pesar del crecimiento económico del 2009, ha sido aprobado un budget de 10 mil millones de euros, más amplio respecto al inicialmente previsto.

Aunque Serra ocupe el puesto de favorito para las elecciones de octubre, Dilma Rousseff parece esté ganando terreno, sobre todo, gracias al apoyo mostrado por Lula. La evolución de la situación en los próximos meses dependerá, en primer lugar, de las capacidades de la candidata de mostrar a los ciudadanos brasileños sus méritos y el papel clave que ha tenido en los grandes cambios realizados en Brasil, en los últimos años. Se añade, el reciente escándalo de un hecho de corrupción que ha afectado a José Arruda, personalidad muy cercana a José Serra, posible candidato a la vicepresidencia. El proceso judicial de Arruda, de hecho, podría repercutir, incluso, en la opinión, de cara a Serra, de los ciudadanos.

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