jueves, 18 de febrero de 2010

semana política

Gómez Mont: las causas de la renuncia. La renuncia de Fernando Gómez Mont al PAN ha provocado un sinnúmero de especulaciones, en particular sobre el compromiso adquirido con el PRI (que no habría alianzas PAN-PRD) como causa primordial del suceso. Sin embargo, antes que buscar las causas afuera, habría que mirar al interior del PAN. Un viejo dicho estadounidense señala que "si no puedes tomar su dinero y luego votar en su contra, no debes estar en política", esto lo saben –y llevan a cabo– todos los actores involucrados.

De entrada, Gómez Mont asumió una posición muy pública –y particularmente vehemente– contra las alianzas antes de renunciar al partido. Su oposición frente a los consejeros del PAN delineó claramente los bandos al interior. Nótese que no fue la defensa de un acuerdo político, si no una posición de índole filosófica en la que le acompañaron personajes como Santiago Creel, Manuel Espino y Diego Fernández de Cevallos. Con su renuncia, Gómez Mont le estaría hablando al sector más conservador del partido que no comulga con las alianzas ni con el liderazgo de César Nava.

Nava apuesta a las alianzas como única vía para triunfar en 2010, y sólo esto lo sostendría como líder del partido (recordando que él cumple un interinato que culmina este año). Por su parte, quienes condenan las alianzas con el PRD podrían apostar a su fracaso, a hacerse del apoyo de la militancia, a recuperar la dirigencia del partido, y eventualmente, a definir el mecanismo de designación del candidato a la Presidencia en 2011.

Es así que el argumento de la renuncia como consecuencia de no haber podido cumplir un compromiso no comunicado al presidente Calderón, más bien parece una acción encaminada a sacudir al partido y transferir parte de los costos al PRI, al tiempo que pone al Presidente en un dilema pero no lo expone del todo, ni como autor de negociaciones cuestionables, ni como artífice de las alianzas.

Gómez Mont: escenarios y control de daños. La renuncia del secretario de Gobernación a su militancia ha puesto al presidente Calderón en un dilema. En el ámbito del partido, una eventual destitución de Gómez Mont podría acentuar aún más la confrontación del Presidente con el grupo más conservador del PAN, cuyo respaldo no está de más. Por otro lado, mantener al Secretario en su cargo, significa también calmar las críticas a la estrategia de alianzas con el PRD.

En el terreno de gobierno, el espaldarazo que el Presidente y legisladores panistas han dado a Gómez Mont está encaminado a reincorporarle como un operador político válido y de confianza para el Ejecutivo. Sin embargo, es probable que a pesar de que conserve su cargo, sus funciones, responsabilidades y margen de maniobra se vean acotadas, no sólo frente a los distintos actores políticos en el Congreso, sino en el propio gabinete federal –a menos que se implemente una estrategia consistente que lo posicione como fundamental en la toma de decisiones del Ejecutivo.

Por su parte, el PRI ha reaccionado de manera errática –unas veces aceptando los compromisos adquiridos y otras negándolos. Sin embargo, dado que la negociación expuesta no deja bien parado, ni a PAN, ni a PRI, se podría esperar que ambos decidan enterrar el tema en poco tiempo.


Cortesía de CIDAC. www.cidac.org
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