El destino económico de Cuba podría depender en el futuro de dos factores: las relaciones con Estados Unidos y la posibilidad de explotación del petróleo en las profundidades que rodean la isla. Entre ambos podrían cambiar radicalmente el país. La isla está ya atravesando una fase de cambios: en la búsqueda de un diálogo con la nueva administración estadounidense, el régimen castrista prefiere al Brasil de Lula como intermediario, más que a la Venezuela de Hugo Chávez, que en los últimos años se ha posicionado como uno de los principales socios comerciales de la isla caribeña. Además. Los sectores productivos cubanos, en particular el níquel y el azúcar, están sufriendo duros golpes por la crisis, mientras el turismo se está convirtiendo en un pilar fundamental de la economía, haciendo dudar al régimen castrista, que se encuentra frente a la decisión de abrirse al turismo estadounidense. Que supondría más recursos para el país, pero también supondría un aumento de la influencia norteamericana sobre la isla, con posibles implicaciones directas sobre la estabilidad del régimen.
La tentativa de una nueva relación con Estados Unidos
Cuba es el único país comunista en el continente americano, y mantiene relaciones diplomáticas con todos los países de la región, excepto con Estados Unidos. El embargo comercial establecido en los años '60, está viendo un aumento constante derogaciones, de tal modo que los productos americano, son frecuentemente exportados a Cuba, y Estados Unidos se ha convertido en un importante socio comercial para Cuba.Más allá de las razones comerciales, el gobierno de Estados Unidos ha sido empujado al diálogo con el régimen castrista desde múltiples frentes. Desde la llegada al poder de Castro, la organización de exiliados cubanos en Estados Unidos, la Cuban American National Foundation, un influente lobby que garantiza votos decisivos en Florida, nunca había estado dispuesta al diálogo con el régimen cubano. El pasado abril, en cambio, redactó un documento con el cual pidió al gobierno estadounidense romper con el pasado y dar una nueva dirección a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, por ejemplo promoviendo los viajes a Cuba por motivos culturales, académicos o humanitarios. Este cambio de ruta podría estar causado por dos razones: desde la percepción de que el régimen castrista está por caer, empujando hacia una última, dando un último empujón; y podría también deberse a una reacción política de la precedente administración estadounidense, la cual había establecido la posibilidad para los exiliados cubanos de viajar a Cuba solamente una vez cada tres años, por un máximos de dos semanas, convencidos de que golpeando a los cubanos podrían desintegrar el régimen, pero provocando más problemas a los cubanos americanos que a Castro.
Estados Unidos, internamente, está preparando una norma que permita a todos los americanos, prescindiendo de su proveniencia, visitar Cuba. Los analistas americanos prevén que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba puedan mejorar fácilmente durante la actual administración, afirmando que si un Presidente estadounidense se declara dispuesto a dialogar con Irán y Siria, también puede hacerlo con Cuba.El gobierno estadounidense está sufriendo presiones desde el exterior, en particular por parte de los otros países miembros de la OEA. Durante el encuentro de Trinidad y Tobago, en abril de 2009, los países latinoamericanos pidieron en masa al gobierno estadounidense normalizar las relaciones con Cuba,, auspiciando una vuelta del país caribeño a la organización.Mientras tanto, la administración Obama, ha renovado el embargo comercial contra Cuba, en lo que es considerado más como una tradición que como una reacción diplomática al régimen castrista.En realidad, Estados Unidos y Cuba, están buscando, al menos, rebajar tensiones: el gobierno estadounidense ha apagado el cartel que fue instalado en el 2006 por la administración Bush para denunciar las condenas hacia los disidentes del régimen castrista. Entre las primeras iniciativas concretas, destaca las perspectiva de reabrir el servicio postal entre los dos países, como se deduce de la reciente visita a la Habana de un alto funcionario del Departamento de Estado americano. El último, fue el organizado por Juanes en La Habana.Además, Cuba y Estados Unidos colaboran para afrontar las tempestades tropicales, dado que sobre la isla hay todavía una parte de territorio estadounidense: la base militar de Guántanamo.Los dos países están retomando las relaciones diplomáticas estables, para después llegar como último paso al fin del embargo, cuando el régimen cubano está preparado para las consecuencias.
Recuerdos de guerra fría
Todavía hoy, tras casi cincuenta años, la guerra fría se hace sentir en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Pero, más bien parece un revival de los viejos tiempos, como los Cadillac que arrancan sobre las calles de la isla.Recientemente, dos estadounidenses, uno de los cuales era dependiente del Departamento de Estado, han sido arrestados con la acusación de actividades de espionaje por el régimen cubano en los últimos 30 años.Tras veinte años desde la caída del Muro de Berlín, Rusia ha vuelto a interesarse recientemente por Cuba, enviando una flota naval al mar del Cribe, para un ejercicio conjunto con Venezuela y Cuba, como reacción a la invitación estadounidense de naves de apoyo a Georgia tras la guerra con Rusia del pasado año.La presencia de naves rusas junto a las cubanas en el Mar del Caribe habría podido poner en alarma al gobierno estadounidense, hasta hace algunos decenios. Hoy estos episodios no influirán las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, ocupados en colaborar sobre otros frentes de las relaciones internacionales, señal de como Cuba no representa un desafío diplomático primario.
De la Venezuela de Chávez al Brasil filo-americano
La reciente crisis económica está influyendo las relaciones diplomáticas de Cuba. Desde que Chávez comenzó a gobernar Venezuela, Cuba importa petróleo desde el país sudamericano a precios políticos y condiciones sostenibles, por la comunión socialista entre los dos gobernantes y por una especie de trueque materias primas- médicos entre los dos países.Pero la crisis económica hizo caer el precio del petróleo, creando dificultades en Venezuela, el cual se encuentra en mayores dificultades para ceder a bienes preciosos a precios no de mercado.La crisis económica está tocando la producción cubana. El país es uno de los mayores productores de níquel, que se exporta principalmente a China. Antes de la crisis las entradas provenientes de este comercio habían superado las entradas tradicionales de Cuba: turismo y azúcar. El problema durante la crisis económica fue que la exportación cubana de níquel se concentró principalmente en China, y a causa de la contracción de la producción china, la demanda de níquel se redujo fuertemente, convirtiendo al turismo como algo indispensable para la supervivencia de Cuba, dado que el azúcar sufrió una crisis importante, llegándose a cerrar la mitad de los azucareros.
Al retomar el nuevo curso con Estados Unidos, el régimen castrista prefirió utilizar como puente entre los dos países al Brasil de Lula, el cual podría llevar a Cuba a acercarse añ grupo de aquellos países sudamericanos que son más democráticos, abiertos a la economía de mercado y amistosos en las relaciones con Estados Unidos. Al régimen castrista le convendría retomar unas buenas relaciones diplomáticas con un gobierno estadounidense de izquierdas y estar preparado para escuchar, aferrándose a la ocasión de la administración Obama. Y el Presidente Lula está haciendo el papel de promotor del diálogo entre Estados Unidos y Cuba, interviniendo directamente, como ocurrió recientemente con la pregunta por parte del ejecutivo de Brasilia al gobierno estadounidense, de dar explicaciones sobre la elección de prolongar el embargo contra Cuba.
También la economía cubana está cambiando
El embargo parece ser un instrumento con el cual el régimen castrista puede identificar a un enemigo y hacerse ayudar por otros países sudamericanos. Cada protagonista hace hábilmente el juego de las partes, dado que Estados Unidos Y Cuba comercian, pero no lo dicen.La economía cubana depende estrechamente del turismo. Si la economía de la isla empeorase, es inevitable que el régimen deberá reforzar la atracción turística, arriesgándose a acelerar el proceso disgregativo del régimen, o tenerlo en pie como algo característico para alimentar el turismo.El único recurso que podría potencialmente relanzar Cuba es el petróleo, el cual se encuentra en las profundidades del Mar de Caribe, y de todas formas se necesitarán decenios para poderlo explotar.Las estimaciones prevén una disponibilidad de unos 20 mil millones de barriles, que, si se confirman, harían de Cuba uno de los principales productores de petróleo en el continente. También por esta razón, las empresas petrolíferas americanas presionan sobre la administración americana, para que tenga buenas relaciones con Cuba, ya que muchas empresas extranjeras, en particular españolas, brasileñas, rusas y venezolanas, tomam parte en las exploraciones. Además, paradójicamente, una mejora de las relaciones entre Washington y La Habana, y el desarrollo de las exploraciones de extracciones petrolíferas, podrían convertir en pocos años a Cuba en uno de los mayores suministradores de petróleo de Estados Unidos.
También las empresas farmacéuticas y de las biotecnologías están interesadas en la isla, y en el aso de que el embargo fuese derogado, podrían reclutar los investigadores y científicos cubanos, profesionalmente cualificados, pero menos costosos que los estadounidenses, provocando una enorme fuga de cerebros de la isla. Parece que Estados Unidos, casi hace un favor a Cuba con el embargo, dado que el gobierno americano tendría muchos intereses para eliminarlo, bien porque no logra su objetivo – la caída de Castro – bien porque ha golpeado a la población más que al régimen, o poruqe a Estados Unidos convendría, económicamente, no tenerlo.
¿De qué serviría en cambio a Cuba la caída del embargo? El régimen castrista lo ha explotado frecuentemente, como un modo de justificar algunas carencias del sistema económico, y para recibir ayudas de otros países latinoamericanos. En el caso de que el embargo fuese eliminado totalmente, ¿que podría suceder? Ciertamente, un aumento del turismo, fundamental para Cuba. Si el gobierno estadounidense debiese eliminar las restricciones para todos los ciudadanos americanos, se estima que un millón de americanos visitarían la isla cada año, aumentando un 50% el flujo turístico. Esto comportaría un aumento de las estructuras hoteleras, inversiones en infraestructuras hídricas, eléctricas, etc. dando lugar a importantes cambios en el país. Y el régimen castrista teme no poder soportar un flujo tan grande y cambios tan radicales en poco tiempo.
Conclusiones
Seguramente, Cuba verá grandes cambios en los próximos años. Las relaciones con el enemigo estadounidense parecen mejorar y las relaciones diplomáticas con los países latinoamericanos están cambiando, en particular el principal interlocutor de Cuba en el área: de la Venezuela de Chávez al Brasil de Lula.El destino de Cuba depende de que sucederá antes: si el fin del embargo – con el consiguiente flujo de personas, bienes y capitales – o la explotación del petróleo del fondo marítimo. En el primer caso, será difícil para el régimen mantenerse en pie, dada la enorme influencia que Estados Unidos tendrán sobre la isla. EN el segundo caso, el régimen podría tener cualquier posibilidad de sobrevivir, teniendo una nueva economía que explotar, y teniendo, potencialmente, la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, gracias a los ingresos provenientes del petróleo.Grandes cambios, de todas formas, no parece que se den en breve: el embargo estadounidense durará hasta el 2010, dado que ha sido renovado por la administración Obama, y los ingresos del petróleo serán fructuosos solamente tas una decena de años. El tiempo para dar todavía a los turistas que visitan la isa el sabor de una Guerra Fría en la que ya nadie cree.
La tentativa de una nueva relación con Estados Unidos
Cuba es el único país comunista en el continente americano, y mantiene relaciones diplomáticas con todos los países de la región, excepto con Estados Unidos. El embargo comercial establecido en los años '60, está viendo un aumento constante derogaciones, de tal modo que los productos americano, son frecuentemente exportados a Cuba, y Estados Unidos se ha convertido en un importante socio comercial para Cuba.Más allá de las razones comerciales, el gobierno de Estados Unidos ha sido empujado al diálogo con el régimen castrista desde múltiples frentes. Desde la llegada al poder de Castro, la organización de exiliados cubanos en Estados Unidos, la Cuban American National Foundation, un influente lobby que garantiza votos decisivos en Florida, nunca había estado dispuesta al diálogo con el régimen cubano. El pasado abril, en cambio, redactó un documento con el cual pidió al gobierno estadounidense romper con el pasado y dar una nueva dirección a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, por ejemplo promoviendo los viajes a Cuba por motivos culturales, académicos o humanitarios. Este cambio de ruta podría estar causado por dos razones: desde la percepción de que el régimen castrista está por caer, empujando hacia una última, dando un último empujón; y podría también deberse a una reacción política de la precedente administración estadounidense, la cual había establecido la posibilidad para los exiliados cubanos de viajar a Cuba solamente una vez cada tres años, por un máximos de dos semanas, convencidos de que golpeando a los cubanos podrían desintegrar el régimen, pero provocando más problemas a los cubanos americanos que a Castro.
Estados Unidos, internamente, está preparando una norma que permita a todos los americanos, prescindiendo de su proveniencia, visitar Cuba. Los analistas americanos prevén que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba puedan mejorar fácilmente durante la actual administración, afirmando que si un Presidente estadounidense se declara dispuesto a dialogar con Irán y Siria, también puede hacerlo con Cuba.El gobierno estadounidense está sufriendo presiones desde el exterior, en particular por parte de los otros países miembros de la OEA. Durante el encuentro de Trinidad y Tobago, en abril de 2009, los países latinoamericanos pidieron en masa al gobierno estadounidense normalizar las relaciones con Cuba,, auspiciando una vuelta del país caribeño a la organización.Mientras tanto, la administración Obama, ha renovado el embargo comercial contra Cuba, en lo que es considerado más como una tradición que como una reacción diplomática al régimen castrista.En realidad, Estados Unidos y Cuba, están buscando, al menos, rebajar tensiones: el gobierno estadounidense ha apagado el cartel que fue instalado en el 2006 por la administración Bush para denunciar las condenas hacia los disidentes del régimen castrista. Entre las primeras iniciativas concretas, destaca las perspectiva de reabrir el servicio postal entre los dos países, como se deduce de la reciente visita a la Habana de un alto funcionario del Departamento de Estado americano. El último, fue el organizado por Juanes en La Habana.Además, Cuba y Estados Unidos colaboran para afrontar las tempestades tropicales, dado que sobre la isla hay todavía una parte de territorio estadounidense: la base militar de Guántanamo.Los dos países están retomando las relaciones diplomáticas estables, para después llegar como último paso al fin del embargo, cuando el régimen cubano está preparado para las consecuencias.
Recuerdos de guerra fría
Todavía hoy, tras casi cincuenta años, la guerra fría se hace sentir en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Pero, más bien parece un revival de los viejos tiempos, como los Cadillac que arrancan sobre las calles de la isla.Recientemente, dos estadounidenses, uno de los cuales era dependiente del Departamento de Estado, han sido arrestados con la acusación de actividades de espionaje por el régimen cubano en los últimos 30 años.Tras veinte años desde la caída del Muro de Berlín, Rusia ha vuelto a interesarse recientemente por Cuba, enviando una flota naval al mar del Cribe, para un ejercicio conjunto con Venezuela y Cuba, como reacción a la invitación estadounidense de naves de apoyo a Georgia tras la guerra con Rusia del pasado año.La presencia de naves rusas junto a las cubanas en el Mar del Caribe habría podido poner en alarma al gobierno estadounidense, hasta hace algunos decenios. Hoy estos episodios no influirán las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, ocupados en colaborar sobre otros frentes de las relaciones internacionales, señal de como Cuba no representa un desafío diplomático primario.
De la Venezuela de Chávez al Brasil filo-americano
La reciente crisis económica está influyendo las relaciones diplomáticas de Cuba. Desde que Chávez comenzó a gobernar Venezuela, Cuba importa petróleo desde el país sudamericano a precios políticos y condiciones sostenibles, por la comunión socialista entre los dos gobernantes y por una especie de trueque materias primas- médicos entre los dos países.Pero la crisis económica hizo caer el precio del petróleo, creando dificultades en Venezuela, el cual se encuentra en mayores dificultades para ceder a bienes preciosos a precios no de mercado.La crisis económica está tocando la producción cubana. El país es uno de los mayores productores de níquel, que se exporta principalmente a China. Antes de la crisis las entradas provenientes de este comercio habían superado las entradas tradicionales de Cuba: turismo y azúcar. El problema durante la crisis económica fue que la exportación cubana de níquel se concentró principalmente en China, y a causa de la contracción de la producción china, la demanda de níquel se redujo fuertemente, convirtiendo al turismo como algo indispensable para la supervivencia de Cuba, dado que el azúcar sufrió una crisis importante, llegándose a cerrar la mitad de los azucareros.
Al retomar el nuevo curso con Estados Unidos, el régimen castrista prefirió utilizar como puente entre los dos países al Brasil de Lula, el cual podría llevar a Cuba a acercarse añ grupo de aquellos países sudamericanos que son más democráticos, abiertos a la economía de mercado y amistosos en las relaciones con Estados Unidos. Al régimen castrista le convendría retomar unas buenas relaciones diplomáticas con un gobierno estadounidense de izquierdas y estar preparado para escuchar, aferrándose a la ocasión de la administración Obama. Y el Presidente Lula está haciendo el papel de promotor del diálogo entre Estados Unidos y Cuba, interviniendo directamente, como ocurrió recientemente con la pregunta por parte del ejecutivo de Brasilia al gobierno estadounidense, de dar explicaciones sobre la elección de prolongar el embargo contra Cuba.
También la economía cubana está cambiando
El embargo parece ser un instrumento con el cual el régimen castrista puede identificar a un enemigo y hacerse ayudar por otros países sudamericanos. Cada protagonista hace hábilmente el juego de las partes, dado que Estados Unidos Y Cuba comercian, pero no lo dicen.La economía cubana depende estrechamente del turismo. Si la economía de la isla empeorase, es inevitable que el régimen deberá reforzar la atracción turística, arriesgándose a acelerar el proceso disgregativo del régimen, o tenerlo en pie como algo característico para alimentar el turismo.El único recurso que podría potencialmente relanzar Cuba es el petróleo, el cual se encuentra en las profundidades del Mar de Caribe, y de todas formas se necesitarán decenios para poderlo explotar.Las estimaciones prevén una disponibilidad de unos 20 mil millones de barriles, que, si se confirman, harían de Cuba uno de los principales productores de petróleo en el continente. También por esta razón, las empresas petrolíferas americanas presionan sobre la administración americana, para que tenga buenas relaciones con Cuba, ya que muchas empresas extranjeras, en particular españolas, brasileñas, rusas y venezolanas, tomam parte en las exploraciones. Además, paradójicamente, una mejora de las relaciones entre Washington y La Habana, y el desarrollo de las exploraciones de extracciones petrolíferas, podrían convertir en pocos años a Cuba en uno de los mayores suministradores de petróleo de Estados Unidos.
También las empresas farmacéuticas y de las biotecnologías están interesadas en la isla, y en el aso de que el embargo fuese derogado, podrían reclutar los investigadores y científicos cubanos, profesionalmente cualificados, pero menos costosos que los estadounidenses, provocando una enorme fuga de cerebros de la isla. Parece que Estados Unidos, casi hace un favor a Cuba con el embargo, dado que el gobierno americano tendría muchos intereses para eliminarlo, bien porque no logra su objetivo – la caída de Castro – bien porque ha golpeado a la población más que al régimen, o poruqe a Estados Unidos convendría, económicamente, no tenerlo.
¿De qué serviría en cambio a Cuba la caída del embargo? El régimen castrista lo ha explotado frecuentemente, como un modo de justificar algunas carencias del sistema económico, y para recibir ayudas de otros países latinoamericanos. En el caso de que el embargo fuese eliminado totalmente, ¿que podría suceder? Ciertamente, un aumento del turismo, fundamental para Cuba. Si el gobierno estadounidense debiese eliminar las restricciones para todos los ciudadanos americanos, se estima que un millón de americanos visitarían la isla cada año, aumentando un 50% el flujo turístico. Esto comportaría un aumento de las estructuras hoteleras, inversiones en infraestructuras hídricas, eléctricas, etc. dando lugar a importantes cambios en el país. Y el régimen castrista teme no poder soportar un flujo tan grande y cambios tan radicales en poco tiempo.
Conclusiones
Seguramente, Cuba verá grandes cambios en los próximos años. Las relaciones con el enemigo estadounidense parecen mejorar y las relaciones diplomáticas con los países latinoamericanos están cambiando, en particular el principal interlocutor de Cuba en el área: de la Venezuela de Chávez al Brasil de Lula.El destino de Cuba depende de que sucederá antes: si el fin del embargo – con el consiguiente flujo de personas, bienes y capitales – o la explotación del petróleo del fondo marítimo. En el primer caso, será difícil para el régimen mantenerse en pie, dada la enorme influencia que Estados Unidos tendrán sobre la isla. EN el segundo caso, el régimen podría tener cualquier posibilidad de sobrevivir, teniendo una nueva economía que explotar, y teniendo, potencialmente, la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, gracias a los ingresos provenientes del petróleo.Grandes cambios, de todas formas, no parece que se den en breve: el embargo estadounidense durará hasta el 2010, dado que ha sido renovado por la administración Obama, y los ingresos del petróleo serán fructuosos solamente tas una decena de años. El tiempo para dar todavía a los turistas que visitan la isa el sabor de una Guerra Fría en la que ya nadie cree.
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