lunes, 25 de enero de 2010

Yemen en la estrategia contra Al Qaeda

A pesar de que las previsiones de numerosos analistas, al mismo tiempo que la prospectiva general, sea la de ver a Al Qaeda finalmente derrotada, la organización con Osama Bin Laden a la cabeza, ha demostrado una vez más su constante amenaza. El fracasado atentado de Detroit y el ataque contra la base de la CIA en Afganistán, han desencadenado la mayor remodelación de las políticas de seguridad nacional tomadas por la Casa Blanca desde el 11 de septiembre de 2001. Mientras Al Qaeda continúa bajo fuerte presión militar en el marco afgano-pakistán, la renovada vitalidad de estos, podría dar lugar a una nueva estrategia que encuentra apoyo sobre la fuerza de su red que compensa su actual, escaso y débil número de participantes.

La transformación del movimento yihadista global
En el transcurso de los últimos años, el terrorismo yihadista se ha transformado gradualmente, inicialmente surgió como un fenómeno representado principalmente por Al Qaeda, ahora ha pasado a uno basado principalmente sobre el movimiento yihadista global y la amenaza descentralizada que esto representa. En este proceso, que aún se encuentra en evolución, Al Qaeda continúa representando una fuerza importante ideológicamente, pero los esfuerzos que Washington y sus aliados están realizando consiguen marginar físicamente al grupo, aislándolos en un espacio geográfico muy límitado. Entre el 2008 y el 2009, en los círculos de inteligencia occidental se hablaba de la inminente apuesta estratégica de la organización de Osama Bin Laden y del éxito garantizado por la campaña militar de los predator, pero una serie de recientes ataques han dejado claro que el marco de Al Qaeda disfruta aún de una cierta fuerza y cuenta con un gran número de activistas que les apoyan en diversas partes del mundo. Si el núcleo de Al Qaeda está compuesto por centenares de hombres que forman parte del estrecho círculo del jeque saudí y de su lugarteniente, Ayman al-Zawahiri, sus extensiones territoriales y los grupos a ellos afiliados, se presentan cada vez más a la vanguardia del movimiento yihadista global. En este contexto, "Al Qaeda core" es aún en grado de perpetrar ataques sofisticados y espectaculares, como el atentado del 30 de diciembre contra la base de la CIA de Chapman, en la provincia afgana de Khost; pero esta renovada vitalidad parece más bien apoyarse sobre una red en grado de compensar su debilidad numérica y estructural. El atentado de Chapman ha sido posible con la ayuda de los talibanes pakistaníes de Hakemullah Mehsud y por la red afgana de los Haqqani, mientras el fracasado atentado contra un avión de la Northwest Airlines que se dirigía a Detroit ha sido planificado por un individuo nigeriano que ha recivido adoctrinamiento y explosivo en Yemen.

Episodios que demuestran como la amenaza representada por los grupos que operan en franchising y que constituyen el segundo componente del actual movimiento yihadista global, conocida en los apartados de la inteligencia como Al Qaeda 2.0, no está dirigida contra los países en los que se opera, sino también contra occidente en general. Después que Al Qaeda, en la península arábiga, ha asumido la responsabilidad del fracaso del atentado de Detroit, los responsables de la Comunidad Internacional se han rápidamente desplazado a Yemen. El país árabe representaba un tanque de la milicia islámica y un campo de batalla ya desde hacía años, al lado de países como Somalia, Marruecos y Algeria donde el salafismo yihadista se ha impuesto lentamente como referente religioso e ideológico. Al Qaeda ha demostrado en el transcurso de los años, saber modelar su estrategia en base a las circunstancias, buscando desestabilizar y explotar lo más posible a los estados que han quebrado y las áreas donde el escaso control de los gobiernos continúa a crear vacios de autoridad y de ley. Mientras occidente tenta aún hoy, de garantizar ciertas aspectos de seguridad en Afganistan, experto estadounidense de terrorismo Bruce Hoffman opina que, la organización de Bin Laden está siempre a la búsqueda de nuevos teatros donde extender su influencia y conducir campañas de subversión local para acelerar el declive estatal. En un tiempo, Al Qaeda desplegaba sus fuerzas o ayudaba a crear regiones sin ley, hoy asiste a sus aliados y a los grupos afiliados en estas áreas, aumentando como consecuencia su capacidad de llegar a nivel local, regional e internacional.

El caso de Yemen

Yemen es el perfecto paradigma de esta trayectoria evolutiva. La península arábiga ha destacado siempre por ser la zona de operaciones elegida por Al Qaeda para desarrollar sus actividades. Territorio que alberga los dos lugares santos del Islam por excelencia, la Meca y Medina, esto forma parte de la retórica ideológica del grupo desde su constitución, permanece en el tiempo como uno de las principales fábricas de militantes yihadistas. La presencia de Al Qaeda en la Península, principalmente en Yemen y en Arabia Saudí, ha sido, por mucho tiempo, garantizada por la existencia de diversos grupos afiliados, células independentistas y extensiones territoriales. Después de años de ataques espectaculares causando daños en objetivos locales y occidentales, el primero de todos en 2000 contra el USS Cole en el puerto de Adén, Al Qaeda decide en 2003, aprovechando la ocasión ofrecida por la invasión estadounidense en Irak, abrir un tercer frente en Arabia Saudí. Las operaciones se amplían sobre la escala regional, culminando en 2004 con el atentado del Consulado estadounidense de Yida. La respuesta de Arabia Saudí y Yemen fue alinearse definitivamente al bando de los Estados Unidos, el resultado es el desmembramiento del órgano directivo de la asociación en 2004, fruto de la guerra contra el terrorismo. Sin embargo la prematura convicción de la desaparición de los grupos yihadistas ligados a Al Qaeda en la península, desplazó la mirada de los EEUU hacia otros escenarios, siguiendo un guión ya escrito para Afaganistán en 2002, cuando los talibanes estuvieron muy cerca de la capitulación.

Entre 2006 y 2009 las cosas consecuentemente cambian radicalmente. Después de fugarse de una cárcel de máxima seguridad de Sana'a, Nasir al Wahaishi entre otras cosas ex secretario de Bin Laden en Afganistán, ha proporcionado al grupo un líder con posibilidades para renovar las filas aprovechando la situación caótica que desde hace años domina Yemen. El emir anunció oficialmente al inicio del pasado año, el nacimiento de Al Qaeda en la Penísula Arábiga (AQAP), organización que se presenta como la fusión de las dos precedentes extensiones territoriales de Al Qaeda, la yemenita y saudita, inaugurando una nueva temporada de terrorismo en el país que culmina con el fallido atentado de Detroit. La primera vez que la AQAP perpretó un ataque fuera de los confines de la Península, el 25 de diciembre de 2009, destacó su vocación internacional y la división de la agenda global característica del actual neosalafismo yihadista. El renacimiento de la organización garantiza al AQAP alcanzar una posición símil a la de 2003, buscando esta vez un ámbito operativo todavía más amplio. Sin embargo, no es la primera vez que la AQAP intenta atacar a los Estados Unidos, una circunstancia que sugiere que el grupo podría haber mantenido el propósito de desplegar parte de sus fuerzas sobre diferentes campos de batalla.

La posible estrategia de Al-Qaeda
Siguiendo un análisis de las circunstancias actuales y de los eventos pasados, la situación yemenita parece que puede conectarse a la misma estrategia qaedista, la cual se apoya sobre la fuerza de la red para compensar su actual debilidad numérica y mantener el conflicto con la Coalición guiada por los Estados Unidos en un estado "flexible". Después de la invasión estadounidense de 2003 en Irak, Al Qaeda aprovechó la ocasión para reorganizar algunas partes de sus estructuras en las áreas tribales de Pakistán y abrir un nuevo frente en Arabia Saudí y en Irak. En un periodo limitado de tiempo, este último hecho se convierte en el centro de reclamo para la milicia yihadista global similar a la que representó a Afganistán en los años 80 en guerra contra la Unión Soviética, y la existencia territorial de Al Qaeda en Irak, guiada al mismo tiempo por Abu Musab al Zarqaui, consigue crear un número notable de células de apoyo en la Península Arábiga. Con el cierre del teatro de guerra iraquí y la atención con la que contesta a Afganistán, "Al Qaeda core" regresa bajo el fuego directo de los EEUU, aislada en un espacio geográfico bien limitado como ya ocurrió a finales de 2001 y en 2002. El nuevo nacimiento de AQPA parece dirirgirse directamente al interior de este terreno, con el objetivo de incitar la presión militar sobre Af-Pak y presentarse como posibles frentes de guerra contra el terrorismo.

También en esta Irak parece haber jugado un papel fundamental. El fin del conflicto ha arrastrado consigo nuevas oleadas de violenza yihadista en todo Oriente Medio, una tendencia que se debe, en parte, a la transformación de las células en redes de apoyo creadas por Al Qaeda en Irak, en otros países, en comandos operacionales, y en parte, al regreso de los combatientes veteranos de Irak en sus países de origen. Los saudíes y los yemenitas representaron el 49% de los combatientes extranjeros presentes in Irak, y diversos documentos confirmaron la existencia de un flujo de muyahidines que desde Af-Pak llegaron a Yemen en busca de un santuario más oscuro. La dirección del grupo anunció el nacimiento de Al Qaeda en la Península Arábiga el 24 de enero de 2009 con un vídeo titulado "De aquí partimos y en Jerusalén nos encontraremos" una frase que ya anunciaba la trayectoria que la organización iba a promover. A la creciente fuerza de la organización, se le asociaría el peligro representado por la situación somalí, a quien debería por lo tanto corresponder un igual o mayor impulso chocante del gobierno yemenita, con el apoyo adecuado de parte de la Comunidad Internacional. En caso contrario, no se puede olvidar que el próximo frente de la lucha contra Al Qaeda podría desplazarse al propio Yemen.

viernes, 22 de enero de 2010

Rusia: el oleoducto ESPO

La inauguración del nuevo oleoducto que conectará Siberia oriental con el océano Pacífico tiene importantes consecuencias desde el punto de vista estratégico y geopolítico. Este proyecto permite a Rusia acceder a nuevos mercados. Además, la ayuda financiera china podría impulsar en un futuro, el equilibrio geopolítico entre el continente asiático y Moscú.

El proyecto Siberia Oriental - Océano Pacífico (ESPO)

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, inauguró el pasado 28 de diciembre el oleoducto ESPO, planificado desde finales de 2004. El mismo Putin ha destacado las motivaciones estratégicas que origina este proyecto y la oportunidad que representa para Rusia, la cual tendrá acceso a los mercados asiáticos donde hasta el momento era invisible. La primera parte del oleoducto ESPO comienza en Taishet (Óblast di Irkutsk), en Siberia oriental cerca del lago Baikal, para llegar hasta Skovorodino (Óblast di Amur). Hasta ahora, el petróleo (300.000 barriles al día) era transportado en tren hasta la terminal de Kozmino, en la región de Vladivostok, terminando en el océano Pacífico. Desde Skovorodino el oleoducto se bifurcará en dos direcciones, una continuará hacia el océano Pacífico para llegar hasta Nakhodka y la otra se dirigirá directamente a Daqing, China. La construcción de esta terminal está prevista para finales de 2010.

El oleoducto ha sido realizado por las empresas rusas Transneft y Rosneft, recibiendo un préstamo de 15.000 y 10.000 millones de dólares respectivamente. No se trata de un dato exclusivamente económico, al contrario, eso demuestra las dificultades que habría sufrido Rusia para conseguir sus objetivos estratégicos en solitario. El acuerdo entre Rusia y China fue estipulado en febrero de 2008. Las dos empresas estatales rusas concentraron sus energías en ampliar y reforzar el sistema de transporte del petróleo en el área siberiana, con el fin de poder acceder a los mercados chinos, japoneses y coreanos. China concedió un préstamo conjunto de 25.000 millones de dólares a cambio de recibir 300.000 barriles de petróleo al día durante los próximos 20 años y que serán transportados, en su mayor parte, a través del oleoducto que empalmará Skovorodino con Daqing. La última parte del ESPO será terminada conjuntamente entre Transneft y China National Petroleum Corp, la mayor empresa china productora de petróleo y gas.

Consecuencias geopolíticas del oleoducto ESPO

Vladimir Putin expresó una gran satisfacción ante la posibilidad de poder construir el nuevo oleoducto. A finales de su primer mandato, como Presidente de la Federación Rusa, Putin notó que la intervención rusa en el escenario mundial estaba estrechamente ligada a la capacidad que tenían para exportar recursos energéticos. Este fenómeno habría supuesto importantes ventajas no sólo a nivel económico, si no también político. La presencia rusa en el continente asiático ofrecía importantes oportunidades económicas sobre todo alrededor de China, la cual permanecía muy interesada en llevar a cabo cualquier tipo de propuesta energética. Sin embargo, la construcción del oleoducto ESPO revela un evidente déficit del sistema económio ruso, que podría empeorar por la actual contingencia financiera. La crisis económica no ha hecho más que agudizar los problemas existentes en el sistema económico ruso, sin destacar la dura transición que debe llevar a cabo para pasar de un sistema de producción planificado a uno capitalista. Por otra parte, dicho proyecto no ayuda a resolver el problema de raíz. Al contrario, acentúa la ausencia de diversificación productiva y la fuerte unión entre exportaciones energéticas, además del transcurso del PIB. Una unión que ha demostrados sus límites en la fase recesiva de la economía global. Parece significativo que el PIB ruso, según los datos del FMI, haya descendido 7,5 puntos en 2009, en coexistencia con la contracción de la demanda global.

Además también la intervención financiera china se encuentra dictada por el interés nacional. En el momento en el que la demanda energética del país crece a un ritmo continuo, el problema de la seguridad de los abastecimientos se convierte en una prioridad para la agenda política y la conditio sine qua non para garantizar un eficaz y continuo desarrollo económico. El dinamismo energético chino y la búsqueda de diversificación de las fuentes y los proveedores energéticos se presentaban ya evidentes. No es por casualidad que el pasado 14 de diciembre, el presidente chino, Hu Jintao, haya inaugurado el gasoducto que une a China con Turkmenistán, rodeando Rusia.

Además, la operación ruso-china parece rebelar el inicio de un nuevo nivel de cooperación energética entre los dos países, donde China no parece destinada a desempeñar un papel de mera subordinación respecto a Rusia. El interés que gira en torno a este comienzo de proyecto que cuenta con un mayor margen de flexibilidad, ha sido rebelado por el mismo presidente de la Transfnet, Nikolai Tokarev, según el cual el oleoducto ESPO representa el primer escalón que reforzará la economía de la región rusa de la Siberia oriental, históricamente desarrollada respecto a otras regiones de la Federación, así como el presupuesto para una creciente implicación energética rusa en el área pacífica.

Prospectiva europea e incógnita china

La inauguración del nuevo oleoducto ruso hacia Asia, aparece en un momento un tanto complejo respecto a las relaciones energéticas entre Rusia y el mundo occidental. En esos días, de hecho, las tensiones con Ucrania se agudizaron. Ucrania es un país de tránsito importante para el petróleo ruso que se dirige a Europa. Sobre la mesa de las negociaciones, rodeada por Kiev y Moscú estaba en juego la revisión de los derechos de tránsito para el acceso a los mercados europeos. El mismo Putín, durante la inauguración del oleoducto ESPO, aseguró que los contratos de abastecimiento con Europa estarían asegurados, además evidenció que el interés hacia el Pacífico representa la voluntad rusa de limitar la incorporación de los países de tránsito. En cuanto al frente europeo, otra brecha ha sido abierta gracias a Bielorrusia por motivos analógicos a los ucranianos. Una vez más, parece girar sobre Europa el espectro de una crisis energética, análoga a la de 2006 y del 2009, pudiendo poner en discusión la seguridad de las fuentes energéticas.

Concluyendo, la nueva cooperación entre Rusia y China representa una importante fase para la estrategia energética rusa. La realización del oleoducto ESPO abre las puertas a nuevos mercados energéticos que representan un asegurado valor económico y estratégico y que podría llevar a una nueva vía de desarrollo a la región siberiana. Además, la intervención financiera china hace evidente la necesidad, por parte de Moscú, de apoyo de aliados extranjeros para la implementación de proyectos de primer interés nacional. Así a nivel global, el interés ruso hacia los mercados del Pacífico es una señal de alarma para Europa ya que no siempre las relaciones energéticas europeas circulan sobre una línea continua. El oleoducto ESPO podría ser el preludio de un nuevo desplazamiento del eje geopolítico hacia China, una hipótesis que debería ser verificada a corto plazo, y cuya veracidad será certificada por la realización de proyectos análogos con el fin de incrementar un sistema infraestructural, por el momento un tanto pobre respecto al que une Rusia con el Viejo Continente.

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David Martínez Hernández
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jueves, 21 de enero de 2010

Haiti: el largo camino después de la tragedia

El impacto devastador producido por el terremoto que el pasado 12 de enero sacudió la isla de Haití, ha puesto en evidencia la debilidad del país a la hora de afrontar catástrofes de este tipo. Para la Organización de las Naciones Unidas, presente de forma sólida en el país con una misión de paz igualmente asestada, es necesario recapacitar sobre su disposición de preparación y asistencia. La reconstrucción del país comenzará desde dicha toma de consciencia.

Haití parece no tener arreglo, ni salvación. Heredera de una historia de revoluciones y pobreza, la primera República negra del continente americano trataba de recuperarse de los ciclones que en el verano de 2008 devastaron el país (pérdidas económicas en torno al 60% sólo en el sector agrícola, retroceso de 5 años en los índices del PIB y un millón de personas afectadas de las cuales 800 murieron) cuando el fuerte terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter se abalanzó sobre la capital de Puerto Príncipe y las zonas circundantes.

El impacto del terremoto

Aún es pronto para cualquier balance pero ya se divisan las consecuencias que el seísmo causará sobre la sociedad y la economía del país. Los datos publicados por la ONU (actualizados el 19 de enero) estiman entre 50.000 y 70.000 el número de muertos y unos tres millones de personas afectadas por la catástrofe. Tanto es así, que la misma inseguridad sobre los datos disponibles es síntoma del caos que reina en la capital. Por ese motivo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 18 de abril el envio de 3.500 militares adicionales procedentes de las Fuerzas de paz de la ONU (cascos azules) y UN Police.

La ciudad está destruida, en algunas zonas los porcentajes son del 90% (como Leogane al suroeste de Puesto Principe). Todos los esfuerzos de las organizaciones humanitarias y de la cooperación internacional se movilizan en torno al rescate del mayor número de supervivientes que permanecen bajo los escombros y a la asistencia de numerosos heridos. Después se movilizarán rápidamente para restablecer las necesidades básicas, entre las cuales se encuentran la protección, la salud y la alimentación. Pero delante de las dimensiones de la catástrofe catalogada por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, entre las más importantes de la historia américana, es sin duda el incidente más grave que ha tenido lugar durante los doscientos años de indepencia haitiana, y es por eso que las miradas ya están puestas en el futuro. ¿Será capaz, el país más pobre del hemisferio occidental, desde hace años inmerso en una grave crisis social e inestable, de recuperarse de esta terrible tragedia?

Recuperación lenta y difícil

Además de la población como primera víctima de la tragedia, hospitales, ministerios y escuelas (pilares sobre los que se funda un estado) han sufrido todo tipo de daños. Muchos de estos edificios se han llevado con ellos la vida de numerosos médicos, maestros y especialistas de cada género. Para un país que antes de la catástrofe contaba, como principal desventaja para el desarrollo, con escasos recursos humanos y una frágil capacidad de gobernación, la consecuencia es hipotecar el futuro de su país.

Bajo estas circunstancias, la recuperación será lenta y más aún si nos referimos a una situación de estabilidad. La capacidad del gobierno (donde los principales exponentes como el presidente René Préval y el primer ministro Jean-Max Bellerive, son refugiados en la base militar de la ONU, situada en las cercanías del aeropuerto) se encuentra dominada por la falta de comunicación, electricidad y de los inhabitables edificios del gobierno. Se estima que pueden hacer falta meses e incluso años para restaurar el sistema de educación superior, comenzando por la reconstrucción de las tres universidades de Puerto Príncipe, dato que complica aún más cualquier tipo de proyección.

Durante una conferencia organizada por las Naciones Unidas el pasado mes de abril, la comunidad internacional se comprometió a donar 400 millones de dólares para ayudar a Haití a salir del subdesarrollo. Aunque la misma organización mundial ha salido profundamente perjudicada del terremoto, después del derrumbamiento del Cristopher, antiguo hotel donde la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) había establecido en 2004 su propio cuartel general. La mayor parte de los edificios pertenecientes al resto de las organizaciones, han sido destruidos o inaccesibles. El movimiento sísmico encontró terreno fértil en la frágil estructura de la ciudad. Construida sobre una ladera de la montaña en frente de la Bahía de Puerto Príncipe, a causa de la probeza imperante, la antigua "Perla de las Antillas" había presenciado en los últimos 20 años un aumento exponencial de su población, asentada en poblaciones y construcciones de lo más abusivas e inseguras.

Pero si esto es cierto, los límites de preparación y respuesta de las Naciones Unidas manifestadas de inmediatamente después del desastre (con una presencia de 9000 hombres, de los cuales dos tercios era personal militar) pueden contabilizarse como nuevos responsables. Ya que el riesgo de terremoto estaba bien documentado según las fuentes de la misma organización.
 

Naciones Unidas: reconstruir de nuevo y mejor

Por dichas razones surgen dudas sobre el futuro de la ONU en Haití, sobre todo cuando, con el tiempo, las operaciones de emergencia dejen espacio a la reconstrucción. Antes del impacto devastador, las Naciones Unidas, de forma justa, compartieron con el gobierno haitiano las riendas del país, sosteniéndolo antes las acciones aprobados con destino al desarrollo. El papel agregado a la MINUSTAH no era más que el de asegurar la estabilidad y la seguridad del país. Los días siguientes al desastre, el pueblo haitiano demostró tener valores y ser solidarios, puesto que la falta de comida, agua y otras privaciones, así como los riesgos de epidemias podrían convertir la situación aún más dramática en un futuro próximo. Una vez sofocadas estas dos consecuencias, la presencia de una misión de paz, privada de su jefe, el tunecino Heidi Annabi, fallecido en los derrumbamientos del Cristopher, podría desencadenar la reconsideración del papel de la orgnización en Haití. Sin embargo esta no es la perspectiva más probable. Al fenómeno en el que Haití fue el escenario de la primera catástrofe natural en la historia, que perjudica a la ONU en un país donde ya se habían instalado los "cascos azules", hay que sumarle el hecho, de que la reacción del comando militar bajo dirección brasileña fue demasiado lenta e ineficaz. Por este motivo el poder podría haber sido cedido a Europa y los Estados Unidos, puesto que Washington desplegó rápidamente 10.000 marines. Los cuales, a su llegada a la isla el 18 de abril, fueron avisados de que Brasilia no iba a derjarles dirigir la misión (en la que forman parte numerosos contingentes de Latino América).Dichos síntomas de críticas no quieren decir que la ONU no sea necesaria, al contrario, ya que las operaciones humanitarias dirigidas al desarrollo no podrían concebirse sin las diferentes agencias especializadas del organismo mundial. Numerosos países se han comprometido ya en enviar grandes ayudas para la recuperación del país caribeño. Además a principios de abril tendrá que celebrarse una nueva conferencia para asegurar que las atenciones internacionales no se desvanecen al concluir la crisis. Al respecto, hay dudas sobre las capacidades que tienen las instituciones haitianas para actuar ante tales cantidades de finanziamientos. Pero para los haitianos, las heridas no han sido sólo físicas y no cicatrizarán rápido. Los abundantes esfuerzos realizados los últimos años para intentar sacar el país de la inestabilidad y la pobreza, pueden ayudar a conseguir la recuperación.

El terremoto del 12 de enero no ha perdonado a nadie y ha sacudido indiferentemente a ricos y a pobres, a instituciones nacionales e internacionales. La solución se verá basada en la intención, la cooperación y la solidaridad. Sin embargo, son necesarias dos condiciones, por un lado la obligación no sólo importante si no también contínua y coordinada proveniente de la Cooperación Internacional. Al mismo tiempo, que los dirigentes haitianos, que han ocupado durante un largo periodo los últimos puestos en el ranking mundial de transparencia, tomen consciencia de la responsabilidad en la que están inmersos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Perspectivas asiáticas


Con la decisión de crear un fondo de 120 mil millones de dólares entre China, Japón, Corea del Sur y los países del ASEA, los equilibrios económicos, financieros y geopolíticos de Asia sufrirán importantes cambios. Asia al alcance de las propias manos asiáticas. La hegemonía económica de Washington es cada vez menor. Economia internazionale: l'Asia agli Asiatici

Importantes inversiones y libre comercio
El pasado mes de mayo se ha firmado en Bali, Indonesia, un acuerdo que prevé para el 2010, el nacimiento de un fondo de liquidez de cerca 120 mil millones de dólares, con el fin de hacer frente a posibles crisis económicas y/o financieras. El fondo ha sido creado por los diez países que forman la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático): Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam; y los tres estados económicamente más fuertes del continente: China, Japón y Corea del Sur. El acuerdo prevé que los países en dificultad económica puedan acceder a capitales líquidos, en proporción a la percentual de su contributo en dicho fondo. China, Japón y Corea del Sur, contribuirán con un 80%. Tokio y Pekín, concretamente, versarán poco menos de 40 mil millones de dólares, cada uno; mientras que Seúl alrededor de los 20 mil millones. Los países de la ASEAN proveerán el resto.

Debido a las consecuencias de la reciente crisis económica mundial, la peor después de la sufrida tras la segunda guerra mundial, la utilidad de este acuerdo parece evidente. Las ya frágiles economías de los países del Sureste Asiático están pasando por una fuerte recesión; además, tras la quiebra de las exportaciones hacia Occidente, ha sido casi por completo anulado, el flujo de entradas de capital extranjero, absolutamente indispensable debido a las débiles divisas locales. Así pues, el fondo podrá garantizar liquidez y dar un importante impulso a la economía. El acuerdo, que será completado por acuerdos bilaterales, no prevé reestructuraciones políticas precisas ni reestructuraciones en los derechos humanos. Será un sustituto inédito del Fondo Monetario Internacional que, siendo fruto del liberalismo occidental, exige al menos en teoría, determinados requisitos no sólo económicos, para acceder a financiamientos y préstamos.

Para llegar a entender la importancia de este acuerdo, es indispensable considerar que desde el 1 de enero ha entrado en vigor el ACFTA (ASEAN-China Free Trade Agreement). Con el nuevo año, se han abolido las barreras aduaneras entre los diez países de la ASEAN y Pekín, cambiando la cara a los intercambios comerciales del continente. Los productos chinos, sobre todo los relacionados con la alimentación, gracias a sus reducidos costes, están dando sustento a millones de personas que con la crisis económica han perdido el poder de adquirirlos, mientras las exportaciones hacia China, sobre todo en cuestión de materias primas, podrán garantizar un nuevo flujo de capital a los pequeños países del Sureste Asiático.

China y el "soft power"
El nacimiento de este fondo y la entrada en vigor del ACFTA, confirman a China como el país más activo en materia de financiamientos y de inversiones respecto a las economías de los países del Sureste Asiático. En 2009, el volumen de comercio entre ASEAN y China rozó los 231 mil millones de dólares, con un 14% de incremento respecto al 2008, superando el comercio con los Estados Unidos que hasta la llegada de la reciente crisis ocupaba el primer puesto. Estos acuerdos económicos y financieros parecen corroborar la teoría del "soft power" que asegura que la utilización de instrumentos económicos y los acuerdos bilaterales se presentan como auténticas ventajas, útiles para extender la esfera de influencia china sobre todos los países asiáticos. Las ayudas económicas concedidas a los países en dificultad, producen un "efecto de consentimiento" entre las diferentes poblaciones, que miran a China con gratitud.

El respeto de la soberanía contribuye a esta situación, los financiamientos y las inversiones chinas no pretenden aplicar ajustes institucionales, están convencidos de prescindir de la situación humanitaria y legislativa del país. Situaciones que, sin embargo, son fundamentales para estados como Birmania, Laos y Vietnam, donde los derechos humanos a menudo son oprimidos por los régimenes autoritarios. Este hecho marca una clara diferencia en las ayudas económicas desde el punto de vista occidental, el Fondo Monetario Internacional exige reformas estructurales para activar las financiaciones, y las administraciones de los países individuales, principalmente Estados Unidos, deben hacer las cuentas con la dinámica de la política interna y la opinión pública (que no ve bien ni las negociaciones, ni los favores económicos puesto que son evidentes las violaciones de los derechos humanos). Beijing no tiene estos problemas, los derechos humanos no son materia política, ni siquiera dentro del territorio nacional, y la opinión pública tiene pocos recursos para imponerse. El secreto del éxito del "soft power" chino es su costumbre de conceder capitales sin establecer los propósitos a los que va dirigido, como por ejemplo rendimientos políticos, económicos o fines humanitarios. Sin embargo, China obtiene la aprobación de proyectos e inversiones como la investigación petrolífera en Birmania, la construcción de infraestructuras dirigido al transporte en Vietnam y Laos o el proyecto agrícola a gran escala en Filipinas.

Washington cada vez más lejana
La situación asiática, desde el punto de vista de los Estados Unidos, se está complicando, no sólo porque China se esté apoderando de la supremacia económica (y no solo en la región, después del colapso de la industria automobilística americana) sino también porque Japón se está alejando de la Casa Blanca. El acuerdo que establecer el fondo de liquidez, es sólo una de las últimas elecciones inéditas de la reciente historia nipona. Con el primer ministro Hatoyama, la política exterior parece haber cambiado de ruta. Washington ya no es el socio comercial imprescindible, sobre todo depués de la crisis y mucho menos desde que Beijing se ha convertido en el mayor adquisidor de los productos exportados en Tokio. La perpetua guerra contra el terrorismo, focalizada en la región de oriente medio, ha alejado la atención del aliado americano de los problemas de seguridad sufridos mayoritariamente en Japón, como el arsenal nuclear de Corea del Norte y el imparable crecimiento militar chino. Tokio ha comenzado a mirar por sus intereses. El pasado mes de septiembre, el primer ministro democrático asistió a diversos encuentros con las autoridades chinas, deliberando sobre la llamada "East Asian Community", proyecto por el que se sigue debatiendo y se prevé el nacimiento de un ente supranacional, elaborado para facilitar y desarrollar el comercio ente los países asiáticos. Japón, que ocupa el segundo puesto en la economía mundial, está proyectando su comercio hacia el continente asiático, donde países en vías de crecimiento como Birmania, Filipinas e Indonesia (a pesar de la reciente crisis mundial) podrían convertirse en socios muy rentables. La participación del país del Sol Naciente en el acuerdo con la ASEAN llegó a la siguiente conclusión, que la región asiática dispone de recursos suficientes para alcanzar el crecimiento económico y, por lo tanto, Tokio no quiere seguir mirando.

Próximo objetivo de Obama, ¿Yemen?
Diversos analistas, entre los cuales se encuentra el embajador hindú Bhadrakumar, ven la aproximación de la política exterior estadounidense en Yemen, como una clara reacción ante la pérdida de influencia de la Casa Blanca en territorio asiático, y en particular como respuesta a la creciente influencia china sobre el Océano Índico. Reforzar la presencia americana en la península arábiga tendría como consecuencia consolidar el eje comercial entre India y Estados Unidos, manteniendo, por lo tanto, el control de las rutas Asia-Europa, fundamentalmente en los intercambios comerciales. Los esfuerzos americanos en Yemen son considerados, más que como un compromiso bélico contra el terrorismo, una represión de la expansión china. La adopción de esta postura se explica en que la apertura de otro frente militar no tendría coherencia con el programa establecido por el nuevo premio noble de la paz y en el aumento del tráfico mercantil chino sobre el Océano Índico, ya sea hacia Europa o África. El dominio del Porto di Aden por parte de Washington anularía los esfuerzos de Beijing por obtener autoridad en esta zona, crucial para controlar el comercio mundial.

El acuerdo tomado para el nacimiento del fondo común entre la ASEAN, China, Japón y Corea del Sur es seguramente un evento decisivo para el desarrollo de una nueva prospectiva geopolítca en el continente asiático. El acuerdo sanciona la supremacía China en la región, y el cambio total de la política extranjera de Tokio, cada vez menos vinculada a los históricos aliados americanos. Por otra parte, los Estados Unidos, no pudiendo hacer frente al fuerte crecimiento asiático, no parece por el momento poder actuar de manera directa. Si el análisis de Bhadrakumar es correcto, la estrategia de la Casa Blanca sería un enroque táctico orientado al mantenimiento del control sobre un área clave, la cual los considera ya hegemónicos. La pregunta que surge es la siguiente: ¿hegemonía por cuánto tiempo?

martes, 19 de enero de 2010

integración en el Golfo Pérsico

El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG) están atravesando una fase difícil en su proceso de integración, que finalizaría con la creación de una unión monetaria. Son demasiadas las cuestiones a resolver para llevar a cabo la propuesta unión, principalmente se trata de los parametros que deben usar para entrar en ella, las decisiones respecto al anclaje de la nueva moneda en el dolar y los cambios que deben adoptar. El próximo problema está constituido por la deserción de Omán y los Emiratos Árabes Unidos del proyecto. La prescripción fijada para 2010 resulta difícil de respetar, a pesar de que las perspectivas para la realización del proyecto se auguran positivas.

A partir de su creación, en mayo de 1981, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico, formado por Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, ha avanzado notablemente hacia la integración, hasta llegar al umbral de la creación de la moneda única.

Hacia una integración progresiva
El objetivo de una profunda integración regional reside en la carta de fundación del CCEAG según la cual, "los estados miembros buscarán la forman de coordinar sus políticas financieras, monetarias y bancarias además de profundizar en la cooperación de diversos sectores". A partir de 1981, el camino hacia una integración progresiva impulsó a la constitución, en 1983, de un Tratado de Libre Comercio que supuso un aumento seis veces mayor en los intercambios entre los países del consejo. Posteriormente, con el cumplimiento de la Unión Aduanera de 2003, los resultados pertenecientes al comercio interregional superaron las espectativas, ya que aumentaron un 20%. En 2008 activan el Mercado Común del CCEAG, que garantiza un acuerdo nacional con todas las empresas y los ciudadanos de cada estado miembro. En este momento, el siguiente paso para obtener una mayor integración es la creación de la unión monetaria, la cual fue prevista, originariamente, para el año 2010.

El acercamiento del CCEAG a la integración económica, es decir, a la creación de la moneda única, es posible por la relativa homogeneidad que existe entre los países miembros en términos de cercanía, extensión, oscilación del output, tasas de inflación, estructura de los intercambios, alto nivel de capital entre regiones y la elevada flexibilidad del mercado de trabajo, a los cuales se añade la lengua en común y los legados culturas y políticos afines. Los seis países comparten la misma estructura macroeconómica, las mismas formas de government revenue (proveniente de las exportaciones de gas y petróleo) y están implementando los planes de reestructuración concentrados en las liberalicación y la diversificación. Además los miembros del CCEAG han conseguido muchos progresos sobre todo al armonizar las leyes nacionales, las regulaciones y las estructuras de vigilancia bajo la propia industria financiera. Por estas razones, una política monetaria centralizada y un acuerdo estable en materia fiscal tendrían muchas posibilidades de funcionar en esta región.

Entre las ventajas de la unión monetaria se encuentran, la reducción de costes ante las transacciones de divisa externa, la eliminación del riesgo de devaluación ligado a la tasa de cambio, el aumento de la transparencia en los precios y, en consecuencia, el aumento de la competitividad. La moneda única tendría un fuerte impacto sobre el sector financiero apoyando la eficiencia de los costes y reduciendo el riesgo de los financiamientos a causa de la desaparición de la tasa de cambio. Además, después de crear la unión monetaria, podría justificarse, como ocurrió con el modelo de integración de la Unión Europea, un excedente político que impulsará la creación de una entidad homogénea, expresándose de forma unánime también en política externa, concendiendo un mayor peso político internacional a esta región.

Aún existen ciertos aspectos que obstaculizan la unión monetaria. A pesar de las diversas actividades realizadas por los países del CCEAG en los años precedentes, con el fin de alinear sus políticas económicas, ha quedado un sustancioso gap entre los déficit públicos de los diversos países. La creación de una moneda única llevaría a una restricción arbitraria de las políticas nacionales de la deuda pública y del control de la tasación así como de los programas de gasto público. Los parámetros que se presentan para la posibilidad de la entrada en la unión monetaria son en cierto modo difíciles de alcanzar y sobre todo, de mantener. De hecho, en línea con los criterios de Maastricht, la entrada dependería de que el déficit en el presupuesto de cada país sea inferior al 3% del PIB, que la deuda pública sea inferior al 60% del PIB y de que cada país posea una reserva externa en abundancia por un periodo de cuatro meses de importación. De cara al frente monetario, la inflación no debe exceder más del 2% la media ponderada de la tasa de inflación de los seis países, mientras la tasa de interés no debe exceder más del 2% la media de los tres países más privilegiados.

Problemas en la creación de la Moneda Única: la cuestión del "dollar peg" y la salida de Omán y EAU
Además de los argumentos tratados en contra de la creación de la unión monetaria en el momento establecido, es fundamental examinar dos cuestiones particulares que se relacionan con la tipología de la tasa de cambio que vendrá aplicada a la nueva moneda, así como la contraria posición de algunos países a la creación de la moneda única. En cuanto a los cambios esperados, es sobre todo necesario constatar el actual anclaje al dólar en cuestión de cambios fijos de las divisas de los seis países del CCEAG, a partir de 2003. Todavía, la actual transformación de las economías de los países del área hacia economías más orientadas a bienes de intercambio no petrolíferos y a los servicios, unido a un probable aumento de la diversificación transnacional, depone a favor de una mayor flexibilidad de las tasas de cambio a largo plazo ya que de este modo, sería más fácil restablecer la competitividad de los bienes de intercambio no petrolíferos en caso de grave choque económico.Por otra parte, otra dificultad que se presenta en la creación de la Unión Monetaria deriva de la deserción de dos de los miembros del CCEAG: Omán y los Emiratos Arabes Unidos. Omán se ha retirado del proyecto a causa del conflicto de intereses en la futura elección de la tipología de la tasa de cambio para la moneda unificada. La estrategia económica de diversificación del país, de hecho, puede ser mejor que una moneda relativamente débil, además de que también el sector turístico del país resultaría menos atrayente. El problema más peligroso que debe afrontar Omán es la grave pérdida en términos de comercio con los países del CCEAG desde el momento en el que la nueva moneda viniera adoptada, debiendo afrontar altos costes de transacción y riesgos relativos a la tasa de cambio. Otro punto que podría incidir negativamente en la creación de la unión monetaria es la posición de Arabia Saudita, ya que ha anunciado la deserción del proyecto desde el inicio del año, en desacuerdo con la decisión de colocar la banca central regional en la capital saudí, Riad, y no en uno de sus siete emiratos.

Dada esta situación es lícito preguntarse si el proyecto de construcción de una unión monetaria entre los países del CCEAG está aún en grado de afrontarse o bien, se encuentra destinado a un difinitivo naufrágio. Cierto es que la fecha fijada para su entrada en vigor, parece por el momento, no conciliar con las problemáticas expuestas, a las que aún no se ha propuesto una solución. Existiendo aún, fuertes obstáculos para su creación, podría ser posible llegar a encontrar soluciones alternativas. En relación al régimen de las tasas de cambio, una alternativa probable que cumple con la exigencia de cambios fijos y flexibles parece centrarse en un régimen de tasas fluctuantes con una cesta de monedas trade-weighted.
En cuanto al Banco Central, la no constitución de esta moneda para el año 2010 podría ser sustituida por la creación de un Common Monetary Council, paso preventivo a la creación de la institución central. Así, siendo Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y Bahréin los únicos cuatro países proximos a entrar en la unión monetaria, los paralelismos con la Unión Europea (donde la moneda única fue creada sin la inclusión del Reino Unido, Dinamarca ni Suecia) sugieren la posibilidad de cumplir con el proyecto sin la aprobación de Omán ni los Emiratos Arabes Unidos.
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David Martínez Hernández
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viernes, 15 de enero de 2010

Los derechos humanos en el Medio Oriente

Millares de personas continúan siendo detenidas sin pruebas, como activistas de los derecho humanos o exponentes asalariados de importantes ONG por el simple hecho de promover actividades, ya que pueden poner en peligro la seguridad y la estabilidad del país. Desde Tel Aviv hasta Beirut y de Damasco a Teherán, los derechos fundamentales del hombre son constantemente violados y deteriorados, alarmando no sólo a la población que lo padece si no también a la opinión pública mundial. Aunque en los últimos años han tenido lugar hechos que conllevan a importantes progresos, como la aceptación de las Organizaciones No Gubernamentales, un mayor número de controles o las mejoras en el trato de las minorías étnicas y religiosas (siempre con excepciones), la situación en Medio Oriente sigue siendo dramática y alarmante. Las principales violaciones halladas por las ONG presentes en varios países comprenden condiciones deshumanas y degradantes sufridas por los detenidos, políticos e ideológicos, en las prisiones de Irán, Arabia Saudí, Siria e Israel.

El caso iraní: limitación de la libertad de expresión

Las elecciones presidenciales de junio de 2009 han aclarado y manifestado al mundo entero las gravísimas limitaciones a la libertad de expresión y las constantes vejaciones que los manifestantes, a favor de las reformas, continúan padeciendo actualmente. Organizaciones acreditadas por la tutela de los derechos humanos estiman que cerca de 4.000 personas han sido arrestadas justo después de que explotase el desorden entre los meses de junio y julio del año pasado, de estos detenidos más de trescientos permanecen encarcelados con la excusa de haber amenazado la estabilidad del régimen a través de manifestaciones subversivas y no autorizadas. Aparece de nuevo, una vez más, el eterno temor y la innata paranoia del gobierno de Teherán relativa a la posibilidad de que el Think Tank, centro de análisis y organizaciones humanitarias, apoyado y patrocinado por los Estados Unidos, pueda amenazar y debilitar los fundamentos del régimen islámico en la república iraní. Sin embargo, las acusaciones de los ayatolá son poco creíbles, lo que aparece en los informes recientes es la sistemática violación de cualquier norma y la convención internacional relacionada a la situación de los detenidos en las cárceles iraníes como torturas, limitaciones procesales, aislamientos prolongados y procesos injustos que están a la orden del día.

Después de cerrar la cárcel de Kahrizah, hecho llevado a cabo en julio por voluntad del ayatolá Jamenei con intención de sofocar las tensiones, alrededor de 140 prisioneros fueron liberados y el resto transferidos a la cárcel de máxima seguridad de Evin. Las confesiones de los detenidos liberados no dejaron dudas acerca de las atrocidades cometidas por los guardias carcelarios para obtener confesiones públicas, como privación del sueño, golpes con bastones, abusos sexuales, descargas eléctricas, aislamiento en estancias de poco más de cuatro metros cuadrados (a causa de la saturación de las cárceles), imposibilidad de encuentros con abogados para organizar la defensa, así como la imposibilidad de tener contacto con el mundo exterior (mucho menos con los familiares), métodos tolerados para forzar al prisionero a confesar públicamente y conseguir consecuentemente su encarcelación, en algunos casos llegando a la pena de muerte. Resulta evidente como estas medidas no son más que una estrategia de las autoridades iraníes para reprimir cualquier opinión disidente, para unificar el pensamiento político y la ideología de la población cansada de continuas vejaciones y limitaciones de sus libertades fundamentales y de algunos derechos universales reconocidos. A pesar de todo, las noticias de los últimos días demuestran como la mayoría de las veces dicho clima de terror no desanima a la población, si no que les incita a luchar de nuevo para hacer respetar sus propias ideas. Es este el espíritu que habría que observar puesto que "la oleada verde" de Teherán, en las últimas horas, está demostrando de nuevo toda su vitalidad.

Análisis cross-country: Arabia Saudí, Siria e Israel
La situación que transcurre en Arabia Saudí y en Siria no es muy diferente a la que se presenta en Irán. En los últimos años, los trabajadores inmigrantes en Arabia Saudí han ascendido a unos seis millones y medio y la mayoría ha sido víctima de explotación y de abusos, la justicia sostiene el secreto y su posibilidad de tomar medidas es incierta y por completo un sumario. Además, las torturas y los maltratos por parte de los guardias carcelarios sobre los detenidos, son cada vez más comunes, sistemáticos y confusos, saliendo, en la mayoría de las ocasiones, impunes de sus acciones. Las medidas tomadas por la corona de Riad ante los actos terroristas, el programa PRAC (que entre otras disposiciones, prevé la creación de cinco nuevas cárceles debido a la saturación con la que cuentan actualmente las cárceles; al contrario que en el Líbano donde los detenidos son literalmente amontonados en estrechas celdas), mantiene oculta una posible presiada información, continuas violaciones a los derechos humanos se repiten, cerca de 350 personas en los últimos años han sido arrestadas y aún hoy se encuentran detenidas por ser considerados próximos a organizaciones terroristas, aproximándose incluso a la pena de muerte. El proyecto counter-terrorism saudí no puede y no debe de ningún modo interferir en el reglamento de la justicia del país. Fuentes fiables estiman que desde el 2001 hasta hoy, los detenidos que son maltratados y privados de sus derechos fundamentales han pasado de ser unos pocos casos a convertirse en millares. Desde el 2007 hasta hoy cerca de 9.000 detenidos han visto sus derechos anulados y casi 3.000, se encuentran aún en estado detentivo. El gobierno saudí comenzó en 2007 una sustancial reforma de la justicia no respetando, sin embargo, los estándares internacionales y no codificando su código penal y los procedimientos a seguir. La impresión de los ojos observadores internacionales es que la aplicación de las medidas antiterroristas no se apoyan sobre las mismas líneas que los derechos generales, así los procesos y las libertades básicas como la de expresión, se encuentran constantemente en discusión.

Palizas, descargas eléctricas, suspensión de un sitio con techo y privación a dormir, reclusión en pequeñas celdas carentes de una ventilación adecuada, sin una apropiada asistencia sanitaria, provocando la difusión de enfermedades como la pulmonía o la tuberculosis y causando numerosas muertes por la escasez de tratamientos médicos, así es la situación, también en Siria. En los tres países, los imputados raramente tienen acceso a una asistencia legal, siendo condenados por simples y dudosas confesiones realizadas bajo coacción y maltrato. A diferencia de Siria e Irán, el reino saudí firmó, en 1997, la Convención de las Naciones Unidas contra la tortura y el trato inhumano y degradante, sin repudiar estas prácticas con el fin de salvaguardar el interés nacional y la seguridad del país. Centenares de personas en Arabia Saudí y en Siria han sido arrestadas por razones políticas, permaneciendo encarcelados sin proceso, presentando como acusación "la transmisión de noticias falsas que podrían ensuciar la moral del país" o bien siendo consideradas responsables de "provocar la guerra civil o la lucha sectaria". El 30 de septiembre del pasado año, el gobierno de Damasco ha emitido el decreto legislativo número 69, en el cual se confiere la inmunidad de los procesos judiciales a los funcionarios de la seguridad, de la policía y de la aduana para los presos involucrados en el desarrollo de sus funciones, tolerando y legitimando de este modo, las torturas y los maltratos en los ámbitos carcelarios, provocando como consecuencia, una tarea difícil y delicada y de promoción de los derechos humanos, a las ONG que operan en el país.

La situación iraelí se ha agravado el pasado 27 de diciembre con la ofensiva militar lanzada contra los territorios palestinos -operación contra la Operación Plomo Fundido- que han endurecido las condiciones de millares de ciudadanos palestinos de la Franja de Gaza y de Cisjordania, generando una verdadera catástrofe humana. Enfermos en graves condiciones, con la necesidad de un inminente uso de medicamentos han muerto, ya que han sido atrapados en el interior de los territorios palestinos por los bloqueos israelíes. Centenares de palestinos han sido detenidos e incomunicados (esto es, sin posibilidad de contacto con el exterior, ni con abogados, ni con los propios familiares) por las fuerzas militares islaeríes en territorios palestinos ocupados. De los cerca 8000 palestinos arrestados durante todo el 2008, aún encarcelados en las prisiones de Tel Aviv, más de 300 son niños retenidos sin un proceso justo y sin acusaciones fiables, que se fundan en las violaciones a los derechos internacionales humanos. También Israel, como Arabia Saudí, es miembro de la Convención de las Naciones Unidas contra la tortura, desde septiembre de 1991. Aunque, ni siquiera esto ha impedido a Tel Aviv poder continuar con estas atroces prácticas como es la privación del sueño, la rotura de los miembros, amenazas con el bienestar de sus familiares y la obligación a permanecer en posiciones forzadas y dolorosas durante largos periodos con el objetivo de obligar a los detenidos a confesar acciones o admitir que pertenecen a grupos políticos o ideológicos determinados contrarios al gobierno de Tel Aviv -utilizados como pruebas principales en los procesos- siendo, por lo tanto estos últimos, responsables de la amenaza a la seguridad y al orden interno del estado. Como en Siria, también en Israel en los procesos judiciales, al contrario que en las fuerzas armadas, en la policía y en la guardia de fronteras, son muy raros los casos en los que existen jefes de la acusación, la pena que se requiere es la mínima. En vez de ser acusados, y por lo tanto detenidos por ejemplo, por homicidio voluntario, los tribunales realizan, a las autoridades acusadas, amenazas más leves de las del homicidio por las que son imputados, deteniéndolos solo por pocos meses y consintiéndoles disfrutar de todos los derechos de los procesos penales, reconocidos internacionalmente, negados a los prisioneros palestinos y a los israelinos que desafían a las autoridades del país contestando y criticando las barbaries perpetradas por los propios gobernantes.

La medida principal que los gobiernos de estos países deberían tomar con la mayor brevedad posible, es modificar sustancialmente sus ordenamientos jurídicos internos, de forma que se puedan mejorar urgentemente las condiciones de los detenidos, anteponiéndolo a las pretensiones de salvaguardar los intereses y la seguridad nacional. Limitar la libertad de expresión y comprimir la tutela y la garantía de los principales derechos fundamentales es un problema que, por una parte genera una constante inestabilidad, ejemplo excelente del caso iraní, y por otra, amenaza con dejar en manos de los mismos gobernantes la precaria credibilidad internacional que tienen estos países en relación a la opinión pública mundial y los principales centros de poder global, válido tanto para Israel como para la República Islámica de Ahmadineyad.

El pasado mes de febrero, la Corte Europea de los Derechos Humanos he emitido una histórica sentencia en la cual se reafirma de forma absoluta que está prohibida la tortura y cualquier tipo de trato inhumano y degradante. La Corte ha reiterado el peligro que representa el terrorismo, o en el caso del mundo árabe, los presuntos actos terroristas que no deben poner en duda la naturaleza de dicha obligación, destacando como "los conceptos de riesgo y de peligro no pueden asimilarse según el grado de peligro que presente la persona incriminada". A parte de la Corte, las Naciones Unidas se han pronunciado dentro de la citada Convención, en contra de la tortura. En diciembre de 2007 fue aprobada una moratoria contra la pena de muerte donde Arabia Saudí, Irán e Irak, además de otros países árabes, no se incorporaron. La cuestión fundamental gira en torno al cómo pueden actuar estas organizaciones internacionales para impedir la ejecución de dichas violaciones.

jueves, 14 de enero de 2010

Otra vez Irán

Otra vez más, el movimiento verde se ha manifestado contra el régimen iraní. Esta manifestación afecta a la población en general, como si también de una manifestación contra ellos se tratara. El pasado y el presente se entrelazan, la masa de disidentes quiere hacer valer sus derechos, la dureza de la policía no les frena. El régimen bicéfalo, guiado por Ahmadinejad y Jamenei, parece advertir los primeros golpes; la falta de un líder en el movimiento de la oposición, no es necesariamente un punto débil. El movimiento verde, al mismo tiempo que encuentra a nuevos mártires a los que poder creer, donde poder depositar su confianza, se prepara para afrontar la futura situación en la que tras un posible éxito, el poder pudiera caer en sus manos. A largo plazo, emergerán fuerzas profundas, connaturales a la historia del país, que alcanzarán a vaciar completamente la República Islámica y harán frente al surgimiento de una nueva historia.

La fuerza y la autonomía del Movimiento verde

No parece azaroso el querer comprender los últimos hechos sucedidos en el interior de un país como Irán, colocando en la base algunos sucesos de fuerte significado religioso, visto que es propio en precensia de la solemnidad religiosa cuando la acción de los iraníes se carga de significado. De hecho, el pueblo iraní tiene estrechos lazos con determinados aspectos de la rama islámica chiita y esto tiende a manifestarse en el transcurso de la vida cotidiana. El caso de la Ashura es un ejemplo, sobre todo si se relaciona con otros luctuosos hechos como el trascurso de una semana desde la desaparición de Husein Alí Montazerí, opositor del régimen de Jamenei. El día de la Ashura, que este año giraba en torno al 27 de diciembre según el calendario Gregoriano, es la festividad chiita más sagrada y en esta ocasión se recordaba el martirio del profeta Hussein, sobrino de Mahoma. Hussein fue asesinado por ser considerado para los chiitas como un soberano injusto (el Omeya Yazid), representa la justicia total, propia del cielo y de la tierra, que se contrapone a la opresión perpetrada por la injusticia terrena.

Sobre la base de esta festividad, el pueblo iraní ha renovado el significado profundo de la solemnidad, cargándola de significados actuales, orientándola contra el régimen de Ahmadinejad, considerado el jefe de los opresores. La fuerza de la festividad deja al fiel disponible al martirio, considerado como medio de liberación y salvación eterna. Por esto, se hace posible para este pueblo conducir una lucha aún con mayor determinación contra el poder que llegue a la liberación y la realización de la justicia divina; así como, desde un punto de vista jurídico-político, según las palabras de Khatami "para la libertad y la justicia" como derechos fundamentales. Es como si el movimiento verde estuviera descubriendo cierto conocimiento y sus miembros estuvieran dispuestos a arriesgar aún más en la manifestación contra el poder central. El mismo Musaví declaró sentirse preparado a morir por su gente, es decir, convertirse en un mártir, a sabiendas de que el hecho de su desaparición no supondría una crisis para la sensibilidad ni para la fuerza del pueblo.

Este año la Ashura tenía lugar siete días después de la muerte del ayatolá Alí Montazerí, el más honorable disidente del régimen. Montazerí había sido perseguido y se encontraba bajo arresto domiciliario desde hacía seis años. El ayatolá fue uno de los fundadores de la República Islámica y fue alumno de Jamenei, parecía estar destinado a convertirse en su sucesor pero era contrario a la política represiva del ala radical del régimen. Montazerí era la "consciencia crítica del régimen", una figura moral que no tenía sin embargo, un papel político. Había sido repudiado por Jamenei, poco antes de su muerte, por su oposición a los métodos del régimen. Sus funerales (celebrados en Qom), ocasión que podría haber sido crucial para renovar su mensaje y recordarlo como un ejemplo contra la opresión, en cambio, se desarrollaron bajo un clima en el que la presencia de la milicia Basiji se encargó de cancelar las manifestaciones. El mensaje de esta importante figura religiosa puede ser considerado un catalizador para el pensamiento de los disidentes. Montazerí había incluso admitido recientemente que el principio de gobierno del jurisconsulto, querido por los revolucionarios del 1979, y considerado como base del sistema de gobierno postrevolucionario, era un error en cuanto al cambio de dirección tomado respecto al primer significado originario. Aún, hasta pocos días de su muerte, a la edad de ochenta y siete años, condenaba la represión puesta en marcha por Jamenei y por Ahmadinejad contra el movimiento verde. De hecho, en los últimos encuentros se realizaron cerca de trescientos arrestos según la policía únicamente en Teherán, donde Pasdaran y Basiji dispararon a ciegas a la multitud. Sin embargo, en otras ocasiones se considera su solidaridad con los manifestantes, dando la sensación de no estar dispuestos a poner en peligro la seguridad de los ciudadanos; pero en este caso, cuando la tensión de los encuentros alcanzó su punto cúlmine, los disparos no se pudieron omitir, ni mucho menos, los diversos muertos, entre ellos el nieto de Musaví.

Se necesita pues, atender al significado que se encuentra en la postura tomada por Montazerí en una situación como la actual, sobre todo desde el punto de vista de un pueblo que se organiza de manera flexible y que no se reconoce con un guía político específico sino que se reúne a través de Internet y se mueve como si estuviera inspirado por sus mártires. Montazerí, perseguido durante años por el régimen, ha estado definido como la persona justa, oprimida injustamente y aclamado por los manifestantes como la guía espiritual suprema y permanente. Con todo, se debe recordar las limitaciones que han restringido el peso político de la ayatolá Montazerí, en la actual crisis política en Irán. Su función rozaba simplemente el aspecto moral, así el movimiento verde se ha podido mover sobre bases directivas elaboradas bajo una política centrada más en personajes como Khatami y Rafsanjani, independientes de la figura y de la obra de Montazerí. Por lo tanto, desde una perspectiva política, la perdida de un líder moral no significa absolutamente la salida de efectos decisivos sobre el movimiento. La interrogación que se coloca tras la muerte del ayatolá Montazerí es la de la dirección en la que se moverá, en los próximos años, la República Islámica de Irán; cuán dura será la reacción del régimen y cómo la suerte del movimiento verde.

La oposición y su futuro
Por un lado las discordia se extiende desde el mundo de la cultura y universitario hasta el perteneciente a los laboratorios, conquistando a jóvenes, sobre todo a mujeres que son involucradas ya sean de clases sociales urbanas como rurales. El movimiento puede incluso permitirse movilizar y conseguir resultados a través de las huelgas generales, aunque el mundo de los fabricantes, los vendedores y las diversas organizaciones sectoriales no pueden ser coordinadas porque les hace falta un líder que centralice la acción. También los bazaares parecen estar a favor de las propuestas del movimiento. Estos son mercaderes asociados, familias de origen antiguo que tienen estrechas relaciones con el clero y que gozan de un fuerte poder político. Por ejemplo en 1979, la alianza con el clero fue decisiva.

El movimiento tiene éxito, por ello tiene que crecer y darse a conocer en las plazas para después estar preparado ante posibles situaciones donde poder mostrar una personalidad clara que a la vez sirva de guía. Es posible localizar un mecanismo de dos fases en esta toma de consciencia gradual del pueblo iraní, o al menos de la parte que se asocia al movimiento verde. La primera fase se caracteriza por la formación de un movimiento independiente en el cual los personajes de la política y de la religión son orientados desde el interior hacia el objetivo común de volcar la situación a la cumbre. Esta primera fase está en pleno desarrollo, y podría conducir a una situación efectiva. Después de haber obtenido acceso a los cargos más importantes, comenzaría la segunda fase, donde el movimiento verde fabricaría a sus propios líderes, labor que hasta ahora no se ha conseguido.

El movimiento no está ni ha estado jamás bajo el control de Moussavi, ni de ningún otro líder político. Simplemente está eligiendo los símbolos que mañana puedan dominar el significado del aparentemente intocable Ayatollah y del presidente Ahmadinejad. Por lo tanto aunque Moussavi pueda ser un exponente de las propuestas de la población, en este caso sería un prototipo del alma política. De hecho el movimiento seguirá su camino aunque Moussavi y Karroubi deban perder la vida. Moussavi reconoce este hecho al afirmar que él morirá pronto junto al resto de miembros del movimiento, consciente de ser un símbolo a manos de los revolucionarios. Moussavi continua, sin embargo, esperando una solución pacífica a través de la cual se excluya la posibilidad de envolver al gobierno en esta violencia, sobre todo después de la reciente mejora del país. Entre sus propuestas aparece una nueva ley electoral que garantice elecciones libres e imparciales, es decir sin interferencias, aprobación de la imprenta y de los medios de información ya puestos al mando y reconocimiento de los derechos del pueblo a manifestarse de forma legal y a constituir partidos y grupos políticos.

Pero en Irán se preguntan, ¿cuál puede ser el futuro de un movimiento fluido y acéfalo como el movimiento verde? Un día el poder podría recaer en manos del pueblo, y esto conduciría a elegir por vía democrática a sus representantes. La capacidad democrática de Irán es un objetivo lejano, sobre todo porque lo que el movimiento está proponiendo hoy, es la expulsión de Ahmadinejad. La exigencia de obtener un resultado justo en las elecciones no es tan importante como conseguir crear un estado que cumpla con los requisitos del pueblo, sobre todo si este no está dirigido por ningún líder. La sociedad iraní es muy compleja. Existen diversos centros de poder coordinados y aliados por vías absolutamente informales. Entre ellos podemos encontrar al clero, los Bazaaris, los fabricantes, el pueblo, los políticos reformistas, los radicales, y si se quiere llegar a un futuro desarrollo de Irán, no se puede ejecutar a través de analizar los códigos del sistema occidental. El pueblo no está gobernado y por lo tanto no están sometiendo a nadie. Las exigencias de reforma llegan desde abajo, y el mismo pueblo no está dispuesto a tolerar una opresión del estado con tendencias desviadas respectos a sus premisas ideológicas. Al mismo tiempo, la redistribución del poder democrático necesita algunos personajes clave. ¿De qué forma podrá contextualizarse concretamente el cambio exigido por el movimiento verde? En un estado basado en el Corán, creer que la Asamblea Constituyente pueda pacificar la situación es difícil, a no ser que les otorguen un papel importante a los religiosos. La tendencia en Irán es dirigirse siempre hacia el cargo político que menos confíe en los representantes del clero, como demuestra la composición actual del Parlamento, en el cual el número de parlamentarios perteneciente a dicha élite es mucho menor que en el pasado.

Si el pueblo eligiera como dirigente del país a un personaje de la talla de Moussavi, ¿respondería a las exigencias de renovación del país? Quizás las garantías que el movimiento verde solicite serán muy exigentes, pero hasta el momento nadie ha estado atento ni preparado para aprovechar la oportunidad y presentarse como una válida alternativa estructural. No hay nadie con valor para representar el nuevo equilibrio, como hizo Khomeini en 1979. Por el momento no hay esperanzas de que se acontezca un cambio democrático de extrema fluidez que no sea sea filtrado, ya sea por la compleja formación de los partidos, las coaliciones o incluso los conflictos abiertos y violentos. Es necesario recordar que Irán es uno de los países más importantes de Medio Oriente, y que los mismos entusiastas que hoy incitan al cambio, probablemente sustentarán la búsqueda del diálogo con los partidos del mañana. Parte de lo que hasta ahora no está bien definido, al representar las exigencias extremas en un confuso mañana, aunque parcialmente marcado por un antiguo papel de gran protagonista, llevará a cabo un camino confuso y lleno de dificultades en dirección al nuevo equilibrio.


miércoles, 13 de enero de 2010

Perspectivas de la APEC

El Foro Económico Asia-Pacífico destaca por su apertura al mundo. Reune 21 economías, correspondientes a dos regiones diferentes, en un proyecto ambicioso y de éxito en materia comercial. La crisis económica ha puesto a prueba tanto los principios de esta organización como su solidez. Los impulsos nacionales entorno a las economías y las barreras comerciales encontradas durante el último año, no deberían poner en peligro el futuro del proyecto.

La conferencia de noviembre
La participación de Barack Obama en la decimoséptima reunión de la APEC, el foro Asia Pacífico compuesto por 21 países de ambos hemisferios (con predominio asiático ya que el continente americano cuenta sólamente con cuatro representantes, Estados Unidos, Chile, Perú y México) celebrado en Singapur del 14 al 15 de noviembre, destacó por el acuerdo climático con China y el diálogo con el colectivo birmano (congelado desde el golpe de estado de 1973, donde los militares tomaron el control del país). Finalmente no se registraron resultados concretos en esta cúspide. Sin embargo se declaró cierta victoria americana en el campo comercial, donde la administración Obama negó cualquier tipo de liberación comercial. Por ello la declaración final firmada por los líderes reunidos en Singapur, reafirmó la aprobación de los paquetes de estímulos, aunque su implatanción tendrá que esperar al menos 18 meses. Incluso la esperada rectificación de la tasa de cambio entre el dólar y el yen, que se ha mantenido artificialmente con un alto beneficio para la producción estadounidense, finalmente no ha sido concretada a detrimento de las presiones de la mayor parte de las economías participantes en la reunión.

Barack Obama insistió en favorecer el libre comercio. Pero no todos los integrantes de APEC han confiado en la verosimilitud de estas afirmaciones, como por ejemplo el presidente mexicano Felipe Calderón, que no dudó al declarar la política externa americana como proteccionista desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Concretamente, los objetivos para liberalizar las economías más desarrolladas del APEC en 2010 (y menos desarrolladas antes del 2020) también conocidos como "Metas de Bogor", procedente del nombre de la ciudad de Indonesia donde se aprobaron dichos compromisos, corren peligro por no haber concretado los perjuicios registrados por el grupo, en el último decenio. Bajo sospecha se encuentran las barreras establecidas por los EEUU sobre la importación de neumáticos chinos, comportamiento desleal, según la mayoría de los países de APEC, que tendrá un coste de millares de puestos de trabajo en China. Este caso se suma a la trama de la tasa de cambio.

Los Estados Unidos entre Asia y Latinoamérica
Existen motivos suficientes para que el deterioro de la influencia americana sobre el continente asiático durante los últimos años, no nos sorprenda. El porcentaje de los intercambios realizados por Washington con los miembros del ASEAN (Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático) ha empeorado progresivamente en los últimos 15 años, pasando del 17% obtenido en 1993 al 12% en 2008, todo esto beneficia a su rival chino que ha quintuplicado las cifras del mismo periodo. Por esta razón y para reagrupar las rupturas generadas por la política comercial americana, ante la defensiva de la crisis económica, Barack Obama, después de participar en la cumbre de la APEC, ha presenciado la 42ª reunión del ASEAN, además de copresidir junto al primer mandatario, el ministro de exteriores tailandés, H.E. Kasit Piromya.

Los tres países latinoamericanos de la APEC (México, Chile y Perú) han propuesto acertados argumentos, incluso más ideas que Washington, para estimular la iniciada liberación comercial, razón de ser de APEC. Bajo un contexto de opaco crecimiento, cerca del 1% en Sudamérica y con muchos de sus países en recesión, Latino América se ve casi obligado a seguir los pasos de Asia, y en particular de la poderosa China, que permanece cercana al umbral del 8% (a pesar de considerar en riesgo la estabilidad del gigante asiático) y la alta demanda de materias primas y alimentos, de los cuales el subcontinente americano es un importante exportador. Además las relaciones con China se han afianzado en los últimos años. En 2008 Pekín no sólo se ha convertido en el segúndo socio comercial latinoamericano por detrás de Estados Unidos (los precios de las materias primas dependen ampliamente de la demanda asiática), si no que también se ha unido como contribuyente al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la principal entidad financiera de proyectos para el desarrollo de la región. Una estrategia que Pekín puede considerar positiva a juzgar por la incorporación de los miembros latinoamericanos a las posiciones chinas aunque no ha influido en el status-quo comercial como acto final de la última reunión de la APEC, dirigido a Lima en 2008 en pleno contexto de crisis mundial, y marcada por la presencia del presidente americano (entonces George W. Bush ocupaba la Casa Blanca).

APEC, Cooperación con grandes atractivos
La situación americana no parece haber sufrido grandes cambios con la llegada de Obama respecto a la situación transcurrida con su predecesor, al menos en términos de apertura comercial. A pesar de esto, y con los pocos adelantos realizados en el último periodo, la zona APEC (con un 40% de la población mundial, el 55% del PIB y el 44% de la totalidad de los intercambios comerciales del planeta) permanece en el ojo de mira de muchos, como una zona muy atractiva. Las estadísticas indican que desde 1990 hasta hoy, las economías de la APEC han triplicado su PIB, un tercio más que los países que no forman parte de la zona Asia-Pacifico. Un número reducido de acuerdos sociales, especialmente centrados en inversiones extranjeras, hacen además de la APEC, un foro atractivo para un gran número de empresas. Por estos motivos, Singapur, Colombia, Costa Rica y Panamá con el sustento de los tres países latinoamericanos ya miembros de la APEC, han presentado la petición de adherencia al grupo. Se trata de diversificar sus relaciones comerciales de la gran dependencia con los Estados Unidos, como por ejemplo México (cerca de un 80%) a través del TLCAN, el tratado de libre comercio que engloba también a Canada. La APEC ofrece esta posibilidad no solo para la unión a un club seleccionado de países con acuerdos privilegiados en materia de intercambios comerciales según reglamento de la OMC (Organización Mundial del Comercio) sino también porque se ha presentado la idea de constituir un foro de acercamiento para la realización de acuerdos bilaterales entre los dos bloques hemisféricos. En este sentido, Chile y Perú, las economías más abiertas de la región latinoamericana, han inaugurado una relación más estrecha con los socios asiáticos acordando entre el 2005 y el 2008 un acuerdo bilateral con China. Perú, la economía que desde años presenta un desarrollo entre los más altos de la región gracias a su capacidad de apertura (en el 2009 su tasa de crecimiento estimada ha ascendido al 2%, mientras que para el 2010 se prevé un fuerte aumento del 5,3%. Óptimos resultados en relación con la negativa economía mundial) ha además realizado acuerdos con Singapur y Tailandia y en 2009 ha iniciado negocios con Japón. Con esto se explica la posición aperturista manifestada por la mayoría de las economías del APEC en el mes de noviembre. Aunque, sin embargo, esto no ha sido suficiente para representar la confianza que precedía a la crisis económica.

Barack Obama ha suscitado el temor estadounidense, en buena parte justificado, al dirigirse personalmente a las reuniones de la APEC y de la ANSA en el mes de noviembre. La región Asia-Pacífico presenta un atractivo tan particular y tan grandes espectativas que sus miembros parecen decididos luchar para hacerse valorar. El gran pedido de materias primas asiáticas se adecúa a la riqueza del subcontinente latinoamericano, aunque, por otra parte, la APEC presenta tambén ciertos aspectos negativos. Desde el punto de vista económico, la APEC no ha conseguido promover en América Latina, el desarrollo de industrias transformadoras. Si los productos asiáticos, especialmente los tecnológicos, se han reservado para los mercados latinoamericanos con beneficios para el consumidor, las exportaciones hacia Asia se limitan a las materias primas y a los productos agrícolas de los que particularmente China, necesita para nutrir su economía. El desarrollo integrado de las economías latinoamericanas es el objetivo que los grupos subregionales como la CAN, el MERCOSUR, la ALBA o el TLC persiguen desde años sin haber alcanzado aún un relevante éxito. La orientación hacia Asia de cada vez más países de la región (casi toda la costa pacífica sudamericana con exclusión de Ecuador) podría significar una debilitación de los proyectos de integración. En el frente asiático, la integración comercial es, en cambio, sinónimo de estabilidad mientras los pequeños países asiáticos sostienen una apertura de China hacia Occidente para restringir el control que Pekín ejercía tradicionalmente sobre sus países vecinos. Con todas estas premisas, el futuro de la APEC parece asegurado.

martes, 12 de enero de 2010

¿Qué hacer con los uigures?

Los uigures inundaron las crónicas mundiales el pasado verano tras los violentos encuentros entre las autoridades chinas y los manifestantes en la ciudad de Ürümqi, donde se calculan casi 200 muertos. Mientras la comunidad internacional se manifestaba contra el escándalo, China y Turquía reforzaban su acuerdo sobre la lucha contra el terrorismo, y Ankara giraba la vista a la represión china, expresando las críticas en relación a Pekín. Porqué Turquía debería renegar los vínculos históricos y culturales con Turkestán Oriental y dar la espalda a los hermanos oprimidos.

Uigures: ¿separatistas o terroristas?
Los uigures representan una de las 56 étnias reconocidas en China, de religión musulmana y con lengua turca, viven sobre todo en la región de Xinjiang, donde representan la mayoría de la población allí existente. Sin embargo, la realidad demográfica de la región sufrió un drástico cambio, fundamentalmente a partir de los años 90, desde que el gobierno chino adoptó una política forzada de sinización con la que coaccionaba al grupo étnico de los han, mayoritario en todo el resto de China, a desplazarse a Xinjiang. El resultado ha sido un aumento de la población han, del 6% al 40%, respecto al 45% de la población uigur. Este obligado cambiamento demográfico ha desencadenado grandes tensiones entre las dos étnias: reivindicaciones de autonomía y tendencias de asimilación. Para dar un mayor sentido a todo esto, se debe tener presente que Xinjang tiene una fundamental importancia estratégica para el gobierno chino, con límites compartidos con Afganistán, Kirguistán, Kazajistán y Tayikistán, es también la principal reserva de hidrocarburos de China. En 2008, con un 27,4 millones de toneladas de crudo, la región fue la segunda productora de petróleo del país, además de haber provisto de gas a una tercera parte de la necesidad nacional.

A principios del mes de julio, en el momento en el que manifestaciones pacíficas pero no autorizadas, fueron obstaculizadas por las autoridades, las tensiones explotaron definitivamente. Según fuentes seguras, los manifestantes pedían que se investigara a consciencia el asesinato de dos trabajadores uigures en la provincia de Guangdong a mano de los han cuando las fuerzas intervinieron causando uno de los episodios de violencia étnica más grave de los últimos años. Las autoridades chinas rápidamente atribuyeron la responsabilidad de lo sucedido a terceras personas, en particular a Rebiya Kadeer, una activista uigur que en ese momento residía en los Estados Unidos y precedía el Congreso Mundial Uigur. Rebiya, que es considerada por los uigures como su madre espiritual, fue una de las mujeres más ricas de Xinjiang gracias al comercio que mantuvo con los países limítrofes. Sin embargo, después de denunciar las condiciones de los uigures ante el Parlamento, comenzó a decaer, siendo arrestada por evasiones fiscales y detenida a cinco años de cárcel china. Tras haber obtenido asilo político en los Estados Unidos, consiguió situarse como un punto de riferimento de la diáspora y de la actividad de lobby en Washington. Por su parte, Kadeer ha desmentido haber protagonizado las protestas aunque a su vez, a lanzado profundas críticas a las polítcas del gobierno que miran a desacreditar a la población uigur. El gobierno chino clasifica todos los actos de protesta, por parte de los uigures, como actos terroristas.

Se sabe que gritar contra el terrorismo es un acto al que muchos gobiernos recurren facilmente cuando se encuentran en dificultad ante una minoría étnica poco dispuesta a la asimilación, pero, en cambio, parece que esconda algo más. Pekín ha entendido la dimensión del problema uigur, ha entendido lo que las protestas y las represiones que se suceden significan no solo en territorio chino, sino también fuera de los confines nacionales. Hasta 1949, cuando china retoma el control sobre toda la región -después de haber vivido casi 20 años independientemente, con el nombre de Turkestán Oriental- el gobierno de Pekín observó el problema del área como un problema fundamentalmente interno. Como consecuencia, sin embargo, con la llegada de los años 80 y la República popular con las reformas post Mao, que pusieron fin al aislamiento chino, así como con el colapso soviético, la situación sufrió cambiamentos radicales. China adoptó un gradual proceso de integración en la comunidad internacional. Los desplazamientos entre China y los territorios de las neonatas repúblicas centroasiáticas han permitido la exportación de la causa uigur al exterior, así la inmigración legal y la no tan legal, por su parte, han impulsado a la creación de una vivaz diáspora uigur al exterior cuyo eco ha sido amplificado por los medios. En estas condiciones, parece difícil ignorar el papel que la comunidad internacional puede jugar en su propia esfera doméstica. De hecho, los países que acogen a algunas significativas comunidades uigures son aquellos que expresaron ciertas preocupaciones por lo sucedido en julio, a la cabeza, Turquía.

Turquía sobre Xinjiang, buenas intenciones...
Los vínculos entre Turquía y el Turkestán Oriental han sido estrechos desde siempre. Las dieciseis estrellas de la bandera presidencial turca representan los "estados turcos" que han visto la luz durante el curso de la historia, una de las estrellas hace referencia al estado Uigur que existió alrededor del siglo VIII. La lengua uigur es la más parecida al turco entre las lenguas habladas en Asia Central. La historia, que cuenta como los turcos llegaron originariamente a Anatolia desde Asia, consigue que la opinión pública turca sea muy sensible a los hechos de los uigures. Además las relaciones turco-uigures se colocan en el vacuo de las relaciones turco-chinas. Históricamente y justo antes de su derrumbamiento, el imperio otomano se enfrentó a los chinos para controlar el Turkestán meridional. Sucesivamente Ankara demostró simpatía ante la aparición del nacionalismo uigur, aunque de forma cauta. Las relaciones entre las dos ex potencias imperales se enfriaron durante la Guerra Fría y la Guerra de Corea, en las cuales ambos bloques chocaron abiertamente.

Por otra parte Turquía, desde 1950, dio asilo al líder uigur y a algunos refugiados que escaparon de China. Con el paso de los años introdujeron asociaciones y organizaciones de varias ordenes y géneros. Sin embargo, del lado de aquellos que desean preservar la cultural uigur, figuran también los que buscan sus objetivos de forma extremista, como la East Turkestan Liberation Organization (DKTO) y la East Turkestan Islamic Organization, aunque esta última permanece inactiva desde la muerte de su fundador en 2003. Así de fácil es para las autoridades chinas justificar las causas de terrorismo, como sucedió en abril cuando dos uigures fueron ajusticiados en Kashgar por haber colaborado en un atentado con el fin de sabotear los juegos olímpicos. Hasta el momento no se ha encontrado ninguna conexión entre dichas organizaciones y Al Qaeda. Por este motivo desde los años 90 Turquía se mantiene al margen de las presiones chinas. Detrás del apego que los políticos turcos tenían hacia los uigures, destacaba también el estima que les concedían a líderes como Isa Yusuf Alptekin, considerados como los antepasados de la embrionaria cultura turca, puesto que la caída de la URSS brindaba a Turquía la posibilidad de ejercitar su influencia, basada en la afinidad histórica, lingüística y cultural de la república centro asiática.

…o búsqueda de intereses
Sin embargo, los vínculos que convertían a Turquía en el hermano mayor uigur, ensombrecían los conflictos en las calles de Ürümqi, donde los oficiales chinos y turcos reforzaban sus propios acuerdos militares. En realidad, los tratados entre ambos países han ido aumentando en el curso de los últimos quince años, especialmente durante el transcurso del 2009. Si los contactos militares entre Ankara y Pekín se establecieron a principios de los 80, es a partir de la década sucesiva cuando Turquía se dirige a oriente por el comercio de armas. Cuando los Estados Unidos descubren que Turquía está usando sus armas para acabar con el movimiento curdo, paralizan el acuerdo. Motivo por el cual tiene lugar el primer tratado turco-chino promovido para el abastecimiento de misiles en 1997. En marzo del mismo año, el general Hasan Aksay, comandante de la academia militar turca, visita Pekín, lugar donde se acordó la posibilidad de incrementar la colaboración en terreno militar, procediendo conjuntamente tanto en el adiestramiento y la ejercitación de los ejércitos como en los proyectos de producción.

Dos factores fueron decisivos para que la política turca cambiara de rumbo en relación con los uigures. En primer lugar, el aumento descomunal de la economía china, que a su vez conllevaba a tener un poder militar y político sin precedentes (de hecho la noticia en la cual China supera a Alemania y se convierte por primera vez en el mayor exportador mundial, corresponde a estos días) con la consecuencia de toda una serie de ventajas económicas que Turquía no pudía ignorar. En segundo lugar porque China actúa en dos direcciones por una parte atacando Turquía cuando trataba los derechos de los uigures y por otra defendiendo a los curdos. Si preguntamos a Pekín, ¿cómo puede Turquía sostener el separatismo uigur y al mismo tiempo rechazar a los curdos? El resultado de la interacción de ambos factores sería reducir drásticamente las actividades propuestas por las asociaciones uigures en Turquía, que los uigures sean privados de los privilegios que disfrutan los ciudadanos como el alojamiento o el soporte financiero, de manera que muchas de estas asociaciones se trasladan al extranjero sobre todo a Alemania. Desde el punto de vista de las relaciones entre China y Turquía, el resultado fue una serie de declaraciones a nivel oficial donde Ankara enfatiza la idea de que Xinjiang forma parte del territorio nacional chino, sosteniendo plenamente la fórmula "One China".

EL 28 de junio, el presidente Gül afirmó, en una ponencia en la Universidad de Kinjiang, que los uigures representan el vínculo de amistad de las relaciones entre China y Turquía. Esta idea puede ser aceptada desde el punto de vista político pero errónea a nivel económico, puesto que durante la visita, ocho compañías turcas han realizado acuerdos comerciales con un valor total de 3.000 millones de dólares. Xinjiang, una de las regiones menos desarrolladas de China y punto de entrada de la mercancia turcar en los mercados chinos, podría convertirse al mismo tiempo en un forma para incluir la región en los mercados internacionales, diversificando las fuentes de inversión extranjera.

El espacio dedicado por los medios turcos a los hechos que se suceden en Xinjiang, demuestra abiertamente cuanto Turquía, no solo en la opinión pública, simpatiza con la causa uigur. Sin embargo, teniendo presente las inestables relaciones entre Turquía y los aliados de siempre, los Estados Unidos, y, por otra parte, también con el estado de Israel, incluso también los estancados vínculos con la UE -mientras avanzan las alianzas alternativas con los países de medio oriente-, en el futuro de Turquía parece fácil divisar una tímida y cordial amistad con el gigante chino, a quien es difícil decir que no, pero que también a perdido a los hermanos uigures.

lunes, 11 de enero de 2010

Teherán en el contexto sudaméricano

Mientras una nueva fase de negociaciones se sucede, y después del enésimo rechazo de la propuesta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) por parte de Teherán para el enriquecimiento del uranio en el exterior, y los nuevos encuentros internos, el presidente iraní Ahmadi-Nejad ha cumplido con las visistas oficiales en Sudamérica a finales del ya finalizado 2009; a una primera parada en Brasil, el 22 de noviembre, le han sucedido posteriores visitas en Bolivia y Venezuela. América Latina se está abriendo a la diplomacia iraní, a pesar de que Venezuela continúa siendo el principal aliado, Irán ha conseguido afianzar los vínculos también con los gobiernos de Bolivia y Nicaragua. Hasta el momento, Brasil no se ha unido, parece que tales relaciones no hayan preocupado a la comunidad internacional, pero las posibilidades de un duradero éxito iraní con los países latinoamericanos no se han clarificado aún. Por el momento, la República Islámica, con todo, sale victoriosa dado que los nuevos aliados le consienten mitigar el aislamiento y el poder salir del embargo financiero.

El pretexto tercermundista
A pesar de lo que pueda parecer, las relaciones entre Irán y los países latinoamericanos no nacen de la impetuosa necesidad de Teherán de gestionar de modo alguno las sanciones tomadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. En realidad, ha sido el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a tomar la iniciativa, organizando una cumbre entre América Latina y el mundo árabe en mayo de 2005 en Brasilia, con el objetivo de que las voces de los países del sur sean escuchadas en el forum y en las organizaciones internacionales, normalmente dominadas por los países del norte. El diálogo debería haber proseguido con la organización de otra cumbre, esta vez en Medio Oriente, pero hasta el momento no se ha realizado. Al frente de la hermética postura de otros países meridionales, Irán se ha propuesto como alternativa en el interior del mundo árabe, descubriendo en América Latina un aliado ideal sobre el cual abrir nuevos horizontes. Esta se ha situado como nuevo interlocutor en aquella región a nivel político, económico y a nivel de seguridad. A primera vista, estas dos áreas ideológicamente lejanas, comparten la misma visión estratégica de un futuro caracterizado por un mundo no unipolar, sino más bien, multipolar y por lo tanto, por una política de oposición según la hegemonía estadounidense, además de la ya citada importante precensia de los países del sur en el panorama geopolítico mundial. Con una gran cantidad de intereses geopolíticos y estratégicos en común, el pretexto tercermundista ha servido como base para prodigar sobresalientes ayudas económicas y de este modo, han entrado en Sudamérica centenales de millones de dólares iraníes que no han hecho más que consolidar las relaciones con los países del continente latino, permitiendo a la República Islámica de extender sus influencias hasta el jardín de casa estadounidense.

Preocupaciones en Washinton y en Tel Aviv

Es importante recordar como con solo la llegada al poder del presidente Ahmadi-Nejad, el gobierno iraní comenzó a perseguir el objetivo de extender su influencia a los países de América Latina, con el propósito de afianzar el bloque anti-americano, constituido principalmente por Venezuela, Bolivia y Nicaragua. El país khomeinista ha realizado nuemerosas estrategias sorprendentes en todo el continente sudamericano, desarrollando su iniciativa sobre tres corrientes. La primera es seguramente de base política, de hecho el viaje del presidente iraní ha sido organizado con el objetivo de saldar los ya estrechos vínculos con los brasileños, los venezolanos y los bolivianos, y para extender las uniones con otros países como Ecuador y Nicaragua. Por otra parte, esta cooperación parece ya evidente por el apoyo dado por estos a los países chiíes en el seno de las reuniones del OIEA. El ámbito económico, surge como directa consecuencia del aspecto político, se note que Irán es el segundo investidor en Venezuela, además está presente con diversas sociedades en toda Sudamérica y, gracias a la cooperación en diversos sectores sociales y económicos ha afianzado sus raíces comerciales en el continente. Por lo tanto, la dirección estratégica es la que más preocupa a occidente, se realiza mediante la construcción de un aparato clandestino, una infraestructura de Hezbollah que actúa en la región utilizando comercios lícitos e ilícitos para financiarse, reclutando así, los elementos locales. La organización tiene puntos estratégicos, como en las ciudades que limitan o en las áreas donde se presentan facilidades comerciales como la isla de Margarita en Venezuela, Ciudad del Este en Paraguay y Fox en Brasil. Lo que más asusta es la coordinación militar y la ayuda ofrecida por Teherán en Bolivia, Venezuela y Ecuador, para la reestructuración de los respectivos ejércitos.En toda América Latina se está verificando un aumento de la venta de armamentos en los últimos cinco años, de los 24 mil millones de dólares del 2003 a un 47 mil millones de dólares en el 2008. Los conflictos en la región han aumentado, el pasado 30 de octubre, después de la firma de un acuerdo de cooperación militar entre Colombia y los Estados Unidos, concediendo a esta última la posibilidad de utilizar siete bases militares sobre territorio colombiano. Washinton, por su parte, ha expresado su preocupación por la presencia iraní en América Latina y en particular por el aumento de diplomáticos iraníes, en los oficios comerciales y en las misiones políticas y culturales. Así, mientras los Estados Unidos continúan a exigir el respeto de las sanciones económicas impuestas contra Irán, los países sudamericanos sostienen la necesidad de exportar sus productos y de encontrar nuevos mercados. Incluso, en Israel, enemigo número uno del país chií, crece la preocupación ya que tradicionalmente Sudamérica forma parte de la esfera de influencia estadounidense (indudablemente aliado estratégico más importante a nivel internacional para Tel Aviv) mientras que, al contrario, en los últimos años, Washington e Israel parecen haber perdido gran parte de su importancia. Recordar a este propósito, la dura condena que los países latinoamericanos han convocado, el pasado mes de diciembre, en relación a los ataques israelíes contra Gaza a los que han continuado la expulsión de los embajadores israelíes de Venezuela y de Bolivia.

Gracias a la alianza con Venezuela, Irán alcanza a persuadir a otros estados sudamericanos

El sustento de la política latinoamericana de Ahmadi-Nejad no es otro que la formación de un acuerdo antiamericano con Venezuela. La shuttle diplomacy entre los dos presidentes ha iniciado en junio de 2006 y tras solo un año de su primera visita, Ayatollah khamenei, guía suprema del país, concedió una audiencia al presidente Chávez, posibilidad concedida solamente, a un pequeño grupo de personalidades de la política rigurosamente ligadas a las relaciones con Irán. De esto se evidencia el estrecho vínculo entre los dos estados, tanto que se ha establecido un vuelo de línea directa entre Teherán y Caracas. Desde el punto de vista económico, la pareja Irán-Venezuela, presenta numerosos temores si se considera que los dos países se colocan al tercer y al sexto puesto, respectivamente, de la clasificación de las reservas de petróleo para un total de 235.580 millones de barriles. Debido a la obtención de la coordinación entre estos dos países en el interior del OPEP, las preocupaciones han crecido, en contraposición de lo que sucede con algunos países árabes, como Arabia Saudí, que se bastan de la petición americana de aumentar la producción y de bajar los precios. Además, la compañía petrolífera PDVSA, empresa estatal venzolana, ha anunciado la realizaicón de un proyecto de producción petrolífero conjunto con Irán y Venezuela en la parte oriental del país latino, con el fin de llegar a sumar un total de 4 millones de dólares. Si bien existen algunos rumores en relación a la posible extracción de uranio venezolano por parte de Irán, no se ha confirmado que actualmente Venezuela está extrayendo uranio de sus reservas. No existen ni siquiera cifras exactas de la suma de sus reservas de uranio. En cambio, Irán ha concluido ciertos acuerdos de cooperación en el delicado sector nuclear con Venezuela, emergiendo tráficos poco claros, un juego triangular, que incluían incluso a Siria.

El vínculo entre Teherán y Caracas se hace cada vez más fuerte en cada encuentro. Desde la visita de Chávez a Teherán en 2006, los dos países han firmado 300 acuerdos de cooperación en diversos sectores. Por otra parte, la posición adoptada por Venezuela ha siempre sostenido el derecho de Teherán a poseer la tecnología nuclear como objetivos civiles, posición irrelevante, dado que incluso algunos estados mediorientales (arabes) no han votado a favor de Irán, debiendo posteriormente, afrontar la preocupación en el interior de los respectivos países. Venezuela, inicialmente, ha sido el único estado, seguido de Bolivia, que ha permanecido al lado de Irán, cortando sus relaciones con Israel, tanto en la guerra libanesa del 2006 (guerra de los treinta y tres días) como en la ofensiva lanzada contra Gaza los pasados meses de diciembre y enero (Operación Plomo Fundido). Finalmente, Caracas ha contribuido decisivamente en la expansión de la influencia iraní en el continente sudamericano, reforzando los vínculos con Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Bolivia representa la segunda parada del viaje de Ahmadi-Nejad a América Latina. Han sido suficiente unas pocas horas, para que el jefe de estado medioriental reforzara la alianza con su homólogo Evo Morales. Del encuentro sobresale, además de la firma de un documento conjunto para la utilización y el incremento de la energía nuclear con objetivos pacíficos, una serie de acuerdos en el campo sanitario, económico e industrial. Las ayudas para desarrollar el sector agrícola, la industría ligera y los yacimientos mineros han alcanzado los mil cien millones de dólares, siendo esta una cifra similar la concedida también a Nicaragua. Así, Bolivia y Nicargua son los principales beneficiarios de la generosidad iraní en el continente latino, Teherán ha financiado con un valor de 350 millones de dólares, la construcción de un puerto nicaragüense. En cambio, los dos países sudamericanos han abierto en sus respectivas capitales embajadas iraníes, tanto que a Managua, la iraní es la más grande representación diplomática de la ciudad.

Las nuevas alianzas que gradualmente se van consolidando con Sudamérica, no han alarmado excesivamente a los mayores antagonistas del régimen chiíta, o bien a Israel y los Estados Unidos, hasta el momento en que se ha producido un nuevo vínculo con Brasil, el mayor país de América Latina y quinto al mundo de superficie: un gigante en vías de desarrollo. Ya el pasado mes de septiembre, durante su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Lula apoyó las actividades iraníes para le desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos, posición que se ha confirmado el 24 de noviembre durante el encuentro con Ahmadi-Nejad, en el que se ha rebatido que es inútil y contraproducente aislar a Irán, y en la que se ha añadido que, con el fin de garantizar la estabilidad en Oriente Medio, el diálogo es fundamental. El presidente brasileño ha exhortado al homólogo iraní a encontrar una solución eficiente al problema del controvertido programa nuclear. Concretamente, el objetivo de Teherán y Brasilia es el de aumentar la diversificación de los intercambios comerciales, de hecho hasta el momento, la República islámica ha vendido a Brasil productos del sector petroleoquímico, y ha importado a su vez, productos alimenticios. Según los americanos, Teherán estaría interesada en las reservas de uranio sudamericano y Brasil, cuanto afianzado de las consideraciones de la Word Nuclear Association, se sitúa al séptimo puesto de la clasificaicón de las reservas mundiales de uranio, con una suma de 278.000 toneladas. No olvidando le papel del tercermundo, Amhadi-Nejad aspiraría a alzar el nivel de los intercambios con Brasil, de la actual suma de mil millones hasta los 15.000 millones de dólares.

A pesar de que el gobierno de Ahmadi-Nejad haya conseguido construir alianzas fuertemente consolidadas en el continente latino, las posibilidades de un duradero éxito iraní, son pocas ya que las relaciones con los países latinoamericanos se basan sobre las ayudas económicas más que sobre una solidariedad ideológica. Con esto no se quiere afirmar que no exista una visión común estratégica, sino que pueda durar cierto tiempo, siendo por el momento mayormente de naturaleza coyuntural que estructural.Aún, los nuevos aliados comerciales han permitido a Irán salir del embargo financiero, mitigando el aislamiento en el que se encuentra. De todo lo dicho, parece mejor profundizar en la tesi alarmísticas según esto, Teherán colabora con los estados sudamericanos, Venezuela principalmente, para destabilizar a Colombia o lanzar ataques contra los intereses americanos. Las intenciones iraníes-latinas no son las de provocar una crisis, sino en crear una válida alternativa la unipolarismo estadounidense para tener una mayor consideración sobre el plano internacional. El hecho de que el resto del mundo esté atemorizado por esta unión es ya una victoria. El presidente iraní fue recivido en Brasil, Bolivia y Venezuela con todos los honores que se reservan a un jefe de estado, obteniendo en parte, la legitimidad internacional que le ha faltado tras las numerosas protestas desencadenadas tras su reelección. Todo esto es un resultado más que irrelevante.

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