martes, 19 de enero de 2010

integración en el Golfo Pérsico

El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG) están atravesando una fase difícil en su proceso de integración, que finalizaría con la creación de una unión monetaria. Son demasiadas las cuestiones a resolver para llevar a cabo la propuesta unión, principalmente se trata de los parametros que deben usar para entrar en ella, las decisiones respecto al anclaje de la nueva moneda en el dolar y los cambios que deben adoptar. El próximo problema está constituido por la deserción de Omán y los Emiratos Árabes Unidos del proyecto. La prescripción fijada para 2010 resulta difícil de respetar, a pesar de que las perspectivas para la realización del proyecto se auguran positivas.

A partir de su creación, en mayo de 1981, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico, formado por Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, ha avanzado notablemente hacia la integración, hasta llegar al umbral de la creación de la moneda única.

Hacia una integración progresiva
El objetivo de una profunda integración regional reside en la carta de fundación del CCEAG según la cual, "los estados miembros buscarán la forman de coordinar sus políticas financieras, monetarias y bancarias además de profundizar en la cooperación de diversos sectores". A partir de 1981, el camino hacia una integración progresiva impulsó a la constitución, en 1983, de un Tratado de Libre Comercio que supuso un aumento seis veces mayor en los intercambios entre los países del consejo. Posteriormente, con el cumplimiento de la Unión Aduanera de 2003, los resultados pertenecientes al comercio interregional superaron las espectativas, ya que aumentaron un 20%. En 2008 activan el Mercado Común del CCEAG, que garantiza un acuerdo nacional con todas las empresas y los ciudadanos de cada estado miembro. En este momento, el siguiente paso para obtener una mayor integración es la creación de la unión monetaria, la cual fue prevista, originariamente, para el año 2010.

El acercamiento del CCEAG a la integración económica, es decir, a la creación de la moneda única, es posible por la relativa homogeneidad que existe entre los países miembros en términos de cercanía, extensión, oscilación del output, tasas de inflación, estructura de los intercambios, alto nivel de capital entre regiones y la elevada flexibilidad del mercado de trabajo, a los cuales se añade la lengua en común y los legados culturas y políticos afines. Los seis países comparten la misma estructura macroeconómica, las mismas formas de government revenue (proveniente de las exportaciones de gas y petróleo) y están implementando los planes de reestructuración concentrados en las liberalicación y la diversificación. Además los miembros del CCEAG han conseguido muchos progresos sobre todo al armonizar las leyes nacionales, las regulaciones y las estructuras de vigilancia bajo la propia industria financiera. Por estas razones, una política monetaria centralizada y un acuerdo estable en materia fiscal tendrían muchas posibilidades de funcionar en esta región.

Entre las ventajas de la unión monetaria se encuentran, la reducción de costes ante las transacciones de divisa externa, la eliminación del riesgo de devaluación ligado a la tasa de cambio, el aumento de la transparencia en los precios y, en consecuencia, el aumento de la competitividad. La moneda única tendría un fuerte impacto sobre el sector financiero apoyando la eficiencia de los costes y reduciendo el riesgo de los financiamientos a causa de la desaparición de la tasa de cambio. Además, después de crear la unión monetaria, podría justificarse, como ocurrió con el modelo de integración de la Unión Europea, un excedente político que impulsará la creación de una entidad homogénea, expresándose de forma unánime también en política externa, concendiendo un mayor peso político internacional a esta región.

Aún existen ciertos aspectos que obstaculizan la unión monetaria. A pesar de las diversas actividades realizadas por los países del CCEAG en los años precedentes, con el fin de alinear sus políticas económicas, ha quedado un sustancioso gap entre los déficit públicos de los diversos países. La creación de una moneda única llevaría a una restricción arbitraria de las políticas nacionales de la deuda pública y del control de la tasación así como de los programas de gasto público. Los parámetros que se presentan para la posibilidad de la entrada en la unión monetaria son en cierto modo difíciles de alcanzar y sobre todo, de mantener. De hecho, en línea con los criterios de Maastricht, la entrada dependería de que el déficit en el presupuesto de cada país sea inferior al 3% del PIB, que la deuda pública sea inferior al 60% del PIB y de que cada país posea una reserva externa en abundancia por un periodo de cuatro meses de importación. De cara al frente monetario, la inflación no debe exceder más del 2% la media ponderada de la tasa de inflación de los seis países, mientras la tasa de interés no debe exceder más del 2% la media de los tres países más privilegiados.

Problemas en la creación de la Moneda Única: la cuestión del "dollar peg" y la salida de Omán y EAU
Además de los argumentos tratados en contra de la creación de la unión monetaria en el momento establecido, es fundamental examinar dos cuestiones particulares que se relacionan con la tipología de la tasa de cambio que vendrá aplicada a la nueva moneda, así como la contraria posición de algunos países a la creación de la moneda única. En cuanto a los cambios esperados, es sobre todo necesario constatar el actual anclaje al dólar en cuestión de cambios fijos de las divisas de los seis países del CCEAG, a partir de 2003. Todavía, la actual transformación de las economías de los países del área hacia economías más orientadas a bienes de intercambio no petrolíferos y a los servicios, unido a un probable aumento de la diversificación transnacional, depone a favor de una mayor flexibilidad de las tasas de cambio a largo plazo ya que de este modo, sería más fácil restablecer la competitividad de los bienes de intercambio no petrolíferos en caso de grave choque económico.Por otra parte, otra dificultad que se presenta en la creación de la Unión Monetaria deriva de la deserción de dos de los miembros del CCEAG: Omán y los Emiratos Arabes Unidos. Omán se ha retirado del proyecto a causa del conflicto de intereses en la futura elección de la tipología de la tasa de cambio para la moneda unificada. La estrategia económica de diversificación del país, de hecho, puede ser mejor que una moneda relativamente débil, además de que también el sector turístico del país resultaría menos atrayente. El problema más peligroso que debe afrontar Omán es la grave pérdida en términos de comercio con los países del CCEAG desde el momento en el que la nueva moneda viniera adoptada, debiendo afrontar altos costes de transacción y riesgos relativos a la tasa de cambio. Otro punto que podría incidir negativamente en la creación de la unión monetaria es la posición de Arabia Saudita, ya que ha anunciado la deserción del proyecto desde el inicio del año, en desacuerdo con la decisión de colocar la banca central regional en la capital saudí, Riad, y no en uno de sus siete emiratos.

Dada esta situación es lícito preguntarse si el proyecto de construcción de una unión monetaria entre los países del CCEAG está aún en grado de afrontarse o bien, se encuentra destinado a un difinitivo naufrágio. Cierto es que la fecha fijada para su entrada en vigor, parece por el momento, no conciliar con las problemáticas expuestas, a las que aún no se ha propuesto una solución. Existiendo aún, fuertes obstáculos para su creación, podría ser posible llegar a encontrar soluciones alternativas. En relación al régimen de las tasas de cambio, una alternativa probable que cumple con la exigencia de cambios fijos y flexibles parece centrarse en un régimen de tasas fluctuantes con una cesta de monedas trade-weighted.
En cuanto al Banco Central, la no constitución de esta moneda para el año 2010 podría ser sustituida por la creación de un Common Monetary Council, paso preventivo a la creación de la institución central. Así, siendo Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y Bahréin los únicos cuatro países proximos a entrar en la unión monetaria, los paralelismos con la Unión Europea (donde la moneda única fue creada sin la inclusión del Reino Unido, Dinamarca ni Suecia) sugieren la posibilidad de cumplir con el proyecto sin la aprobación de Omán ni los Emiratos Arabes Unidos.
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David Martínez Hernández
CIAP GALMA
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El Centro de Investigación y Análisis Político GALMA es un organismo dedicado a brindar asesoría en temas políticos y sociales, proponiendo esquemas de actualización, comunicación y vinculación para facilitar la toma de decisiones en los ámbitos público y privado.
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