martes, 5 de enero de 2010

Escenario latinoamericano en el 2010

Durante el año que se inicia, la política latinoamericana de Washington buscará recomponer las expectativas abiertas al comenzar 2009 y que se fueron diluyendo a lo largo del año. Tres son los problemas planteados al comenzar 2010: las diferencias respecto a la solución de la crisis de Honduras, el uso de las bases militares colombianas por parte de EEUU y la presencia de Irán en la región. Los cuatro países latinoamericanos del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), al igual que los cinco del ALBA (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua), mantienen la posición de no reconocer al gobierno hondureño, y el uso de las bases colombianas por parte de tropas de EEUU divide a la región en tres: Quienes condenan el hecho (los países del ALBA), quienes lo critican (los del Mercosur) y los demás que lo aceptan. La creciente tensión fronteriza entre Colombia y Venezuela dará al uso de estas bases significación político-estratégica durante el año que se inicia. La alianza política de Irán con los países del ALBA, fuertemente cuestionada por Hillary Clinton al finalizar 2009 en los casos de Venezuela y Bolivia, junto con la posición de Lula, quien recibió al presidente iraní, generan una tercera diferencia entre Washington y la región, donde aparecen nuevamente tres posiciones: los países aliados a Irán (ALBA), los que tiene buenas relaciones (Brasil) y los demás, que optan por mantenerse al margen de esta compleja relación. Este es el tercer desafío para la política latinoamericana de EEUU.  

Pasando a México, el desafío central es el narcoterrorismo y en América Central se destaca la elección en Costa Rica, las secuelas de la crisis de Honduras y el régimen cubano, que no parece dispuesto a flexibilizarse. El Presidente Calderón ha iniciado la segunda parte de su mandato de seis años habiendo perdido la mayoría en el Congreso, pero manteniendo buenos niveles de popularidad. La recuperación de la economía a la par de la estadounidense y la reforma política propuesta por el Presidente, son dos cuestiones centrales. Pero la lucha contra el narcoterrorismo es lo más relevante que pondrá a prueba su gestión durante 2010. En América Central, la normalización de Honduras será un tema fundamental; también lo será la importante elección presidencial que se realiza en febrero en Costa Rica (la democracia más estable de la subregión), mientras que el crimen organizado (maras) es un desafío muy importante en Guatemala y El Salvador, cuyo Presidente de izquierda (Funes) seguirá identificado con el proyecto de Lula y no con el de Chávez. Panamá continuará siendo un aliado firme de Washington en la subregión y Nicaragua, en el otro extremo, la presencia del ALBA. La crisis económica, que ha afectado a Cuba más que a los demás países de América Latina, hará que el régimen castrista postergue medidas de flexibilización política.  

Siguiendo con la región andina, Chávez, Morales y Correa continuarán su postura anti-EEUU, Uribe puede ser electo por tercera vez y en Perú Alan García mantendrá la gobernabilidad pese a su baja popularidad. Los tres países de la subregión que integran el ALBA posiblemente radicalicen su posición. El Presidente boliviano ya ha comenzado a hacerlo apenas fue reelecto en diciembre, Chávez lo está haciendo confrontando con Uribe (quizás buscando neutralizar las dificultades económicas y la baja en la popularidad), y Correa también lo hará, al enfrentar una oposición por izquierda proveniente del movimiento indigenista. Por su parte, el presidente colombiano buscará concretar el postergado TLC con EEUU, mientras profundizará las acciones contra las FARC y mantendrá una posición firme frente a la tensión fronteriza con Venezuela, buscando ser electo por tercera vez en mayo, aunque sigue siendo todavía incierta la constitucionalidad de su intento. En Perú -la economía sudamericana con mejor desempeño en los últimos cinco años- la popularidad del Presidente Alan García seguirá siendo baja, pero ello no alterará su política próxima hacia Washington tanto en lo estratégico como en lo económico. La tensión con Chile por el conflicto del límite marítimo es un tema abierto para 2010.  

En cuanto al Cono Sur, tiene lugar la elección presidencial en Brasil, la segunda vuelta en Chile, asume el nuevo Presidente en Uruguay, Paraguay seguirá inestable y Argentina con tensión entre los poderes. El primer domingo de octubre tiene lugar la elección presidencial en Brasil, que seguirá actuando como el único actor global de la región. Al comenzar el año, el candidato opositor (Serra) lleva 14 puntos de ventaja sobre la oficialista (Rouseff). Lula es el Presidente más popular en la historia de Brasil, pero puede suceder lo que ha tenido lugar en Chile, donde Bachelet también termina como la Presidente más popular en la historia del país, pero no logró que el candidato oficialista (Frei) tuviera un buen desempeño en la primera vuelta de la elección presidencial. Es así como el opositor de centro-derecha (Piñera) lleva 5 puntos de ventaja para la segunda vuelta que se realiza el 17 de enero. En Uruguay asume al iniciarse 2010 el Presidente electo (Mujica), un ex guerrillero que representa el ala más izquierda de la coalición gobernante. Manejar las tensiones dentro de ella es el primer desafío que enfrenta. En este caso, el Presidente Tabaré Vázquez también termina como el más popular en la historia del país, pero logró transmitir su apoyo al candidato oficialista. En Paraguay, el Presidente Lugo inicia el año debilitado y sin lograr disipar del todo la posibilidad de una crisis institucional. En el caso de Argentina, la Presidente Cristina Kirchner es la de menor popularidad de America Latina y tendrá que gobernar ahora sin controlar el Congreso y con una Justicia más independiente. Es posible que su marido y líder del oficialismo -el ex Presidente Kirchner- radicalice más su postura en la dirección del modelo chavista.  

En conclusión: durante 2010 la política latinoamericana de Washington tendrá que recomponer las divisiones provocadas en la región por la crisis de Honduras, el uso de las bases colombianas y la presencia de Irán; México enfrentará el desafío del narcoterrorismo como prioridad, América Central superará los efectos de la crisis hondureña y Cuba no avanzará hacia mayor democratización; Venezuela, Bolivia y Ecuador pueden acentuar su posición anti-EEUU, Uribe presionará para obtener su tercer mandato y en Perú se mantendrá la gobernabilidad, pese a la baja popularidad de García, y el oficialismo puede perder la elección presidencial en Brasil y también en Chile, mientras Uruguay enfrentará el desafío de la cohesión oficialista y Paraguay y Argentina el de gobernabilidad.




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