lunes, 27 de febrero de 2012

China hace temblar al mundo

Por Carlos Luppi (*)

Tanto se ha convertido en el garante de la economía mundial (e incluso de su estabilidad política), que cualquier temor sobre su situación hace temblar al resto del mundo. Está procesando muchos cambios, y rumores que circulan en los pasillos del poder quitan el sueño a más de uno.

En mayo de 2011 Daniel Barrios difundió la que fue, acaso, la noticia económica más importante del año: debido a la alta inflación, China había resuelto enlentecer un 30% el ritmo de crecimiento de su economía, lo que supondrá un resfriado global , concluyendo que sería aconsejable que todos (Brasil per primis y Uruguay incluído), se recetaran una buena dosis de antigripales.

Esta novedad que se viene cumpliendo puntualmente, con impacto en los mercados rozagantes de América Latina, el convaleciente de Estados Unidos, y los languidecientes de Europa - debía haber alarmado a todo el ámbito económico uruguayo, pero éste (con honrosas excepciones) se divide en bandos irreconciliables para los cuales la discusión interna es primordial.

 

Un Año del Dragón con novedades

Volviendo a la segunda superpotencia mundial, primer exportador y segundo importador global (acaso deberíamos hablar del conjunto EEUU China), el flamante Año del Dragón trae varias novedades: la primera es que efectivamente, aunque poco, cayó el ritmo de crecimiento del PIB chino, que pasó de 10,4 % en 2010 (U$S 10,09 billones, tomados a Paridad de Poderes de Compra), a 9,2% en 2011, y se prevé que sea 8,5 % en 2013, en un aterrizaje suave bien planificado. Esa variación afectará mucho al resto del mundo y así lo ratificaron el informe anual de la ONU, y el documento Incertidumbres y vulnerabilidades 2011 2012 del Banco Mundial, que prevé un crecimiento de la economía mundial de apenas el 2,5% para el año en curso, y señala que Uruguay crecerá un 4% en 2012, contra el 7% de 2011.

Todos los diagnósticos responsabilizan en primer término al comportamiento ruinoso de la Zona Euro, pero detrás vienen la débil recuperación de los EEUU (que crecería 2,1% en 2012 y 2,5% en 2013, lo no es poco ni suficiente), y la ralentización de la demanda de los países emergentes , que en buen romance- se refiere a la desaceleración de China y, en menor medida, a la de Brasil. Según el JPMorgan Chase, China aportó casi el 12% del PIB agregado mundial, y un tercio del crecimiento mundial .

Con apenas el 9,2% de crecimiento (que aleja también el peligro de recalentamiento de la economía), las plegarias de Occidente incluyendo América Latina- parecen haber dado resultado y las bolsas subieron.
Pero la disminución del crecimiento del PIB no es la única novedad que tenemos en el gran Imperio del Oeste.


Cambios políticos y revolución cultural

En 2013, el Ing. Hu Jintao cederá su cargo de Presidente y Secretario General del Partido Comunista Chino a su Vicepresidente, Ing. Quím. Xi Jimping (1953), también vice de la Comisión Militar Central y miembro del Comité Central del P.C. Ch.

Hu protagonizó el mandato de mayor crecimiento (en términos económicos y en importancia política, gracias a la Crisis Global 2007 2010), y es el padre de la gran reforma destinada a potenciar el mercado interno mediante la inclusión de 800 millones de campesinos que estaban bajo la línea de pobreza. Según el Banco Mundial, entre 1981 y 2004, el número de pobres disminuyó en China en 500 millones de personas. Su nombre ya estaba en la historia, pero acaba de agregar a su legado una serie de medidas para estimular la gran cultura china , en detrimento de la occidentalización , identificada con Internet, las redes sociales, los programas de entretenimiento (como reality shows), y la exaltación del lujo y el consumismo.

Las mismas ya están siendo implementadas, y se buscará minimizar el ingreso de expresiones culturales occidentales, especialmente aquellas de mal gusto . No cabe duda que esto generará choques de todo tipo, pero es difícil calibrar su futuro en un mundo globalizado y donde los productos de lujo tienen uno de sus principales mercados precisamente en China.

Ahora bien, la influencia china se extiende a mucho más de los 1.330 millones de habitantes, y se expande por el mundo. Una cultura tan antigua, rica y poderosa, sin duda siente la obligación de no dejarse avasallar por la occidental, así como lo hace el Islam. Estamos ante otro fenómeno de la globalización.

 

¿Hay una burbuja inmobiliaria en China?

El sólo recuerdo de la Crisis subprime, la instancia que precipitó la Crisis Global 2007 2010, llama al terror en EEUU o Europa. Pensar que algo similar pueda ocurrir en China en momentos en que todos los organismos multilaterales anuncian recesión global para 2012- convoca directamente al pánico. Veamos.

Los bancos HSBC y Standard Chartered, citados por The Guardian, señalan su preocupación por una creciente burbuja inmobiliaria , la aún no suficiente amplia base de consumo y ahorro doméstico y, naturalmente, la desaceleración de la demanda de la Zona Euro, que frena la producción industrial y las exportaciones, y podría provocar un aterrizaje forzoso , de gran impacto mundial.

La actividad industrial china viene cayendo sostenidamente desde noviembre según The Financial Times, que señaló que si el índice de actividad (que está en 47% por caída de demanda externa), se mantiene por debajo de 50 hay contracción severa. China ha respondido, keynesianamente, rebajando los encajes exigidos a los bancos, es decir, liberando dinero. Con respecto a los inmuebles, The Guardian señala que los precios están cayendo rápidamente en ciudades importantes y que, por ejemplo, los de las casas nuevas en Beijing cayeron un tercio en noviembre pasado. Comenta que hay un exceso de apalancamiento crediticio, y que según el FMI los préstamos duplicaron su participación en el PBI desde 2006. Agrega que hay preocupación por las carteras de deuda de las instituciones financieras.

En noviembre un informe de Al Jazeera mostró ciudades fantasmas que han aparecido en China igual que en EEUU y Europa, pero esto puede estar vinculado a las grandes transformaciones derivadas del programa de inclusión de campesinos. Como se sabe, el formidable crecimiento de China durante tres décadas fue necesariamente desigual (100 millones de ricos, 230 millones de clase media y 800 millones de campesinos), se reflejó en migración hacia las grandes ciudades, y naturalmente en un aumento de precios que se estima llegó al 800% en Beijing en los últimos 9 años, y en el crecimiento de una oferta que fue estimulada por la gran liquidez bancaria. A pesar del programa de inclusión y de restricciones del gobierno chino para frenar la especulación, existirían 64 millones de casas que no encuentran compradores, cifra que supera los resultados de las burbujas inmobiliarias de EEUU y Europa.

Las limitaciones al crédito no frenaron la acción de los promotores e incluso de los gobiernos locales, que dependen de los impuestos a los bienes raíces.

A fines de diciembre, Paul Krugman terció en el tema con un artículo que alarmó al mundo. En él afirmó que poco a poco emerge un nuevo punto de peligro en una economía mundial que es lo último que necesita , y comparó la situación económica de China con la de Japón en los ´80 (comienzo de su largo estancamiento), y de EEUU en 2007, cuando deflagró la Crisis Global. Su conclusión es que puede ser que el sistema financiero chino esté cercano a un colapso colosal. Señala que buena parte del crecimiento reciente estuvo vinculado con un gran boom de la construcción, alimentada por un alza constante de los precios, con signos de burbuja , y agrega que hubo un rápido crecimiento del crédito, parte del cual tuvo lugar ( ) a través de una banca desregulada y sin garantía estatal . Afirma con dureza que hoy esa burbuja está estallando y hay razones para temer una crisis financiera . Los datos oficiales son alarmantes .

Señala similitudes con los casos de EEUU y Japón, y su poca confianza en los funcionarios gubernamentales. Finaliza diciendo: Espero ser innecesariamente alarmista. Pero es imposible no preocuparse: la historia de China suena muy parecida los colapsos que hemos visto. Y la economía del mundo, que ya padece el desastre de Europa, no necesita un nuevo epicentro de crisis .

Esperemos que, por una vez, Krugman no acierte en sus afirmaciones, y China siga siendo el puntal de la economía mundial mientras EEUU y Europa se recuperan.


Hacia un capitalismo a la china

Mientras EEUU y Europa ven con resignación su pérdida de la supremacía mundial y el mundo se prepara para el fin del euro, los países del BRICS, encabezados por China, aumentan su importancia.
En diciembre, el ex economista jefe del FMI y actual profesor de Harvard, Kenneth Rogoff, escribía, refiriéndose a las discusiones sobre el eventual fin del capitalismo por la Crisis Global, que las única alternativas al paradigma anglo estadounidense ( que hoy carece de sostenibilidad ), son otras formas del mismo modo de producción, y que se afirma que el capitalismo darwinista chino, con empresas exportadoras que trabajan en ambiente de encarnizada competencia, débil red de seguridad social y gran intervención gubernamental, es el heredero inevitable ( ) aunque sólo sea por el gran tamaño de la economía china y su tasa de crecimiento desmesurada.

Agregaba que, con todo, el sistema productivo chino evoluciona continuamente ( ) y no está claro cuánto más seguirán transformándose las estructuras políticas, económicas y laborales chinas ( ) . Concluía en que en cualquier caso, a China todavía la afectan vulnerabilidades económicas, ambientales y sociales comunes a un país subdesarrollado, de bajos ingresos y rápido crecimiento . Estas consideraciones del reconocido economista enriquecen un debate sustancial. ¿Cuál será la formación económico social dominante en el siglo XXI? ¿No ha servido para nada que cayeran en el descrédito total los paradigmas del neoliberalismo e incluso del liberalismo económico clásico, gracias a la Crisis Económico Global 2007 2010, cuyas consecuencias se prolongan y agravan hasta la actualidad?

El modelo darwinista chino ha barrido con los Estados de Bienestar en Europa y América Latina, y fomentado los proteccionismos que, por ejemplo, están desgarrando actualmente el MERCOSUR, gracias a exportaciones abaratadas por el uso abusivo del recurso humano y ambiental, pero él mismo está sujeto a transformaciones impredecibles, fruto de las últimas grandes decisiones del Partido Comunista Chino. Ante este conjunto de hechos, que involucran, no olvidar, el retorno en triunfo de Karl Marx y John M. Keynes a la discusión y la praxis, surge una pregunta acuciante:¿Cuáles y cómo serán los partidos e intelectuales de Izquierda que den la batalla por las grandes utopías solidarias de la Humanidad?

El tiempo apremia, porque todo parece indicar que será de modalidad darwinista china el capitalismo que nos espera.

 

 (*) Periodista

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