martes, 9 de agosto de 2011

Un planeta con cifras contradictorias

Bernardo Kliksberg (*)

¿Sabe Ud. cuánto se gasta en armas en el mundo?. Más de un millón y medio de dólares por segundo. Hay más de mil millones de personas con hambre. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dice que la deficiencia de micronutrientes hace a las personas más susceptibles a las enfermedades infecciosas, perjudica el desarrollo físico y mental, reduce la productividad laboral y aumenta el riesgo de sufrir una muerte prematura . Con solo 25 centavos de dólar se puede dar una taza de alimentos con todos los nutrientes necesarios para un día. Con el 10% del gasto en armas se podría eliminar el hambre.

800.000 personas, la gran mayoría de ellos niños menores de 5 años de edad, mueren anualmente por malaria. Una red mosquitero tratada con insecticidas podría salvar a gran parte. Vale menos de 5 dólares. La Organización Mundial de la Salud pidió en el 2010 a los países ricos, 6000 millones de dólares para enfrentar la malaria. Solo le aportaron, menos de la tercera parte 1800 millones.

Fallecen en el mundo por año, 8.100.000 niños por causas prevenibles, vinculadas a la pobreza, y 350.000 madres durante el parto o el embarazo. La diferencia de esperanza de vida entre una madre de un país pobre, y una de un país rico, es de 35 años.

La inversión en salud pública es fundamental. No es cuestión solo de tener recursos, sino de priorizar a la gente. Entre los países con mayor mortalidad infantil del planeta, se hallan Guinea ecuatorial, país petrolero, donde mueren 90 niños por cada 1000 nacidos vivos, el presupuesto de salud, es solo 1.9% del Producto Bruto. En Mymar mueren 63.4 de cada 1000 y dedica a salud solo el 1.9% del Producto Bruto. Son dos férreas dictaduras. Algunos de los principales países petroleros del mundo también autoritarios, tienen una inversión en salud a gran distancia del 6% que pide la Organización Mundial de la Salud. Es en Kuwait 2.2% del PBI, Emiratos Arabes Unidos 2.7%, Arabia Saudita 3.4%, Barhaim, 3.7%.

Es posible hacerlo diferente. Costa Rica, tiene cero gasto en armas. Invierte en salud 6.6% del PBI. Toda la población está protegida. Tiene tasas de mortalidad materna e infantil, al nivel de las mejores del mundo. Entre otros, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, han subido fuertemente en los años recientes sus inversiones en salud, y educación, y mejorado significativamente las tasas.

¿Se puede pedir a las empresas ayuden en esto?. Desde ya, por primera vez un laboratorio de punta, Gilead Sciences anunció que entregaba a una agencia pública internacional de patentes medicinales, las licencias para usar sus nuevos medicamentos contra el SIDA, que mejoran fuertemente la prevención y el tratamiento. Con ello podrán llegar a los países más pobres que son los más afectados.

No tienen por qué seguir pereciendo niños y madres, en pleno siglo XXI por hambre, malaria, falta de cobertura médica, y pobreza. Ya el texto bíblico proclamaba No desatenderás la sangre de tu prójimo .


(*) Presidente de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial integrada por 220 Universidades de 21 países.
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