miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los tesoros culturales más extravagantes

Max Strasser y Mohammad Sagha son investigadores de FP

¿Son elementos vitales del Patrimonio de la Humanidad el queso brie y las baguettes, el chile y la tortilla de maíz? Recientemente, la Unesco, la organización de la ONU dedicada a la cultura, añadió la experiencia gastronómica francesa y mexicana a la lista mundial de tesoros intangibles. Estos son 10 de los fichajes más chocantes de la lista.

Festival de lucha de Kirkpinar
País: Turquía

¿De qué va? Una vez al año, los hombres turcos se reúnen en la ciudad de Edirne, en el oeste del país, se ponen sus mejores pantalones de piel de búfalo resistente al agua, se embadurnan de aceite de oliva y pelean sobre la hierba. El ganador del torneo, que se celebra cada verano desde hace casi 650 años, es declarado baspehlivan  o luchador líder. Pero no se trata sólo de forcejeo y manchas de césped. Acuden miles de personas de todas partes de Turquía para disfrutar de la música, la poesía y los desfiles, además de asistir a este antiguo y grasiento espectáculo deportivo.

La resolución de la Unesco dice que el festival está “fuertemente enraizado en la comunidad como un símbolo de la identidad y la continuidad, el cual enaltece las virtudes de la generosidad y la honestidad y fortalece los vínculos de sus integrantes con la tradición y la costumbre, contribuyendo a la cohesión social y la armonía”. Pero desde fuera da bastante grima.

La procesión de danzantes de Echternach
País: Luxemburgo

¿De qué va? En toda Europa, el martes después de Pentecostés está señalado de muchas formas, incluso con reuniones de oración y servicios religiosos especiales. Pero en la ciudad de Echternach, cerca de la frontera de Luxemburgo con Alemania, lo que hacen es bailar. Los orígenes de la procesión danzada son confusos -puede que fuera una adaptación de las tradiciones paganas-, pero el caso es que se realiza desde el año 1.100. Alrededor de 8.000 danzantes, divididos en 45 grupos (el clero al frente, seguido por los jóvenes y finalizando con los más mayores) salen de la plaza central de Echternach, ejecutan sus pasos por las calles de la ciudad y terminan con una ceremonia en la basílica. Una banda de música acompaña en directo a los danzantes, tocando una giga (baile antiguo que se ejecutaba en compás de seis por ocho, con aire acelerado).

Según la Unesco, la procesión de danzantes proporciona a los participantes y observadores “un sentido de continuidad e identidad”. O un latigazo en la espalda.

La danza de las tijeras
País: Perú

¿De qué va? Puede sonar a accidente seguro, pero los peruanos bailan con tijeras desde el siglo XVI, cuando unos indígenas empezaron a realizar una competición de baile acrobático con estos instrumentos cortantes en las manos, mientras estaban supuestamente poseídos por los espíritus.

Hoy, esta tradición ha emigrado con los indígenas peruanos de los pueblos de los Andes a las zonas urbanas. Los grupos de danzantes, conocidos como cuadrillas, llevan trajes de colores y saltan por el aire con dos tijeras, acompañados por música de arpa y violín. Aunque los sacerdotes españoles les acusaron de estar poseídos por el diablo, la representación es ahora una ceremonia habitual en las fiestas católicas.


La tecnología de los juncos chinos
País: China

¿De qué va? El gigante asiático ha sido famoso por sus astilleros desde la dinastía Han, en concreto, sus juncos (embarcaciones pequeñas usadas en las Indias Orientales). Estas barcas, que empezaron a construirse en la provincia de Fujian, revolucionaron la construcción naval, en gran parte gracias a sus mamparos estancos, que evitaban que se viniera abajo todo el barco si se inundaban algunas secciones del casco. El mamparo estanco sigue siendo un elemento importante de la seguridad de los buques de hoy, desde los cruceros a los veleros.

Los artesanos chinos siguen fabricando juncos de madera, empleando alcanfor, abeto y técnicas tradicionales, pero los barcos de acero dominan el mercado, amenazando con dejar obsoleto un trabajo artesanal que ahora se reconoce.

Torres humanas
País: España

¿De qué va? Entre los encierros y las tomatinas (peleas de tomates en toda una ciudad), España es famosa por varias  actividades colectivas un tanto excéntricas. La tradición de la construcción de torres humanas, sin embargo, es la que más interesa a la Unesco. El castell es una antigua tradición de las fiestas catalanas. Tan importante es que fue presentada en la muestra española de la Exposición Universal de Shanghai 2010.

Los catalanes compiten por formar la torre humana más alta, trepando los miembros de cada equipo sobre los hombros de sus compañeros. Los conjuntos practican durante meses a la espera de que lleguen las principales festividades de Cataluña. A veces, los castells pueden tener una altura de 10 pisos, coronados con frecuencia por niños. La Unesco considera estos arriesgados juegos de yenga humano [o de Torre de Babel] una "parte integrante" de la identidad catalana.

Desfile de campanilleros de Kastav
País: Croacia

¿De qué va? Esta tradición se celebra durante el carnaval que precede la Cuaresma, y tiene un claro carácter pagano. Vestidos como plantas y animales (incluido un oso bromista),  los hombres del área que rodea la pequeña ciudad de Kastav, en el noroeste de Croacia, merodean por el bosque, queman basura, tocan campanillas y chocan entre sí.
 
Cuando uno de estos proyectos de teatro itinerante llega a un pueblo, los participantes hacen sonar sus campanillas con fuerza en el centro de la ciudad hasta que los vecinos salen y les dan de comer. Es un poco como el “truco o trato” estadounidense pero para los adultos y con una destrucción sin sentido añadida. Sin embargo, la Unesco lo considera una “manera de fortalecer los lazos dentro de la comunidad”.

Teatro de marionetas siciliano
País: Italia

¿De qué va? Los sicilianos se toman en serio sus títeres. Los teatrillos de marionetas, que a menudo funcionan como negocios familiares, surgieron en el siglo XIX. En la representación habitual, se representan historias basadas en la literatura medieval, la poesía del Renacimiento y la vida de los santos. La verdad, no son cosas que gusten a todos los niños. Un teatro de marionetas es lo que ocurría, para los medios de comunicación italianos, antes de de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, fuera el dueño de la mayor parte de ellos.

Como ocurre con muchas formas tradicionales de arte, “el turismo ha contribuido a reducir la calidad de las interpretaciones”, según la Unesco. Un momento: ¿resulta que es culpa de los turistas que los títeres hayan perdido popularidad?


Procesión de gigantes y dragones
Países: Bélgica y Francia

¿De qué va? Los cuentos de hadas cobran vida en Bélgica y Francia. Desde el siglo XIV, las celebraciones de estos países cuentan, a menudo, con figuras enormes (de hasta más de 2,5 metros de altura) que representan a personajes históricos, bíblicos y, a veces, contemporáneos. Y dragones. Los vecinos pasan meses construyendo las efigies en previsión de los grandes festivales. Hacen falta hasta nueve personas para llevar las figuras. Se han visto gigantes bailando valses por las calles.
 
Aunque la Unesco asegura que los gigantes no están en peligro de extinción, sí “sufren de una serie de presiones, tales como cambios importantes en los centros urbanos y el incremento del turismo”. Parece que Bruselas aún no se desenvuelve bien con los códigos de accesibilidad para gigantes y dragones.


La lengua de silbidos de La Gomera
País: España

¿De qué va? Estos canarios no son aves, pero se comunican por silbidos. Los habitantes de la pequeña isla de La Gomera se habla entre sí con un encadenamiento de silbidos. Para un extraño, probablemente suene como una melodía ininteligible o el canto de un pájaro, pero el silbo gomero, como se conoce este lenguaje, se basa en diferencias mínimas de tono y continuidad. E incluso se enseña en las escuelas de la isla. Escuche una muestra aquí.
 
La Unesco sostiene que esta lengua es una “contribución especial para el patrimonio cultural” de las Islas Canarias. Para los aficionados a los piropos callejeros ofensivos de las ciudades: ya es hora de que mejoréis vuestro pasatiempo. 

Sanké Mon
País: Malí

¿De qué va? Los habitantes de la ciudad de San pasan cada segundo jueves del séptimo mes lunar metidos hasta la cintura en el pantano de la ciudad. En una ceremonia que celebra la fundación de su ciudad, la gente de San dedica más de quince horas a caminar por el estanque con redes de malla y a capturar peces. Esta celebración de la pesca se inicia tras el sacrificio de cabras y gallos para los espíritus del estanque y, como en cualquier fiesta de este tipo que se precie, después llegan las canciones y los bailes.

Por desgracia, según la Unesco, las jóvenes generaciones de Malí no están tan interesadas como sus antepasados en el rito de la pesca. Además, factores ambientales como la escasez de precipitaciones y el desarrollo urbano pone en peligro los pantanos locales. Podría pensarse que tener a toda la ciudad revolcándose en ellos durante quince horas tampoco debe de ayudar mucho.
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