martes, 28 de diciembre de 2010

Cinco pasos para ganar en Afganistán

Por Andrew Exum

Andrew Exum es investigador en el Center for a New American Security. Hace poco fue coautor de un documento estratégico con el teniente general retirado David Barno, escrito para dicho centro, sobre la transición de poder en Afganistán después de la retirada de las fuerzas estadounidenses.

Mientras el presidente Barack Obama se dispone a hacer una valoración de la guerra encabezada por Estados Unidos en Afganistán y a explicar las últimas novedades en los planes que puso en marcha hace un año para ganar la guerra, el panorama estratégico del país sigue siendo sombrío. Aunque EE UU y sus aliados han logrado importantes victorias tácticas en los últimos 12 meses -diezmando las redes rebeldes y asegurando distritos que eran muy violentos en el sur del país-, no tienen un plan claro para acabar con los santuarios insurgentes en Pakistán ni para hacer frente a la corrupción y el comportamiento depredador de la clase política afgana, que amenaza con anular los éxitos militares de los aliados.

Combatí en Afganistán en 2002 y 2004 y volví a formar parte del equipo inicial de evaluación del general Stanley McChrystal en 2009. Durante las últimas dos semanas, he recorrido el país entrevistando a jefes militares estadounidenses y de la OTAN, policías y políticos afganos, miembros de ONG, periodistas y habitantes locales.

Las batallas tácticas diarias en Afganistán pueden parecer lejanas y los retos estratégicos temibles, pero los políticos de Washington pueden hacer cosas. Pueden apoyar los esfuerzos del general David Petraeus y sus tropas en el país centroasiático de cinco maneras fundamentales.

1. Recortar los fondos de guerra


Puede parecer un contrasentido, como mínimo. Pero en estos momentos, la enorme cantidad de dinero que llega a Kabul está alimentando el conflicto. Tanto los talibanes como el Gobierno afgano están interesados hoy en perpetuar la guerra: los dos bandos ganan millones de dólares con el dinero para desarrollo que está saturando el país. Esto distorsiona el sistema de incentivos y ofrece amplias oportunidades de sobornos, comisiones y otras formas de corrupción. No es extraño que Transparencia Internacional considere Afganistán como el tercer Estado más corrupto del mundo.

EE UU y sus aliados tendrían que gastar en Afganistán sólo el dinero que puedan administrar y supervisar debidamente. Además, deberían centrarse en desarrollar formas de invertir los recursos de forma más sensata. Una manera de hacerlo sería permitir que los fondos de ayuda y desarrollo no gastados en un año fiscal se trasladen al siguiente. Los programas bien construidos, como el Programa de Solidaridad Nacional afgano, poseen fideicomisos que permiten guardar los fondos no gastados un año para gastarlos más adelante.

Los oficiales del Ejército estadounidense, por ejemplo, conocen bien el concepto de “SPENDEX”, que consiste en que toda la munición no utilizada a lo largo de un año  fiscal se dispara -a veces, a lo loco- al final, para que no se reduzca la cantidad de munición asignada para el año siguiente. El mismo principio se aplica a la ayuda, pero, en vez de malgastar balas, las organizaciones desperdician dólares. En lugar de afrontar la perspectiva de una reducción de fondos en el futuro, los responsables de la ayuda y el desarrollo reciben presiones para agotar hasta el último centavo que reciben y eso significa alimentar la economía distorsionada de Afganistán, que sólo beneficia a la insurgencia y a los funcionarios corruptos.

2. Llegar a un acuerdo sobre  ‘facilitadores de combate’

Todos los días, el presidente Obama afronta la difícil tarea de determinar cuántos recursos gastar en intervenciones en el extranjero teniendo en cuenta las prioridades internas. Ha decidido implantar un “techo” blando al número de soldados en Afganistán y limitar las tropas desplegadas a la cifra que el Departamento de Defensa estadounidense y él acordaron en el otoño de 2009.

Al mismo tiempo, sin embargo, Obama y su equipo deberían tener la flexibilidad suficiente para apoyar a los jefes militares en el este y el sur de Afganistán y proporcionarles los facilitadores cruciales que necesitan para lograr triunfos tácticos. Lo que más necesitan nuestros jefes sobre el terreno son más aparatos de alas giratorias y capaces de llevar cargas pesadas. La escasez de helicópteros hace que sea increíblemente difícil operar en el terreno montañoso del país. El presidente de EE UU debería enviar de inmediato más helicópteros CH-47, aunque tenga que cambiárselos a David Petraeus por un batallón de infantería para mantener el número global de soldados más o menos igual. Asimismo, se necesitan más dispositivos para labores de inteligencia, como aparatos no pilotados y dirigibles de observación. Por último, sería posible acelerar el desarrollo de programas locales de seguridad como la Policía Local afgana si se emplearan en ello más equipos de las Fuerzas Especiales.

3. Reinventar, no sustituir, al enviado especial

Tratar de reemplazar a un gigante de la diplomacia como el difunto embajador Richard Holbrooke es una tarea imposible. Obama no debe ni intentarlo. Sin embargo, va a seguir necesitando a funcionarios que coordinen las políticas afgana y paquistaní de Estados Unidos. El Representante Especial en funciones para AfPak, Frank Ruggiero, con un perfil relativamente discreto, podría encargarse de ello con el equipo de Holbrooke.

En cuanto al puesto de súperenviado regional que Holbrooke trató de desempeñar (con aciertos y errores, todo hay que decirlo), tal vez lo mejor sería dejárselo a un diplomático respetado de Naciones Unidas como Lakhdar Brahimi, que hace tiempo consiguió obtener el apoyo de los vecinos de Afganistán. De esa forma, sería posible utilizar a los funcionarios del Departamento de Estado de EE UU y al jefe del CENTCOM, James Mattis, junto con enviados en Kabul y Islamabad, para asignar debidamente los recursos diplomáticos y militares entre los dos países.

En Afganistán, el embajador Karl Eikenberry debe de estar a punto de regresar a casa. Obama y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, deberían dedicar más tiempo a buscarle un sustituto que a tratar de reemplazar a Holbrooke. Estoy seguro de que el general Petraeus agradecería que se intentase sacar al ex embajador en Irak Ryan Crocker de su semiretiro para que vuelva a la región.

4. Encontrar y presionar a personas con doble nacionalidad

Los analistas hablan siempre de lo difícil que es ejercer presión a los funcionarios afganos corruptos y a los intermediarios locales. Pero muchos de ellos posee otras nacionalidades aparte de la afgana o tienen hijos que residen en otros países. Que yo sepa, no se ha hecho ningún intento de reunir una lista de dichas personas y emplear las leyes de Estados Unidos y otros países occidentales para enjuiciar a los funcionarios corruptos fuera de Afganistán. Los servicios de inteligencia deben dedicarse a esa lista de inmediato.

Esta estrategia tiene precedente. Mahmud Karzai, hermano del presidente afgano y ciudadano de EE UU, es objeto en la actualidad de una investigación sobre corrupción federal que está llevándose a cabo en Nueva York. Es de suponer que los gobiernos occidentales son capaces de montar procesos contra otros políticos afganos a los que se considere involucrados en actividades ilícitas o, al menos, de utilizar la amenaza de investigarlos como instrumento de presión. Para muchos intermediarios afganos y sus familias, un pasaporte occidental es su vía de escape si Afganistán desciende en el caos de una guerra civil. Los servicios de inteligencia de EE UU deben presionarles con la amenaza de anular sus planes futuros para que actúen hoy de forma responsable.

5. Quedarse más tiempo


Los afganos viven con el miedo a que la comunidad internacional los abandone. Aunque los talibanes son impopulares, la gente de la calle sólo trata de sobrevivir y espera a ver en qué acaba este conflicto. Mientras tanto, Pakistán está guardándose las espaldas, apoyando a actores secundarios como los talibanes de Quetta Shura y la red Haqqani, que podrían oponerse a los intereses indios en Kabul cuando EE UU y los aliados se retiren. Los santuarios insurgentes en Pakistán son uno de los dos talones de Aquiles de la estrategia de la OTAN; el otro lo constituyen las prácticas de gobierno en Afganistán.

Estados Unidos podría contrarrestar tanto los temores afganos como las predicciones paquistaníes garantizando un compromiso militar de larga duración en el país. Ahora que EE UU y sus aliados están poniendo fin a su campaña contra la insurgencia que tantos recursos ha empleado, deben estar dispuestos a dejar entre 25.000 y 35.000 miembros de las fuerzas especiales y de equipos de entrenamiento pasado el límite de 2014. Los dirigentes afganos, incluido el presidente Hamid Karzai, llevan mucho tiempo pidiendo a Washington que se comprometa a garantizar la seguridad de su país. Ese contingente residual protegerá los intereses estadounidenses en Afganistán y Asia Central tras la marcha del grueso de las tropas y además indicará a Pakistán que su estrategia de utilizar a grupos extremistas difíciles de controlar es una amenaza peor, a largo plazo, para la estabilidad paquistaní que para el gobierno de Kabul.

En Afganistán todo es difícil, y es difícil todo el tiempo. Pero 150.000 soldados de Estados Unidos y la OTAN están logrando allí importantes victorias tácticas cada día. Las autoridades de Washington pueden ayudarles con unas cuantas victorias estratégicas en la retaguardia.
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Los futuros Wikileaks

En una entrevista el mes pasado con la revista Forbes, Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, admitió que esperaba que su web inspirara a otros -en especial para aligerarle de parte de la carga que supone haberse convertido en el canalizador de todos los denunciantes del mundo. “La oferta de filtraciones es muy grande”, decía Assange. “Es útil para nosotros que haya más gente en esta industria. Nos protege”.

Desde entonces, han surgido varias páginas web respondiendo a la llamada de Assange. La mayoría ha tomado prestado el modus operandi de WikiLeaks -y alguna variación de su nombre- pero aceptan una misión ligeramente más humilde, solicitando documentos de una parte concreta del mundo. La mayoría parece también estar intentando aprender de los errores de relaciones públicas de Assange, presentando sus páginas como rigurosamente “objetivas”, signifique eso lo que signifique.

A decir verdad, no todas estas páginas tienen hasta ahora mucho contenido, pero no cabe duda de que merecerá la pena mantener bajo observación a estas organizaciones en los meses, y años, futuros. La administración estadounidense puede haber resistido el golpe más duro de WikiLeaks (y viceversa), pero otros gobiernos alrededor del planeta pueden no ser tan sólidos.

IndoLeaks

El Gobierno indonesio asegura no estar preocupado por la web de denuncia sobre temas del propio país que apareció el pasado viernes 10 de diciembre. Y la verdad, ahora mismo resulta difícil apreciar los motivos por los que debería estarlo. A juzgar por la limitada oferta en inglés de Indoleaks, se trata fundamentalmente de una colección de documentos del pasado no tan reciente, mezclados con informes de auditorías de contratistas públicos. Sus mayores éxitos incluyen las transcripciones de conversaciones confidenciales entre el ex líder indonesio Suharto y los ex presidentes estadounidenses Richard Nixon y Gerald Ford. Los funcionarios del país dicen que no es probable que lleven a juicio a los creadores de esta página, que tiene su sede en Indonesia. “Definitivamente no queremos ser acusados de impedir que la gente acceda a información pública”, asegura un portavoz. Más que el Gobierno, el principal adversario de IndoLeaks parecen ser los fallos técnicos que hacen difícil el acceso.

 

Rospil

Esta web de denuncia fue creada por uno de los blogueros más populares de Rusia, y uno de los más persistentes y menos gratos moscardones del Kremlin, Alexei Navalny. Anteriormente, había usado su posición como rico accionista independiente en varias empresas rusas para conseguir  información privilegiada sobre la  corrupción dentro de estas compañías, que después colgaba en su blog: entre sus objetivos se han encontrado las compañías de energía estatales Gazprom y Rosneft, y el banco de propiedad pública VTB. Por lo bien que hizo todo esto, se ganó la ira del Gobierno ruso, aunque asegura que él nunca ha recibido ninguna amenaza directa. Navalny está ahora solicitando a otras personas que le proporcionen documentación sobre corrupción en los escalones más altos del Ejecutivo y la economía nacional. Su página funciona todavía en fase de prueba, pero parece haber adquirido ya documentación de abusos oficiales de poder.

 

TuniLeaks

El contenido de TuniLeaks, por el momento, fundamentalmente parece consistir en la recopilación de los cables de WikiLeaks enviados desde la embajada estadounidense en Túnez. Pero la existencia de un foro para que los tunecinos debatieran lo que ya es una información pública para el resto del mundo, demostró ser más de lo que podían aguantar los funcionarios del Gobierno, que inmediatamente comenzaron a intentar prohibir la web.

No obstante, los fundadores de TuniLeaks, un colectivo de blogueros tunecinos llamado Naqaab y con sede en la capital, se niegan a ceder. Por ahora, la página está todavía activa. En su primera tanda de cables obtenidos del archivo de WikiLeaks, centra su atención en las sesiones de estrategia militar oficiales entre los funcionarios tunecinos y estadounidenses: el largo historial de lazos intergubernamentales entre Washington y Túnez puede no ser bien recibido entre la opinión pública del país. Y este cable, detallando la corrupción presente en el Ejecutivo tunecino, tiene potencial explosivo por sí solo.

 

BrusselsLeaks

Pretende desvelar el perverso proceso de toma de decisiones que se produce detrás de las puertas cerradas de la capital de la Unión Europea. Una breve introducción en la página de inicio de la web solicita información proveniente de cualquier “empresa, consultora, institución u ONG” con información. Pero, presumiblemente, tras haber visto la cantidad de mala prensa que WikiLeaks y su creador, Julian Assange, han cosechado en las últimas semanas, los creadores de BrusselsLeaks están esforzándose al máximo para subrayar que ellos no tienen intenciones anarquistas ni buscan el enfrentamiento. “Nosotros somos profesionales dignos de confianza y fiables con excelentes contactos en Bruselas”, escriben en su página de inicio. “Trabajamos para garantizar que la información que reunimos es 100% fiable y correcta, y sólo entonces actuamos”. Hasta el momento, sin embargo, parece que nadie ha aceptado su ofrecimiento.

 

OpenLeaks

OpenLeaks, el primer derivado de WikiLeaks gestionado por antiguos empleados (incluyendo a Daniel Domscheit-Berg, que ha preparado un libro en el que lo cuenta todo sobre su época como colega de Julian Assange que se publicará dentro de poco en Alemania), es también el primero en innovar sobre el concepto original. Más que publicar los documentos en sí, OpenLeaks, que se supone que estará disponible dentro de poco, se presentará como un servicio digital para otras webs. Proporcionará una especie de buzón digital para los envíos de información a sus clientes (presumiblemente organizaciones de medios de comunicación y ONG), permitiendo a sus visitantes pasar documentos confidencialmente a los administradores de sus web. Esas organizaciones serían entonces las responsables de publicar las filtraciones, y editarlas y redactarlas convenientemente.

Los fundadores de OpenLeaks esperan mantener el objetivo de transparencia de WikiLeaks a la vez que evitan el radicalismo que ha perseguido a su antiguo colega. “Para limitar el poder de la página, estamos separando la parte de los envíos de información de la de la publicación. No sacaremos ningún documento por nosotros mismos. Todo el área está diversificada”, dice Domscheit-Berg. “Ninguna organización asume en solitario toda la responsabilidad o toda la carga de trabajo”.

 

BalkanLeaks

Tiene un eslogan novedosamente simple: “Los Balcanes ya no guardan secretos”. Según el periódico Sofia Echo, la web fue creada a principios de esta semana por un expatriado búlgaro que vive en París. El periódico también informa de algunas de las piezas que hay actualmente en el sitio, incluyendo una lista de 34 miembros de la judicatura búlgara que se dice que son masones. (Por supuesto, eso puede indicar que la página está destinada más a agitar teorías conspirativas que a desvelar grandes delitos y faltas, pero puede ser no obstante materia prima para una investigación criminal: el Sofia Echo cuenta que puede ir contra la ley el que los jueces y otros funcionarios de la justicia del país se declaren miembros de sociedades secretas). Quizá con la esperanza de corregir las falsas impresiones basadas en esa exclusiva, la página de inicio de BalkanLeaks garantiza vehementemente a sus lectores su credibilidad: “Nosotros revisaremos los documentos y los publicaremos tras comprobar la información”.

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25 libros para entender el 2010



Algo va mal| Tony Judt
Taurus, Madrid, 2010
“Hay algo profundamente erróneo en la forma en que vivimos hoy”. Así abre Tony Judt lo que se ha convertido en su testamento político, un libro que ha de interesar a  todos por su análisis de la realidad. Y sobre todo a la izquierda socialdemócrata o “liberal” en su sentido americano, por su diagnóstico, nada complaciente. La izquierda, dice el intelectual británico, “debe hallar su propia voz”. Y apela al pensamiento crítico dentro de ella: “Necesitamos personas que hagan una virtud de oponerse a la opinión mayoritaria”. Él fue una de ellas.

Europe’s decline and fall. The struggle against global irrelevance| Richard Youngs
Profile Books, Londres 2010
El inexorable declive del Viejo Continente frente a la pujanza de otras partes del mundo todavía tiene remedio si la Unión Europea empieza a dejar de lado la maraña burocrática en la que está inmersa y se concentra en la defensa de los valores liberales. Un intento de despertar la aletargada conciencia de los líderes europeos… antes de que sea demasiado tarde.

Un traidor como los nuestros| John Le Carré
Plaza & Janés, Barcelona, 2010
Otra muestra de cómo la ficción trata de retratar todos los claroscuros del mundo actual. Le Carré, uno de cuyos temas favoritos fue la guerra fría, se ha convertido en uno de los grandes narradores de la globalización y la realidad posterior al 11-S. La corrupción del dinero, los beneficios del dolor y la lucha por mantener la moralidad en un mundo inmoral son los ingredientes de esta historia de un espía ruso arrepentido dispuesto a contarlo todo bajo la protección de Occidente.

Crisis y economía

Capitalism 4.0: The Birth of a New Economy in the Aftermath of Crisis| Anatole Kaletsky
PublicAffairs, Nueva York, 2010
¿Quién auguró el fin del capitalismo tras la crisis? No fue Kaletsky. Un libro que habla de la constante capacidad de reinventarse de este modelo económico: la nueva versión 4.0 vendrá acompañada, según el periodista británico, de un nuevo equilibrio entre mercado y Estado.
    
Zero Sum World: Politics, Power and Prosperity after the Crash| Gideon Rachman
Atlantic Books, Londres, 2010
Profundo análisis sobre el mundo en el que vivimos y cómo hemos llegado hasta él. Basado, en parte, en la teoría de suma cero: si uno gana otro pierde. El autor examina los hechos que derivaron en la crisis económica en 2008, que alteraron la lógica de las relaciones internacionales. Para él, el sistema político global está entrando en un período de peligrosa inestabilidad.

Fault Lines: How Hidden Fractures Still Threaten the World Economy|Raghuram Rajan
Princeton University Press, Nueva Jersey (EE UU), 2010
Con un estilo claro y accesible, este economista que predijo la crisis examina las fisuras en la economía global y da una buena advertencia: sería muy peligroso ignorarlas de nuevo.

Crisis Economics: A Crash Course in the Future of Finance|Nouriel Roubini y Stephen Mihm
The Penguin Press, Nueva York, 2010
Se trata de una llamada a la reforma. Los autores hacen una gira guiada al lector por varios siglos de capitalismo, mostrando cómo los patrones de expansión y recesión son predecibles. Además, proponen una serie de reformas radicales del sistema de regulación y supervisión de los bancos e instituciones financieras.
 
Europa

Mi idea de Europa| Felipe González
RBA, Madrid 2010
Un repaso a la historia de éxito de la construcción europea y a su capacidad para abordar los desafíos que plantea el futuro, desde el liderazgo hasta la energía, pasando por los valores o la relación con el mundo. Entre tanta literatura agorera, una apuesta por que el proyecto de Europa todavía tiene sentido.
 
Política

Más democracia, menos liberalismo|Ignacio Sánchez-Cuenca
Katz editores, Madrid, 2010 
En época de crisis económica, nada mejor que las reflexiones de Ignacio Sánchez-Cuenca sobre una de las relaciones amor-odio más complicadas del mundo: liberalismo y democracia, condenados a chocar, condenados a entenderse. Frente a lo que comúnmente se escucha, no es la democracia lo que falla, sino el liberalismo y sus recetas antidemocráticas.

La trastienda de la diplomacia: de Eva Perón a Barack Obama, 25 encuentros que cambiaron nuestra historia| Inocencio Arias y Eva Celada
Plaza & Janés Editores, Barcelona, 2010
Un recorrido por la diplomacia internacional, detallando los 25 encuentros mantenidos por los poderosos del momento que marcaron la trayectoria del mundo. Nos deja ver con todo lujo de detalles, que los grandes acontecimientos estuvieron rodeados de anécdotas, totalmente desconocidas, que en algunos casos se convirtieron en piezas clave para las relaciones internacionales. El libro aporta una perspectiva diferente de las reuniones mantenidas entre Mao y Nixon, Reagan y Gorbachov o Eva Perón y Franco, entre otras.
 
Asia

Monsoon: The Indian Ocean and the Future of American Power| Robert Kaplan
Random House, Nueva York, 2010
Desde el Cuerno de África hasta Indonesia, el famoso escritor y periodista explora las rivalidades e intereses de los países bañados por el Océano Índico que, según Kaplan, se convertirá en el centro de la economía y política global en las próximas décadas.

The Cleanest Race: How North Koreans See Themselves and Why It Matters| B.R. Myers
Melville House, Nueva York, 2010
Un fascinante intento de arrojar un poco de luz sobre una de las culturas más cerradas del mundo. ¿Cómo los norcoreanos se ven a ellos mismos y a Occidente? El libro analiza hasta qué punto las percepciones dentro del país asiático están fuertemente vinculadas a la existencia de una propaganda racista inoculada por el régimen de Pyongyang.
 
Tecnología

Macrowikinomics: Rebooting Business and the World| Anthony William y Don Tapscott
Atlantic Books, Londres, 2010
Conexión del panorama actual de los negocios, la cultura y la sociedad con el nuevo mundo digital. El libro muestra a través de una serie de ideas y casos de estudio, cómo las empresas, los gobiernos y los ciudadanos pueden aprovechar la tecnología para trabajar juntos en la búsqueda de soluciones a los problemas de un mundo multipolar.

The Master Switch: The Rise and Fall of Information Empires| Tim Wu
Random House, Nueva York, 2010
Interesante para aquellos que quieran conocer el futuro de Internet. Es una exploración sobre las oscilaciones de las tecnologías de las comunicaciones desde el teléfono hasta la web. Descripción detallada de cómo la sociedad podría perder su libertad por un exceso de apertura digital.
 
América Latina

What If Latin America Ruled the World?: How the South Will Take the North into the 22nd Century| Oscar Guardiola- Rivera
Bloomsbury Publishing, Londres, 2010
Un título llamativo y provocador de recomendada lectura para las dos Américas. La latinoamericanización de EE UU y el creciente papel internacional del sur del continente son sin duda dos puntos de partida suculentos para el debate.

Los migrantes que no importan: en el camino con los centroamericanos indocumentados en México|Oscar Martínez  Icaria, Barcelona, 2010
Crónicas escritas por este periodista salvadoreño sobre las fronteras sur y norte de México, cubriendo casi todas las rutas de los emigrantes centroamericanos para alcanzar Estados Unidos.

Nuestra democracia
Fondo de Cultura Económica| PNUD y OEA
México, 2010
Un trabajo fruto de once seminarios en los que han participado más de mil expertos y que constituye un punto de referencia ineludible sobre el estado de la democracia en América Latina.
 
Ayuda humanitaria

The Crisis Caravan: What's Wrong with Humanitarian Aid?| Linda Polman
Metropolitan Books, Nueva York,2010
¿Cómo lograr que el dinero de los donantes no termine alimentando los conflictos? Una obra que pone el dedo en la yaga al reflexionar sobre los dilemas éticos de la ayuda humanitaria.
 
Información y poder
     
Conspiración| Robert Harris
Grijalbo, Barcelona, 2010
La biografía de Cicerón da paso al autor, británico, amigo íntimo de Peter Mandelson y antiguo admirador de Tony Blair, para presentar un tratado sobre la política. No se trata de la realización de ideales o de la lucha por un futuro utópico, sino del arte de saber manejarse entre los distintos poderes de la sociedad. Bajo la apariencia de una novela para masas situada en el lugar político por excelencia, la antigua Roma, se esconde la trastienda en la que ideas y poder se entrecruzan en un juego en el que es fundamental saber medir las fuerzas, realizar las alianzas correctas y aunar convicciones y oportunidad.

Kapuscinski Non Fiction| Artur Domoslawski
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2010
La comentada biografía de Kapuscinski. Una obra relevante por el debate que ha abierto entre los periodistas y los lectores sobre los límites que tienen -o deberían tener- los primeros a la hora de informar. ¿Fidelidad a los detalles o lograr explicar bien un conflicto?

Unreliable Sources: How the XXth Century was Reported| John Simpson
Macmillan, Nueva York, 2010
Un interesantísimo libro que sacude alguno de los supuestos convencionales sobre la relación entre la prensa, la verdad y el poder político. Una buena prensa es imprescindible para una buena democracia.
 
Oriente Medio

How to Understand Israel in 60 Days or Less| Sarah Glidden
Vertigo, Virginia Occidental (EE UU), 2010
Novela gráfica que narra las vivencias de Glidden durante su viaje del Birthright, programa gubernamental para que los jóvenes judíos de la diáspora visiten Israel. Pero el cómic no se queda ahí, también expone la lucha interna de la autora en relación a sus creencias políticas y algunas de sus ideas preconcebidas sobre Israel y los Territorios Ocupados.

The Ayatollahs' Democracy: An Iranian Challenge| Hooman Majd
W. W.Norton & Company, Nueva York, 2010
Presenta una perspectiva dramática de un país con ambiciones globales y de gran importancia para la paz mundial. El autor muestra las analogías existentes entre los acontecimientos más recientes de Irán y Estados Unidos.
 
Cambio climático

Climate Wars: The Fight for Survival as the World Overheats| Gwynne Dyer
Oneworld Publications, Oxford (Reino Unido), 2010
Ataques nucleares, guerras civiles o colapsos globales son algunos de los escenarios presentados de manera predictiva por el autor, que explora los futuros conflictos producidos por el clima. Un exhaustivo pronóstico sobre las devastadoras consecuencias del cambio climático.
 
Africa

The Fear: The Last Days of Robert Mugabe| Peter Godwin
Picador, Londres, 2010
Las crónicas de la represión llevada a cabo por el régimen de Robert Mugabe tras las elecciones de 2008 en Zimbabue. El descenso a los infiernos de un país devorado por la corrupción, la violencia y el miedo.

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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Semana política


Síntesis GALMA


15 de diciembre, 2010
 
¡Hola!  Adjuntamos los sucesos más interesantes de esta semana.

    1. Congreso 2010.
    2. Inseguridad: el recuento


Congreso 2010. Una reforma política, fiscal y laboral en la agenda de asuntos pendientes  marcaron el inicio de actividades del Congreso de la Unión este año. Sin embargo, la actividad legislativa se enfrentó a dos grandes obstáculos. Por un lado, los procesos electorales en 16 entidades del país alteraron los incentivos para la discusión y conformación de acuerdos políticos necesarios para cristalizar estas propuestas. Por el otro, la incipiente capacidad del Ejecutivo para generar consensos en el Congreso lo obligó a renunciar a reformas estructurales y a conformarse con iniciativas poco ambiciosas que terminarían congeladas en el proceso legislativo. La gravedad del problema de seguridad pública en el país tampoco logró alinear los incentivos de los grupos parlamentarios, en este rubro, sólo la Ley Antisecuestros logró concretarse, dejando en el tintero las propuestas de Mando Único de Policía y la de reforma al fuero militar. El tema que, como todos los años, propició una intensa labor de cabildeo fue la negociación del paquete fiscal. La negociación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es el reflejo de la prioridades del país, y en este año, el proceso y los números demuestran que para México la prioridad está en mantener los arreglos internos que conducen a ganar elecciones, más que a crear condiciones para generar certidumbre y oportunidades de desarrollo. l final fue un año sin sorpresas: el Congreso es un lugar ideal para discutir la distribución del erario público, pero resulta un terreno infértil cuando se trata los problemas inmediatos del país. Queda una vela prendida en el Congreso, la reforma a la Ley de Competencia se perfila como el único logro legislativo del año, aunque tal vez el bienestar de la economía y el de los consumidores sean propósitos de año nuevo.

Inseguridad: el recuento. La preocupación por recuperar la tranquilidad y hacer valer el Estado de Derecho fue un lema perenne en las agendas gubernamental, política y social durante todo el 2010. El tema fue abordado desde múltiples aristas y, casi siempre, como respuesta a algún suceso violento que incidió en la opinión pública. El año inició con Ciudad Juárez como laboratorio de la estrategia gubernamental. Durango, Guerrero, Morelos, Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas sufrieron episodios que no hacían sino consolidar la tendencia de violencia. Ante esto, el discurso de la violencia como fenómeno focalizado se transformó en secuela de comparaciones con otros países en la búsqueda de casos de éxito que México pudiera emular –aunque no fueran experiencias similares. Inspirándose en un esquema colombiano, el Ejecutivo Federal propuso un modelo de policía con mando único, proceso legislativo que fue frenado por los municipios que verían afectadas sus participaciones federales. La mayor presencia del ejercito en las calles no logró revertir la percepción de inseguridad, pero sí vio cuestionada su labor como resultado de los civiles muertos en episodios que indican una mala praxis militar. El Ejecutivo Federal respondió enviando al Senado una iniciativa de reformas al fuero militar para juzgar tres delitos en tribunales civiles: violación, tortura y desaparición forzada. Grupos de la sociedad levantaron la voz y el Ejecutivo estableció un canal para procesar sus opiniones a través de los “Diálogos por la Seguridad” con el objetivo de presentar una postura abierta al diálogo y de consolidar la narrativa gubernamental como la mejor explicación y solución al problema. Capos del narcotráfico fueron detenidos y muertos en el año. El antecedente y resultado inmediato de estos sucesos parece ya constante, mayor violencia. Michoacán es hoy el foco de atención. La clase política sufrió el asesinato de alcaldes, legisladores, virtuales gobernadores y ex gobernadores. Si bien todas y cada uno generaron discursos de indignación y condenas, también evidenciaron la profunda división que existe en la clase política respecto al crimen organizado. 


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lunes, 13 de diciembre de 2010

Los banqueros a la cárcel

Por Joseph Stiglitz (*)

Como no se han cansado de repetir el economista James Galbraith y el economista y penalista William Black, no podemos resolver la crisis económica a menos que metamos en la cárcel a los delincuentes que han cometido actos fraudulentos.

Es un asunto realmente importante y nuestra sociedad debe comprender cabalmente. Se supone que el sistema jurídico es la codificación de nuestras normas y de nuestras creencias, de lo que tenemos que hacer para que nuestro sistema funcione. Si se percibe un carácter explotador en nuestro sistema jurídico, entonces la confianza en todo nuestro sistema comienza a erosionarse. Y ese es realmente el problema que tenemos ahora.

Una muchedumbre de prácticas predatorias están en vías de continuar como si nada en los créditos para la compra de automóviles. ¿Por qué están bien los malos préstamos en el sector automovilístico y no en el mercado hipotecario? ¿Hay alguna razón de principio? Todos sabemos la respuesta: no. No hay razones de principio, hay razones de dinero. Son las contribuciones a las campañas electorales, el cabildeo, las puertas giratorias entre la ñpolítica y los negocios, todas esas cosas.

El sistema está ahora mismo diseñado para estimular ese tipo de prácticas, aun a pesar de las multas [en referencia al antiguo ejecutivo de Countrywide, Angelo Mozillo, que acaba de pagar 10 millones de dólares de multa, una ínfima parte de lo que ganó fraudulentamente, porque ganó centenares de millones de dólares].

Conozco mucha gente que dice: es un escándalo que tuviéramos más supervisión, control y rendición de cuentas en los 80, cuando se dio la crisis de las cajas de crédito y ahorro, que ahora. Sí, les multamos, ¿y cuál es la gran lección que se saca de eso? Compórtate mal, y el gobierno de quitará un 5% o un 10% de los beneficios malhabidos, que estarás muy tranquilo en casita con varios centenares de millones de dólares que aún te quedarán luego de pagar unas multas que parecen enormes, pero que son en realidad muy pequeñas en relación con la cantidad de dinero que has conseguido embolsarte.

El sistema está configurado de tal modo, que aun si te pillan, el castigo es sólo una ñinfima parte de lo que te llevas a casita. La multa es sólo un coste más del negocio. Es como una multa de estacionamiento. A veces decides estacionar mal sabiendo que te caerá una multa, porque empezar a dar vueltas en busca de estacionamiento lleva mucho tiempo.

Yo creo que deberíamos hacer lo que hicimos en los 80 con la crisis de las cajas de crédito y ahorro, y meter en la cárcel a un buen número de estos tipos. Lo creo absolutamente. No son sólo delitos de guante blanco o pequeños incidentes. Hay víctimas reales. Ese es el asunto. Hubo víctimas en el mundo entero.

¿O es que confiamos en que estos tipos que nos metieron en el lío actual han cambiado realmente de actitud? Todo lo contrario. He oído alguno discursos que decían: En realidad, no se hizo nada realmente mal. No hicimos las cosas demasiado bien. Pero nuestra comprensión de estos asuntos es bastante razonable . Si de verdad piensan eso, estamos en un lío verdaderamente tremendo.

[En la disuasión del delito] hay distintos aspectos. Los economistas se centran por entero en la idea de los incentivos. A veces, la gente tiene incentivos para comportarse mal, porque pueden ganar más dinero si estafan o se meten en actividades fraudulentas. Si queremos que nuestro sistema económico funcione, tenemos que asegurarnos de que lo ganan cuando defraudan quede anulado por el sistema de castigos y multas.

Por eso, pongamos por caso, en nuestra legislación anti-oligopólica a menudo no detenemos a la gente cuando se comporta mal, sino cuando lo hace y podemos decir que hay daños constatables. Entonces pagan tres veces el daño que han causado. Es una forma muy radical de disuasión. Desgraciadamente, lo que estamos haciendo ahora en el caso de estos delitos financieros recientes son multas por fracciones --¡fracciones! del daño directo causado, y una fracción aún más pequeña del daño social total. Es decir: el sector financiero llevó realmente al desplome de la economía global, y si incluyes todos los daños colaterales, estamos hablando ya realmente de billones de dólares.

Pero se puede hablar en un sentido aún más amplio de daño colateral y al que no se le ha prestado atención. Y es la confianza en nuestro sistema jurídico, en el imperio de la ley y el Estado de Derecho, en nuestro sistema de justicia. Cuando se hace el Juramento de Lealtad [constitucional en EEUU], se dice justicia para todos . Pues bien; la gente no está segura de que tengamos justicia para todos. Algunos son detenidos por algún delito menor de droga, y dan con sus huesos en la cárcel por mucho tiempo; pero cuando se trata de esos llamados delitos de guante blanco, que no dejan de tener víctimas, casi ninguno de los gachós que los perpetran acaba entre rejas.

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Se me permitirá otro ejemplo que ilustra hasta qué punto nuestro sistema jurídico ha descarrilado, contribuyendo a la crisis financiera.

En 2005 aprobamos una reforma del proceso de quiebra. Fue una reforma pretendida por los bancos. Estaba concebida para permitir legalmente el préstamo el mal préstamo a gentes que no entendían de qué iba el asunto, y básicamente destinada a estrangularlas. A expoliarlas. Y podríamos haberla llamado con justicia la nueva ley de servidumbre permanente . Porque es lo que en realidad era.

Se me permitirá que cuente brevemente lo mala que era. No creo que los norteamericanos entiendan hasta qué punto era mala. Hace realmente muy difícil que las personas puedan librarse de la deuda. El principio básico en los EEUU del pasado era la gente tenía derecho a comenzar bien. La gente comete errores. Especialmente cuando son presa de expolio. Y entonces tienes derecho a volver a empezar bien. Borrón y cuenta nueva. Paga lo que puedas, y vuelve a empezar. Ahora, si lo haces una y otra vez, entonces es distinto. Pero al menos, cuando andan sueltos estos prestamistas predadores, deberías conservar el derecho a volver a empezar sin cargas.

Pero los bancos dicen: No, no y no; no puedes librarte de la deuda , o no puedes librarte de ella tan fácilmente.

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Eso es servidumbre permanente. Y criticamos a otros países por permitir ese tipo de servidumbre duradera, trabajo esclavo. Pero en Norteamérica lo hemos instituido en 2005 sin apenas debate público sobre las consecuencias. Lo que hizo esa ley fue animar a los bancos a realizar préstamos todavía peores.

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Los bancos pretenden que creamos que no hicieron malos préstamos. Se niegan a aceptar la realidad. Es un hecho de alteraron los criterios contables, de modo que los préstamos dañados por la incapacidad de los prestatarios para devolver lo que deben se contabilizan igual que las hipotecas que se pagan a buen ritmo y sin mora.

De modo que toda la estrategia de los bancos ha consistido en esconder las pérdidas, seguir enredando y conseguir que el gobierno mantenga los tipos de interés realmente bajos.

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Resultado: si toleramos esa estrategia, tendrá que pasar mucho tiempo antes de que la economía se recupere.


(*) Economista, Premio Nobel de Economía en 2001
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La verdad siempre vencerá

Por Julian Assange (*)

En 1958 un joven Rupert Murdoch, entonces propietario y editor de The News de Adelaide, escribió: ''En la carrera entre el secreto y la verdad, parece inevitable que siempre venza la verdad''.

Es posible que su observación reflejase la revelación de su padre, Keith Murdoch, de que las tropas australianas estaban siendo sacrificadas innecesariamente por comandantes británicos incompetentes en las costas de Gallipoli. Los británicos trataron de silenciarlo pero Keith Murdoch no dejó que lo hicieran y sus esfuerzos llevaron al fin de la desastrosa campaña de Gallipoli.

Casi un siglo después, WikiLeaks también publica intrépidamente hechos que deben ser conocidos por el público.

Crecí en una localidad en el campo en Queensland donde la gente decía abiertamente lo que pensaba. No había confianza en el gran gobierno, se consideraba que podría corromperse si no se vigilaba cuidadosamente. Los oscuros días de la corrupción en el gobierno de Queensland antes de la investigación Fitzgerald demuestran lo que sucede cuando los políticos amordazan a los medios para que no digan la verdad.

No he olvidado esas cosas. Wikileaks se creó alrededor de esos valores centrales. La idea, concebida en Australia, fue utilizar tecnologías de Internet de nuevas maneras para informar de la verdad.

Wikileaks acuñó un nuevo tipo de periodismo: periodismo científico. Trabajamos con otros medios para llevar las noticias a la gente, y también para probar que son verídicas. El periodismo científico te permite que leas una noticia y que luego hagas clic en línea para ver el documento original en el que se basa. Así puedes juzgar tú mismo. ¿Es verdadera la historia? ¿Informaron exactamente los periodistas?

Las sociedades democráticas necesitan medios fuertes, y Wikileaks forma parte de esos medios. Los medios ayudan a mantener honesto al gobierno. Wikileaks ha revelado algunas verdades duras sobre las guerras de Iraq y Afganistán, y ha desvelado historias sobre la corrupción corporativa.

Hay gente que dice que me opongo a la guerra. Para que se sepa, no es así. Algunas veces las naciones tienen que ir a la guerra, y hay guerras justas. Pero no hay nada peor que un gobierno que miente a su pueblo sobre esas guerras y luego pide a esos mismos ciudadanos que pongan en juego sus vidas y sus impuestos por esas mentiras. Si una guerra está justificada digan la verdad y la gente decidirá si quiere apoyarla.

Si habéis leído alguno de los archivos sobre las guerras de Afganistán o Iraq, alguno de los cables de las embajadas estadounidenses o alguna de las historias sobre las cosas de las que ha informado Wikileaks, considerad cuán importante es que todos los medios puedan informar libremente sobre esas cosas.

Wikileaks no es el único que publica los cables de las embajadas de EE.UU. Otros medios noticiosos, que incluyen The Guardian de Gran Bretaña, The New York Times, El País en España y Der Spiegel en Alemania, han publicado los mismos cables.

Sin embargo es Wikileaks, como coordinador de esos otros grupos, el que ha sido objeto de los ataques y acusaciones más malignos del gobierno de EE.UU. y sus acólitos. He sido acusado de traición, aunque soy australiano y no ciudadano estadounidense. Ha habido docenas de llamados serios en EE.UU. para que yo sea eliminado por fuerzas especiales de ese país. Sarah Palin dice que deberían cazarme como a Osama bin Laden , hay una ley republicana ante el Senado de EE.UU. que trata de que me declaren amenaza internacional y me traten en consecuencia. Un asesor de la oficina del primer ministro canadiense ha hecho un llamamiento en la televisión nacional para que me asesinen. Un bloguero estadounidense pidió que secuestren y dañen a mi hijo de 20 años, que está aquí en Australia, sólo para hacerme daño.

Y los australianos deberían ver sin orgullo cómo Julia Gillard y su gobierno hacen el juego a esos sentimientos. Los poderes del gobierno australiano parecen estar totalmente a disposición de EE.UU. en cuanto a la cancelación de mi pasaporte australiano, o a que se espíe y acose a seguidores de Wikileaks. El Fiscal General australiano hace todo lo posible por colaborar con una investigación estadounidense que se orienta claramente a incriminar a ciudadanos australianos y enviarlos a EE.UU.

La primera ministra Gillard y la secretaria de Estado Hillary Clinton no han expresado una sola palabra de crítica hacia otras organizaciones mediáticas. Es porque The Guardian, y Der Spiegel son antiguos y grandes, mientras Wikileaks todavía es joven y pequeño.

Somos los desamparados. El gobierno Gillard trata de matar al mensajero porque no quiere que se revele la verdad, incluida la información sobre sus propios tratos diplomáticos y políticos.

¿Ha habido alguna reacción del gobierno australiano a las numerosas amenazas públicas de violencia contra mi persona y otros miembros del personal de Wikileaks? Se podría haber pensado que una primera ministra australiana debería defender a sus ciudadanos contra cosas semejantes, pero sólo ha habido afirmaciones de ilegalidad sin ninguna confirmación. La primera ministra y especialmente el fiscal general deben cumplir sus deberes con dignidad y mantenerse por encima de la refriega. Pero podéis estar seguros, esos dos sólo quieren salvar su pellejo. No lo lograrán.

Cada vez que Wikileaks publica la verdad sobre abusos cometidos por agencias estadounidenses, los políticos australianos recitan un coro evidentemente falso con el Departamento de Estado: ¡Arriesgáis vidas! ¡Seguridad nacional! ¡Pondréis en peligro a los soldados! Luego dicen que no hay nada de importancia en lo que publica Wikileaks. No pueden ser las dos cosas al mismo tiempo. ¿Cuál de ellas, entonces?

Ninguna de las dos. Wikileaks tiene una historia editorial de cuatro años. Durante ese tiempo hemos cambiado gobiernos enteros, pero no hay una sola persona, que se sepa, que haya sido dañada. Pero EE.UU., con la complicidad del gobierno australiano, ha matado a miles sólo en los últimos meses.

El secretario de defensa de EE.UU., Robert Gates, admitió en una carta al Congreso de EE.UU. que ninguna fuente o método confidencial de inteligencia ha sido comprometida por la revelación de las bitácoras de la guerra afgana. El Pentágono declaró que no hay evidencia alguna de que las revelaciones de Wikileaks hayan llevado a que alguien sea dañado en Afganistán. La OTAN en Kabul dijo a CNN que no pudo encontrar a una sola persona que necesitara protección. El Departamento de Defensa australiano dijo lo mismo. Ningún soldado o fuente australiana han resultado afectados por algo que hayamos publicado.

Pero nuestras publicaciones no han dejado de ser importantes. Los cables diplomáticos de EE.UU. revelan algunos hechos sorprendentes:

  1. EE.UU. solicitó a sus diplomáticos que robaran material humano e información de funcionarios de la ONU y de grupos de derechos humanos, incluyendo ADN, huellas digitales, escaneo del iris, números de tarjetas de crédito, contraseñas de Internet y fotos de identificación, en violación de tratados internacionales. Presumiblemente, también podrían apuntar a diplomáticos australianos en la ONU.
  2. El rey Abdullah de Arabia Saudí pidió a EE.UU. que ataque Iraq.
  3. Responsables en Jordania y Bahrein quieren que el programa nuclear de Irán sea detenido por todos los medios disponibles.
  4. La investigación británica sobre Iraq fue amañada para proteger intereses estadounidenses .
  5. Suecia es un miembro encubierto de la OTAN y no se informa al Parlamento del el intercambio de inteligencia con EE.UU.
  6. EE.UU. está actuando de manera agresiva para lograr que otros países acepten presos liberados de la Bahía de Guantánamo. Barack Obama estuvo de acuerdo con entrevistarse con el presidente esloveno sólo si Eslovenia aceptaba a un prisionero. Nuestro vecino en el Pacífico, Kiribati, recibió una oferta de millones de dólares para que acepte detenidos.
En su trascendental dictamen sobre el caso de los Papeles del Pentágono, la Corte Suprema de EE.UU. dijo que sólo una prensa libre y sin limitaciones puede denunciar efectivamente el engaño del gobierno . La tormenta actual respecto a Wikileaks refuerza la necesidad de defender el derecho de todos los medios a revelar la verdad.

(*) Redactor jefe de WikiLeaks,
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viernes, 10 de diciembre de 2010

Buenas ideas para malos tiempos

Un repaso a los pensadores con ideas innovadoras y audaces que han impedido que 2010 fuera una completa nulidad.

¿Ha habido este año alguna noticia que no fuera mala para los pobres? Las catástrofes naturales han parecido cebarse, de forma casi deliberada, con los más desposeídos del mundo, desde el terremoto en Haití hasta las inundaciones en Pakistán. Varios países, de los que menos pueden permitirse fracasos tienen sus esperanzas depositadas en los recursos minerales. Algo que, según la sabiduría popular, perjudica más que ayuda. Otros acuden al favor exterior o a las remesas enviadas por los emigrantes, pero éstas son cosas que escasean en un momento en el que nos enfrentamos a otro año más de pesimismo en las finanzas mundiales. Los recortes presupuestarios en los países ricos y unas reglas de inmigración cada vez más estrictas. Los pobres necesitan más ayuda de los gobiernos mundiales y de los grandes donante justo cuando la austeridad está volviendo a ponerse de moda.

Sin embargo, todas las malas noticias han ido acompañadas de otras sorprendentemente buenas. Impulsados por la necesidad de lograr más resultados con menos elementos, los innovadores más audaces del año han encontrados formas mejores y más sencillas de utilizar unos recursos cada vez más pequeños, para aumentar la calidad de vida en el mundo. Ideas como crear una demanda de desarrollo para que los pobres puedan ayudarse mejor a sí mismos y dar dinero directamente a quienes lo necesitan. Además de nuevas estrategias de medición y planificación que ofrecen información de mayor calidad y rapidez sobre qué ayuda necesita ir a cada sitio. Asimismo, este periodo de inseguridad global ha puesto en tela de juicio algunas viejas consignas, como que las fronteras nacionales que conocemos son buenas y que la riqueza obtenida de los recursos es mala.Auqnue a veces parezca que estamos viviendo los peores tiempos, lo cierto es que han sido los mejores para las ideas, y éstas influirán en la recuperación del mundo durante los próximos años.


Invertir la maldición de los recursos: Es posible que la teoría de que los países con abundantes recursos naturales acaban sufriendo una plaga de golpes de Estado y corrupción, como por ejemplo en Chad, haya encontrado su final después de una trayectoria que comenzó cuando Richard Auty acuñó la expresión maldición de los recursos a principios de los 90. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) elaboró un informe este año en el que indica que los Estados con muchos recursos naturales van mejor que los que tienen pocos en los índices de desarrollo humano, sobre todo en los aspectos de educación y salud. El informe de la ONU coincide con conclusiones anteriores que mostraban un modesto aumento del crecimiento entre 1970 y 2000 para los países con grandes depósitos minerales, tierra cultivable y bosques. Los estudios que fomentaron la idea de la maldición de los recursos, llevados a cabo por analistas como Jeffrey Sachs, examinaban el nivel de las exportaciones de bienes naturales y llegaban a la conclusión de que había una relación entre un gran volumen de exportaciones y unos resultados desastrosos en materia de desarrollo. Las nuevas investigaciones indican que el hecho de que un Estado dependa de la exportación de recursos naturales (en vez de la banca o la informática) suele querer decir que ese país ya era pobre e incapaz de competir desde el principio. Por lo tanto, el descubrimiento reciente de reservas de crudo en Ghana y los depósitos minerales en Mongolia no significa necesariamente que ninguno de ellos esté a punto de precipitarse al abismo.

Dar publicidad a la buena vida: Durante los últimos veinte años, se ha extendido entre quienes trabajan para resolver los problemas mundiales la hipótesis de que la gente sabe lo que quiere, pero los Gobiernos son un obstáculo para conseguirlo. Sin embargo, ahora, esa idea parece cada vez más anticuada. La demanda importa, incluso cuando se está hablando de la calidad de vida: a veces hay que convencer a la gente de que quiera lo que necesita. Puede que esto no signifique más que una constatación, como ocurre con la solución modesta pero brillante del empresario social Kamal Kar para el problema de las defecaciones en el campo, la costumbre de que las personas hagan sus necesidades entre los cultivos, que desemboca en la propagación de enfermedades como la fiebre tifoidea y el cólera. Kar descubrió que, si decía a la gente que iba a acabar comiéndose sus propias heces, aumentaba de forma espectacular la construcción y el uso de letrinas en las aldeas. Otras estrategias, en cambio, se inspiran en campañas comerciales tradicionales. La serie radiofónica de la BBC Naway Kor, Naway Jwand (Nuevo Hogar, Nueva Vida), que se emite en Afganistán, es un culebrón lleno de tramas y subtramas sobre las minas antipersona y el cuidado que hay que tener con ellas. Los sondeos indican que quienes oyen el programa tienen muchas menos probabilidades de resultar heridos o muertos por estos artefactos que quienes no lo oyen. Por último, cuando fallan las palabras, siempre queda el dinero. En México, un programa que ofrecía dinero a los padres a cambio de que sus hijos acudieran a la escuela consiguió que aumentara la matriculación de niñas en secundaria en un 15% y la de los niños en un 7%.

Dinero gratis: Este año despegó también otra idea todavía menos complicada: la de dar dinero sin ninguna condición a cambio. Alaska lo hizo por primera vez en los años 80, para impedir que los ingresos del petróleo fueran a parar a las arcas del Estado, considerado poco fiable. Se repartieron cantidades que iban de 330 dólares (unos 250 euros) a más de 3.000 dólares al año a cada residente, dependiendo de cómo fuera el negocio del petróleo. Ahora, otras partes del mundo están proponiendo ideas similares. Mongolia ha instaurado un programa que canaliza los ingresos de la minería hacia los niños. Parte de los beneficios por las exportaciones de gas natural de Bolivia contribuye a financiar el sistema de pensiones del país. Igual que en los programas de transferencia de dinero condicional, los pagos van asociados a una mayor inversión en nutrición, sanidad, educación e incluso microempresas. Por ejemplo, la pensión rural de Brasil, que es incondicional, ha logrado que la asistencia a la escuela creciera un 20% en las niñas procedentes de los hogares que la reciben. La pensión incondicional en Suráfrica ha reducido el absentismo escolar de los niños de seis años a la mitad. Haití está poniendo a prueba un programa que emplea los teléfonos móviles para transferir dinero directamente a las víctimas del terremoto. De ahí la estupenda franqueza del título de un libro sobre desarrollo, publicado este año, que se ha convertido en lectura obligatoria: Demos dinero a los pobres, sin más.

Ve al norte, joven: El terremoto de Haití propició la creación de un laboratorio para innovaciones en el ámbito de la ayuda, entre ellas un plan para controlar las remesas que esbozó Michael Clemens, investigador titular del Centro para el Desarrollo Global. Clemens dice que la gran mayoría de los haitianos que han escapado a la pobreza lo han conseguido gracias a huir del país. Ocho de cada diez haitianos que ganan más de 10 dólares al día viven en Estados Unidos. Los haitianos que residen en el extranjero envían a casa más de 1.500 millones de dólares al año, más de la quinta parte del PIB del país y más de lo que recibe en ayuda exterior. Por tanto, si queremos lograr una mejora sostenible para la vida en Haití -o en otros Estados de una pobreza absoluta-, ¿por qué no favorecer que haya más remesas, a base de otorgar más visados a inmigrantes de los lugares más necesitados? Un mínimo ajuste de las políticas de inmigración puede suponer una enorme diferencia en la calidad de vida de los más pobres.

Utilizar los mapas: Este año han aumentado, de forma increíble, los nuevos usos de Internet que permiten externalizar la búsqueda de información muy necesaria sobre la situación de los lugares más pobres del mundo; un geoetiquetado que ha servido para trazar el mapa de todo tipo de factores, desde la producción de plátanos hasta los baches, desde las campañas de vacunación hasta el fraude electoral. En Puerto Príncipe, los organismos donantes utilizaron un programa llamado OpenStreetMap para recoger datos sobre los daños del terremoto, laboriosamente reunidos a partir de imágenes de satélite por miles de voluntarios de todo el mundo. Los organismos utilizaron la información para reducir los tiempos de transporte, seleccionar las tareas de búsqueda y rescate y recopilar valoraciones sobre daños y necesidades. Los trabajadores asistenciales en Haití utilizaron también Ushahidi.com de Ory Okolloh -basado en Google Maps y creado inicialmente para trazar el mapa de la violencia en Kenia tras las elecciones de diciembre de 2007- con el fin de localizar los edificios derrumbados, incendios, falta de agua, carreteras obstruidas y cortes de electricidad. Además de la posición de los equipos de ayuda. En El Cairo, HarassMap va a usar OpenStreetMap y mensajes de texto de las víctimas para crear un panorama de dónde hay más acoso sexual. La compañía local de electricidad de Lagos ha empezado este año a usar una tecnología similar para destacar los problemas de suministro de luz. No hay duda de que será un mapa con una gran cantidad de alfileres.

La ayuda secreta es perjudicial: El geoetiquetado está utilizándose también para trazar el mapa de la inversión en ayuda, lo cual hace que sea más fácil supervisarla. La International Aid Transparency Initiative, una coalición de Gobiernos y ONG de todo el mundo, está convenciendo a grandes donantes de que se comprometan a incluir un código de origen y de destino en sus registros, en los que se vea quién ha financiado cada donación y quién o qué es el beneficiario designado. Después, los datos se publicarán por medios electrónicos en un formato fácil de rastrear. De esa forma, cualquiera -beneficiario, organismo o contribuyente- podrá seguir la pista de los fondos donados del mismo modo que pueden localizar los paquetes enviados por mensajería. El Banco Mundial se ha sumado a la campaña de transparencia de la ayuda con una nueva política de "acceso a la información", basada en las leyes de libertad de información de Estados Unidos e India, y ha puesto los archivos del banco a disposición del público.

Tratar las políticas como píldoras: Con demasiada frecuencia, el éxito de los programas pilotos y las iniciativas políticas se mide en evaluaciones hechas a posteriori. Incluso cuando las evaluaciones son más minuciosas -con pruebas y comparaciones entre el antes y el después-, muchas veces no logran dar una opinión objetiva y definitiva sobre una nueva estrategia. Sin embargo, la experta economista, Esther Duflo, y sus colegas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han empezado a hacer experimentos controlados aleatorios -el mismo modelo que se utiliza en las pruebas de fármacos- para examinar una serie de ideas. Por ejemplo, en el caso de las evaluaciones de transferencias condicionadas, unos sujetos escogidos al azar tienen la oportunidad de recibir una transferencia de dinero o (en un caso) un pequeño paquete de lentejas si envían a su hijo a la escuela o a vacunarse. Mientras que el grupo de control no recibe nada. Las pruebas indican que los programas de este tipo obtienen resultados de participación espectaculares, pese a que el pago sea poca cosa. Existen ciertos límites, por supuesto. No es posible escoger al azar ni controlar muchas de las cosas que los economistas consideran importantes para el éxito o el fracaso de los planes de desarrollo: la estructura judicial de un país, su acceso a puertos, su historia colonial, entre otros factores. La selección aleatoria sólo demuestra que la política funciona en el lugar en el que se ha probado; tal vez no tendría el mismo efecto en otro sitio. Ahora bien, cuando puede aplicarse, el modelo de Duflo está convirtiéndose en el patrón oro.

Asignar un número a la pobreza: Hace tiempo que sabemos que no se puede emplear la renta per cápita como único criterio para medir el desarrollo. No obstante, era difícil encontrar otros sistemas. Este año ha surgido un serio candidato, el Índice Multidimensional de Pobreza. Elaborado por Sabina Alkire, Maria Emma Santos y James Foster para el PNUD, ya se ha decidido adoptarlo para sustituir el viejo Índice de Desarrollo Humano, que hasta ahora era el único competidor importante de la renta per cápita como criterio para medir el progreso.  El nuevo criterio valora las carencias de los hogares en diez campos entre los que están la salud, la educación, el acceso a servicios como agua potable y alcantarillado y factores como los suelos de cemento. Los resultados en función del índice nuevo son a menudo muy distintos de los que se basan en las rentas. En Etiopía, el 90% de la población es pobre, frente al 39% si se mide por la renta; en Tanzania, el 89% es pobre con arreglo a la renta, frente al 65% según el índice multidimensional. Es decir, esta nueva vara de medir demuestra que a algunos países se les da mucho mejor aprovechar lo poco que tienen para lograr una buena calidad de vida, una prueba empírica del viejo tópico de que lo importante no es lo que se tiene sino cómo se aprovecha.

Cruzar las fronteras rectas: En Libia, el coronel Muammar el Gaddafi ha propuesto que Nigeria se divida en dos países para evitar que continúe el derramamiento de sangre entre su población musulmana y cristiana. El presidente del Senado nigeriano dijo que Gaddafi estaba "loco". Las palabras del coronel tuvieron eco sin duda en Somaliland, el sur de Sudán y ciertas zonas de la República Democrática del Congo, tal vez con motivo. Los economistas William Easterly, Alberto Alesina y Janina Matuszeski han examinado casos en los que existe un mismo grupo étnico en dos países fronterizos y en los que las fronteras de un Estado consisten sobre todo en líneas rectas, normalmente establecidas en un viejo tratado imperial. Partiendo de una tradición intelectual que pasa por el estudioso Jeffrey Herbst y se remonta al siglo XIX, dicen que esos países son "Estados artificiales" y consideran que son mucho más pobres y políticamente más inestables que los que tienen fronteras naturales. Si queremos que África tenga buenas perspectivas a largo plazo, quizá ha llegado la hora de que no consideremos tan sagradas las líneas trazadas sobre el mapa por unos colonialistas de barba blanca en el Berlín decimonónico.
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jueves, 9 de diciembre de 2010

What I found in North Korea

Siegfried S. Hecker.
Cientifico norteamericano, invitado por el gobierno de Kim a visitar PyongYang en noviembre de este año.

On November 12, during my most recent visit to the Yongbyon nuclear complex, North Korean scientists showed me and my colleagues, John W. Lewis and Robert Carlin, a small, recently completed, industrial-scale uranium-enrichment facility and an experimental light-water reactor (LWR) under construction.

I was stunned by the sight of 2,000 centrifuges in two cascade halls and an ultramodern control room. But it was not until the long drive back to Pyongyang that the political implications of these findings hit home. It will be more important than ever to limit Pyongyang's nuclear progress and calm tensions on the Korean peninsula. This is particularly true in light of the clash in the Yellow Sea between the two Koreas late last month.

Although I and other nonproliferation experts had long believed that North Korea possessed a parallel uranium-enrichment program -- and there was ample evidence for such a belief -- I was amazed by its scale and sophistication. Instead of finding a few dozen first-generation centrifuges, we saw rows of advanced centrifuges, apparently fully operational. Our hosts told us that construction of the centrifuge facility began in April 2009 and was completed a few days before our arrival. That is not credible, however, given the requirements for specialty materials and components, as well as the difficulty of making the centrifuge cascades work smoothly.

How North Korea managed to obtain all these materials is a troubling question for the global nonproliferation regime. Indeed, there is no evidence that North Korea can produce high-strength aluminum or steel alloys on its own, or that ring magnets, bearings, and vacuum valves were manufactured indigenously.

The centrifuge facility we saw is most likely designed to make reactor, not bomb, fuel. However, it is highly likely that a parallel covert facility capable of HEU production exists elsewhere in the country.

The most likely scenario is that the equipment was built and brought into operation over many years at a different location and then moved into the new facility. The items needed to manufacture the centrifuges were likely obtained through North Korea's complex and far-reaching procurement network -- in which Pakistan likely played a significant role. Former Pakistani President Pervez Musharraf admitted in his memoirs that the Pakistani scientist A. Q. Khan delivered what amounted to an enrichment starter kit of 24 centrifuges around the year 2000. There were also reports that before A. Q. Khan's house arrest in 2004, North Korean scientists had cooperated closely with the Khan Research Laboratories, which provided hands-on training at their centrifuge facilities. In addition, in late 2001, the CIA reported to Congress that North Korea had attempted to acquire centrifuge-related materials in large quantities from Russia and Germany to support a uranium-enrichment program. It is also quite likely that the North Koreans fabricated at least some of the many components themselves.

And Washington cannot rule out North Korean cooperation with Iran, since the two have collaborated closely on missile technologies before. North Korea's centrifuge facilities appear to be more sophisticated than what Iran has shown to international inspectors, but it is well known that Tehran is developing next-generation centrifuges. Moreover, North Korea has much greater experience in uranium processing and reactor technologies than Iran, raising concerns that such expertise could flow from Pyongyang to Tehran.

These findings demonstrate the difficulty of accurately evaluating clandestine uranium-centrifuge programs. The small footprints and signatures of such facilities make assessment problematic. The best indicators of North Korea's progress were its procurement activities and technical cooperation with other countries -- in this case, Pakistan. These markers led the CIA to conclude in 2002 that by mid-decade North Korea could produce two highly enriched uranium (HEU) atomic bombs annually. The George W. Bush administration used this evidence to confront Pyongyang in October 2002 in a manner that led to the termination of the 1994 Agreed Framework, which had foreseen eventual diplomatic normalization in exchange for denuclearization. Terminating the agreement provided North Korea with an excuse to withdraw from the Nuclear Nonproliferation Treaty, reprocess bomb-grade plutonium from the spent uranium fuel rods, and build its first bomb.

In retrospect, it was not faulty intelligence that led to the disastrous outcome of the October 2002 confrontation but rather the Bush administration's misguided political determination to end the Agreed Framework without preparing for the consequences. At Yongbyon, the North Koreans told us that they will eventually build larger power reactors, and although they anticipate difficulties because the technologies for the reactor and fuel are new to them, they are confident of success. Our Foreign Ministry host reminded us that they had previously threatened to build a LWR and do their own enrichment but that "no one believed us, including you, Dr. Hecker." He made it clear that, in their minds, they had no choice; U.S. actions had pushed them in this direction.

The existence of a North Korean light-water reactor poses its own set of policy challenges. Pyongyang has seriously pursued LWRs since 1985, when it struck a deal with Moscow to supply two such reactors. The Agreed Framework was an attempt to replace its gas-graphite reactors, which are useful for making bombs but bad for generating electricity. By contrast, LWRs, which are less suitable for bombs, are very good for electricity. Shortly after the North's April 5, 2009, rocket launch and the predictable UN condemnation that followed, an official government press release stated, "We will see a light water reactor, which is vigorously 100 percent running on our own raw materials and technology." Now, as promised, they have started construction on a small, experimental LWR designed to deliver roughly 25 to 30 megawatts of electric power.

I believe North Korea's expressed interest in nuclear electricity is genuine. Although it is technically possible that the LWR will be used to produce bomb-grade plutonium, such a scenario is unlikely. Plutonium from an LWR is much less suitable for bombs than the plutonium already produced in the existing gas-graphite reactor. In fact, if Pyongyang wanted more plutonium bomb fuel, it would simply restart that reactor, not build an LWR. Still, the construction of the reactor raises a number of policy issues: an LWR requires enriched uranium, and once enrichment capabilities are established for reactor fuel, they can be readily reconfigured to produce HEU bomb fuel -- precisely Washington's concern about Iran's nuclear program.

In revealing these facilities, Pyongyang is sending a signal that policymakers must take seriously. In this case, the revelation appears to be part of a calculated plan developed around the time of the U.S. presidential transition to proceed with its nuclear program in a way that would influence the diplomatic situation in its favor. After the international community condemned North Korea's April 2009 rocket launch, Pyongyang officially terminated its participation in the six-party talks and conducted a second nuclear test to demonstrate to its own satisfaction and to the world that it had a functioning nuclear device.

At the same time, the North Koreans designed a small LWR and began building the enrichment facility by tearing down Yongbyon's fuel-rod-fabrication facility and building a centrifuge hall. They timed our visit to show off their completed project. With these moves, Pyongyang managed to justify its need for an enrichment program while moving toward its long-standing ambition of using LWRs for nuclear power.
The truth is that North Korea has run both plutonium and uranium programs in a dual-use mode -- that is, for bombs and electricity -- from the beginning. It favored the plutonium program for both weapons and electric power in the early 1990s, but it was willing to trade in the plutonium bomb program for electricity from LWRs to be supplied by the United States as part of the Agreed Framework. It appears to have rejuvenated its uranium program for bombs later in the 1990s, when A. Q. Kahn came calling and the Agreed Framework was moving along very slowly. By 2002, much as the intelligence reports indicated, the North was making major procurements of centrifuge materials and components. The October 2002 diplomatic confrontation allowed the North to accelerate the plutonium bomb program in 2003, and subsequent nuclear tests allowed it to demonstrate its success.

The modern centrifuge facility the North Koreans showed us this time indicates that Pyongyang never gave up on the uranium path to the bomb. The North must have been able to procure enough materials and components, fabricate and assemble them into working centrifuges, get them functioning in an undisclosed facility and then install them in short order at Yongbyon. The centrifuge facility we saw is most likely designed to make reactor, not bomb, fuel, because it would not make sense to construct it in a previously inspected site and show it to foreign visitors. However, it is highly likely that a parallel covert facility capable of HEU production exists elsewhere in the country.

The question now is how this affects Northeast Asia's security calculus. North Korea already has plutonium -- by our estimates, enough for four to eight basic nuclear weapons. Possession of similar amounts of HEU does not fundamentally change the threat. HEU is easier to fashion into a crude bomb but offers no advantages for more sophisticated, miniaturized designs. If Pyongyang is content with its current arsenal or modest growth, it would be better off restarting the existing plutonium production reactor. However, if Pyongyang wants to increase its arsenal substantially, it could expand the capacity of the current enrichment facility or build parallel clandestine facilities. Pyongyang cannot expand centrifuge capacity at will, however. It is limited by the need to import key materials and components -- hence the international community must redouble its efforts to shut down Pyongyang's extensive illicit procurement network.
A light-water reactor requires enriched uranium, and once enrichment capabilities are established for reactor fuel, they can be readily reconfigured to produce HEU bomb fuel -- precisely Washington’s concern about Iran’s nuclear program

Even more troubling than an expansion of the North's nuclear arsenal is its potential export of fissile materials or the means of producing them, which now include centrifuge technologies. Moreover, by unveiling the LWR and enrichment facility, Pyongyang has complicated the diplomatic process by, in effect, redefining what is meant by denuclearization. Not only is it unlikely that Pyongyang will give up its nuclear arsenal anytime soon, but it will almost certainly insist on keeping its LWR program and centrifuges. Shutting down the plutonium program was within reach, but the same is not likely for the uranium program, because the justification for its peaceful nature is more credible than for the plutonium program, even though it is no less problematic.

Nevertheless, our Foreign Ministry host maintained that Pyongyang continues to support the denuclearization of the Korean peninsula as agreed to in the September 2005 Six-Party Joint Statement. As a starting point, he suggested that it would be helpful if Washington reaffirmed part of the October 2000 U.S.-North Korean Joint Communiqué. That document, which was the culmination of a long diplomatic process, stated that neither government would have hostile intent toward the other and confirmed the commitment of both to make every effort to build a new relationship free from past enmity.

It is time for the United States to conduct a thorough review of its policies on Northeast Asia, including but not limited to the nuclear issue. The fundamental and enduring goal must be the denuclearization of the Korean peninsula. However, since that will take time, the U.S. government must quickly press for what I call "the three no's" -- no more bombs, no better bombs, and no exports -- in return for one yes: Washington's willingness to seriously address North Korea's fundamental insecurity along the lines of the joint communiqué. Our Foreign Ministry host framed his no's in terms of no vertical or horizontal proliferation. When we asked specifically if Pyongyang would entertain the concept of three no's and one yes, he said, "If the U.S. government asks that question, I will answer it."

Pyongyang's revelation of the centrifuge facility makes it more challenging and more pressing than ever to ask that question.
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Semana política


Síntesis GALMA


9 de diciembre, 2010
 
¡Hola!  Adjuntamos los sucesos más interesantes de esta semana.

    1.        PRI: Moreira y la unidad
    2.       Ley de Competencia: avances y retrocesos
    3.       Filtraciones: delito y consecuencias


PRI: Moreira y la unidad. Si una cosa han aprendido los priístas en la década que ha transcurrido desde su derrota histórica de 2000 es que no podrán recuperar la presidencia divididos. Eso ha generado una dinámica en la que todos sus integrantes clave se han dedicado a construir una estructura de unidad sin transformar de manera alguna el partido. El PRI sigue viviendo bajo el paradigma del viejo sistema en el que el poder estaba concentrado y, a través de la disciplina y la fuerza del centro se controlaba al país. Esto, aunado al pobre desempeño de las administraciones panistas –tanto en resultados como en operación– ha creado el mito de que tan pronto regrese el PRI, el viejo sistema se restaurará. La realidad es que ha habido un profundo cambio en la realidad del poder y, por lo tanto, la capacidad de concentrarlo y disciplinar a toda la estructura política es simplemente imposible. A pesar de ello, un grupo de priístas con capacidad y habilidad de operación política estaría en condiciones de lograr un desempeño mejor del que el país tiene actualmente. Es en este contexto que debe analizarse la prácticamente inevitable coronación de Humberto Moreira como presidente del PRI. Moreira es un operador político capaz que conoce al revés y al derecho a su partido y se ha abocado a entender sus fuerzas y debilidades en todo el territorio nacional. Es, sin duda alguna, el tipo de persona que un candidato que aspira a ganar la presidencia quisiera tener como aliado y operador. Peña Nieto se ha dedicado a construir su candidatura rumbo a 2012 y, como parte de ello, ha llevado a Moreira a la antesala de la presidencia del PRI. Ese movimiento, que ahora parece inevitable, evidentemente choca con otras fuerzas del partido, comenzando por su actual presidenta y por el principal contendiente por la nominación en el PRI, el Senador Beltrones. Sin embargo, tanto Beatriz Paredes como Beltrones saben bien que el costo de una nueva derrota electoral sería infinitamente mayor a la del triunfo de un contendiente interno, razón por la cual parecen haber aceptado lo evidente y asumido el costo. Es igual de claro que, en su momento, vendrán negociaciones entre los actuales contendientes para fijar las reglas de la nominación así como para garantizar la participación del perdedor. Es por esa razón que todo sugiere que, al menos en este momento, la elección de 2012 está en manos del PRI. Pasada la elección de 2012 el tema de Moreira podría ser delicado. Evidentemente, él no está en esto sólo para ser presidente del PRI. Independientemente de sus ambiciones políticas de largo plazo, es claro que Moreira querría una posición relevante en el gabinete de un eventual presidente priísta. De ser así, México podría estar en la antesala del peor de todos los escenarios en materia educativa: la Secretaría de Educación Pública en manos del sindicato.

Ley de Competencia: avances y retrocesos. Las reformas a la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE) siguen en manos del Senado, por lo menos hasta que se resuelvan los desacuerdos entre senadores del PRI y del PAN. La reforma aprobada en lo general –que al culminar su discusión en el Senado tendrá que regresar a la Cámara de Diputados para su aprobación– incluye cambios políticos, avances en materia de sanciones y retrocesos en cuanto a poderes de investigación de la Comisión Federal de Competencia (CFC). En el ámbito político, el PRI logra avanzar su propuesta a pesar de los reclamos de la bancada del PAN y de algunos en el PRD. La meta: que al convertir a la CFC en organismo descentralizado –como lo son el IFE y la CNDH, entre otros– el Senado pueda ratificar a los Comisionados designados por el Presidente, argumentando que eso dará mayor autonomía a la Comisión. Los panistas reclaman este último argumento, ya que a la luz los procesos de designación y ratificación en otros organismos –como los ya mencionados– es posible que ahora la autonomía resulte mermada por agentes privados operando a través del Senado. Esto sin mencionar que la transición para convertirse en organismo descentralizado desviará, al menos en el corto plazo, preciados recursos de las investigaciones a la operación administrativa del organismo. Por otra parte, el avance en materia de sanciones es propuesto por el PRI como una medida que favorecerá a los consumidores. Nada más lejos de la verdad si, como reclaman los senadores panistas que ayer se retiraron de la mesa de discusión, no se acompaña esta atribución con el otorgamiento de mejores herramientas de investigación, como visitas de verificación sorpresa y la emisión de medidas cautelares. Lo esencial de los procesos para proteger la competencia es recoger evidencia relevante para determinar si existe o no una violación a la ley, no la amenaza –que sin herramientas de investigación se torna poco creíble– de tener que pagar una multa o acabar en la cárcel. Los incentivos continúan sin estar alineados para que exista mayor competencia económica y para que incremente el bienestar de los consumidores.

 
Filtraciones: delito y consecuencias.
La filtración de información confidencial que forma parte de averiguaciones previas se ha vuelto una constante en México. Dichas filtraciones –que por lo general se dan a los medios de comunicación– se entenderían por una parte, como mecanismo de propaganda política sobre los supuestos avances de la estrategia de combate al crimen organizado y, por otra, como instrumento de acoso político. Estas filtraciones son violatorias, entre otras disposiciones, de la fracción XXVI del artículo 86 del Código Federal de Procedimientos Penales. Además de las filtraciones de información confidencial, se registran casos donde los presuntos delincuentes son también menores de edad cuya identidad e imagen es presentada ante medios de comunicación, contraviniendo incluso, tratados internacionales que México ha firmado y ratificado. Estas acciones así como la presentación de presuntos delincuentes a los que a la vuelta de un tiempo no se les comprueba culpabilidad –pero ya se les juzgó en los tribunales de la opinión pública– no hacen si no contribuir al deterioro de la imagen de las instituciones ante la ciudadanía y, eventualmente, del Estado de Derecho en el país.


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