miércoles, 1 de abril de 2015

Semana política








1º de abril de 2015.


Hola, adjuntamos los sucesos más interesantes de la semana.
 

1. Tres escenarios sobre el precio del petróleo.

2. Morena y PRD: entre el voto ideológico y el voto clientelar.

3. Sistema Nacional Anticorrupción: más de lo mismo.


Tres escenarios sobre el precio del petróleo. La gran pregunta que en estos momentos se están haciendo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y en la Secretaría de Energía es: ¿qué pasará con el precio del petróleo? Es claro, como sostienen varios expertos, que el impacto del petróleo barato se puede examinar al observar las consecuencias sobre las cuentas corrientes, por un lado, y las cuentas fiscales, por otro. De ahí su importancia. Entonces, ¿qué esperar sobre los precios petroleros? Presentamos aquí, tres escenarios que podrían darse en el corto plazo y ante los que el gobierno de PRI debe ser cauto y mover sus fichas.

  1. El primero tiene que ver con una disputa entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los Estados Unidos. El costo de producción del shale es mucho más caro que la producción convencional y un petróleo barato perjudicaría más a los EEUU que a la OPEP, ya que extrae los hidrocarburos principalmente de manera convencional. Además, con un petróleo en caída, la OPEP de todas maneras mantendría su cuota en el mercado. Arabia Saudita -el principal productor de petróleo convencional del mundo- tiene un costo de 4/5 dólares por barril, por eso puede sostenerse inclusive con el barril a 20 dólares. En cambio, el costo de producción no convencional en Estados Unidos es enormemente superior, por eso el desplome petrolero perjudicaría al "boom del shale" norteamericano. Para los árabes es claro que el principal afectado es EEUU.

  2. Ahora bien, la OPEP no es que tenga una postura única. Al ser un organismo internacional, se rige por el diálogo y el acuerdo de sus miembros. No todos los países de la OPEP comparten la postura de Arabia Saudita en relación al petróleo barato. Por ejemplo, Venezuela necesita un barril caro ya que el petróleo representa el 95% de sus exportaciones y para ellos, precio deseable serían los 100 dólares por barril. En si, en la OPEP, se dan dos bandos: Arabia Saudita , Emiratos Árabes Unidos y Kuwait integran un sector en la OPEP que no ve problemas con un precio barato del petróleo. Por otro lado, Venezuela, Ecuador, Irán y Nigeria promueven un petróleo elevado. A estos países, habría que sumarle la posición de Rusia -el principal productor de gas en el mundo-, históricamente enfrentado a EEUU. En este toma y daca, toma relevancia también la postura de China e India, los principales consumidores, que abogan por un petróleo barato, para cuadrar sus cuentas fiscales.

  3. El tercer escenario tiene que ver con una disputa interna dentro las petroleras de los EEUU: las grandes se quieren comer a las chicas, aprovechando el bajo precio para provocar su quiebra. Teniendo perspectiva histórica, recordemos que el "boom del shale" comenzó en 2008 (justo al mismo tiempo que daba inicio a la crisis económica) y tuvo como protagonistas a las grandes petroleras Chevron y Exxon Mobile,. Por el otro, los empresarios medianos y chicos que, tentados por la nueva fiebre del oro, llegaron con capitales desde otros sectores económicos ajenos a los hidrocarburos. Estas empresas se endeudaron -la historia más vieja del mundo- para acceder a las inversiones no convencionales. Se calcula que el total de la deuda de las petroleras medianas y pequeñas de shale en EEUU es de 200 mil millones de dólares. Ahora, con un precio tan bajo, podrían correr el riesgo de no poder afrontar sus deudas con un precio bajo del petróleo.

Habría que decir, que muy probablemente, que no estemos en presencia de un solo escenario y haya múltiples factores superpuestos. Es hora de calcular muy bien los movimientos y aplicar esa frase de Na poléon: despacio que llevamos prisa. Es cierto que el precio del petróleo puede subir, dependiendo de las variables mencionadas, pero se antoja poco probable en el corto plazo. El gobierno mexicano se enfrenta al dilema de un nuevo ajuste y, para evitarlo -en una lógica cortoplacista-, puede caer en la tentación de malbaratar la ya de por si deplorable reforma energética. Ojalá los priístas logren ver más allá de sus casas en Las Lomas y comprendan la gravedad del asunto.


MORENA y PRD: entre el voto ideológico y el voto clientelar. Siempre se ha dicho que la división de la izquierda produce que esta pierda las elecciones. Con ello, como mantra, se tiene gran interés en cómo va a dividirse el panorama con la aparición de MORENA y el requisito que impone la ley electoral de que compita sin alianzas. ¿Cómo competirán MORENA y el Partido de la Revolución Democrática? Mucho de eso se ha visto ésta semana con la aparición, en una bodega, de cientos de despensas listas para el reparto en la Delegación Cuauhtémoc, por parte del gobierno delegacional (en manos del PRD). Es importante partir del entorno que es una elección intermedia y el promedio histórico que el conjunto de las izquierdas ha obtenido en las tres últimas elecciones de ese tipo (1997, 2003 y 2009) es de 24.72%. Esa cifra es importante y habla de que la izquierda es competitiva, pero cuando se atomiza en intereses de grupo, se diluye ante los consolidados porcentajes del PRI y PAN que se han mantenido a lo largo de tres décadas. La atomización de la izquierda, sin duda, es importante para entender el enfrentamiento entre MORENA y el PRD.

  • El PRD se ha caracterizado por ser el principal partido de izquierda, su porcentaje promedio en las elecciones intermedias es de 18.53, pero hay que puntualizar que ese promedio lo obtuvo sin la renuncia de sus ex candidatos presidenciales (AMLO y Cárdenas) y la desbanda de personajes en este último año (Cárdenas, Ebrard y Encinas, todos ellos ex-Jefes de Gobierno del DF). Sus principales bastiones, DF y Guerrero, han sufrido un desgaste por los escándalos, tanto de la Línea 12, como la masacre de Iguala y la corrupción en el Gobierno de Ángel Aguirre. Su presidente nacional reconoció que su meta es un limitado 15.5%, hoy las encuestas lo muestran en un 11% y con una tendencia a la baja.

  • Morena se conformó, en gran medida, con los militantes y estructuras del PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Hoy las encuestas lo ubican entre el 8 y 10% de intención de votos con una tendencia a crecer en la campaña y mayor identificación de la marca Morena con AMLO en su primera prueba electoral. A diferencia del PRD, es un valor en alza.

Este contexto en la izquierda se comprende cuando se pone atención al discurso político de cada uno de los partidos. Entramos, pues, en el terreno entre la ideología y el pragmatismo. El PRD es un partido que gobierna y ha articulado su discurso en torno a lso programas sociales que administra. Es un discurso que apela al voto clientelar, en el que se intercambia por algún regalo, concesión, promesa o monto de dinero. En principio, este voto es ilegítimo desde el punto de vista democrático, pues compra voluntades que deberían expresarse libremente. La publicidad del Partido, apelando a los adultos mayores, es un buen ejemplo de ello (aunque curiosamente la ciudadanía identifica ese apoyo con López Obrador, hoy líder de MORENA). Morena, en cambio, ha enarbolado un discurso de frontal oposición al gobierno del PRI, de "otro rumbo" para el país. En ese sentido, no se reniega de lo que sus miembros han hecho en el pasado, pero se procura señalar las diferencias con lo que se hace ahora. ¿Cómo se traduce eso? En varias formas, pero principalmente parece que al PRD le afectara que su estructura es burocráticamente costosa; además de los constantes escándalos y deserciones, su estrategia de las alianzas locales con el Partido Acción Nacional y el Pacto con el Gobierno del PRI, hacen que su discurso opositor pierda credibilidad. Si hacemos caso a las encuestas, la distribución de su votación se centrará en las circunscripciones IV y V con su más alta votación desproporcionalmente con el bajo resultado de la I y II, ganando distritos de Guerrero, Michoacán, Guerrero y principalmente DF. En cambio, MORENA es un partido en ascenso como una consecuencia en sus principios e ideología (gustará más o menos el maniqueísmo que hace de ella) que se asume como la "verdadera oposición", su mercado es el voto desencantado del PRD, MC y PT que será un escenario de suma y resta con ellos, agregado al ciudadano indignado del gobierno de EPN. Con la información publicada en las encuestas, se entrevé que su votación será homogénea pero destacando la circunscripción II y III A día de hoy, su votación tendrá como consecuencia rondar el 10% pero ganará pocos distritos de mayoría (Tabasco, DF y Guerrero). De todas formas, ese resultado será histórico para un partido que participa por primera vez. Es verdad que las motivaciones y razones para emitir un voto en una u otra dirección son muy variables, e incluso antagónicas. Pero en también es cierto que esta situación coyuntural, no es incompatible con el funcionamiento y objetivos de los propios actores políticos. Más allá del caso de Cuauhtémoc o del de Iztapalapa, todos los actores de la izquierda tienen claro que el verdadero objetivo es el 2018.


Sistema Nacional Anticorrupción: más de lo mismo. En el debate sobre el Sistema Nacional Anticorrupción no deja de ser interesante que los encargados de regular la corrupción sean precisamente quienes están en la única posición que puede beneficiarse de ella. Es decir, la clase política. Y es que podrán discutir en cualquier asunto desde las posturas más dispares y contrarias, pero difícilmente dejarán de ponerse de acuerdo en lo que al beneficio para sus bolsillos atañe. Regresando de vacaciones, los legisladores se darán a la tarea de revisar la minuta de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información (LGTAI) y las reformas constitucionales en materia de combate a la corrupción. La primera en la Cámara de Diputados y la segunda, en el Senado. Al parecer, los legisladores han encontrado una manera sumamente avanzada y (casi podríamos decir) genial de dejar contentos a los electores al mismo tiempo que protegen sus intereses personales, de partido y de clase. Se trata del viejo truco de las "letras chiquitas". Es decir, pueden poner un IFAI con mayores atribuciones, una Secretaría de la Función Pública renacida y con su titular ratificado por el Senado, la creación de un Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TRIFEJA) para dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal y los particulares, y otros mecanismos e instituciones de control modernos e inteligentes, pero no olvidemos que cuando estos mecanismos de control son creados por el sector de la población que será, justamente, el controlado por ellos, nuestro entusiasmo, en el mejor de los casos, debe ser mesurado. Las medidas (algo demagógicas en sí mismas, dirán algunos) de "democracia directa" que se aprobaron en 2012, podrían ser un ejemplo de algo similar a las reformas anticorrupción que se tratarán este año: el conocido caso del "atole con el dedo", para decirlo en lenguaje coloquial. En aquella ocasión se plasmaron en la Constitución figuras tales como la consulta popular, la iniciativa ciudadana, y las candidaturas independientes, pero con candados tales ("letras chiquitas"), que resultan prácticamente figuras ornamentales e inviables. Las tentaciones para acabar haciendo las reformas anticorrupción igual de impracticables son incluso mayores, pues toca el tema más sensible para el político en general: los recursos. No se pretende decir que sea imposible que la legislación en cuestión represente verdaderos avances en la lucha contra la corrupción, pero no deja de ser real también que mientras haya un conflicto de intereses de parte de quienes legislan, las cosas no serán tan sencillas. Por ejemplo, el llamado Sistema Nacional Anticorrupción tendrá más controles partidistas que constitucionales. De este modo, el TRIFEJA será en la práctica menos autónomo de lo que la teoría supone, ya que sus magistrados serán ratificados por el Senado a propuesta del Presidente de la República. ¿No resta este esquema autonomía al Tribunal? ¿Los magistrados que habrán de dirimir diferencias entre dos partes son puestos por una de las partes? ¿No es este un esquema que privilegia negociaciones contaminadas por la consecución de cuotas partidistas en vez de permitir que estas instituciones elijan autónomamente a sus cuadros directivos con base en criterios profesionales e institucionales sólidos? Nuevamente, estas reformas son un parche de cara a la galería. El avance contra la corrupción no será completo y exento de posibles simulaciones en tanto los políticos sean quienes tengan que atentar contra sus propios intereses, pues todavía ningún pirómano pide trabajo en una estación de bomberos.


La Semana Política es una publicación de coyuntura, basada en la percepción que se tiene sobre México en los principales diarios internacionales del mundo.

 

 
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