miércoles, 1 de julio de 2015

Semana política








3 de junio de 2015.


Hola, adjuntamos los sucesos más interesantes de la semana.
 
1º de julio de 2015

Hola, compartimos pequeños comentarios sobre los acontecimientos más relevantes de la semana.

1. La extrema desigualdad.

2. ¿Cuándo llegará el crecimiento?

3. El futuro del PRI.

4. Llego AT&T.

La extrema desigualdad. Hay pocos conceptos derivados de la teoría económica marxista que siguen tan vigentes como la lucha de clases. Sólo que ya no le damos ese nombre, dado que en los discursos políticos el termino lucha acabó siendo identificado como algo agresivo, malo por antonomasia para la economía. Por eso, ahora, los discursos políticos hablan de desigualdad, de distribución de la riqueza. Y justo ese concepto es el clave en nuestro país, el más desigual del mundo. En las últimas dos décadas, los ingresos del país han aumentado mientras las tasas de pobreza continúan estancadas. En pocas palabras, los ricos de este país son cada vez más ricos, mientras que los pobres aumentan de forma considerable. Es lo que ha concluido el más reciente estudio de Oxfam; elaborado por el economista del Colegio de México, Gerardo Esquivel. Vale la pena comentar sus hallazgos:

  • En el país, el 46,5% de la población vive en pobreza, mientras un 1% de los mexicanos acumula el 21% de la riqueza del país. Las grandes fortunas crecieron un 32% entre 2007 y 2012. De hecho, esa concentración de la riqueza se reduce a 16 personas. Si nos preguntamos cómo han adquirido su fortuna, el informe señala que la fórmula radica en los negocios privados concesionados o regulados por el Gobierno mexicano. El mejor ejemplo son los empresarios Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, la familia Azcarraga o Alberto Baillères. Sus fortunas han crecido exponencialmente en los sectores de las telecomunicaciones y la minería en los últimos 20 años, con ayuda de unas regulaciones estatales favorables para sus negocios.

  • El estudio insiste en que el Gobierno mexicano ha diseñado en los últimos años una política fiscal que favorece a quienes más tienen. La Hacienda mexicana, por ejemplo, no cobra impuestos por las ganancias en el mercado accionario, ni por herencias. Esto habla de que los esfuerzos del Estado para distribuir los ingresos han sido en vano. En el país han ganado los más ricos. Esto por supuesto, trae un alto costo político, referido al ejercicio de los derechos ciudadanos.

  • Según Oxfam, 23 millones de mexicanos no pueden comprar la canasta básica alimentaria. Cuando uno se pregunta por qué, encontramos cuatro problemas básicos relacionados con el ingreso y la calidad de vida:

    • La precariedad del salario mínimo.

    • La marginación a la población indígena.

    • La brecha entre la educación pública y privada.

    • El incremento de la violencia.

Frente a estos fenómenos, Oxfam ha recomendado al Gobierno recuperar políticas públicas para atender las necesidades básicas de la población, así como una política fiscal más agresiva con los sectores más ricos. En particular, la estrategia pasa pro atacar dos grandes problemas:

  1. Aumentar el salario mínimo, dado que los 70 pesos diarios (4,53 dólares) se encuentran por debajo de la línea de bienestar y el poder de compra con ese ingreso ha disminuido drásticamente en los últimos 30 años, apunta la investigación.

  2. Una reforma educativa integral, en donde se contemple la infraestructura de las escuelas, dado que la educación pública se imparte en un 65% de escuelas escuelas que no cuentan con servicios básicos y donde el 80% de los estudiantes no tiene acceso a Internet.

Consulte el estudio de Oxfam en: http://ep00.epimg.net/


¿Cuándo llegará el crecimiento? El crecimiento de la economía mexicana ha sido un severo estancamiento durante las tres últimas décadas, en promedio 2.4% al año, si consideramos el crecimiento por habitante 1,8% al año. La productividad aunque en ascenso está aún muy por debajo de los estándares requeridos para el despegue que nos aleje del cinturón de "países en desarrollo", insuficientes para generar la anhelada prosperidad, el orden social y la estabilidad que se han buscado desde la segunda mitad del siglo XIX. Las Reformas Estructurales aprobadas por el celebradísimo Pacto por México, han generado intenso escepticismo, ya que a pesar de su relativa novedad, no han presentado los cambios suficientes que eran esperados. Pareciera un modelo agotado, a pesar del anuncio de que se podrán construir seis refinerías privadas, a pesar de los conflictos con el sector sindical educativo por la implantación de la reforma y otros más pesares y levedades. El Pacto pro México es ya una de las manifestaciones más expresivas sea la falta de confianza, la atonía del consumo familiar y la lentitud inversora. Con todo este contexto, el Banco de México acaba de anunciar que no prevé que en este año el PIB crezca más del 3% en el mejor de los casos. Entonces, es pertinente preguntar, ¿cuándo llegará el crecimiento? El país tiene como varias ventajas, competitivas como les gusta llamarlas a los neoliberales: es país sin desequilibrios macroeconómicos, sin alto endeudamiento con el exterior, con una cantidad históricamente profusa de reservas internacionales y sin inflación importante (menor al 3%). Pero también es verdad que el precio del crudo de petróleo está por los suelos y eso ha afectado la recaudación estatal, la cuál se ha concentrado en apretar las tuercas de la tributación en impuestos sobre diversos rubros que no son celebrados por ningún sector social. El descenso en el precio del petroleo ha supuesto un serio obstáculo a la propia reforma energética, anunciada con bombo y platillo. Las decisiones de política fiscal adoptadas tampoco han favorecido al crecimiento económico. En el corto plazo, ni la evolución del precio del crudo ni las decisiones de política monetaria que adoptara EE UU, favorecerán la intensificación del crecimiento económico. La dependencia en materia de comercio exterior al vecino del norte sigue siendo importante, pero será en los próximos meses cuando esa influencia deje señales menos favorables, incluidas las asociadas a la reducción de la dependencia estadounidense de las importaciones de petróleo. Lo cierto es que la elevación del dólar y la solidez del peso frente a otras monedas de flotación dan una ventaja bastante atractiva para la inversión de capital externo. De ahí la necesidad de reformar la imagen que se tiene de México. ¿Cómo? En primer lugar, recurriendo a lo que más allá del petroleo y las remesas ahce que entre dinero al país: el turismo. Sería necesario darle un giro a la política de Secretaría de Turismo (SECTUR) inmediatamente para no perder una oportunidad histórica. La política de turismo conlleva, implícita un déficit que no se ha aderezado de manera correcta, el ingreso de personas. Y es que los países cuyas economías son atractivas reportan un ingreso neto de personas interesadas en prosperar. Sea que cada que un extranjero prospera por lo menos afecta a tres nacionales de forma benéfica. La creación de riqueza debe ser generalizada, picos para dentro y, por tanto, más oro fuera de la mina.


El futuro del PRI. No vamos a descubrir el hilo nuevo diciendo que el PRI es un partido corporativo, pero, a veces se escapa que también es una concertación. La selección del candidato a la Presidencia y del Presidente mismo del partido se ha hecho abiertamente a dedazo o con transparencia que raya en la inexistencia, con algunos blanquinegros dependiendo específicamente de las fuerzas en disputa, pero esto es claro, y si se oculta es porque representa otra característica no tan potable al electorado mexicano que ha pasado ya por búsquedas democráticas que han superado los mecanismos nacionalistas, fascistas y socialistas con los que se fue meciendo la operatividad del partido que institucionalizó la Revolución Mexicana. Pero consecuente con su idea corporativa, dicha concertación tiende a considerar y avalar medidas dolorosas para las corporaciones integrantes. Ejemplos hay muchos. Desde la retirada política del gran padre del partido Plutarco Elías Calles frente al joven Lázaro Cárdenas. La muy probablemente dolorosa decisión de sucesión de éste último por Manuel Ávila Camacho en vez de Francisco Mújica. Las muy bien documentadas diatribas al interior de la nomenclatura en tiempos de Alemán, Ruíz Cortines y López Mateos. Hasta la selección de Salinas de Gortari entre Colosio y Camacho, que después quedaría ceñida en Zedillo, aquel que mejor podría atar la economía después de las convulsiones necesarias para salir del modelo nacional revolucionario, que llevó al histriónico JoLoPo a tomar la decisión de heredar la silla al grupo de tecnócratas de Miguel de la Madrid y contra a otro arquitecto faraónico del Estado Rector. Con ello en mente, no hay que olvidar que el Consejo Político Nacional (CPN) del PRI está pro reunirse, para dar a conocer el método de selección de fórmulas para un presidente y secretario de partido, que asumirán los cargos el mes de agosto. César Camacho, el presidente actual, ha acabado su período, alargado por los estatutos del PRI que impiden que la cúpula se recicle en medio de un proceso electoral, así que una vez terminados los 74 juicios del Tribunal Federal Electoral, dará incio el proceso interno. La señal de alarma viene en cuatro estados anteriormente bajo gubernatura priñista: Querétaro, San Luis Potosí , Colima y Nuevo León, estados sin mayores problemas sociales que viraron al PAN y el último a un candidato independiente. Uno de los triunfos de la elección pasada fue Sonora, gobernada por el panista Guillermo Padrés. El triunfo se le adjudica entonces al líder del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, exgobernador de Sonora que posicionó a su candidata Claudia Pavlovich. Un triunfo muy acertado, puesto que era una elección reñidísima que terminó en una ventaja de siete puntos. Ahora bien, la posible llegada de Beltrones a la conducción del PRI significaría una fuerza distinta a la que encabeza al partido, que es la de Enrique Peña Nieto y César Camacho, el Grupo Atlacomulco, proveniente del Estado de México. Otros presidenciables que han dado indicios de querer avanzar al banquillo y que han también dado señales de oposición a Beltrones, son César Duarte, gobernador de Chihuahua con una muy discutida gestión, y Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México que es el gobernador que tiene quizá el mejor expediente electoral del PRI: nunca ha perdido una elección, ha sido dos veces diputado local en el Congreso de su estado, ha sido dos veces, presidente municipal de Ecatepec (el municipio más poblado del país, y en las elecciones del 2011 ganó en el Estado de México por más de tres millones de votos, más de lo que obtuvieron los candidatos del PAN y del PRD juntos). Hay que hacer notar que en las elecciones de 2011 en el Estado de México Eruviel obtuvo un número similar de votos al que MORENA obtuvo en la pasada elección en toda la República. También han sido muy mentados Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia, Luis Videgaray, secretario de Hacienda, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y exgobernador de Hidalgo. Más allá de nombres, el calendario electoral para el próximo año se intensifica: el nuevo presidente del PRI tendrá que encarar en 2016 comicios en 12 Estados (Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz y Durango). Ahí se votará por Gobernadores, congresos locales y ayuntamientos. Para entonces, el poder se habrá renovado en 21 entidades de las 32 que tiene México. Frente a esta escena, el nuevo Presidente del PRI deberá preparar el camino para la candidatura del 2018, que se prevé complicada debido a que seguramente surgirán actores independientes y coaliciones adversas a su candidato. Desde ese punto de vista, para el PRI, la prueba de prueba de fuego es ya, el 2016.


Llega AT&T. En un contexto en el que se ve que las Reformas no son lo que se prometió, la llegada de At&T ha sido vista como un viento fresco. No cabe duda que los planes de AT&T para México son ambiciosos: invertirá 3,000 millones de dólares en los próximos tres años para desplegar una red móvil de alta velocidad que dará servicio a 100 millones de personas. La empresa comenzó el año pasado su expansión en México después de que el Congreso reformó la Ley de Telecomunicaciones para liberalizar el sector e incentivar la competencia. En seguida, AT&T compró dos poderosas pero rezagadas empresas de comunicación: Iusacell en 2,500 millones de dólares en noviembre de 2014, y Nextel México en 1,900 millones de dólares tres meses después. Con ello se hizo de un mercado de aproximadamente 11 millones y medio de usuarios. Ahora la empresa texana advierte la más grave de sus campañas de expansión, la cobertura para más de 40 millones de mexicanos para final de 2015, para 75 millones en 2016 y 100 millones en 2018. El reto de AT&T es mayúsculo: se trata de ofrecer servicios, como el internet movil, que tiene un impacto en la vida diaria y en el trabajo, ayuda a que las familias estén mejor conectadas, abre nuevas oportunidades en materia de educación y salud, y fortalece y potencia a las comunidades del país. Es así como AT&T comienza su escalada, con un llamado al desarrollo. Es la primera vez que una compañía telefónica estadounidense amplía su servicio a otro país de América del Norte: se planea "ofrecer" servicios de alta calidad y velocidad en México, creando la primer área de servicio móvil de Norteamérica, que llegará a más de 400 millones de personas y negocios en México y Estados Unidos. Esta red permitirá conectar a los países, economías, personas y culturas del Tratado de Libre Comercio (TLCAN). El objetivo es ofrecer planes para atraer mexicanos con la posibilidad de comunicación con sus familias del otro lado. El presidente de la compañía tiene claro en su discurso que viene a ofrecer un tipo de productividad que el cuasimonopolio ha evitado que se propague: la competencia. Peña Nieto, curiosamente, también coincide en ese aspecto. Sin embargo, el desembarco de la compañía no hara menos al realidad: América Móvil de Carlos Slim tiene un 70% de abonados y la española Telefónica Movistar itri 20%. Si bien es cierto que el plan de expansión de AT&T pone a un jugador mucho más serio que Telefónica en el tablero, tampoco se puede negar que Slim ha sido el principal proveedor de servicios de telefonía móvil del país por más de dos décadas.

La Semana Política es una publicación de coyuntura, basada en la percepción que se tiene sobre México en los principales diarios internacionales del mundo.

 
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