miércoles, 4 de marzo de 2015

Semana política









4 de marzo de 2015.


Hola, adjuntamos los sucesos más interesantes de la semana.
 

  1. Ciudad Juárez, ¿mejora?

  2. Desarrollo Sustentable: ¿está México asegurando el futuro?

  3. INE: recién nació y ya está cuestionado.

  4. El dilema del empleo Juvenil.


Ciudad Juárez, ¿mejora? Hace tan solo cuatro años, Ciudad Juárez era asediada por miembros de bandas criminales y saboteada por policías corruptos. A pesar del despliegue de miles de soldados y policías federales, la espiral de asesinatos y secuestros estaba sin control. Para el Crisis Group, la organización civil sin ánimo de lucro de George Soros dedicada a luchar por una sociedad abierta, ésta situación está en vías de recuperación: la inversión pública en programas sociales y reformas institucionales, así como un modelo de participación ciudadana sin precedentes, han contribuido a alejar del abismo a la ciudad que llegó a ser conocida como la "capital mundial del asesinato". Aún -es cierto- persisten gravísimos problemas. Juárez sigue siendo una ciudad fronteriza con enormes desigualdades, en la que los traficantes y otros criminales no tienen dificultad para encontrar reclutas entre la población mayoritariamente joven, que no cuenta con buenos empleos ni educación. Para sostener los avances logrados, los ciudadanos y los responsables de formular políticas públicas a nivel local deben evaluar los logros y obstáculos, reactivar su alianza, fortalecer las instituciones locales y abordar las desigualdades sociales. Si bien Juárez sigue siendo frágil, hay motivos para un moderado optimismo: los líderes de la sociedad civil –incluidas las asociaciones empresariales y profesionales, organizaciones sin fines de lucro y académicos– demandan explicaciones al gobierno ante cualquier aumento del delito, reuniéndose periódicamente con funcionarios municipales, estatales y federales en la Mesa de Seguridad y Justicia, un singular organismo independiente integrado por ciudadanos y autoridades. En principio, los tres niveles del gobierno siguen comprometidos con abordar las causas de la violencia mediante programas sociales dirigidos a las comunidades pobres, que han sido las principales víctimas de los asesinatos. Las autoridades locales se enorgullecen, con razón, de los avances logrados en la reducción de los homicidios y otros delitos de alto impacto como el secuestro, pero aún hace falta más para evitar que Juárez sea víctima de un rebrote de la violencia. El modelo de participación ciudadana plasmado en la Mesa de Seguridad y Justicia debería ampliarse a nivel barrial a fin de empoderar a las comunidades y poblaciones más pobres para monitorear los proyectos de prevención de la violencia y trabajar con las fuerzas de seguridad para combatir el crimen. La policía local debe jugar un papel más importante. Las autoridades a nivel municipal, estatal y federal deberían permitir un mayor escrutinio de sus esfuerzos y elaborar estrategias a largo plazo que tengan continuidad más allá de las próximas elecciones. Para ello, Crisis Group, recomienda varias acciones:

  • Incorporar a la sociedad civil y a la comunidad empresarial en la planificación, implementación y evaluación de los programas de prevención de la violencia.

  • Establecer una estrategia a largo plazo, basada en la evidencia, con criterios nacionales claros, indicadores y objetivos que puedan ser públicamente evaluados y monitoreados.

  • Identificar y seleccionar zonas prioritarias en base a la identificación de factores de riesgo específicos, y posteriormente financiar proyectos locales y concertados para abordar dichos riesgos.

  • Reforzar la capacidad de los funcionarios municipales para planificar, monitorear, evaluar y financiar iniciativas de prevención de la violencia.

  • Incorporar la dimensión de seguridad y aplicación de la ley en la prevención de la violencia mediante policía comunitaria y otras iniciativas.

  • Garantizar la transparencia de los proyectos mediante el llamado a concursos públicos y abiertos para asignar financiamiento, con criterios de selección claros, así como permitir que los actores locales monitoreen los avances de dichos proyectos mediante la publicación de informes de progreso e indicadores desagregados que midan el delito y los factores de riesgo sociales por barrio.

  • Demandar cuentas al gobierno local en materia de reducción del delito y la desigualdad mediante el monitoreo de programas sociales para promover la eficacia y prevenir el clientelismo político.

  • Fomentar la participación ciudadana a nivel barrial a través del establecimiento de grupos de trabajo que permitan a la policía y otras autoridades locales reunirse de forma regular con los residentes, pequeños empresarios y organizaciones de jóvenes para dialogar sobre la prevención del delito y la violencia.

  • Ampliar las iniciativas de los sectores privado y sin fines de lucro diseñadas para generar empleo de calidad en la ciudad, proporcionando mejor educación y capacitación a los trabajadores.

Teniendo en cuenta el caso Iguala, la lección más importante de Juárez -para Crisis Group- es que el delito debe ser abordado mediante el esfuerzo conjunto de las autoridades y los ciudadanos. Las soluciones opacas, desde arriba, que no respondan a las inquietudes de las comunidades locales probablemente no logren producir avances sostenibles contra el delito. Acceda al Reporte de Crisis Group en: http://www.crisisgroup.org/~/media/Files/latin-america/mexico/spanish/054-back-from-the-brink-saving-ciudad-juarez-spanish



Desarrollo Sustentable: ¿está México asegurando el futuro? El debate sobre el Desarrollo Sustentable (DS), Desarrollo Sostenible, Desarrollo Perdurable nació en la década de los 80 -con el Informe Brundtland por parte de la Comisión se Naciones Unidas para el Medio Ambiente- y es recién ahora que es puesto en el centro de todas las políticas públicas en México. El Informe Brundtland basaba el DS en tres partes conceptuales: ecológico, económico, y social. Consideraba el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño en las tres áreas, pero que tiene cuatro dimensiones básicas: Conservación; Desarrollo (apropiado) que no afecte sustantivamente los ecosistemas; Paz, igualdad, y respeto hacia los derechos humanos y, finalmente, Democracia. En el informe se publicaron una serie de datos que hacia indispensable un cambio de paradigma, tales como:

  • El mundo de hoy tiene 7 millones de personas, para el año 2050, habrá 9 mil millones.

  • Una de cada cinco personas, es decir 1,400 millones, actualmente vive con 1,25 dólares diarios o menos.

  • Una de cada cinco personas (1,4 millones) vive con 1.25 dólares al día o menos.

  • Mil millones y medio de personas no tienen acceso a la electricidad.

  • Dos y medio millones de personas no tienen un cuarto de baño.

  • Casi 1.000 millones de personas pasan hambre todos los días.

  • Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, y más de un tercio de todas las especies conocidas podrían extinguirse si el cambio climático continúa sin control.

Dicho esto, tenemos una idea de cuánto falta en el país para lograr un desarrollo armónico, de acuerdo a las amenazas como el cambio climático y la desertización del planeta. En primer lugar, tenemos, que el principal desafío en el país, bajo la óptica del DS, es la erradicación de la pobreza; para ello se plantea como condiciones indispensables, la transformación de las modalidades insostenibles de producción y consumo, la protección y ordenamiento de la base de recursos naturales, así como la necesidad de lograr un desarrollo económico sostenible, inclusivo y equitativo, creando mayores oportunidades para todos y reduciendo drásticamente las inequidades en la distribución de la riqueza. En segundo lugar, para lograr el Desarrollo Sustentable, se requieren instituciones eficaces, transparentes, responsables y democráticas, y una participación activa de las diferentes fuerzas de la sociedad en la toma de decisiones, con base en una amplia alianza entre las personas, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. En tercer lugar, habría que preguntarse si se toman en cuenta al momento de planificar estrategias hacia la sostenibilidad los siguientes factores: la agudización del cambio climático; la revolución de las tecnologías de comunicación e información; las crisis de representación a través de los partidos políticos; el crecimiento de la población y de los centros urbanos; y la creciente presión sobre los recursos naturales que afecta la calidad de los ecosistemas y su capacidad de resiliencia. Parece claro que, en México, es imperativo acortar la brecha entre discurso y práctica, pues si bien en el discurso hay elementos y decisiones orientados hacia el Desarrollo Sustentable, en los hechos hay una gran distancia: no estamos asegurando el futuro de la Nación. Si bien el DS es un proceso de mediano y largo plazo, la urgencia de la crisis sistémica del país plantea la necesidad de una sólida voluntad y coherencia política así como la creciente participación de la social para dar el salto cualitativo que requiere un cambio. ¿Estamos preparados para ello? ¿Lo están nuestros representantes o el mismo Peña Nieto? Parece que no. Lea el documento de la ONU sobre Desarrollo Sostenible en: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/66/288


El INE: recién nació y ya está cuestionado. En un mensaje conjunto, siete partidos políticos ( PAN, PRD, PT, MORENA, Movimiento Ciudadano, Partido Humanista, y Encuentro Social) acusaron tanto al Instituto Nacional Electoral (INE) como al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de protagonizar una "regresión autoritaria" al haber tomado decisiones parciales a favor del PRI y del Partido Verde a lo largo de los meses recientes. El desencuentro viene de antes, de cuando se acusó al INE de ser ambiguo sobre la regulación de la difusión de programas sociales en temporada electoral y dichos partidos se levantaron de la sesión del Consejo Electoral. En el contexto de esa decisión peso también el hecho de que el Partido Ecologista, un aliado del gobierno, ha comenzado una espectacular campaña mediática tanto en los medios tradicionales como en las salas de cine sin que la autoridad sea capaz de poner una sanción ejemplar. Aunado a ello, el Tribunal Electoral falló exculpando al Partido Revolucionario Institucional (PRI) del famoso caso Monex. Los partidos de oposición acusaron a Alfredo Cristalinas, de la Unidad de Fiscalización, del inadecuado armado del expediente. Esto ha ocasionado una crisis sin precedentes en el arbitro electoral, que tiene -además- tres grandes retos a corto plazo:

  1. La complejidad de colaborar en la organización de elecciones en estados en conflicto como Tamaulipas, Chihuahua, Morelos, Guerrero y Michoacán, donde las instituciones están sumamente cuestionadas y, donde, en algunos casos, ni las Fuerzas Armadas han logrado traer el orden.

  2. Producto de la reciente Reforma Electoral, el INE deberá atraer los 16 procesos locales en el mismo número de entidades (más Chiapas, que las celebrará más adelante). Aunque se apele a la experiencia del INE en la materia, 17 procesos electorales son, ante todo, complejos.

  3. El INE tiene la consigna de tener en marcha una fiscalización eficiente y, en especial, conducente a castigar faltas a la ley. La actitud del Partido Verde ya puso en duda este sistema, y todavía no empiezan los tiempos oficiales de campaña.

Desde el 2006, con la autoridad electoral -antes IFE ahora INE- asistimos a un paulatino proceso de deterioro en su imagen de confiabilidad, imparcialidad y, sobre todo, en su calidad de institución ciudadana. Muchos analistas, ponen en énfasis, que la crisis del INE tiene su origen en la preservación de las cuotas partidistas dentro del Consejo Electoral. Hay que reconocer lo evidente: el ideal de ciudadanización, donde la autoridad electoral descansa en manos de personas independientes, nunca ha podido cuajar. Ante esto, no es extraño que los consejeros electorales respondan a sus intereses políticos, en lugar de a los de los ciudadanos. La credibilidad del INE no depende de la instalación de la totalidad de las casillas en la jornada electoral, ni de que todas las actas de escrutinio sean entregadas y procesadas a tiempo. La crisis de confiabilidad, es sistémica al país: grandes sectores sociales tienen resquemor a las instituciones. Para el INE es imperativo terminar con el descaro y el cinismo de los actores políticos en cuanto a su comodidad de tener reglas, árbitros y elecciones a modo. Es una cuestión básica de sentido común, que ya mencionaba Aristóteles es su Política: el cumplimiento de la ley no debe estar sujeto al poder sino a ley misma. La académica de la UNAM, Jacqueline Peschard, lo ha dejado bastante claro: el problema es que, para avanzar a ese ideal, se requiere un marco de referencia distinto al que prevalece en la política mexicana en la actualidad. En los hechos, el país no ha asumido un marco de referencia democrático: más bien, se trata de un sistema de gobierno dominado por los partidos políticos que tolera ciertas formas democráticas. Mientras eso no cambie, y en tanto no se asuma la legalidad como marco de referencia, asuntos como el del INE, así como los de corrupción y otros que marcan las características del sistema político, la realidad de la política mexicana seguirá siendo pre-democrática.


El dilema del empleo Juvenil. Mejorar las oportunidades de los jóvenes en el mercado laboral es una de las principales asignaturas pendientes del país, todo mundo parece estar de acuerdo con ello. Pero Reducir las tasas de desempleo juvenil no es sencillamente un desafío más: los jóvenes afrontan tasas de desempleo tres veces mayores que las de los adultos en un país donde cada vez se va ampliando más y más, por lo alto, la pirámide poblacional. El dilema de un joven mexicano, hoy en día, es tener un empleo mal pagado o ser Nini. En el país, según el INEGI, hay alrededor de 30 millones de jóvenes entre los 14 y los 29 años. De ellos, 7 millones ni estudian ni trabajan (el doble que la media de los países de la OCDE). Lo que preocupa Nini's es su subgrupo: los nininis, los que ni estudian, ni trabajan ni los que buscan empleo. Surge la pregunta: ¿cómo incorporarlos al mercado de trabajo? ¿Cómo seducirlos para que inicien una carrera laboral? La experiencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) habla de incorporar a las políticas públicas de trabajo un enfoque subjetivo: fortalecer aspectos como la responsabilidad, la calidad de vida, las perspectivas de un futuro lejos de la familia nuclear, la puntualidad, el trabajo en grupo, la planificación o la autoestima. En cuanto a los jóvenes que están actualmente trabajando, ¿cómo facilitar la transición hacia mejores trabajos? No hay una solución rápida y fácil. Se necesita contar con una transformación del sistema educativo que ayude a preparar a los jóvenes a entrar con buen pie al mundo laboral. Se debe tener en cuenta, además, la nueva estratificación del trabajo. Vivimos en una sociedad compleja, donde el marcado laboral cada vez tiene nuevos componentes. ¿Enseñan eso en la escuela? Parte del dilema del empelo juvenil empieza ahí. Pero claro, en la Secretaría de Educación Pública no se han enterado de ello.

La Semana Política es una publicación de coyuntura, basada en la percepción que se tiene sobre México en los principales diarios internacionales del mundo.

 
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