jueves, 26 de enero de 2012

Semana Política





25 de enero de 2012.


Hola, adjuntamos los sucesos más interesantes de la semana.

  1. La sequía nuestra de cada día.

  2. Las cifras de la desigualdad.

  3. Gordillo no quiere al PRI.

  4. Las pensiones, la calidad de vida y el 2012.


LA SEQUÍA NUESTRA DE CADA DÍA. La sequía que afecta a México desde hace meses se ha convertido estos días en un tema especialmente candente. “Tiene efectos en 19 Estados de la República”; “se pronostica que persista en los Estados que ya la vienen padeciendo y que se extienda e intensifique hacia los del centro de México; “es un problema delicado al que nos estaremos enfrentando de manera aguda en las próximas fechas y en los próximos años…, es un asesino silencioso”. ¿Palabras de ecologistas trasnochados? ¿Discurso de la oposición? No, son comunicaciones oficiales del secretario de Agricultura y de los encargados del agua y de la protección civil del Gobierno de la República. Se calcula que hasta el momento hay al menos 2 millones de afectados de manera directa. Las consecuencias de la falta de lluvia, que afecta a casi la mitad de los municipios del país, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), han provocado que la oposición critique al Gobierno por “falta de sensibilidad”, así como una pugna entre la Administración de Calderón y el Congreso por un paquete de ayuda de 10.000 millones de pesos (587 millones de euros) y también una movilización de agricultores ligados principalmente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que han anunciado una marcha hacia la capital mexicana para el 31 de enero. Se ha perdido el 80% de la producción de frijol y el 50% de la de maíz. A pesar de la gravedad de la situación, que ya dura meses, el asunto saltó estos días de nuevo al primer plano después de una mentira. El fin de semana se difundió por las redes sociales un vídeo de un canal local de televisión de Chihuahua. En él, un líder comunitario afirmaba con la voz entrecortada que 50 indígenas tarahumara se habían suicidado, tirándose por un barranco, a causa del hambre derivada de la sequía. No fue cierto, pero se reactivó el tema de la sequía, del hambre y la discusión sobre si no hace falta replantear el modelo de producción de alimentos en México. Hay que recordar que desde los años noventa, cuando el país firmó un tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, México perdió la capacidad de la producción de bienes agrícolas. Con la ilusión de que con el libre comercio resolveríamos nuestro problema de abasto alimentario, perdimos tanto la capacidad de almacenamiento como de regulación de los precios de los alimentos. México ha jugado con fuego, porque está en riesgo el abasto básico, la seguridad alimentaria, de la mayoría de los habitantes del país. Pero, tal parece, que la clase política del país, parece estar mirando hacia otro lado, particularmente, hacia julio de 2012.

LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó el reporte Reduciendo la inequidad en ingreso mientras se propicia el crecimiento económico: ¿puede hacerse?, que clasifica a los Estados miembros en cinco categorías según su grado de inequidad. Por tercer año consecutivo México está entre las naciones con mayor desigualdad en salarios y distribución de la riqueza: es uno de los países en donde las diferencias entre el 10% más rico de la población y el resto son mayores. Esta razón explica en buena medida el alto grado de desigualdad en nuestro país. Entre las razones que explican el marcado grado de desigualdad en México se encuentra la mayor varianza en la educación (la varianza es un indicador estadístico que mide el grado de dispersión que existe con respecto a un promedio). A partir de un ejercicio comparativo entre jóvenes de 18 años de edad, México ofrece una varianza de 14 años, en tanto que Estados Unidos -con datos de 2006- ofrece una varianza de sólo 2 años entre su población joven. Los jóvenes mexicanos (15 a 19 años) que configuran una masa poblacional de 10.1 millones, registran la mayor desviación de años de escolaridad (14 años) lo que refleja extremos poblacionales jóvenes que no estudian o están poco capacitados para incorporarse al mercado de trabajo, situación que encadena un proceso de desigualdades, de bajos salarios y escasos ingresos. Otro dato significativo, y que permite cerrar la explicación sobre el círculo de transmisión de desigualdad, se refiere al número de hijos y de educación promedio de la mujer en la familia, donde a mayor educación de la mujer corresponden mejores oportunidades salariales de la familia, mayor participación laboral y menor informalidad, limitada por hijos mejor educados (así como menos hijos), un mayor ingreso familiar y por tanto una mejor distribución del ingreso. No obstante que los datos globales para México han mejorado, al bajar la tasa de fecundidad a 2.5 hijos por mujer, debido al mayor nivel de instrucción femenina y su incorporación económica, hay estados donde se concentra la pobreza (Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y la Península de Yucatán) y por lo tanto el indicador de fecundidad continúa como hace cincuenta años (3.5 hijos por mujer). Este diferencial regional también es un factor que fortalece una transmisión incluso intergeneracional de la desigualdad. Pero el problema ya no sólo es la desigualdad, si no sus efectos: el país posee una baja base fiscal, con alta tasa de pobreza y con un ingreso disponible por hogar que se ubica muy por debajo de los otros integrantes de la OCDE. Las recomendaciones que hace la OCDE oscilan en diversas materias, tales como las reformas del mercado laboral, los impuestos y los sistemas de transferencias, la educación de alta calidad. Con ellas se puede producir un doble dividendo: aumentar el producto interno bruto mientras se reduce la desigualdad del ingreso. El principal desafío al que ahora se enfrenta el gobierno es la implementación de reformas que rencaminen el crecimiento, pongan a trabajar a la gente y reduzcan la acentuada brecha de ingresos. Para ello, la prioridad debe ser la reducción o eliminación de las exenciones impositivas, que benefician principalmente a los ricos, lo que crearía un espacio para las reducciones favorables al crecimiento en tasas impositivas marginales para todos los contribuyentes.


GORDILLO NO QUIERE AL PRI. En noviembre pasado, el PRI y el Partido Nueva Alianza (PANAL), fundado en 2005 a petición del Sindicato Nacional de Trabajadores, firmó una alianza electoral en la que también estaba el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). A cambio del apoyo a Peña Nieto, la líder sindical recibió las candidaturas a cuatro senadurías y 24 diputaciones. De las primeras, una sería para su hija (Chiapas), otra para su yerno (Sinaloa) y otra más para Jorge Kahwagi, un controvertido político al que considera su hijo. Los priistas cedieron además posiciones al PVEM, entre ellas la candidatura a la gubernatura de Chiapas, que junto con la presidencial y seis más también se renuevan este año. En los últimos días, militantes priistas de distintos estados se rebelaron ante lo que consideraron imposiciones del equipo de Peña Nieto y una cesión desproporcionada a los otros partidos de la alianza. Incluso una senadora chiapaneca renunció al PRI al que se enfrentará por la gubernatura de ese estado. Desde que era gobernador del Estado de México (2005-2011), Peña Nieto había venido tejiendo una relación con Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE, y líder detrás de los bastidores del PANAL, una organización política surgida en 2005 a partir de los cimientos del gremio magisterial compuesto por más de un millón de maestros. Gordillo, una priista de toda la vida, salió de manera forzada de ese partido en el mismo año en que fundó su propia organización. Se considera que el peso del PANAL fue determinante para que en 2006 el presidente Felipe Calderón se impusiera al candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador. Gordillo habría garantizado al hoy mandatario que buena parte del magisterio votaría al Partido de Acción Nacional (PAN) en aquella cita. A cambio, durante todo el sexenio panista gente de la maestra, como es conocida coloquialmente, ha estado en posiciones clave del gobierno calderonista. Peña Nieto había recibido críticas por la asociarse con Gordillo, a quien especialistas consideran un obstáculo para la modernización de la educación en México, un renglón donde el país aparece siempre en los últimos lugares de, por ejemplo, los rankings que comparan a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En una entrevista con el diario español EL PAÍS en diciembre pasado, el candidato priista había defendido esa alianza argumentando que su partido ganaba competitividad y que mostraba además que no estaban confiados. “El gran reto del PRI es ganar de manera contundente”. PRI y PANAL se reunieron la noche del viernes para tratar de encontrar una salida a la crisis que amenazaba con desbordar a los primeros. Casi a la medianoche, ambos partidos informaron que “de común acuerdo”, se separaban (el PRI y el PVEM seguirán juntos), y que eso se debió a que “no se alcanzaron las condiciones políticas necesarias en los equilibrios internos de los partidos”. El escenario es turbio, de neuva cuenta. Es casi impensable que la líder magisterial apoye al candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, quien la ha denostado hasta el cansancio y a quien culpa de haberle “robado” la presidencia en 2006. No se sabe si el precandidato panista que resulte ganador de entre Josefina Vázquez Mota (ex secretaria de Educación y enemistada con la maestra), Santiago Creel y Ernesto Cordero tratará de conseguir el apoyo de Gordillo. Las filas del PRI habrán ganado sosiego momentáneo, pero también amanecieron con la novedad de que la gran aliada será de nuevo adversaria, un giro casi digno de las telenovelas que tanto gustan al candidato del PRI. A los tres puntos porcentuales que le costaron en las encuestas “los errores de diciembre”, ahora Peña Nieto también deberá decir adiós a los que le sumaba, según él, Gordillo. El guión que sostenía que la elección sería un paseo campestre para el PRI no existe más.

LAS PENSIONES, LA CALIDAD DE VIDA Y EL 2012. Calderón dio a conocer un apoyo monetario a adultos mayores de 70 y más años, tal cual se hace en la Ciudad de México desde que Andrés Manuel era Jefe de gobierno. La medida a estas alturas de la administración no puede ser otra cosa que electoral, pues con ese apoyo de 500 pesos al mes, se pretende llegar a una meta de 3.5 millones de beneficiarios ubicados en zonas de alta o muy alta marginación y que no cuentan con pensión de instituciones formales. También es cierto que, a pesar de ello, se ha dado pie a la reflexión sobre el estado de las pensiones y la calidad de vida de los pensionados. Vaya por delante que cualquier solidario es loable, pero particularmente este nuevo apoyo es insuficiente: su fondeo es no inflacionario, ya que se encuentra dentro del presupuesto aprobado. Veamos un poco las cifras: en nuestro país de un total de 112 millones de habitantes, las personas mayores de 65 años son 6.9 millones de personas, esto es el 6.2% del total. Dentro de este rango, las personas que cuentan con una pensión institucional (IMSS e ISSSTE) son 3 millones 600 mil personas, esto representa el 3.2% del total nacional y el 52% respecto a la población de 65 años y más. Comparado con Chile, por ejemplo, las personas mayores de 65 años y que están pensionados, equivalen al 72% de ese rango de edad. La cifra de pensionados en nuestro país son pocos, esta es una situación difícil, además el nivel de pensiones es muy corto, lo que se está haciendo por parte del Gobierno Federal, son mecanismos de compensación necesaria. En la actualidad este nivel de pensiones es importante pero solo en algunos casos, cuando se tiene más de 65 años, hay gente inválida o enferma, y se les exige una situación a dichas personas mayores: una “comprobación de supervivencia de pensionados”. Pero la cantidad de gente que no puede ir por tener dificultades físicas; además del trato, en este caso inhumano y denigrante por parte del ISSSTE e IMSS, hacen que la comprobación física cada seis meses sea una verdadera tortura. Alguna institución o bien una de muchas comisiones del Congreso deberían realizar una investigación. El nivel de ingresos de pensiones es bastante inequitativo, principalmente son los ex empleados del gobierno y de Instituciones públicas como IMSS, PEMEX o empresas financieras, los que tienen niveles de pensión altos. Tenemos una cantidad de 3.5 millones de habitantes pensionados, de estos, pocos tienen pensiones de vivencia lógica. El nivel promedio de pensiones de gente común y corriente, no les alcanza para un nivel de sobrevivencia, lo que conlleva posteriormente al abandono de los adultos mayores. Es una vergüenza que en México sea inhumano y denigrante todo el mecanismo de pensiones para las personas de mayor edad y, que, con mira a las elecciones federales se intente tapar el sol con un dedo.


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