Durante el mes de marzo, el portaviones Carl Vinson de los EEUU navegó las aguas del Cono Sur, realizando ejercicios navales bilaterales con las Armadas de Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. Fueron los mismos países que en esos días visitó la Secretaria de Estado de los EEUU, Hillary Clinton.
En Brasil tiene lugar en abril la visita del Jefe del Pentágono (Gates), que firmará acuerdos de cooperación militar e intercambio de información, entrenamiento y adquisición de equipos entre Washington y Brasilia. Se trata de un hecho políticamente significativo, dado que en los últimos meses se habían evidenciado diferencias tanto respecto al uso de bases militares colombianas por parte de los EEUU, como respecto a la crisis de Honduras. En este marco, también se firmaría un acuerdo para cooperación en materia de lucha contra la droga, que permitiría ampliar la oficina de la DEA en Río de Janeiro. El asesor en política exterior de Lula, Marco Aurelio García, se encargó de explicar que esto no implica la instalación de una base militar en el país. El fallo de un tribunal militar expulsando de las filas a un teniente coronel del Ejercito que se declaró homosexual, confirma que en las Fuerzas Armadas brasileñas se mantienen criterios tradicionales y que Lula no interfiere en ello.
En Chile, el terremoto llevó al gobierno de Bachelet a desplegar el Ejército tanto para asistencia social por el desastre, como para dar seguridad por los desórdenes y saqueos. La demora de la Presidente en ordenar el despliegue, originado en la resistencia de sus asesores a la imagen de los militares nuevamente en la calle, fue materia de crítica, inicialmente dirigida hacia los mandos militares, pero luego hacia el gobierno. El nuevo Presidente (Piñera) decidió mantener las tropas en la calle hasta la normalización total de la situación y dijo que las Fuerzas Armadas tendrán un rol clave en la reconstrucción. La designación de un ex jefe del Ejército como nuevo subsecretario de Defensa, marcó un cambio respecto a la Concertación, que buscó designar a civiles en estas funciones. Entre quienes podrían ser beneficiados por esta iniciativa se encuentra el último presidente del gobierno militar (Álvarez). El Presidente rechazó enfáticamente una propuesta del ex presidente de Costa Rica Oscar Arias para que Uruguay disuelva las Fuerzas Armadas, como lo han hecho en Centroamérica Panamá y su propio país. Mujica propuso dar instrucción militar a los jóvenes consumidores de drogas como una forma de reeducarlos, lo que generó críticas dentro de su propio partido. Si bien se pronunció a favor de continuar con los juicios por violaciones a los derechos humanos, dijo en un mensaje a los militares que no había ni vencedores ni vencidos.
En Venezuela fueron recibidos los primeros 6 aviones (de 18) de combate K-8 encargados a China. El Presidente de Bielorrusia -alineada con Moscú-, Lukashenko, propuso a Venezuela integrar los sistemas militares en el marco de los acuerdos bilaterales de venta de armas entre los dos países. Ello tuvo lugar días antes que Putin visitara Caracas, firmando acuerdos por 5.000 millones de dolares para vender armamentos, submarinos, blindados, helicópteros, material antiaéreo y otros equipos. La mitad de esta cifra será financiada con un crédito ruso. El vocero del Departamento de Estado criticó este acuerdo y el Washington Post criticó a Obama por no reaccionar frente al mismo.
En Colombia, la oposición denuncia ante la Justicia por inconstitucional el acuerdo firmado en 2009 con EEUU para el uso de siete bases militares. Pero ante el Congreso, tres ministros informaron sobre la relación de fuerzas con Venezuela en caso de un hipotético conflicto. De acuerdo al informe, la superioridad venezolana se da en lo naval, las armas antitanque y los sistemas antiaéreos.
En el caso de Bolivia, el Presidente Evo Morales se trasladó a Caracas para firmar acuerdos de cooperación militar con Rusia, los que incluyen compras de armamentos. Tras su reelección, ha comenzado a radicalizar su posición frente a las Fuerzas Armadas. El General retirado Gary Prado, cuyas tropas dieron muerte al Che Guevara en los años sesenta, fue acusado por terrorismo por un fiscal, al igual que su hijo. Evo Morales también decidió cambiar el lema de saludo de las Fuerzas Armadas, que era subordinación y constancia, por patria o muerte, venceremos, el lema de las fuerzas armadas cubanas. Pero frente a las investigaciones por las violaciones a los derechos humanos durante el gobierno militar, las Fuerzas Armadas siguen negándose a suministrar información.
Frente a las crecientes compras de armas en la región, los presidentes de Perú, Alan García, y de Argentina, Cristina Kirchner, coincidieron en buscar ponerle freno, aludiendo a la existencia de una carrera armamentista.
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