miércoles, 29 de febrero de 2012

La línea de Sbrebenica alcanza Homs

Por Emir Suljagić / Reuf Bajrović (*)

Las imágenes diarias del bombardeo y asedio de Homs por parte del ejército y las fuerzas de seguridad de Bachar el Asad evocan intensos recuerdos en quienes conocieron las guerras de la antigua Yugoslavia. Los bosnios están demasiado familiarizados con la demoledora maquinaria de las guerras de asedio modernas. No podemos seguir tolerando este ataque despiadado contra el pueblo sirio.

Tal como ocurrió en el caso de Bosnia Herzegovina hace 20 años, una de las primeras medidas tomadas por la Unión Europea ante el desastre cada vez mayor de Siria fue imponer un embargo de armas. La hipótesis elemental de que, cuantas menos armas hay, menos muertes se producen, debería haber quedado desmentida por la experiencia de Bosnia. Hasta el defensor principal de aquel embargo en la ONU, el entonces ministro británico de Exteriores Douglas Hurd, ha mostrado su arrepentimiento, aunque sea tarde, por haber contribuido a impedir “la igualdad de condiciones en las matanzas”. Al Ejército popular yugoslavo y su brazo bosnio nunca les faltaron las armas, y las utilizaron contra un adversario prácticamente desarmado, el ejército de la República de Bosnia y Herzegovina. Hoy, incluso aunque no contara con la ayuda rusa e iraní que está recibiendo, El Asad tendría el monopolio real de la fuerza letal en Siria, como tuvo en su día el viejo aliado de su padre, Milošević.

Los crímenes contra la humanidad cometidos en Siria por el régimen de Bachar el Asad son una auténtica repetición de las operaciones de limpieza étnica que sufrieron los Balcanes en los años noventa. No existe ninguna diferencia moral entre la situación de Libia el año pasado, cuando Occidente y varios Estados árabes intervinieron con eficacia para proteger a la población civil y facilitar la liberación popular, y las circunstancias actuales en Siria. Aunque el país está pagando un tremendo coste en vidas humanas, esta no es una “crisis humanitaria”. Tanto Siria como Libia son casos de un régimen opresor que emplea todos los medios necesarios, incluidos el asesinato, la persecución y la tortura de ciudadanos corrientes, para conservar el poder. La oposición de Rusia y China a la intervención militar no puede servir de excusa para no actuar.

Es necesario dar a la carnicería de Siria una respuesta coherente que incluya ciertos elementos fundamentales: el reconocimiento del Consejo Nacional Sirio, la entrega de armas y el apoyo aéreo al Ejército Libre de Siria y la presentación de cargos contra Bachar el Asad y sus esbirros por crímenes contra la humanidad.

El suministro de armas al Ejército Libre de Siria, fundado para defender a los manifestantes desarmados de las fuerzas del El Asad, ayudaría a poner fin a la violencia; más la distribución de las armas que su número en sí. La capacidad de capturar y defender territorio impulsaría los intentos de los sirios de formular una plataforma política única para una nueva Siria unida y democrática. Si la violencia y la limpieza étnica continúan, se intensificarán las divisiones étnicas y religiosas del país, que los rebeldes parecen haber sido capaces de superar durante el último año. Por último, armar a la oposición es un requisito imprescindible para que la lucha siga siendo una lucha siria. Abandonar al Ejército Libre de Siria dejaría supondría dejarlo a merced de las ideologías y los movimientos radicales que pretenden apoderarse del combate sirio por la libertad e impediría la construcción de una nueva Siria democrática y próspera durante varios decenios.

También aquí, Bosnia debería servir de lección: en un entorno mucho menos propicio, algunos elementos bosnios se volvieron hacia las ideologías extremistas, lo cual provocó que en el Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina, que había comenzado como una fuerza laica y mutiétnica, se crearan unidades religiosas solo para musulmanes, con emires e imanes. Las atrocidades cometidas durante la guerra por muyahidines tanto nacionales como extranjeros crearon miedos y resentimientos muy arraigados que los políticos nacionalistas siguen manipulando todavía.

El caso de Libia deja claro que el poder aéreo occidental puede utilizarse con efectos devastadores para apoyar una insurrección popular. Presentar cargos contra El Asad y sus verdugos no solo contribuiría a desacreditar aún más al régimen y acabar con la impunidad con la que lleva a cabo su brutal campaña, sino que podría salvar vidas de forma inmediata, al impedir nuevas atrocidades.

La idea de impunidad con la que los generales de El Asad dictan órdenes de disparar contra miembros inermes de la oposición es como la idea de impunidad con la que los generales de Slobodan Milošević y Radovan Karadžić actuaban en Bosnia en los años noventa al organizar operaciones de limpieza étnica y genocidio.

La Asamblea General de la ONU aprobó hace algún tiempo que la comunidad internacional tiene la “responsabilidad de proteger” a las poblaciones cuyos Gobiernos demuestren su rechazo a hacerlo. Al explicar la intervención en Libia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la línea que comenzaba en las playas de Normandía llegaba hasta Bengasi. Si Occidente no interviene, entre otras cosas, suministrando pruebas cruciales al TPI para poder procesar a los dirigentes del régimen de El Asad, la línea trazada en Srebrenica en 1995 se extenderá hasta Homs e incluso más allá.

(*) Emir Suljagić es superviviente de Srebrenica y escritor; Reuf Bajrović es un consultor político y estratégico que trabaja en Washington.
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Semana Política




29 de febrero de 2012.


Hola, adjuntamos los sucesos más interesantes de la semana.

  1. Durango o el tiradero del Narco.

  2. Secuestros a la alza.

  3. El enigma de la Rendición de Cuentas.

Durango o el tiradero del Narco. La frase es de una columna política del Excelsior, pero indica cierta dosis de realidad: desde 2011 el número total de cadáveres encontrados en ese estado en fosas clandestinas ronda los 300, según ha informado Sonia Yadira de la Garza, fiscal de ese estado. (Algunos elevan la cifra a 328, pero es parte de este drama, ni a la hora de contar muertos ya salen cuentas uniformes). En total, en poco menos de un año Durango han encontrado 14 "narcofosas", es decir, 14 lugares en donde los criminales han inaugurado su propio cementerio para desaparecer, al menos durante meses, a quienes han asesinado. El 19 de diciembre pasado se encontró la fosa del ejido de Cristóbal Colón, al norte de la capital del estado. Cuando se descubrió ese sitio fueron diez los cuerpos que se encontraron. Este lunes la fiscal dijo que tras seguir las investigaciones, desenterraron otros 40. De los cientos de cuerpos hallados en las fosas de Durango, solo 42 han sido entregados a sus familiares. De la Garza ha dicho a los medios que cree que la gran mayoría de esos cadáveres son gente nacida en Durango, pues las dentaduras de los cuerpos muestran el tono amarillento propio de la fluorosis, que afecta a los de la región debido al agua que beben. Pero el drama de los cuerpos hallados en fosas clandestinas está lejos de ser exclusivo de Durango. Al inicio de febrero, en Veracruz, y tras la detención de un presunto integrante de Los Zetas fue encontrada una fosa con 15 cuerpos. Los entierros clandestinos relacionados al crimen organizado han sido localizados principalmente en los estados de Tamaulipas, Coahuila, Jalisco, Nuevo León, Durango, Morelos, Guerrero Michoacán y Oaxaca, de acuerdo con el Informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos desde 2006 al 2011 sobre Narcofosas. Aún así, la situación en Durango dista mucho de ser como la de Chihuahua: el gobernador del estado, César Duarte Jáquez, entregó al titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, un expediente con el perfil genético de 791 osamentas, a fin de integrarlas a un registro nacional de más de 8 mil cuerpos que se mantienen sin identificar en todo el país. Siendo Chihuahua el estado con más narcofosas, a principios de mes, el gobierno de Chihuahua y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos firmaron un convenio para identificación mediante registros de ADN, de osamentas humanas que aún no han sido identificadas y, por tanto, no han sido reclamadas por algún familiar. El caso de Chihuahua nos recuerda, a su vez, que este problema además no es nuevo. "Clamor por los desaparecidos", titulaba Proceso en una crónica en donde establecía que diversas organizaciones de derechos humanos del norte de la república elaboraron un alarmante informe sobre las desapariciones forzadas, especialmente en Tamaulipas: la mayoría son colectivas, de personas de alrededor de 30 años, y las denuncias de estos casos son ignoradas o estigmatizadas. El hallazgo de más de cien cadáveres en fosas clandestinas en San Fernando apuntala los datos del informe y, además, dicen sus autores, es 'la punta del iceberg de una realidad que debe ser atendida por organismos internacionales', porque en el país no hay experiencia ni intención de buscar a los desaparecidos. Quizá la única diferencia entre Durango y los demás estados sea que el miedo en esa región, según algunos testimonios, es aún más fuerte que la voluntad de las familias para reclamar a las autoridades de manera organizada sobre el paradero de sus seres queridos. Parece que también en el mundo del terror hay niveles.

Secuestros a la alza. El secuestro es el delito que más genera percepción de inseguridad en la población de México. Así lo sostiene el Centro de Investigación para el Desarrollo, CIDAC, un think tank que presentó hace unos días el estudio 8 delitos primero, mediante el cual logró establecer que de 33 delitos, son 8 los que realmente impactan en la percepción de inseguridad de los mexicanos. Según este informe, se requiere de 8 homicidios con la marca de la delincuencia organizada, o de 112 robos de vehículos con violencia, para generar el mismo sentimiento de vulnerabilidad en una comunidad que provocan tan solo 2 secuestros. Si este índice está en lo correcto, México está en graves aprietos: en paralelo con el estudio del CIDAC, la semana pasada el gobierno informó que en el segundo semestre de 2011 los secuestros aumentaron 23 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, una realidad que hará crecer de manera vertiginosa la sensación de vulnerabilidad en este país. Esto significa que en la segunda mitad de 2011 se registraron mil 239 secuestros en México, en comparación con los mil cuatro casos de los que se tuvo registro en el mismo periodo en 2010. Los estados con mayores reportes de este delito fueron: Según estos datos, los estados de la Federación más afectados son: el Estado de México con 170 casos, Tamaulipas con 145, Guerrero con 99 y Michoacán con 95. El modelo creado por el CIDAC pretende, entre otras cosas, que la opinión pública tenga un referente mediante el cual pueda medir de manera diferenciada el impacto de los diversos hechos delictivos. “Si tenemos información sobre cuáles son los delitos que más afectan la percepción ¿estaríamos dispuestos a que estos sean atendidos antes?”, se cuestionaba Verónica Baz, directora del CIDAC. Aunque ellos apuestan que si, no hay que perder de vista que en México las cifras oficiales sobre inseguridad nos dicen poco. Las razones son muchas y van desde la no-denuncia hasta la falta de capacidad de los estados para registrar los delitos de tal forma que se puedan hacer comparaciones en el tiempo. En los últimos meses la presión de diversos investigadores y medios de comunicación ha logrado que el gobierno mexicano organice y publique información sobre los homicidios relacionados con el combate a las bandas criminales. Esos datos empiezan a constituirse en un barómetro que ayuda a comprender la dimensión del reto de inseguridad que se vive en el país. Reto que es más complejo si añadimos que al dar los datos del secuestro, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, José Óscar Vega, el incremento de los secuestros se debe a la "creciente diversificación de las actividades de las organizaciones criminales.

El enigma de la Rendición de Cuentas. La Auditoría Superior de la Federación (ASF), un órgano autónomo del Congreso de la Unión, dio a conocer los resultados de las auditorías realizadas a distintas instancias de gobierno seleccionadas para ser fiscalizadas. En éstas se han podido observar manejos de recursos al margen de la normatividad en donde están involucradas autoridades de los tres niveles de gobierno y de los distintos partidos políticos. Esto ha resultado en 98 denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el desvío de poco más de 326 millones de pesos en el ejercicio presupuestario de 2010. Esta información adquiere aún más relevancia, dado el periodo electoral en el que se encuentra el país, pues sirve como material para descalificaciones y ataques entre las distintas fuerzas políticas. Sin embargo, más allá del conflicto político, lo cierto es que persisten diversos elementos que dan a entender que el proceso de rendición de cuentas en este país es un completo enigma. Creada en 2001, a partir de las cenizas de la vieja contaduría Mayor de Hacienda, la presencia de la ASF ha contribuido a incrementar la transparencia presupuestaria en el país. Sin embargo, el carácter a posteriori de la revisión de las cuentas públicas hace que los resultados sean presentados al Congreso de la Unión catorce meses después de haber concluido el ejercicio presupuestario. Ello impide que dicha información pueda ser incorporada oportunamente al proceso de negociación del Presupuesto de Egresos de la Federación y sea más una herramienta de golpeteo político que un insumo técnico. Aunado a esto, la ASF ha sido poco exitosa en las denuncias que ha interpuesto ante la PGR. En los últimos 12 años, sólo una de cada diez denuncias penales presentadas por la Auditoría ha llegado a manos de un juez, lo que revela la limitada capacidad sancionatoria de la propia autoridad fiscalizadora y los límites de la rendición de cuentas en México. Por otro lado, las auditorias financieras son insuficientes para evaluar la eficacia del gasto, por lo que el Congreso ha ampliado las facultades de fiscalización de la ASF -cambios producto tanto de las propias limitaciones de la Auditoría como de las presiones mediáticas y conflictos al interior de los partidos- para incluir las auditorías de desempeño. En dichas auditorías se busca evaluar si el ejercicio del gasto se tradujo en el cumplimiento de las metas establecidas en los programas públicos y por las propias dependencias (evaluaciones del desempeño) y si generaron el cambio social que los operadores de las políticas públicas esperarían haber alcanzado (evaluaciones de impacto). En este sentido, aunque existen algunas evaluaciones de desempeño y de impacto en el país, estas son la excepción. La pregunta entonces es ¿qué esfuerzos se están realizando para que las evaluaciones de desempeño y de impacto sean una constante en todos los programas y políticas públicas? Si bien la Ley General de Contabilidad Gubernamental, aprobada en 2008, obliga a los tres niveles de gobierno a llevar a cabo evaluaciones de desempeño y de impacto, el cumplimiento de esta ley está lejos de realizarse y sus mandatos duermen el sueño de los justos. Tampoco ha habido denuncias para lso miembros de la Federación por no cumplir este mandato en ningún tribunal. Lo que si queda claro es que hasta no dar con una fiscalización eficiente y de carácter ciudadano, las auditorías seguirán siendo vistas como un instrumento para descalificar a la oposición. De esa misión enunciada en 2001 (ser una herramienta que contribuya a sostener los pesos y contrapesos del sistema político) ni quien se acuerde.

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lunes, 27 de febrero de 2012

Libro de la Semana: El monstruo amable

  • Raffaele Simone. El monstruo amable. ¿El mundo se vuelve de derechas? Taurus. 195 páginas

 
Los últimos años no han sido buenos para la izquierda europea y los últimos meses han sido desastrosos para la izquierda mundial. 2012 no se presenta como un año de éxitos, así es que surge una pregunta inquietante: ¿será la izquierda una especie amenazada de extinción? Como entusiasta de la biodiversidad, creo que ello sería lamentable y por tanto estoy dispuesto a dar la bienvenida a toda propuesta que, como la del prestigioso lingüista italiano Raffaele Simone en El monstruo amable, exija a la izquierda una necesaria autocrítica. No me parece, sin embargo, que su libro que se inscribe en el venerable género de la jeremiada, resulte demasiado constructivo. Todo el que haya contemplado el magnífico cuadro de Rembrandt, en el que toda la tristeza del mundo parece concentrarse en la noble cabeza del profeta que lamenta la futura destrucción de Jerusalén, se habrá sentido atraído por la figura de Jeremías, que según los expertos era además un magnífico poeta, pero cuya actitud se ha convertido en sinónimo de exagerada propensión al lamento. A pesar de ello el género tiene sus partidarios, porque el pesimismo siempre ha parecido una actitud más elevada que el optimismo y el propio Simone reconoce que no le disgusta que se le considere un pintor de catástrofes.

La catástrofe descrita en El monstruo amable tiene tres elementos: la izquierda ha sido derrotada en todas sus aspiraciones, una neoderecha archicapitalista domina el mundo y su triunfo se basa en un despotismo cultural que nos engaña con el señuelo del consumo y la diversión: el “monstruo amable”. El caso de los jóvenes se ve agravado porque nunca antes habían mostrado tan poco interés por la sabiduría de los viejos. O tempora, o mores!, decía Cicerón cuando se lamentaba de su época hace dos mil años, pero me temo que los jóvenes actuales, que, horresco referens, no saben nada de latín, ni siquiera entenderán mi erudita alusión ciceroniana. Estoy a punto de caer en el elegante pesimismo de Jeremías y Simone, cuando me doy cuenta de que nuestros desdichados jóvenes se mueven bien por el ciberespacio y en pocos segundos Google les puede explicar el sentido de mis citas. A Simone, sin embargo, tampoco parecen gustarle las pantallas de ordenador, porque se lamenta de que contribuyen a la confusión entre realidad y ficción. Un lamento que tampoco carece de ilustres precedentes, porque ya Platón se planteaba prohibir en su república el arte, considerado como mera copia de una realidad que a su vez no era sino un pálido reflejo del noble mundo de las ideas.

A estas alturas el perspicaz lector habrá comprendido que no le recomendaría a Rubalcaba hacer de El monstruo amable su libro de cabecera. Su retrato de la neoderecha archicapitalista es caricaturesco, aunque cabe admitir que la derecha italiana real, que se ha dejado dirigir por el pintoresco cavaliere, es ella misma una caricatura, pero lo grave es que su diagnóstico de los males de la izquierda empuja más al suicidio que a la enmienda. Algunas de sus críticas son pertinentes, pues es cierto que demasiados militantes de izquierda se dejaron seducir demasiado tiempo por unos regímenes comunistas “miserables, opresores y criminales”, que todavía queda algún admirador de Castro y de Chávez, que el complejo de superioridad moral de la izquierda es injustificado, que últimamente ésta tiende a un buenismo que le lleva a ser blanda respecto a los delincuentes, los fanáticos islamistas y los ex terroristas. Pero cuando afirma que no ha logrado que arraigue casi ninguno de los valores por los que en el pasado luchó, me parece que exagera. El reciente avance de la humanidad hacia mayores cotas de libertad, bienestar y solidaridad, que negarán siempre los Jeremías, ha sido el fruto de una dialéctica entre impulsos conservadores y progresistas. Bien pensado, quizá Simone tenga razón e incluso se quede corto. Al leer su elogio a los párrafos de La rebelión de las masas en que Ortega desesperaba de la libertad, me he dado de repente cuenta. ¡También él se ha hecho de derechas! ¡La biodiversidad está en peligro!
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La elección del .000063%

Por Ari Berman (*)

En un momento en el que se ha convertido en un cliché decir que Ocupa Wall Street ha cambiado la conversación política de la nación atrayendo una atención a las luchas del 99% que debería haber existido hace tiempo la política electoral y la elección presidencial de 2012 son casi exclusivamente definidas por el 1%.
O, para ser más precisos, por el 0,0000063%. Son los 196 donantes individuales que han suministrado casi un 80% del dinero reunido por los súper PAC (comités de acción política) contribuyendo con 100.000 dólares o más cada uno.

Esos PAC, creados por la decisión 5-4 Citizens United de la Corte Suprema en enero de 2010, pueden reunir cantidades ilimitadas de dinero de individuos, corporaciones o sindicatos con el propósito de apoyar u oponerse a un candidato político. En teoría se prohíbe legalmente a los súper PAC que se coordinen directamente con un candidato, aunque en la práctica no son más que una extensión más tenebrosa de las campañas políticas y realizan las mismas funciones que una campaña tradicional sin ninguna de las responsabilidades correspondientes.

Si 2008 fue el año del pequeño donante, cuando numerosos expertos políticos (incluido yo mismo) predijimos que la fusión de la organización de base con el ciberactivismo transformaría la forma de desarrollo de las campañas, 2012 es “el año del gran donante”, cuando la valía de un candidato es proporcional a la cantidad de dinero de su súper PAC. “En esta campaña, cada candidato necesita sus propios multimillonarios”, escribió Jane Mayer en The New Yorker.

“Esto en realidad es la venta de EE.UU.”, afirma el ex candidato presidencial y presidente del Partido Demócrata Howard Dean. “Hemos sido vendidos por cinco jueces gracias a la decisión Citizens United”. En realidad, nuestra democracia se vendió al mejor postor hace mucho tiempo, pero en la elección de 2012 la explosión de los súper PAC ha desviado la mirada del público hacia la asombrosa desigualdad en nuestro sistema político, tal como el movimiento Ocupa iluminó la brutal desigualdad de la economía. Las dos, claro está, se complementan.

“Vamos a derrotar el poder del dinero con el poder popular”, dijo Newt Gingrich después de perder ante Mitt Romney en Florida a finales de enero. Encarnación ambulante del complejo lobby-industrial, Gingrich hizo esa declaración a pesar de que su candidatura está siendo impulsada por un súper PAC financiado por dos donaciones de 5 millones de dólares del magnate de los casinos de Las Vegas Sheldon Adelson. Habría sido más divertido si la primaria presidencial republicana no fuera un caso real de una contienda con mucho dinero y poca participación.

Wesleyan Media Project informó recientemente de un aumento de 1.600% en anuncios en la televisión patrocinados por grupos de intereses en este ciclo en comparación con las primarias de 2008. Hasta ahora Florida ha resultado ser la batalla campal de los súper PAC Allí, el súper PAC pro Romney, Restore Our Future, gastó cinco veces más que el súper PAC pro Gingrich, Winning Our Future. Solo en la última semana de la campaña, Romney y sus aliados transmitieron 13.000 anuncios en la televisión en Florida, frente a los 200 para Gingrich. Un 92% de los anuncios fue de índole negativa de los que dos tercios atacaban a Gingrich, quien irónicamente, fue un ferviente defensor de la decisión Citizens United.

Con la excepción de la candidatura perdedora de Ron Paul y la perturbadora victoria de Rick Santorum en Iowa –donde casi no gastó dinero pero visitó los 99 condados del Estado– los candidatos republicanos y sus súper PAC aliados prácticamente han abandonado la campaña al menudeo y en la base. Han preferido gastar sus fondos de campaña en la televisión.

Los resultados ya se pueden ver en las primeras elecciones primarias y asambleas electorales: una acometida del dinero y un electorado desmovilizado. Indudablemente no es coincidencia que, en comparación con 2008, la participación haya bajado un 25% en Florida y que, esta vez, hayan participado menos republicanos en todos los Estados que han votado hasta ahora, con la excepción de Carolina del Sur. Según los politólogos Stephen Ansolabehere y Shanto Iyengar, los anuncios negativos en la televisión contribuyen a “una implosión política de apatía y abstinencia”. El columnista del New York Times Tim Egan, ha calificado la era post Citizens United de “una democracia con metanfetamina”.


La primaria del 0,01%

Más de 300 súper PAC están registrados ahora en la Comisión Electoral Federal. El financiado por la mayor cantidad de pequeños donantes pertenece a Stephen Colbert, quien ha convertido su show en la televisión en un brillante comentario sobre el deformado paisaje de los súper PAC. El satírico súper PAC de Colbert, “Estadounidenses por un mañana mejor, mañana” ha reunido un millón de dólares de 31.595 personas, incluidas 1.600 que dieron un dólar cada una. Hay que considerarlo como una rara demostración de poder popular en 2012.

Aparte de eso, los súper PAC de ambas partes son financiados por un 1% del 1%. El súper PAC de Romney “Restaura nuestro futuro”, fundado por el abogado general de su campaña de 2008, ha encabezado el rebaño, juntando 30 millones de dólares, un 98% de donantes que dieron 25.000 dólares o más. Diez millones de dólares proceden solo de 10 donantes que dieron un millón cada uno. Estos incluían a tres administradores de fondos de alto riesgo y al republicano de Houston Bob Perry, patrocinador de Swift Boat Veterans for Truth en 2004, cuyos abusivos anuncios hicieron un trabajo tan efectivo en la destrucción de las posibilidades electorales de John Kerry. Un sesenta y cinco por ciento de los fondos ingresados al súper PAC de Romney en la segunda mitad de 2011 procedían del sector de las finanzas, seguros y bienes raíces, conocidos también como la gente que causó la catástrofe económica de 2007-2008.

La campaña de Romney ha juntado el doble que su súper PAC, más de lo que se puede decir de Rick Santorum, cuyo súper PAC –Rojo, Blanco y Azul– ha reunido y gastado más que el propio candidato. Un 40% de los 2 millones de dólares que se han invertido hasta ahora en Rojo, Blanco y Azul provinieron de una sola personas, Foster Friess, un multimillonario conservador de los fondos de alto riesgo y cristiano evangélico de Wyoming.

Después de las sorprendentes victorias de Santorum en Colorado, Minnesota y Missouri el 7 de febrero, Friess dijo al New York Times que había reclutado un millón de dólares para el súper PAC de Santorum de otro donante (anónimo) y había aumentado su propia parte, aunque no dijo cuánto. No lo descubriremos hasta la próxima revelación de la campaña dentro de tres meses, para cuando es casi seguro que la primaria del Partido Republicano estará decidida.

Por ahora, el amigo ricachón de Gingrich, Adelson, ha prometido que se mantendrá con su vacilante campaña, pero también ha dado señales de que si el expresidente de la Cámara pierde, está dispuesto a donar aún más dinero de súper PAC a una candidatura presidencial de Romney. Y hay que recordar que nada posterior a la ley Citizens United impide que un donante como Adelson, resuelto a impedir que el gobierno de Obama bloquee un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, entregue 100 millones de dólares, o en realidad, todo lo que quiera.

Antes de Citizens United, la cantidad máxima que una persona podía donar a un candidato eran 2.500 dólares; un comité de acción política, 5.000; un comité de un partido político, 30.800 dólares. Ahora no existen límites para los súper PAC, y lo que es aún más inquietante, cualquier donante puede hacer una contribución ilimitada a un 501c4, grupos definido por el IRS [Servicio de Impuestos Internos] como “ligas cívicas u organizaciones sin fines de lucro operadas exclusivamente para la promoción del bienestar social”, y para empeorar las cosas, esa contribución se mantendrá eternamente secreta. De esta manera, la política estadounidense desciende aún más a las tinieblas, y los 501c4 ganan rápidamente influencia como “súper PAC anónimos”.

Un reciente análisis del Washington Post estableció que, a un coste de 24 millones de dólares, un 40% de los anuncios en la televisión en la contienda presidencial procedieron de esos grupos “de bienestar social” exentos de impuestos. American Crossroads, destacado súper PAC conservador fundado por Karl Rove, que ataca a candidatos demócratas y al gobierno de Obama, también dirige un 501c4 llamado Crossroads GPS. Ha reunido el doble de dinero que su grupo hermano, todo de donaciones cuyas fuentes permanecerán ocultas a los votantes estadounidenses. Evidentemente el servicio de fondos secretos de los casos especiales de los multimillonarios ahora se llama “bienestar social”.

 

La Industria de Defensa de Ingresos

En su libro Oligarchy, el politólogo Jeffrey Winters se refiere a los actores desproporcionadamente acaudalados e influyentes en el sistema político como la “Industria de Defensa de Ingresos”. Si quieres saber de qué forma la clase adinerada, que prosperó durante los años de Bush y Clinton, encontró un modo de destruir o adulterar casi todo a lo que objetaba en los años de Obama, basta con que mires al control del 1% del 1% sobre nuestro sistema político.

Este simple hecho explica por qué los administradores de fondos de alto riesgo pagan una tasa de impuesto inferior a la de sus secretarias, o por qué EE.UU. es la única nación industrializada sin un sistema de atención sanitaria financiado por los impuestos organizado por el gobierno, o por qué el planeta sigue calentándose a un ritmo sin precedentes mientras no hace nada por combatir el calentamiento global. El dinero generalmente compra elecciones y, sea quien sea el elegido, casi siempre compra influencia.

En la elección de 2010, el 1% del 1% representó un 25% de todas las donaciones relacionadas con la campaña, totalizando 774 millones de dólares, y un 80% de todas las donaciones a los partidos demócrata y republicano, el mayor porcentaje desde 1990. En la competición al Congreso de 2010, según el Center for Responsive Politics, el candidato que gastó el máximo ganó un 85% de las elecciones a la Cámara y un 83% al Senado.

A los medios les encanta la historia del desaventajado, pero actualmente es menos probable que pueda ganar. En vista del precio de las campañas y la abrumadora ventaja de gastar más que tu oponente, no es sorprendente que casi la mitad de los miembros del Congreso sean millonarios y que el patrimonio neto promedio de un senador de EE.UU. sea de 2,56 millones de dólares.

La influencia de los súper PAC ya se hizo evidente en noviembre de 2010, solo nueve meses después del dictamen de la Corte Suprema. John Nichols y Robert McChesney de The Nation señalan que de los 53 distritos competitivos de la Cámara donde la organización Crossroads de Rove gastó más que los candidatos demócratas en 2010, los republicanos ganaron en 51. Pero resultó que la última elección fue solo un aperitivo de la extravagancia monetaria que es 2012.

Los republicanos vuelven a contar con la ventaja de los súper PAC este año, cuando los costes de la contienda presidencial y de todas las demás por los puestos federales aumentarán de 5.000 millones en 2008 a 7.000 millones el próximo noviembre. (La elección de 2000 costó “solo” 3.000 millones de dólares). En otras palabras, la cantidad gastada en esta temporada electoral será aproximadamente el equivalente al producto interno bruto de Haití.


El mito de los pequeños donantes

En junio de 2003, el candidato presidencial Howard Dean consternó al establishment político al juntar 828.000 dólares en un día por Internet, con una donación promedio de 112 dólares. Dean, de hecho, obtuvo un 38% de los fondos totales de su campaña de donaciones de 200 dólares o menos, sembrando las semillas de lo que muchos pronosticaron que sería una revolución de pequeños donantes en la política estadounidense.

Cuatro años después, Barack Obama reunió un tercio de los 745 millones de dólares sin precedentes que obtuvo para su campaña de pequeños donantes, mientras Ron Paul juntó 39% de pequeños donantes en el lado republicano. Gran parte de la campaña de Paul fue financiada por “bombas de dinero” en línea, cuando partidarios entusiastas generaron millones de dólares en breves estallidos coordinados. La cantidad de dinero reunido en pequeñas donaciones por Obama, en particular, provocó esperanzas de que su campaña hubiera encontrado un camino para romper el asidero mortal de los grandes donantes sobre la política estadounidense.

En retrospectiva, la utopía de pequeños donantes que rodea a Obama parece ingenua. A pesar de toda la atención mediática adulatoria sobre sus pequeños donantes, el candidato obtuvo la mayor parte de su dinero de grandes donantes. (Normalmente, en la actualidad, los miembros titulares del Congreso obtienen menos de un 10% de los fondos de su campaña de pequeños donantes, cuya cantidad disminuye cuando se llega a los ámbitos gubernativos y de legislaturas estatales). Los principales donantes de Obama incluían a empleados de Goldman Sachs, JP Morgan Chase, y Citigroup, de quienes no se puede decir que sean abanderados de los indefensos. Por razones obvias, la campaña prefirió destacar en su narrativa a los pequeños donantes por sobre los grandes, y lo sigue haciendo en 2012.

Curiosamente, tanto Obama como Paul reunieron más dinero de pequeños donantes en 2011 que en 2008: el 48% y 52% de sus sumas totales, respectivamente. Pero en la era del súper PAC ese dinero ya no tiene el mismo impacto. Incluso Dean duda de que su campaña de 2004 contra el establishment, alimentada por Internet, tuviera el mismo éxito actualmente. “Los súper PAC han hecho que una campaña en la base sea menos efectiva”, dice. Todavía se puede realizar una campaña en la base pero el problema es que ahora se puede abrumar por televisión y por el envío de correos sucios… Es un gran cambio desde 2008”.

Obama es un candidato con doble personalidad, lo que hace que su campaña sea igualmente esquizofrénica. La campaña de Obama afirma que obtiene un 98% de su dinero de pequeños donantes y que está “organizando la mayor campaña en la base en la historia de EE.UU.”, según el jefe de su campaña Jim Messina. Pero las ingenuas estadísticas y la retórica que las acompaña son profundamente engañosas. De los 89 millones de dólares reunidos en 2011 por el Fondo de la Victoria Conjunta de Obama, una colaboración del Comité Nacional Demócrata (DNC) y de la campaña de Obama, un 74% provino de donaciones de 20.000 dólares o más y un 99% de donaciones de 1.000 dólares o más.

La campaña tiene 445 “empacadores” (apodados “recabadores voluntarios de fondos” por la campaña), que reúnen dinero de sus amigos acaudalados y lo empacan para Obama. Han reunido por lo menos 74,4 millones de dólares para Obama y el DNC en 2011. Sesenta y uno de esos empacadores reunieron 500.000 dólares o más. Obama realizó 73 actos de recolección de fondos en 2011 y 13 solo el mes pasado, donde el precio de admisión fue casi siempre 35.800 dólares por persona.

Un aumento de las contribuciones de pequeños donantes y una oleada de recabadores de grandes cantidades de dinero no fueron suficientes, sin embargo, para otorgar a Obama una ventaja por sobre los republicanos en la búsqueda de dinero. Por eso la campaña de Obama, que hasta hacer poco se oponía firmemente a los súper PAC, repentinamente cedió y declaró su apoyo a un súper PAC pro Obama llamado Priorities USA.

Un día después del anuncio de que la campaña, como las de sus rivales republicanos, utilizaría los súper PAC, Messina habló en el Club Core en Manhattan, solo para miembros, y “aseguró a un grupo de donantes demócratas de la industria de servicios financieros que Obama no satanizará a Wall Street mientras reafirma los llamados populistas en su campaña para la reelección”, informó Bloomberg Businessweek. “Meddina dijo al grupo de donantes de Wall Street que el Presidente tiene la intención de competir contra Romney, no contra la industria que hizo ganar millones al exgobernador de Massachusetts”.

En otras palabras, no hay que esperar un retorno convincente al tema de la gente contra los poderosos en la campaña de 2012, a pesar de que Romney, si fuera candidato, sería particularmente vulnerable a esa línea de ataque. Después de todo, hasta ahora su campaña ha obtenido solo un 9% de sus donaciones de pequeños donantes, mucho menos que el 21% del senador John McCain en 2008, y el 26% de George W. Bush, en 2004.

En el cuarto trimestre de 2011, Romney obtuvo más fondos que Obama de las principales firmas de Wall Street por un margen de 11 a 1. Sus tres máximas contribuciones a la campaña provienen de empleados de Goldman Sachs (496.430 dólares), JPMorgan (317.400 dólares) y Morgan Stanley (277.850 dólares). Los bancos han perdido popularidad, pero su dinero para la campaña es indispensable para la clase política y por lo tanto siguen siendo tan poderosos como siempre en la política estadounidense.

Recientemente, en su show, Stephen Colbert señaló que la mitad del dinero (67 millones de dólares) reunido por los súper PAC en 2011 provino solo de 22 personas. “Es 7 millonésimas partes del 1 por ciento”, o sea, aproximadamente el 0,000000071%, dijo Colbert mientras rociaba con un extintor de incendios su calculador humeante. “Por lo tanto: Ocupa Wall Street, vais a tener que cambiar esas pancartas”.

 

(*) Escritor y colaborador de la revista Nation y Asociado de Investigación periodística en el The Nation Institute. Su libro: Herding Donkeys: The Fight to Rebuild the Democratic Party and Reshape American Politics (Picador) apareció ahora en rústica con un nuevo epílogo. Está en Twitter@AriBerman.
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Aniversario de la No Historia

Por Noam Chomsky (*)

Los aniversarios no conmemorados dicen tanto acerca de nuestra narrativa nacional como aquellos que reconocemos.

George Orwell acuñó el término “no-persona” para criaturas a las que se les niega el status de persona porque no se atienen a la doctrina estatal. Podemos añadir el término “no-historia” para referirnos al destino de las no-personas, borradas de la historia por razones similares.

La no-historia de las no-personas queda ilustrada con el destino de los aniversarios. Los importantes suelen conmemorarse, con la debida solemnidad cuando es preciso: por ejemplo, Pearl Harbor. Algunos no se conmemoran y podemos aprender mucho sobre nosotros mismos rescatándolos de la no-historia.

Ahora mismo dejamos de conmemorar un suceso de gran significado humano: el 50º aniversario de la decisión del Presidente Kennedy de lanzar la invasión directa de Vietnam del Sur, que pronto se convertiría en el crimen más agresivo desde la Segunda Guerra Mundial.

Kennedy ordenó a las fuerzas aéreas estadounidenses el bombardeo de Vietnam del Sur (en Febrero de 1962, cientos de misiones habían partido); autorizó la guerra química para destruir las cosechas de alimentos y someter así a la población rebelde matándola de hambre; y puso en marcha los programas que finalmente arrojaron a millones de campesinos en suburbios urbanos y campos de concentración virtuales, o “aldeas estratégicas”. En ellas los campesinos estarían “protegidos” de las guerrillas indígenas a las que, como sabía la administración, los campesinos apoyaban voluntariamente.

Los esfuerzos oficiales para justificar los ataques eran débiles y, la mayoría, fantasiosos.
Una muestra típica fue el apasionado discurso del presidente en la Asociación Americana de Editores de Periódicos, el 27 de abril de 1961, en el que advirtió de que “se nos opone a través del mundo una conspiración monolítica y brutal, que se sirve principalmente de medios ocultos para ampliar su área de influencia”. El 25 de septiembre de 1961 Kennedy dijo en las Naciones Unidas que si esta conspiración conseguía sus fines en Laos y Vietnam “las puertas quedarían totalmente abiertas”.

Los efectos a corto plazo fueron descritos por el respetado especialista en Indochina e historiador militar Bernard Fall, no precisamente una paloma, pero alguien preocupado por la población de estos atormentados países.

Según sus estimaciones unos 66.000 sud vietnamitas fueron asesinados entre 1957 y 1961; y otros 89.000 entre 1961 y abril de 1965, la mayoría víctimas del régimen clientelar de los EEUU o “del peso aplastante del armamento americano, el napalm, los bombardeos aéreos y por último, los gases vomitivos”.

Las decisiones se mantuvieron ocultas, lo mismo que las terribles consecuencias que todavía persisten. Para mencionar solo una muestra: “Tierra Quemada” de Fred Wilcox, el primer estudio serio del horrible y continuado impacto de la guerra química contra los vietnamitas, apareció hace unos pocos meses, y es probable que se añada a otros trabajos sobre la no-historia. El objeto de la historia es lo que ha sucedido. El de la no-historia es “borrar” lo sucedido.

En 1967 la oposición a los crímenes en Vietnam del Sur había llegado a un nivel importante. Cientos de miles de tropas norteamericanas destrozaban Vietnam del Sur y áreas densamente pobladas estaban sometidas a intensos bombardeos. La invasión se había extendido al resto de Indochina.

Las consecuencias se habían vuelto tan horrorosas que Bernard Fall predijo que “Vietnam en tanto que entidad cultural e histórica… está amenazada de extinción… (ya)… que el país literalmente sucumbe bajo las embestidas de la mayor maquinaria de guerra jamás desatada en un área de este tamaño”.

Cuando la guerra terminó después de ocho devastadores años, la opinión corriente estaba dividida entre los que la llamaban una “noble causa” que podría haberse ganado con una mayor dedicación y, en el extremo opuesto, los críticos, para los que era “un error” que resultó ser demasiado costoso.

Todavía estaba por llegar el bombardeo de la remota sociedad campesina del norte de Laos, de una magnitud tal que las víctimas vivieron en cuevas durante años para tratar de sobrevivir; y algo más tarde el bombardeo de la Camboya rural, que sobrepasó el nivel de todos los bombardeos aliados en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1970 el Consejero de la Seguridad Nacional, Henry Kissinger, ordenó “una campaña de bombardeos masivos en Camboya. Cualquier cosa que vuela sobre cualquier cosa que se mueve” – un tipo de llamada al genocidio raramente encontrada en los archivos.
Laos y Camboya son “guerras secretas”, desde el punto de vista de que los informes son escasos y los hechos son todavía poco conocidos del gran público o incluso de las élites educadas que, sin embargo, son capaces de recitar de memoria cualquier crimen real o presunto de los oficiales enemigos.

Otro capítulo en los copiosos anales de la no-historia.

Dentro de tres años podremos – o no – conmemorar otro suceso de gran relevancia contemporánea: el 900º aniversario de la Carta Magna.

Este documento es el fundamento de lo que la historiadora Margaret E. McGuiness, refiriéndose a los Juicios de Nuremberg, saludó como un “tipo de legalismo típicamente americano: el castigo solo para quienes puede probarse que son culpables a través de un juicio justo, con todo un conjunto de protecciones respecto al procedimiento”.

La Carta Magna declara que “ningún hombre libre” puede ser privado de sus derechos “excepto por el juicio legal de sus iguales y por la ley del país”. Más tarde, estos principios fueron ampliados a todos los hombres en general. Cruzaron el Atlántico y entraron en la Constitución de EEUU y en la Ley de Derechos, que declaraba que ninguna “persona” puede ser privada de derechos sin un proceso justo y un juicio rápido.
Por descontado los fundadores no consideraban que el término “persona” debiera aplicarse a todas las personas. Los nativos americanos no eran personas. Tampoco los esclavos. Las mujeres a penas eran personas. Atengámonos no obstante a la noción central de la presunción de inocencia, que ha sido arrojada al olvido de la no-historia.

El Presidente Obama dio un paso más en la erosión de los principios de la Carta Magna al firmar la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, que codifica la práctica Bush-

Obama de detención indefinida sin juicio bajo custodia militar.
Este trato es ahora obligatorio en el caso de los acusados de ayudar a las fuerzas enemigas durante la “guerra al terrorismo”, u opcional si los acusados son ciudadanos norteamericanos.

Su alcance queda ilustrado con el primer caso de Guantánamo llevado a juicio bajo el Presidente Obama: el de Omar Khadr, un ex niño soldado acusado del horrible crimen de tratar de defender a su pueblo afgano cuando fue atacado por las fuerzas norteamericanas. Capturado a la edad de 15 años, Khadr fue encarcelado durante ocho años en Bagram y Guantánamo y después, en octubre de 2010, fue llevado ante un tribunal militar que le dio la alternativa de declararse no culpable y permanecer por siempre en Guantánamo, o confesarse culpable y servir solo 8 años más. Khadr escogió la segunda alternativa.

Muchos otros ejemplos ilustran el concepto de “terrorista”. Uno de ellos es Nelson Mandela, que no fue sacado de la lista terrorista hasta el 2008. Otro fue Saddam Hussein. En 1982 Irak fue sacado de la lista de estados que apoyan al terrorismo para que la administración Reagan pudiera suministrar ayuda a Hussein después de que invadiera Irán.

Sin revisión o recurso la acusación es caprichosa y normalmente refleja objetivos políticos: en el caso de Mandela para justificar el apoyo del Presidente Reagan a los crímenes del estado del apartheid al defenderse éste de uno de los “más notables grupos terroristas” del mundo: El Congreso Nacional Africano de Mandela.
Mejor consignar todo ello a la no-historia.

(*) Noam Chomsky es profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT.
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El futuro se juega en Grecia

Por Daniel Gómez-Olivé i Casas (*)

La presión del FMI, el Banco Central y la Comisión Europea han suspendido el sistema democrático en Grecia.

Estos días vemos cómo los líderes europeos están exprimiendo al máximo la piel de naranja griega, para asegurarse que todo el jugo vierta en sus vasos, sedientos como están de recobrar deudas helénicas. Las exigencias de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) al Gobierno griego nos muestran cuán cruel es la falta de solidaridad entre socios cuando de lo que se trata es del reclamo de deudas impagables.

De la misma manera, vemos cómo la democracia y la garantía de derechos sociales se diluyen, en la justa medida en que la presión internacional exige al Gobierno griego que priorice el pago de las deudas al pago social que todo Estado tiene la obligación constitucional de atender. Pero ¿qué es lo que debe Grecia? ¿A quién se lo debe? ¿Por qué se debe? Y lo más importante: ¿qué se debe hacer ante este chantaje?

La deuda pública de Grecia a finales del 2011 se estima que habría llegado a los 355.000 millones de euros, cifra que ya supone el 165% de su PIB. Casi un 75% del total (unos 260.000 millones) son bonos que se negocian –con cuantiosos márgenes de beneficios– en los mercados secundarios de valores, y que están en manos de agentes privados (fondos, aseguradoras y bancos poseen casi el 70% de los mismos), del BCE (que ostenta otro 20%) y de la seguridad social griega (10% restante).

Por otro lado, poco más del 25% de lo reclamado (95.000 millones) son créditos que le han otorgado –con jugosos intereses– países socios de la misma UE (53.000 millones), con Alemania y Francia a la cabeza; otros países de la comunidad internacional (22.000 millones), y el propio FMI (20.000 millones), a raíz del primer paquete de rescate –ya fallido–, aprobado apenas hace dos años, en mayo de 2010. Siendo así, lo primero que cabe denunciar es el papel que juega la Troika en las negociaciones, ya que a pesar de que se presenta como un negociador neutro para salvar a Grecia de la tragedia del impago, en realidad lo que pretende es asegurarse el pago de las deudas que reclaman para ellos y para el capital privado al que representan.

Alguien dirá que la deuda debe pagarse. En todo caso eso dependerá de cómo y quién la originó y para qué beneficio. En el caso griego, el pueblo está denunciando que la deuda se cuadriplicó con la dictadura de los Coroneles, que luego aumentó vertiginosamente a raíz de los Juegos Olímpicos de 2004, con proyectos megalómanos en los que empresas alemanas como Siemens sacaron cuantiosos beneficios sobornando a políticos; o con la compra sistemática de armamento a Francia, Alemania y EE UU, que hacen que Grecia sea el primer país de la UE en gasto militar en relación a su PIB. En este sentido, es significativo comprobar cómo mientras se recortan pensiones, sueldos y prestaciones sociales, la Troika no exige recortes en el gasto militar.

Por todo ello, la sociedad griega está reclamando la suspensión unilateral de pagos, acompañada de una auditoría de la deuda que permita conocer su origen, repudiar toda la deuda ilegítima y encausar a los responsables, tanto nacionales como extranjeros, que han llevado al país a la bancarrota. Tal y como están las cosas, ésta parece la única salida razonable y realmente democrática; es decir, la única que permitirá al pueblo griego recuperar el poder de su soberanía económica, social y política.

Ahora que un segundo rescate está encima de la mesa se defiende que es necesario ajustar todavía más la economía y profundizar las reformas estructurales para garantizar, dicen, la salud económica de Grecia (que no de su población, claro está). Ello, para poder alcanzar un nivel ‘sostenible’ de deuda del 120% del PIB en el 2020. Si esta cifra es sostenible, ¿por qué no lo fue a finales de 2009, justo antes del primer rescate, cuando la deuda ‘tan sólo’ era del 125%? ¿Todo ese costoso recorrido, en términos sociales, para llegar al mismo lugar de partida? ¿No será que lo interesante para los acreedores no sea tanto el cobro de la deuda, que también, sino lo que su pago conlleva en su propio beneficio: ajustar las condiciones para que la clase trabajadora esté todavía más indefensa? No en balde hay quien afirma que Grecia es el nuevo laboratorio de pruebas del neoliberalismo, como lo fue en su momento América del Sur en los años ‘70.

En Grecia se está jugando más de lo que nos creemos. Lo que está en juego es la correlación de fuerzas entre el pueblo y la clase dominante mundial, que está aprovechando la crisis, que ella misma ha provocado, para hacernos perder los derechos conseguidos durante decenios. Ante ello, ¿nos quedaremos impasibles?

 

(*) Analista

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Evolución o Revolución

Por Federico Mayor Zaragoza (*)

Ignacio Ramonet, en un artículo reciente titulado Generación sin futuro citaba una frase de André Gide que es ahora especialmente pertinente: El mundo será salvado, si puede serlo, sólo por los insumisos .
La inercia es el gran obstáculo para la evolución, es decir, para cambiar oportunamente lo que debe cambiarse y conservar lo que debe conservarse. La reticencia a la modificación y adaptación, la tentación de dejar todo como está y utilizar fórmulas de ayer para resolver los problemas de hoy es una actitud particularmente negativa cuando las transformaciones son inaplazables… porque pueden derivar en revolución.

Lo más peligroso de la inacción es que se extiende la impresión de que las cosas son como son, de forma inexorable, como el propio destino. Y se reduce y atenúa la facultad creadora distintiva de la especie humana.

Como bioquímico preconizo desde hace años imitar a la naturaleza, seguir su consejo, ya que la evolución, aun la más apremiante, no conlleva violencia. Tensión creadora -“la dificultad aguza el ingenio”- sí, pero usando el intelecto y no la fuerza.

Recientemente José Monleón ha publicado el libro “La evolución pendiente” en el que, con un gran conocimiento de la realidad y la capacidad prospectiva, analiza las posibilidades de evolución a escala local y planetaria. Llevarla a término sin dilación constituye uno de los grandes desafíos del presente. Para esclarecer los horizontes hoy tan sombríos se requieren nuevos enfoques. Se trata de una crisis sistémica que afecta particularmente a Occidente, porque es Occidente la que la ha provocado.

En el año de 1991 escribí que el “coloso soviético se ha derrumbado porque, basado en la igualdad se había olvidado de la libertad. El sistema capitalista, basado en la libertad, se desmoronará igualmente si se olvida de la igualdad”. El Presidente Reagan y la Primer Ministro Thatcher pensaron que había llegado el momento de la hegemonía “de Occidente” y no sólo marginaron totalmente a las Naciones Unidas y las sustituyeron por grupos plutocráticos de 6, 7, 8… 20 países prósperos sino que sustituyeron, también, y ésta es la causa real del fracaso de la “globalización neoliberal”, los principios democráticos por las leyes del mercado.

Frente a la crisis del año 2008, con muy considerables burbujas inmobiliarias en algunos casos, se acentúa progresivamente una reacción implacable de la “dólar-zona” en relación a la “euro-zona”. Sobre todo en los últimos meses, el Presidente Obama ha logrado emitir fondos para incentivar las grandes obras públicas y la creación de empleo a través del fomento de la pequeña y mediana empresa, y ha iniciado no sólo una política de desarme muy considerable sino que ha vuelto decididamente la vista hacia el Pacífico. Europa, en cambio, sigue sin tener un sistema autónomo de seguridad, sigue sin federarse fiscalmente, al menos, y sin emitir incentivos para aumentar el empleo, basando toda su política en los recortes y la austeridad. Política que alcanza límites muy peligrosos ya en algunos países.

Los “mercados” emanación del “gran dominio” financiero, militar, energético y mediático- no sólo condicionan, una vez “rescatados”, los acontecimientos económicos y acosan a los gobernantes europeos sino que han llegado al colmo de forzar la designación de Primeros Ministros y de gobiernos sin comicios electorales. Su influencia alcanza una gravísima patología social, frente a la que debemos reaccionar rápidamente.

Grecia está que arde. Se cometieron muchos excesos… pero quienes los pagan, como siempre, son a la postre los más vulnerables. La “troika” exige ahora reducir 15.000 funcionarios más… lo que provocará no sólo más recesión sino que pueden alcanzarse situaciones en las que los efectos sociales lleven a colmar el vaso de la ponderación y de la mesura. Hay que evitar el estallido social en Grecia, que podría tener, además, efectos “contaminantes”.

“Europa debe darse cuenta, ha escrito Joseph Stiglitz, de que la austeridad por sí misma no resolverá sus problemas. Por el contrario, exacerbará la desaceleración económica… Mientras tanto, añade, los programas a largo plazo incluidos el cambio climático y otras amenazas ambientales y la creciente desigualdad en la mayoría de los países del mundo- continúan intactos… o empeoran”.

Sinceramente, el BCE, FMI y la Comisión Europea deberían captar estos mensajes, a los que hacen oídos sordos.

Hubo grandes manifestaciones en Portugal, el pasado noviembre, donde las aguas siguen turbias y torrenciales. “Portugal vive al borde del colapso”, titulaba su artículo en El País (4.11.11) Antonio Jiménez. Protestas masivas y heridos en Grecia… : “En toda esta historia de delirio financiero escribe Marco Schwartz en “Público” (3.11.11)- son tan responsables las autoridades griegas que permitieron el endeudamiento astronómico del país como los bancos que prestaron con avidez especulativa y las agencias que lo alentaron”.

A éstas se añaden múltiples manifestaciones presenciales en Cataluña, en la Comunidad de Madrid… y los miles de indignados de la Puerta del Sol, trasladados después al ciberespacio, con miles también de activistas en los Estados Unidos. “¿Qué mejor lobby de influencia que el 99% de la población sojuzgada por el 1% que incluye a todos los poderes del sistema?”, apuntaba Rosa María Artal (Público, 7.11.11).

Hoy, por primera vez en la historia, los ciudadanos pueden dejar de ser súbditos, obedientes, atemorizados, pusilánimes. La posibilidad de la participación no presencial abre, junto a una mayor influencia femenina en la adopción de decisiones y una conciencia global que nos permite apreciar lo que poseemos y atender solidariamente las precariedades del prójimo, extraordinarias posibilidades de movilización popular.

Éstos son los grandes desafíos. Este es el mañana que tenemos que inventar. Me gusta repetir la frase de John Fitzgerald Kennedy: “No existe ningún reto que se sitúe más allá de la capacidad creadora de la especie humana”.

Se trata en suma de la transición de la fuerza a la palabra.

Gente educada, libre y responsable, que actúe en virtud de sus propias reflexiones y nunca más al dictado de nadie.

Sí, la diferencia entre evolución y revolución es la “r” de responsabilidad.

 

(*) Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la UNESCO, Presidente de la Fundación Cultura de Paz y Presidente de la agencia IPS

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Carta a Charles Dickens por su 200 cumpleaños

Por Claire Tomalin (*)

Muy querido señor Dickens: ¡Feliz 200 cumpleaños!

No era muy dado usted mismo a celebrar aniversarios, pero sí que fue usted a Stratford-upon-Avon en abril de 1864, con Robert Browning, [gran poeta decimonónico] Wilkie Collins [novelista, autor de La piedra lunar] y John Forster, a celebrar el tercer centenario de Shakespeare, "en paz y tranquilidad". Y el 30 de enero de 1849 conmemoró usted el bicentenario de Carlos I con su amigo Walter Savage Landor [importante poeta victoriano]. Y al hacerlo, enviaba usted mensaje nítido sobre cuán enormemente honraba la obra de Shakespeare – "¡hubo alguna vez un tipo así!" – y cuán sinceramente detestaba el mal gobierno.

Ahora mismo, henos todos aquí leyendo y releyendo sus novelas, sus escritos periodísticos, e historias como Cuento de Navidad, con su mordaz mensaje de que una sociedad decente depende de que los ricos aprendan a ser generosos y de salvar a los pobres de la ignorancia y la necesidad.

Hablamos de sus héroes y de sus villanos: Pecksniff, Squeers, Quilp, Murdstone, Headstone; de sus bromas y sus pathos; sus mujercitas tontas y bonitas; sus mujeres fuertes – Betsey Trotwood, Peggotty – y sus mujeres gloriosamente cómicas: la señora Gamp, la señora Todgers, Flora Finching.

Advertimos cómo celebra usted la fuerza y resiliencia de los discapacitados: Jenny Wren, de cuerpo contrahecho y dolorido, y que sigue el oficio de modista de muñecas; Phil Squod, que no puede andar derecho y está desfigurado, y que trabaja duro, es leal y amable; la señorita Flite, cuya locura ve la verdad; el loco Barnaby; Maggie, sin pelo; Sloppy, de cabeza demasiado pequeña.

Disfrutamos de cómo retrata usted Londres ante nuestros ojos: calles, ríos, puentes, tiendas, estercoleros, mercados, cárceles. Y leemos sus cartas – mayor prueba de su ojo de reportero sin igual– con su despliegue de buen ánimo, entusiasmo, generosidad y, todo hay que decirlo, mal genio en los malos momentos.

Las novelas y cartas nos dan una visión panorámica de la Inglaterra del siglo XIX. Pero, ¿qué nos diría usted del siglo XXI, del mundo de 2012?

En Londres notaría usted que la gran cúpula negra y saliente de San Pablo, tal como usted la describió, ya no es negra. La niebla, el barro y las míseras barriadas mugrientas han desaparecido. Le complacería la desaparición de los asilos de pobres (donde se trabajaba a cambio de techo y alimento) y el reducido número de niños de la calle, y la ostensible ausencia de prostitución en Haymarket. [calle céntrica del West End londinense]

Pero vería usted idéntico abismo entre los ricos, que disfrutan con gusto de su dinero y poder, y los pobres, que recurren a la comida caducada que tiran los supermercados a la basura y los paquetes de alimentos de las organizaciones benéficas, y que tiemblan por sus puestos de trabajo. Y puesto que tuvo usted un interés tan obsesivo en las cárceles a lo largo de toda su vida, tal vez le daría pavor el ingente aumento de nuestras cárceles y del número de presos.

Un vistazo a los periódicos le informaría de que su deshonesto financiero, el señor Merdle, tiene muchos sucesores, y de que Lord Decimus Tite Barnacle y sus amigos y conocidos de Eton [exclusivo colegio de las clases altas británicas] siguen a cargo del tinglado.

El cambio humano que más le impresionaría ha de ser que Gran Bretaña es hoy una sociedad multilingüe y multicultural, algo que encontraría difícil de comprender en principio. Pero ya vería rápidamente qué riqueza de material ofrece esto a la novela, de la que con tanta brillantez sacan partido muchísimos escritores.

De los cambios tecnológicos también tomaría usted nota, y los investigaría. Dando un suspiro, se enteraría del control de natalidad, que podría haberle permitido tener los tres hijos que usted deseaba. Y también está el poder volar, lo que le habría permitido viajar a Australia, un sitio al que a usted le habría gustado ir: otro gran tema para su pluma.

La radio, la televisión, el cine le atraerían de inmediato. Podría usted aparecer en Start the Week [programa de radio de la BBC] el próximo lunes, o en las noticias de la televisión de hoy. Los productores de cine no dejarían de llamarle al móvil, pero sería usted cauto, pues siempre ha tenido que protegerse de pedigüeños y admiradores. ¿Podría usted trocar su famosa pluma de ganso para juguetear con un ordenador? Me parece a mí que sí.

Desde luego que se sentiría complacido al ver todos sus libros a la venta en librerías, y en la Red. Y sabiendo que aún tenemos bibliotecas, aunque estén amenazadas [por la política de recortes del gobierno conservador]. Siempre habló usted en su favor, y hoy le pediremos su apoyo.

Cuánto nos gustaría visitarle en su oficina de la calle Wellington – todavía en pie – y llevarle a un almuerzo cordial, con buen vino y puros incluso, en un alegre restaurante, convocando a algunos de sus amigos a que se sumaran, como hacían tan a menudo en su cumpleaños: John Forster, su biógrafo, los artistas Maclise, Clarkson Stanfield y John Leech, el gran actor Macready y el actor cómico John Pritt Harley, el conde D'Orsay, Wilkie Collins, y su leal administrador, George Dolby.

Las señoras deben acudir en días distintos: la señorita Coutts, la señora Gaskell, la invisible Nelly [Ternan, amante de Dickens]. Pero podríamos traer a Lev Tolstoy, al que nunca llegó a conocer, pero que declaró que es usted el mayor novelista del siglo XIX y tenía su retrato colgado de la pared.

Después de lo cual, podría usted escabullirse (¿en helicóptero?) a Gad's Hill [casa de campo de Dickens en los alrededores de Londres] y acomodarse allí con otro puro y un poco de ponche en el invernadero que usted levantó, especialmente decorado con los geranios escarlatas que tantísimo le gustaban.

Señor Dickens, sigue siendo usted, y siempre lo será, el Inimitable. Y que los cumpla muy felices.

 

(*) Claire Tomalin, periodista y escritora de importantes biografías de grandes figuras literarias británicas, es autora reciente de Charles Dickens: A Life (Viking)

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China hace temblar al mundo

Por Carlos Luppi (*)

Tanto se ha convertido en el garante de la economía mundial (e incluso de su estabilidad política), que cualquier temor sobre su situación hace temblar al resto del mundo. Está procesando muchos cambios, y rumores que circulan en los pasillos del poder quitan el sueño a más de uno.

En mayo de 2011 Daniel Barrios difundió la que fue, acaso, la noticia económica más importante del año: debido a la alta inflación, China había resuelto enlentecer un 30% el ritmo de crecimiento de su economía, lo que supondrá un resfriado global , concluyendo que sería aconsejable que todos (Brasil per primis y Uruguay incluído), se recetaran una buena dosis de antigripales.

Esta novedad que se viene cumpliendo puntualmente, con impacto en los mercados rozagantes de América Latina, el convaleciente de Estados Unidos, y los languidecientes de Europa - debía haber alarmado a todo el ámbito económico uruguayo, pero éste (con honrosas excepciones) se divide en bandos irreconciliables para los cuales la discusión interna es primordial.

 

Un Año del Dragón con novedades

Volviendo a la segunda superpotencia mundial, primer exportador y segundo importador global (acaso deberíamos hablar del conjunto EEUU China), el flamante Año del Dragón trae varias novedades: la primera es que efectivamente, aunque poco, cayó el ritmo de crecimiento del PIB chino, que pasó de 10,4 % en 2010 (U$S 10,09 billones, tomados a Paridad de Poderes de Compra), a 9,2% en 2011, y se prevé que sea 8,5 % en 2013, en un aterrizaje suave bien planificado. Esa variación afectará mucho al resto del mundo y así lo ratificaron el informe anual de la ONU, y el documento Incertidumbres y vulnerabilidades 2011 2012 del Banco Mundial, que prevé un crecimiento de la economía mundial de apenas el 2,5% para el año en curso, y señala que Uruguay crecerá un 4% en 2012, contra el 7% de 2011.

Todos los diagnósticos responsabilizan en primer término al comportamiento ruinoso de la Zona Euro, pero detrás vienen la débil recuperación de los EEUU (que crecería 2,1% en 2012 y 2,5% en 2013, lo no es poco ni suficiente), y la ralentización de la demanda de los países emergentes , que en buen romance- se refiere a la desaceleración de China y, en menor medida, a la de Brasil. Según el JPMorgan Chase, China aportó casi el 12% del PIB agregado mundial, y un tercio del crecimiento mundial .

Con apenas el 9,2% de crecimiento (que aleja también el peligro de recalentamiento de la economía), las plegarias de Occidente incluyendo América Latina- parecen haber dado resultado y las bolsas subieron.
Pero la disminución del crecimiento del PIB no es la única novedad que tenemos en el gran Imperio del Oeste.


Cambios políticos y revolución cultural

En 2013, el Ing. Hu Jintao cederá su cargo de Presidente y Secretario General del Partido Comunista Chino a su Vicepresidente, Ing. Quím. Xi Jimping (1953), también vice de la Comisión Militar Central y miembro del Comité Central del P.C. Ch.

Hu protagonizó el mandato de mayor crecimiento (en términos económicos y en importancia política, gracias a la Crisis Global 2007 2010), y es el padre de la gran reforma destinada a potenciar el mercado interno mediante la inclusión de 800 millones de campesinos que estaban bajo la línea de pobreza. Según el Banco Mundial, entre 1981 y 2004, el número de pobres disminuyó en China en 500 millones de personas. Su nombre ya estaba en la historia, pero acaba de agregar a su legado una serie de medidas para estimular la gran cultura china , en detrimento de la occidentalización , identificada con Internet, las redes sociales, los programas de entretenimiento (como reality shows), y la exaltación del lujo y el consumismo.

Las mismas ya están siendo implementadas, y se buscará minimizar el ingreso de expresiones culturales occidentales, especialmente aquellas de mal gusto . No cabe duda que esto generará choques de todo tipo, pero es difícil calibrar su futuro en un mundo globalizado y donde los productos de lujo tienen uno de sus principales mercados precisamente en China.

Ahora bien, la influencia china se extiende a mucho más de los 1.330 millones de habitantes, y se expande por el mundo. Una cultura tan antigua, rica y poderosa, sin duda siente la obligación de no dejarse avasallar por la occidental, así como lo hace el Islam. Estamos ante otro fenómeno de la globalización.

 

¿Hay una burbuja inmobiliaria en China?

El sólo recuerdo de la Crisis subprime, la instancia que precipitó la Crisis Global 2007 2010, llama al terror en EEUU o Europa. Pensar que algo similar pueda ocurrir en China en momentos en que todos los organismos multilaterales anuncian recesión global para 2012- convoca directamente al pánico. Veamos.

Los bancos HSBC y Standard Chartered, citados por The Guardian, señalan su preocupación por una creciente burbuja inmobiliaria , la aún no suficiente amplia base de consumo y ahorro doméstico y, naturalmente, la desaceleración de la demanda de la Zona Euro, que frena la producción industrial y las exportaciones, y podría provocar un aterrizaje forzoso , de gran impacto mundial.

La actividad industrial china viene cayendo sostenidamente desde noviembre según The Financial Times, que señaló que si el índice de actividad (que está en 47% por caída de demanda externa), se mantiene por debajo de 50 hay contracción severa. China ha respondido, keynesianamente, rebajando los encajes exigidos a los bancos, es decir, liberando dinero. Con respecto a los inmuebles, The Guardian señala que los precios están cayendo rápidamente en ciudades importantes y que, por ejemplo, los de las casas nuevas en Beijing cayeron un tercio en noviembre pasado. Comenta que hay un exceso de apalancamiento crediticio, y que según el FMI los préstamos duplicaron su participación en el PBI desde 2006. Agrega que hay preocupación por las carteras de deuda de las instituciones financieras.

En noviembre un informe de Al Jazeera mostró ciudades fantasmas que han aparecido en China igual que en EEUU y Europa, pero esto puede estar vinculado a las grandes transformaciones derivadas del programa de inclusión de campesinos. Como se sabe, el formidable crecimiento de China durante tres décadas fue necesariamente desigual (100 millones de ricos, 230 millones de clase media y 800 millones de campesinos), se reflejó en migración hacia las grandes ciudades, y naturalmente en un aumento de precios que se estima llegó al 800% en Beijing en los últimos 9 años, y en el crecimiento de una oferta que fue estimulada por la gran liquidez bancaria. A pesar del programa de inclusión y de restricciones del gobierno chino para frenar la especulación, existirían 64 millones de casas que no encuentran compradores, cifra que supera los resultados de las burbujas inmobiliarias de EEUU y Europa.

Las limitaciones al crédito no frenaron la acción de los promotores e incluso de los gobiernos locales, que dependen de los impuestos a los bienes raíces.

A fines de diciembre, Paul Krugman terció en el tema con un artículo que alarmó al mundo. En él afirmó que poco a poco emerge un nuevo punto de peligro en una economía mundial que es lo último que necesita , y comparó la situación económica de China con la de Japón en los ´80 (comienzo de su largo estancamiento), y de EEUU en 2007, cuando deflagró la Crisis Global. Su conclusión es que puede ser que el sistema financiero chino esté cercano a un colapso colosal. Señala que buena parte del crecimiento reciente estuvo vinculado con un gran boom de la construcción, alimentada por un alza constante de los precios, con signos de burbuja , y agrega que hubo un rápido crecimiento del crédito, parte del cual tuvo lugar ( ) a través de una banca desregulada y sin garantía estatal . Afirma con dureza que hoy esa burbuja está estallando y hay razones para temer una crisis financiera . Los datos oficiales son alarmantes .

Señala similitudes con los casos de EEUU y Japón, y su poca confianza en los funcionarios gubernamentales. Finaliza diciendo: Espero ser innecesariamente alarmista. Pero es imposible no preocuparse: la historia de China suena muy parecida los colapsos que hemos visto. Y la economía del mundo, que ya padece el desastre de Europa, no necesita un nuevo epicentro de crisis .

Esperemos que, por una vez, Krugman no acierte en sus afirmaciones, y China siga siendo el puntal de la economía mundial mientras EEUU y Europa se recuperan.


Hacia un capitalismo a la china

Mientras EEUU y Europa ven con resignación su pérdida de la supremacía mundial y el mundo se prepara para el fin del euro, los países del BRICS, encabezados por China, aumentan su importancia.
En diciembre, el ex economista jefe del FMI y actual profesor de Harvard, Kenneth Rogoff, escribía, refiriéndose a las discusiones sobre el eventual fin del capitalismo por la Crisis Global, que las única alternativas al paradigma anglo estadounidense ( que hoy carece de sostenibilidad ), son otras formas del mismo modo de producción, y que se afirma que el capitalismo darwinista chino, con empresas exportadoras que trabajan en ambiente de encarnizada competencia, débil red de seguridad social y gran intervención gubernamental, es el heredero inevitable ( ) aunque sólo sea por el gran tamaño de la economía china y su tasa de crecimiento desmesurada.

Agregaba que, con todo, el sistema productivo chino evoluciona continuamente ( ) y no está claro cuánto más seguirán transformándose las estructuras políticas, económicas y laborales chinas ( ) . Concluía en que en cualquier caso, a China todavía la afectan vulnerabilidades económicas, ambientales y sociales comunes a un país subdesarrollado, de bajos ingresos y rápido crecimiento . Estas consideraciones del reconocido economista enriquecen un debate sustancial. ¿Cuál será la formación económico social dominante en el siglo XXI? ¿No ha servido para nada que cayeran en el descrédito total los paradigmas del neoliberalismo e incluso del liberalismo económico clásico, gracias a la Crisis Económico Global 2007 2010, cuyas consecuencias se prolongan y agravan hasta la actualidad?

El modelo darwinista chino ha barrido con los Estados de Bienestar en Europa y América Latina, y fomentado los proteccionismos que, por ejemplo, están desgarrando actualmente el MERCOSUR, gracias a exportaciones abaratadas por el uso abusivo del recurso humano y ambiental, pero él mismo está sujeto a transformaciones impredecibles, fruto de las últimas grandes decisiones del Partido Comunista Chino. Ante este conjunto de hechos, que involucran, no olvidar, el retorno en triunfo de Karl Marx y John M. Keynes a la discusión y la praxis, surge una pregunta acuciante:¿Cuáles y cómo serán los partidos e intelectuales de Izquierda que den la batalla por las grandes utopías solidarias de la Humanidad?

El tiempo apremia, porque todo parece indicar que será de modalidad darwinista china el capitalismo que nos espera.

 

 (*) Periodista

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